6 de diciembre de 2017
Hoy el presidente Donald Trump firmó una Orden Ejecutiva reconociendo Jerusalén como la capital del Estado Israelí, y ordenó que la embajada de Estados Unidos fuera trasladada a Jerusalén.
Esto cae cerca del 70º aniversario de la Resolución palestina el 29 de noviembre 1947.
Esto cae cerca del 100º aniversario de cuando el general Allenby tomó Jerusalén el 9 de diciembre de 1917, el 24º día del 9º mes ( Hageo 2:18,20). Hay dos profecías asociadas con este día en particular. Hageo 2:19 dice: "desde este día en adelante te bendeciré". Hageo 2:21 dice también: "Voy a sacudir los cielos y la tierra" y "derrocar los tronos de los reinos y destruir el poder de los reinos y de las naciones".
El 6 de diciembre de 2017 se encuentra entre los dos aniversarios (29 de noviembre y 9 de diciembre) (Ver http://josemariaarmesto.blogspot.com.es/2017/11/transferencia-final-de-la-primogenitura.html)
Bendición y temblor
Sin duda, muchos cristianos evangélicos se regocijarán por este reconocimiento de Jerusalén, sin darse cuenta de su significado real. Creo que este es un acto muy importante y una fecha profética muy importante en la historia. Será un día de bendición para aquellos que reconocen a la Jerusalén celestial ("Sara") como su madre espiritual. Aquellos que reconocen a la Jerusalén terrenal ("Agar") como su madre espiritual se encontrarán entre los reinos de la Tierra que serán sacudidos, como nos dice Hebreos 12:22, 26-28.
La Patria y el Estado judío
El reconocimiento de Trump de Jerusalén marca el final de una larga progresión de eventos que comenzó hace un siglo. Debemos ver sus acciones en esa luz. En noviembre de 1917, la Declaración Balfour estableció la intención del gobierno británico de dejar a un lado Palestina como una "patria" judía (no un estado judío). En 1947, las Naciones Unidas cumplieron esta intención al votar para crear una patria para los judíos que deseaban mudarse allí para vivir junto a los no judíos.
En 1967, los israelíes tomaron por la fuerza Jerusalén y la anexaron como parte de su estado, ignorando el hecho de que se suponía que eran una patria, no un estado judío. Por lo tanto, el Estado Israelí violó el mandato original de la ONU, y esta es la razón por la cual las naciones del mundo parecen estar en contra de ellos. Los evangélicos no entienden que a las Naciones Unidas no les gusta el hecho de que los israelíes hayan violado su mandato original por el cual la nación fue creada en primer lugar.
¿Pero qué hay de la profecía? ¿Cómo lo ve Dios?
Hojas y frutos
Primero, debemos entender que la higuera que Jesús maldijo en Mateo 21:19 inmediatamente se marchitó, pero luego, en Mateo 24:32, Jesús profetizó que tendría más hojas al final de la era. Esta profecía se cumplió en 1947-1948, porque la higuera era la nación de Judá (o "Judíos").
Entonces ciertamente se profetizó que el Estado Judío sería restablecido cerca del tiempo del fin. Yo no discuto eso. Mi disputa es con aquellos que piensan que esta "higuera" dará sus frutos. Jesús dijo que nunca volverá a dar fruto (Mateo 21:19). Jesús dijo que cuando viéramos que produjera más hojas, sabríamos que estábamos cerca del final (Mateo 24:32).
Las hojas no son frutos La gente carnal se cubre con hojas de higuera como sustituto del fruto. Los verdaderos elegidos dan fruto. Debido a que el árbol solo tenía hojas en los días de Jesús, fue maldito. Esa situación se ha repetido en nuestro tiempo. El Estado Israelí nuevamente se cubrió con hojas de higuera siguiendo la tradición de Adán y Eva (Génesis 3:7), dando la apariencia de salud y fortaleza, pero en realidad solo tapando sus pecados sin apropiarse de la sangre de Cristo en sus corazones. La elección es fruto (del Espíritu) u hojas (autojustificación). Esto es algo que la mayoría de los evangélicos no parecen comprender.
Las dos Jerusalenes
El otro gran factor se ve en Gálatas 4:25, donde Pablo nos dice explícitamente que la Jerusalén terrenal no es Sara, sino Agar. Aquellos que se adhieren a la religión del Antiguo Pacto son hijos de Agar, no hijos de Sara. Pablo dice que ellos NO son los herederos del Reino y que eventualmente serán "expulsados" (Gálatas 4:30).
