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VELO versus SHABAT: CUBRIRSE LA CABEZA, UNA SEÑAL ANTE LOS ÁNGELES (Cap. V de "Shabat"), Joseph Herrin


Cap. V: CUBRIRSE LA CABEZA, 
UNA SEÑAL ANTE LOS ÁNGELES


Sabiendo que la primera violación del sábado se produjo en el Cielo entre los ángeles, debemos no sorprendernos al descubrir que hay más pasajes de las Escrituras que se relacionan con este pecado original entre ellos. Una de las escrituras más esclarecedoras y menos entendidas se encuentra en la primera epístola de Pablo a los Corintios. Es en su discurso sobre la cuestión de cubrirse la cabeza.
1ª Corintios 11:10. Por lo tanto, la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los Angeles.
¿Por qué Pablo instruyó a los creyentes de Corinto que era la costumbre de la Iglesia que las mujeres tuvieran una cubierta sobre sus cabezas, y qué quiere decir específicamente con "a causa de los ángeles"?
Para saberlo hay que fijarse en este tema de cubrirse la cabeza y ver lo que simboliza. El pasaje en el que nos encontramos con estas palabras comienza de esta manera:
I Corintios 11: 2-3. Os alabo, hermanos, porque os acordáis de mí en todo, y os apegáis a las instrucciones (tradiciones), tal como os las entregué. Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
El apóstol Pablo recomienda a los creyentes de Corinto guardar las tradiciones que les entregó como tradiciones de las iglesias de Dios. La palabra traducida como tradición también aquí se interpreta correctamente como precepto, instrucción, ordenanza. Se refiere a las doctrinas y prácticas de la Iglesia. Como apóstol, Pablo jugó un papel decisivo en el establecimiento la iglesia en Corinto. En este papel fundamental, se les entregaban las doctrinas y prácticas básicas de la Iglesia según lo revelado por el Espíritu Santo y proclamado por los apóstoles.
Al final de este pasaje de cubrirse la cabeza, Pablo concluye este asunto al afirmar:
I Corintios 11:16. Pero si uno se inclina a ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni la tienen las iglesias de Dios.
A lo largo de su discurso sobre cubrirse la cabeza, que abarca 15 versículos, Pablo está hablando de lo que es la enseñanza y la práctica de todas las iglesias de Dios. Comienza encomendando a los corintios por adherirse a estas tradiciones que les entregó a ellos, y concluye reprendiendo a alguien que estuviera en polémica y desacuerdo con esas tradiciones. Él afirma, "nosotros (refiriéndose a los apóstoles) no tenemos tal costumbre, ni tampoco las iglesias de Dios. "La costumbre de la Iglesia es practicar el cubrirse la cabeza como lo describe Pablo que en este pasaje. No hay ninguna otra medida. Ninguna otra práctica se enseña ni se acepta.
Pablo establece en estas palabras que cubrirse la cabeza no es una cuestión de Corinto. Es la práctica de todas las iglesias de Dios. Llega a la conclusión de que no es adecuado o aceptable tener cualquier práctica distinta de la que ha sido entregada a ellos y se describe ser la práctica de las iglesias. Este es un asunto universal. Es algo que incluye al conjunto de la Iglesia de Dios en su ámbito de aplicación.
¿Cuál es la costumbre de cubrirse la cabeza de la que habla Pablo? Continúa declarando lo esencial.
I Corintios 11: 3. Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
La cuestión que se discute es una cuestión de gobierno. Tiene que ver con el orden de Yahweh establecido en el Reino de Dios. En el gobierno de Yahweh, Él es la cabeza de todas las cosas. Es a partir de Yahweh que toda la autoridad se origina. Yahweh es la fuente de todo gobierno.
En el gobierno del Señor, Él ha determinado que debe haber autoridades y debe haber quienes se sometan a estas autoridades. Reconocer el gobierno de Yahweh, y someterse uno mismo a él, se traduce en reposo. Al no reconocer el gobierno de Yahweh, ni someterse a él, resulta en el esfuerzo.
Se ha establecido un orden tanto entre la Divinad como entre toda la Creación.
