Yo
presenté en el capítulo 1 cómo las profecías de la masacre de los
inocentes se cumplieron parcialmente en el momento del nacimiento de
Jesús, cuando Herodes mató a los niños de Belén. También mostré
que las profecías eran en realidad dirigidas más hacia José que a
Judá. Y puesto que Cristo tiene dos manifestaciones, no sólo una
-la primera de Judá, y la segunda de José- las leyes modernas
que permiten el aborto por demanda son el verdadero cumplimiento de
estas profecías.
La
primera masacre en Belén fue para tratar de destruir al Heredero de
la Corona, ya que Jesús vino de la tribu de Judá, con el fin de
asegurar Sus derechos al trono. A Judá se había dado el cetro (Gen.
49:10),
y más tarde esto fue dado más específicamente a David (Salmo
89:34-37),
quien era descendiente de Jesús.
Pero
en Su Segunda Venida, se dice que Su manto está "teñido en
sangre" (Rev.
19:13).
Esta es una referencia directa a José, que es el único hombre en la
Escritura, cuyo manto fue teñido en sangre (Génesis
37:31).
Como muestro en mi libro, Las
Leyes de la Segunda Venida
(en
castellano:
http://josemariaarmesto.blogspot.com.es/2014/05/libro-las-leyes-de-la-segunda-venida-dr.html),
esto es también una referencia a la segunda ave que se sumerge en la
sangre de la primera ave y se deja suelta en campo abierto. Estas
aves profetizaban de las dos venidas de Cristo: la Primera sería
matado, y la Segunda sería teñido en sangre.
Por
lo tanto, la vida de José es el patrón profético primario de
Segunda Manifestación de Cristo en la Tierra.
Era titular del Derecho de Nacimiento (Primogenitura) (1
Cr. 5:1,2).
La Segunda Aparición de Cristo es acerca de cómo proteger Su
Primogenitura, aunque Su Primera Aparición fue acerca de cómo
proteger Su derecho al trono. El Derecho de Nacimiento
(Primogenitura) es la herencia del Reino.
José
tuvo dos hijos, Efraín y Manasés, que eran dos de las doce tribus
de Israel. Efraín se convirtió en el líder de la tribu, porque
Jacob le pasó la Primogenitura a él directamente en Gen.
48:17.
Por lo que podemos
considerar no sólo al mismo José como nuestro modelo profético,
sino también a Efraín.
Hay
una profecía significativa en Oseas 9 que se refiere a la masacre de
los inocentes y específicamente al aborto en los últimos días. Se
encuentra en Oseas
9:11-17.
En parte, se dice,
11
En cuanto a Efraín, su gloria volará cual ave -¡de
modo que no habrá embarazos, ni nacimientos ni concepciones!
12 Y si llegaren a hacerse grandes sus hijos, los quitaré de entre
los hombres. Sí, ¡ay de ellos de hecho, cuando de ellos me aparte!
13 Efraín, según veo, es semejante a Tiro como Tiro, situado en
lugar deleitoso; pero Efraín
sacará a sus hijos a la matanza
… 16 Efraín fue herido, su raíz está seca, no darán más fruto.
Aunque
engendren, mataré los seres preciosos de su vientre.
17 Mi Dios los desechará porque no le han escuchado".
Todo
esto es en el contexto del juicio divino sobre Efraín por el pecado.
En la Ley Bíblica, la sentencia siempre se ajusta al delito y en
última instancia, pretende corregirnos haciéndonos "comer
nuestra propio guiso". Por esta razón, vamos
a ver las leyes de aborto modernos como parte del juicio de Dios
sobre nosotros,
más que como una razón para odiar a los que se han sometido a
abortar
a
sus hijos.
Hay
quienes consideran que las mujeres que han tenido abortos bajo una
luz cruel, porque no han entendido la imagen completa que se nos
presenta en la Escritura. Una comprensión parcial es el primer
paso hacia la condenación, la falta de amor, y la hipocresía.
Se debe evitar.
En
la imagen más grande, la Biblia profetiza de un gran sistema de
opresión en todo el mundo llamado "Misterio Babilonia",
que deriva su poder y leyes impías de la sucesión de los imperios
de Babilonia expuestos en el libro de Daniel. El hecho es que, nos
guste o no, estamos en un cautiverio en Babilonia.
En
un sentido amplio, esta cautividad ha estado con nosotros desde los
días de Daniel, aunque se manifiesta en diferentes imperios:
Babilonia, Persia, Grecia y Roma. Pero
en un contexto más restringido, entramos
en la cautividad de la Babilonia moderna, con la aprobación de la
Ley de la Reserva Federal,
que el presidente Wilson firmó en febrero de 1914. Esto fue
precisamente 2.520 años después de que la original de Babilonia
destruyera a Asiria y se convirtieras en un imperio (607 a. C.). Yo
he escrito en otros libros de la importancia del número 2.520, ya
que es "siete veces" (7 x 360 años).
El
Sistema de la Reserva Federal es el jefe del imperio financiero
moderno, en todo el mundo. Es una corporación bancaria privada
dirigida por una coalición secreta de reyes autoproclamados de
las finanzas, que son accionistas clase A en esa corporación
privada. Incluso el Congreso de Estados Unidos no pudo saber sus
identidades, aunque lo intentaron en la década de 1970. El
presidente de la Fed, Arthur Burns se negó a divulgar sus nombres al
Congreso.
