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Autor: Dr. Stephen E. Jones
https://godskingdom.org/blog/2023/09/the-harvesting-angels-released/
En Mateo 13, Jesús contó varias parábolas del Reino, dándonos un panorama general que describe la Edad Pentecostal entre las dos venidas de Cristo.
Una de estas parábolas es sobre la cizaña que un enemigo sembró en el campo de trigo en Mateo 13: 24-30, la cual se explica e interpreta más adelante en los versículos 36-43.
El campo de trigo es la Iglesia bajo la unción pentecostal. Jesús sembró buena semilla (¿el día de Pentecostés?) pero luego “vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo” (Mateo 13: 25). La cizaña se parece a las plantas de trigo hasta el momento de la cosecha, cuando queda claro que la cizaña no da buenos frutos. Producen semillas negras venenosas que deben eliminarse del trigo (Sólo se distinguen en la época de la siega, cuando ambos están maduros, ¡y nosotros estamos justo en el tiempo de la siega!).
La cizaña obviamente representa a miembros de la Iglesia que no son verdaderos creyentes (o incluso creyentes anárquicos o sin Ley). De hecho, son francamente perjudiciales para la Iglesia, especialmente porque no son fácilmente reconocidos por quienes son.
La solución no es tratar de encontrar toda la cizaña y arrancarla de raíz, sino esperar hasta el momento de la cosecha, para que quede expuesta por su falta de buenos frutos. Entonces, la parábola cubre toda la Edad Pentecostal, culminando ahora, porque estamos viviendo en el fin de la Edad (¡el tiempo de la siega!).
Jesús explicó el significado de la parábola en Mateo 13: 37-43,
37 Y dijo: "El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre [Jesucristo], 38 y el campo es el mundo [no sólo la Iglesia]; y en cuanto a la buena semilla, estos son los hijos del reino; y la cizaña son los hijos del maligno".
El trigo está en el mundo, porque los hijos del reino están en el mundo durante la Edad Pentecostal. Jesús sólo los distinguió de "los hijos del maligno". Sabemos, por supuesto, que si hemos sido engendrados por el Espíritu a través de una “simiente” incorruptible e inmortal (1ª Pedro 1: 23-25), entonces somos “buena semilla”.
Jesús continuó,
39 y el enemigo que la sembró [la cizaña] es el diablo, y la cosecha es el fin del mundo; y los segadores son ángeles (no hombres).
Luego se nos dice que los ángeles cosecharán el trigo al final de los tiempos; pero que primero “recogerán de su reino a todos los que son de tropiezo y a los que hacen iniquidad [anomia]". Así definió Jesús la cizaña, diciendo que son “los hijos del maligno”. En los patrones de pensamiento hebreos, un “hijo” a veces es un hijo biológico, pero otras veces un “hijo” es alguien que actúa como su “padre”. Así leemos acerca de los hijos de Abraham que no necesariamente son de su linaje, pero que tienen su fe. También hay hijos de la sabiduría, hijos del trueno e hijos del diablo.
Entendemos que la Iglesia en la Edad Pentecostal se parece a “la iglesia en el desierto” (Hechos 7: 38). Los 40 años bajo Moisés se extendieron a 40 ciclos de Jubileo bajo Cristo. El mismo patrón profético de sincronización se ve en el reinado de Saúl, quien fue el pentecostal clásico del Antiguo Testamento y reinó 40 años. Note también los 40 años del sacerdocio de Elí. Tanto en el caso de Saúl como de Elí, vemos claramente el patrón de corrupción (cizaña) entre el trigo.
Nuestro punto principal se encuentra en Mateo 13: 41-43,
41 El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que escandalizan [sirven de tropiezo] y a los que hacen iniquidad, 42 y los echarán en el horno de fuego (tribulación); en aquel lugar será el llanto y el crujir de dientes (tinieblas de afuera, Mateo 22: 13). 43 Entonces los justos brillarán como el sol (transfiguración o recepción de los cuerpos glorificados) en el reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga.
Esta es una advertencia para aquellos que se consideran cristianos, pero que “comenten desafuero [anomia, iniquidad, anarquía]”. En otras palabras, desprecian la Ley de Dios, pensando que Jesús la abolió en la cruz. Pero no la abolió (Mateo 5: 17). De hecho, vino a cumplirla. Primero, la cumplió siguiendo todo lo que mandaba la Ley. (En otras palabras, Él fue sin pecado.) Segundo, debido a que la Ley es profética, Él cumplió todas sus profecías, como las de los sacrificios.