En la divinidad el Hijo toma la posición del Cristo, el Enviado del Señor. Él mismo libremente se vació de Su igualdad con Yahweh y se humilló a Sí mismo y aprendió la obediencia al Padre. Tomó al Padre para ser su cabeza. En esencia, Cristo no tiene de su propia cabeza. Él no determina su propio camino. Él no hace su propia voluntad. El declara que vive para hacer la voluntad del Padre. El afirma una y otra vez que Él no hace nada por Su propia iniciativa. Lo único que hace son las cosas que el Padre le revela. En Su caminar terrenal, Él era tan perfecto en esta materia que incluso no habló una palabra propia. Sólo habló aquellas cosas que el Padre le ordenóhablar. Dios el Padre era y es la cabeza de Cristo, y Cristo responde a esta jefatura en perfecta sumisión y obediencia.
Podemos ver más allá, aunque Pablo no lo menciona aquí, que el Espíritu de Dios también tiene un lugar en el orden establecido de la Trinidad. El Espíritu está en sumisión al Hijo. Nosotros encontramos este relato en el Evangelio de Juan.
Juan 16: 13-15. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo cuanto oiga, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.
El orden establecido en la Deidad no tiene nada que ver con quien sea mayor. Es un cuestión de gobierno acordada en la Deidad. Se nos dice que, como el Hijo, Yahshua es igual al Padre. Los judíos sabían que Yahshua afirmó que esto es cierto y por esta razón es por la que trataron de apedrearlo por blasfemo.
Juan 5:18. Por esta causa, los judíos estaban buscando matarle aún más, porque él no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios.
En esencia, Yahshua declaró que Él y el Padre eran uno (Juan 10:30, 17:22). La cuestión de orden en la Deidad no es determinado por quién es mayor, es simplemente una disposición gubernamental que se ha establecido. Como Hijo, Yahshua es igual al Padre, pero como Cristo, Él se mete en el papel de un subordinado. Lo único que hace son esas cosas que el Padre le da instrucciones de hacer.
Entre la Creación de Dios también hay un orden establecido. El orden de la Creación es un asunto que el Señor ha decidido. Tampoco ha entrado la voluntad del hombre, ni la voluntad de los ángeles en la determinación del gobierno de Jehová. En este orden se nos dice que Cristo es la cabeza del hombre y el hombre es la cabeza de la mujer.
También hay un orden establecido entre los ángeles, pero esto no tiene ninguna incidencia sobre el hombre, por lo que no se discute aquí por Pablo, excepto en breve mención.
Cristo ser la cabeza del hombre es igual a que Yahwehr Dios es la cabeza de Cristo. El hombre no tiene cabeza propia. Él es no debe querer las cosas por sí mismo. Él es no debe tener iniciativa propia. A medida que los hijos de Dios están siendo conformados a la imagen de Cristo, deben caminar según Él caminaba. Aunque muchos consideran casi una blasfemia entretener este pensamiento, los santos de Jehová deben para llegar al lugar en el que puedan decir como Yahshua, "yo no hago nada por mi propia iniciativa. Las mismas palabras que digo no son mis palabras, sino las palabras que el Padre me da para hablar".
Como Cristo tiene a Yahweh Dios como Su cabeza, y como el hombre tiene a Cristo como su cabeza, a través la agencia del Espíritu que da a conecer al hombre la voluntad del Hijo, el hombre estará en última instancia haciendo la voluntad del Padre. Todo estará en reposo. No habrá esfuerzo en ningún lugar. Esto es la voluntad del Padre, la voluntad del Hijo, y la voluntad del Espíritu. Confío también que es la voluntad de un Remanente Escogido del pueblo de Dios.
Hay una mención más del orden de autoridad y liderazgo en este pasaje. Nos dice que el hombre es la cabeza de la mujer. Este es el orden establecido por el Señor. La mujer no tiene cabeza propia. Ella debe tener al hombre como su cabeza. Si no está casada, su padre es su cabeza. Si está casada, su marido va a ser su cabeza. Ella es no debe tener voluntad o iniciativa propia ante el hombre. Ella debe practicar la sumisión al hombre así como el hombre debe prácticar la sumisión a Cristo y como Cristo practica la sumisión ante Yahweh Dios. En otros lugares de la Escritura se nos dice que esta era siempre la práctica de las mujeres santas desde la creación del hombre y de la mujer.