El
siglo 20 fue el siglo de la Neo-cautividad
de Babilonia. Al
igual que la cautividad de los días de Daniel, fue un gran éxito
financiero, y muchos se hicieron ricos a causa de ella. Pero compite
con el Reino de Dios por la herencia de la Primogenitura.
Este
imperio mundial conquistó América en 1914 y luego ha utilizado las
tropas y el dinero estadounidenses para hacerse con el control del
resto del mundo. Esto ahora se está desmoronando, por supuesto, como
también lo profetiza la Biblia. El valor del dólar está cayendo
como una piedra, y ya están llegando a ser demasiadas las naciones
descontentas de que nuestras tropas las controlen. La quiebra del
sistema es inminente. El Reino de Dios espera este próximo gran
cataclismo económico.
La
Ley de Dios nos da las Leyes del Cautiverio en Lev.
26
y Deut.
28.
Expone las razones por las que Dios pondría a Su pueblo en
cautiverio. Estados Unidos ha violado Su Ley (Su voluntad), y por
esta razón Dios nos ha puesto en este cautiverio. Lo hizo así,
porque nuestros antepasados hicieron un pacto con Dios, a sabiendas
de que si alguna vez a abandonaban a Dios, Él traería juicio sobre
la nación con tanta seguridad como lo hizo con la antigua casa de
Israel.
Hay
dos formas de cautiverio en la Escritura. Deut.
28:48
habla específicamente de la forma de cautividad de "yugo
de hierro":
48
Por lo tanto servirás a tus enemigos que enviare Yahweh contra ti,
con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas;
y él
pondrá yugo de hierro sobre tu cuello
hasta que te haya destruido.
Un
yugo se ponía sobre un buey de modo que el buey pudiera servir a su
amo tirando de un arado. Este yugo de hierro se define como la
conquista, destrucción y eliminación de las personas en un país
extranjero.
La
segunda forma de cautiverio no se menciona por su nombre hasta que
Jeremías 27 y 28, específicamente Jer
28:13,
13
Ve y habla a Hananías, diciendo: Así dice el Señor, has roto los
yugos
de madera,
pero en su lugar se han hecho yugos
de hierro.
El
yugo de madera es una forma más ligera de la cautividad
que se observa principalmente en el libro de Jueces. Las personas se
ponían en vasallaje, pero se les permitía permanecer en su tierra.
En otras palabras, era el cautiverio por los impuestos.
Jeremías
dio a Judá y a Jerusalén una opción. Se suponía que debían
someterse al juicio de Dios mediante el sometimiento al rey de
Babilonia, a quien Dios había levantado para juzgarlos (Jer.
27:5-13).
Entonces serían puestos bajo un yugo de madera y se les permitiría
permanecer en su tierra, pagando impuestos a este rey. Si se negaban,
sin embargo, entonces Dios potenciaría al rey de Babilonia para
destruir Jerusalén y expulsar a las personas a un país extranjero.
El pueblo eligió mal y fueron deportados a Babilonia por 70 años
bajo el yugo de hierro.
El
asunto es el siguiente: Dios trajo juicio sobre América hace un
siglo por nuestro pecado. También nos ha cegado a este cautiverio,
por que es un "misterio" o "secreto". Por lo
tanto, Él nos velado para que nos sometiéramos al yugo de madera
para que no tuviéramos que ser destruidos y deportados.
Parte
de nuestro juicio de yugo de madera es la ley que permite el aborto.
Si estuviéramos bajo un yugo de hierro, el aborto sería
obligatorio, como lo es en China (después de tener un hijo). Bajo el
yugo de madera, los abortos son voluntarios. Por lo tanto, sólo
aquellos que no conocen el corazón de Dios son voluntarios para
participar en la masacre de inocentes. Son, pues, los no creyentes
los que voluntariamente "sacan
a sus hijos para matanza"
(Ose.
9:13).
Y
así, mientras que esto es una cosa terrible, tenga en cuenta que
podría ser peor. Hay muchos que dicen que Dios debe juzgar América
debido a los millones de niños abortados siendo sacrificados. En
realidad, un estudio de la Escritura muestra que el
aborto es un juicio divino
-no la razón por la cual Dios debe juzgar América.
Dios
juzgó a Estados Unidos de nuevo en 1914, cuando Él nos puso bajo el
yugo de madera de Misterio Babilonia. Esto se hizo casi 60 años
antes de Roe v. Wade legalizara el aborto en Estados Unidos. No, la
razón para el juicio es la anarquía general.
Este
juicio está sobre nosotros por la misma razón que Dios juzgó a
Israel a través de las Escrituras. Fue a causa de la
ilegalidad.
Dios dijo que si éramos obedientes a Su Ley, sería "Bendito
el fruto de tu vientre"
(Deut.
28:4).
También que si no le obedecíamos, sería "Maldito
el fruto de tu vientre"
(Dt.
28:18).
Las
Leyes de Dios son las leyes del universo. Ellas nos dan las claves
para entender la causa y el efecto.
La voluntad de Dios es que seamos bendecidos, y las leyes fueron
dadas para que pudiéramos conocer el camino de la obediencia y
bendición. El hecho de
que Estados Unidos está bajo la maldición de la Ley muestra que las
causas y efectos señalados en la Ley son tan relevantes hoy como lo
fueron en los días de Moisés. La
Iglesia puede negar la validez de la Ley, pero nadie, ni siquiera la
Iglesia, puede escapar a los efectos de la desobediencia.
http://www.gods-kingdom-ministries.net/teachings/books/the-prophetic-roots-of-modern-abortion/chapter-2-abortion-as-a-judgment/ |
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