El hecho de que Jesús cumpliera la Ley perfectamente no significa que ahora seamos libres de desecharla. No, sino que debemos imitarle, permitiendo que la vida de Cristo brille en nosotros en todo lo que hacemos. Es extraño que muchos tiendan a pensar que debido a que Jesús cumplió la Ley, ahora somos libres de ser ilegales [anárquicos]. Tal enseñanza proviene de la cizaña que sembró el enemigo.
Estos creyentes sin Ley serán arrojados “al horno de fuego”. Así también, Pablo dice que serán “salvos, aunque como por fuego” (1ª Corintios 3: 15). Es realmente una suerte que la justicia legítima de Dios no incluya torturar a las personas con fuego para siempre. Aun así, los creyentes sin Ley serán juzgados ante el Gran Trono Blanco antes de que se les conceda la vida inmortal.
Véase El Propósito de la Resurrección.
Por el contrario, los verdaderos hijos del Reino recibirán su recompensa (inmortalidad) en la Primera Resurrección al final de la Edad Pentecostal. Esto será mil años antes del Juicio del Gran Trono Blanco. Como Vencedores potenciales, esperamos la Primera Resurrección y el cumplimiento de la Fiesta de los Tabernáculos, donde seremos transformados a la imagen del Hijo glorificado. “Entonces los justos brillarán como el sol”, dijo Jesús. Los comparó con su propia experiencia en el Monte de la Transfiguración, donde “su rostro resplandecía como el sol” (Mateo 17: 2).
Nuestra revelación actual dice que ahora estamos completando el Año de Provisión y estamos entrando en el próximo año profético (2024) llamado el Año de los Ángeles Segadores. Cada año profético termina el Octavo Día de la Fiesta de Tabernáculos, que este año es el 7 de octubre de 2023.
El próximo año debería resultar bastante interesante. Sugiere que los malvados (la cizaña) serán expuestos y desarraigados por los segadores en preparación para la recolección del trigo.
Ayer oramos para liberar a esos ángeles en la Tierra para que hagan su trabajo.
NOTA DEL ADMINISTRADOR:Le envié la siguiente nota al Dr. Stephen Jones:"A tenor de todo lo anterior podría pensarse que la cizaña son los creyentes anárquicos de Pascua y Pentecostés, NO los del mundo, especialmente los globalistas.La clave está en que los "hijos del maligno" SON CREYENTES, HIJOS DE DIOS, QUE SE COMPORTAN COMO SI NO LO FUERAN, HACIÉNDOSE ASÍ "HIJOS DEL MALIGNO"; es decir, anárquicos o sin Ley.Según esto:1- ¿Podría decirse que la siega se refiere sólo a la Casa de Dios, puesto que el juicio comienza por su Casa?2- ¿PODRÍA DECIRSE QUE 2024 NO SERÁ TODAVÍA LA CAÍDA DEL GLOBALISMO, SINO LA SIEGA DEL CRISTIANISMO ANÁRQUICO, O QUE CAERÁN AMBOS A UN TIEMPO? Pregunto esto porque los del mundo claramente son hijos del Maligno y no se disfrazan de trigo (Iglesia), excepto, por ejemplo, la Iglesia Romana; de hecho, se jactan de ser anárquicos (sin Ley) e incluso satánicos.Por favor, le ruego que nos aclare este punto, porque se habla de la cizaña (cristianismo anárquico), siendo juzgado en el Gran Trono Blanco".Stephen contestó lo siguiente:Jesus' parable is unclear.I think it speaks of both kinds of unbelievers, christians and non-Christians.But Jesus did not try to distinguish here.There are lawless believers and lawless unbelievers.La parábola de Jesús no está clara.Creo que habla de ambos tipos de incrédulos (¿anárquicos?), Cristianos y no cristianos.Pero Jesús no trató de distinguir aquí. Hay creyentes sin Ley e infieles sin Ley.
En ni opinión, la cizaña claramente habla de creyentes auténticos anárquicos y de creyentes profesantes; aunque además claramente hay cizaña por doquier que no está mezclada con el trigo.
¿Podría ser el juicio para éstos que nadan entre dos aguas; es decir, que son de doble ánimo y para el resto, los incrédulos y enemigos declarados de Dios, en otro tiempo?
Me inclino a pensar que el juicio (siega), comenzando en 2024, será para ambos, para toda la cizaña, puesto que Jesús no especificó que sólo se recogería la que estuviera mezclada con el trigo, porque se dice "recoged primero la cizaña pero el trigo recogedlo en mi granero (v. 30)" y que "entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de mi Padre (v. 43)"; es decir, que quedaría sólo el buen grano, la Iglesia limpia de cizaña y, por tanto, en condiciones de ser usada con el resto; es decir, los que no son de Dios ni del Maligno.
Queda para ustedes sacar sus propias conclusiones.
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