I Pedro 3: 5-6. Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sometidas a sus maridos; como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.
Así como el hombre llama a Cristo Señor, y Cristo tiene a Yahweh como Su Señor, la mujer debe tener al hombre como su señor. En cada caso, cuando uno baja la Cabeza siendo sumiso a su cabeza, este encuentra el favor de Dios y el resultado es la paz y el descanso entre Su Creación. Porque descubrirse uno la cabeza es entrar en lucha o esfuerzo, y esto trae el juicio de Dios.
Este es el principio profundo del que Pablo está hablando a los Corintios. Hay un orden gubernamental establecido en el Reino de Dios, un orden que el Señor ha establecido por Su propia decisión, y cuando reconocemos este orden y nos sometemos a uno que es nuestra cabeza vamos a entrar en el descanso del sábado.
Peculiar entre los que están bajo autoridad es la práctica de la mujer. Ella debe tener un símbolo de autoridad sobre su cabeza. Solo a la mujer se da el privilegio y el honor de proclamar el gobierno de Dios y dar un testimonio externo de su voluntad de descansar debajo de ese gobierno. Lo hace mediante el uso de una cubierta sobre su pelo.
I Corintios 11: 4-10. Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta a su cabeza. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta a su cabeza; porque se hace enteramente igual que la que se ha rapado. Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra. Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pues la mujer es gloria del varón. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. Por tanto, la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles.
He trabajado, en otros escritos para ir más en profundidad en este asunto de cubrirse la cabeza, y de hecho, hay mucho más que se puede decir. Sin embargo, deseo de no alejarme demasiado del tema que nos ocupa, que es sábado de reposo. Vimos en el capítulo anterior que Satanás no cubrió su cabeza. No estaba contento con permanecer en el lugar en la Creación que el Señor había establecido para él. A pesar de que era perfecto en belleza, lleno de sabiduría, y la suma de la perfección, no estaba satisfecho. No le era suficiente ser el querubín cubierto. él deseaba más. Él no quería someterse al orden de Jehová para él.
Lo que se puede observar en este pasaje de la Escritura en I Corintios es que es el precepto de Dios y la práctica de las iglesias negándose a continuar por más tiempo con Satanás en su rebelión. Es el precepto y la práctica de la iglesia para declarar que reconocen el orden gubernamental de Yahweh, y que libremente lo aceptan y abrazan. Como testimonio externo (para los de fuera de la Iglesia) de esto, las mujeres de la iglesia deben llevar una cubierta sobre sus cabezas. Al hacerlo acreditan que encuentran el orden gubernamental de Yahweh aceptable. Ellas no desean destruirlo como Satanás deseó hacerlo.
Pablo afirma que las mujeres llevan la cubierta "por causa de los ángeles". La iglesia siempre está siendo observada tanto por los ángeles santos como por los caídos. Como un símbolo exterior y visible la mujer cubre su cabeza y, en efecto, está declarando que ella ha elegido voluntariamente el lugar que Yahweh ha determinado para ella en Su Reino. Ella no pretende ni aumentar por encima de él, ni a caer por debajo de él. Ella se niega a tomar el camino de Satanás y de derrocar el gobierno de Dios para empezar a caminar en su propia iniciativa.
Al tener una señal de autoridad sobre su cabeza, las santas mujeres están dando un reproche a la los ángeles caídos, y están dando una afirmación positiva a esos ángeles que no siguen a Satanás en el descubrimiento de la cabeza. Si las mujeres pudieran entender cómo están siendo constantemente observadas por los ángeles, y lo que da el poderoso testimonio de cubrirse la cabeza, no descartarían casualmente estas palabras de Pablo, como si fueran algo que no era más que una costumbre de la época, o algo que era simplemente una práctica de la iglesia de Corinto.
Al leer este pasaje, se puede ver que esto no era una cuestión de Corinto. Era la práctica de todas las iglesias de Dios. Además, cuando se comprende lo que cubrirse la cabeza simboliza, se darían cuenta que atañe a la gran lucha de toda la Creación. Se relaciona con la cuestión del sábado de descanso y de si los santos de Dios entrarán en el reposo de Dios, o si van a seguir descubriendo la cabeza y realizando sus propias obras.