Con su reconocimiento de la Jerusalén terrenal como la capital del Estado Israelí, Donald Trump ahora ha proporcionado el vínculo de identificación final entre los israelíes del Antiguo Pacto y Agar-Jerusalén. Debido al momento extraordinario de este reconocimiento, está claro (para mí) que esto pone en movimiento las profecías de Hageo con respecto a la gran sacudida de las naciones. Todas las naciones carnales serán sacudidas, incluido el carnal Estado Israelí.
Dos tipos de ismaelitas
A partir de hoy, Donald Trump ha reconocido legalmente que los ciudadanos israelíes son los hijos de Agar, es decir, son los verdaderos ismaelitas, proféticamente hablando. Los árabes, por supuesto, dicen ser ismaelitas por su conexión genealógica con el propio Ismael. Pero desde el punto de vista de la profecía, todos los judíos del Antiguo Pacto, independientemente de la genealogía, son hijos de Agar, "nacido según la carne" (Gálatas 4:29).
El conflicto moderno entre árabes y judíos ha sido una disputa sobre quién es el verdadero heredero de los bienes, los derechos de nacimiento y las promesas proféticas de Ismael. En esta disputa, parece que los judíos han prevalecido, ya que Donald Trump está reconociendo su reclamo de la Madre Jerusalén. Sin duda, ellos -y los cristianos evangélicos- se regocijarán por esto, sin darse cuenta de que quien tenga éxito en reclamar a Jerusalén será destruido con ella.
Jerusalén será echada, junto con sus hijos, dice Pablo en Gálatas 4:30. Los árabes tampoco entienden la profecía, por lo que se oponen firmemente a que los israelíes reclamen Jerusalén. Si supieran la profecía, verían que Dios les estaba siendo misericordioso, porque al perder Jerusalén como su madre espiritual, evitarán el juicio que pronto vendrá cuando Jeremías 19:10,11 se cumpla.
Personalmente, creo que los ojos ciegos permanecerán cerrados hasta la destrucción de la ciudad, ya que si la gente pudiera ver, podrían tener la oportunidad de detener este juicio venidero. Solo cuando la ciudad sea destruida y Agar sea expulsada, los judíos, musulmanes y cristianos podrán reconocer que la Nueva Jerusalén es a través de quien deben venir las promesas de Dios. Solo cuando los hijos de la promesa sean vistos como la verdadera gente elegida. "Y ustedes, hermanos, como Isaac, son hijos de la promesa" (Gálatas 4:28).
Aquellos elegidos según el hombre son los hijos de Agar. Los elegidos según Dios son los hijos de Sara. Nadie puede ser un Vencedor teniendo a Agar/Jerusalén como su madre. Los que apoyan el derecho de Agar a la Primogenitura muestran que no se encuentran entre los hijos de la promesa.
El Gran Temblor
Dios nos ha revelado por muchos años que estábamos a punto de entrar en el gran momento de la sacudida, donde todo lo que no es del Reino caerá a tierra (Hebreos 12:27). Pero hasta ahora, solo hemos visto temblores relativamente menores. Me parece que el reconocimiento de Donald Trump es probablemente la señal final para comenzar este temblor final.
¿Veremos también un temblor físico en la Tierra, como un terremoto? Quizás. Como escribí hace meses, tuve un presentimiento de que pronto veríamos un gran terremoto. Pero, ¿incluirá un terremoto físico? Esa es la pregunta.
Hay un precedente para esto con el terremoto de Los Ángeles el 17 de enero de 1994, seguido por el terremoto de Kobe, Japón, un año después, el 17 de enero de 1995. ¿Habrá un tercer terremoto en la misma fecha en 2018? No lo sé, pero sin duda es una fecha a vigilar.
Más allá de cualquier terremoto físico que pueda ocurrir, debemos considerar que el Gran Terremoto en Hageo y en Hebreos está ahora en una cuenta regresiva profética hacia el cumplimiento final de Jeremías 19:10,11. La profecía dice que la ciudad será destruida tan completamente que nunca más será reparada (reconstruida). Fue destruida muchas veces en el pasado, pero siempre fue reconstruida. Esta vez, sin embargo, creo que será la destrucción final, simplemente porque estamos al final de la Era. La higuera ha exhibido sus hojas por 70 años. Los israelíes han controlado Jerusalén durante 50 años desde 1967. Donald Trump ahora está reconociendo su control.
En cuanto al momento oportuno, creo que deberíamos ver los días de fiesta del próximo año, particularmente las Trompetas, el 10 de septiembre de 2018.
Categoría: Comentario de noticias
Dr. Stephen Jones
NUESTRO GOZO VIENE DE LA CIUDAD DEL GRAN REY, DE SION, DE LA HERMOSA PROVINCIA A LOS LADOS DEL NORTE, JERUSALEM LA CELESTIAL.
ResponderEliminar¡AMÉN!
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