Cubrirse la cabeza es una declaración de estar en una condición de reposo bajo el gobierno de Dios.


Cuando uno mira a la cristiandad hoy día se dará cuenta de que cubrirse la cabeza es rara vez practicado. Esto está de acuerdo con los días en que vivimos. Hay muy pocos santos que están verdaderamente caminando en una posición de descanso ante Dios. Miríadas están siguiendo su propia voluntad y sus propios caminos. Ellos están hablando sus propias palabras. Ellos están eligiendo por sí mismos cuales serán sus actividades. Ellos están profetizando, ya que parecen ener derecho a ello. Están echando fuera demonios de acuerdo a su propio consejo. Están construyendo edificios de iglesia y creando sus propios reinos de acuerdo con sus propios deseos. Ellos están pidiendo al Padre satisfacer sus deseos y prosperar en las riquezas del mundo. Ellos no están buscar primero el Reino de Dios y Su justicia.
En la actualidad, el cristianismo por lo general tiene su cabeza descubierta delante de Jehová, y a su vez las mujeres en la iglesia tienen la cabeza descubierta delante de sus maridos y padres. Muchas mujeres no saben nada de someterse a sus maridos. Llamar a su marido señor es el colmo de los colmos para ellas. Del mismo modo, los hombres saben poco de someterse a Cristo. Ellos hacen las cosas que les parecen buenas a ellos, y si Cristo pasa a pedirles que hagan algo con lo que están de acuerdo lo harán. Sin embargo, saben poco de lo que es morir a uno mismo y seguir Cristo por caminos que no sean atractivos para la carne y en el alma. Al igual que muchas mujeres, los hombres dicen a Cristo que van a hacer lo que Él les pide si les parece bien ellos. El Padre no hace más que permitirnos ver en los matrimonios dentro de la iglesia un reflejo de la relación entre la iglesia y Cristo. Actualmente hay poca sumisión en cualquiera.
Pablo dijo en Efesios 5:22 y siguientes que la relación entre un hombre y su esposa es una representación misteriosa de la relación entre Cristo y la Iglesia.
Es mi creencia de que el estado de los matrimonios dentro de la Iglesia es un reflejo exacto de la relación de la Iglesia con Cristo. Actualmente hay muy poco respeto, obediencia, sumisión y amor presentes. La Iglesia, en gran medida ha puesto al descubierto su cabeza. Pero estas cosas van a cambiar en un remanente de creyentes antes de entrar en el 7º milenio y Sábado de Reposo de Dios.
Sabiendo que la transgresión original de Satanás delante de Jehová fue descubrir su cabeza, no es de extrañar que trabaja sin descanso para llevar a todos los demás a seguir su patrón de rebelión. Asó como deseaba ser como Dios, también sedujo a Eva diciéndole que si comía del Árbol de la Ciencia del Bien y delMmal, ella sería como Dios. Así como él destapó su cabeza y abandonó su lugar en el orden y el gobierno de Yahweh, también atrae a los hombres y a las mujeres a hacer lo mismo.
Se requiere humildad para caminar en sumisión al orden de Dios, pero Pablo, en la descripción de los últimos días a Timoteo, dijo que en esos días, nuestros días, los hombres serían orgullosos (II Timoteo 3: 2). Debido a la soberbia de los hombres y mujeres de hoy, ni siquiera los de la iglesia, practican el cubrirse la cabeza. Al igual que Satanás, muchos han desechado la jefatura establecida por el Señor y declarar que esto es bueno. Pero estar descubierto, sin embargo, es caer desde el lugar de descanso en Dios del sábado. Esto conduce a vidas estériles que no producen fruto que sea aceptable y agradable al Padre.
Como estamos a punto de entrar en el 7º día de la humanidad, el día que caracteriza al sábado de descanso, un gran trastorno debe ocurrir entre los santos de Dios. Los hombres y las mujeres deben aprender a cubrir sus cabezas y no tener ninguna iniciativa o voluntad propia. Deben volver a un lugarde descanso delante de Dios en el que puedan decir con Yahshua, "Mi comida, (lo que me da el sustento y la vida), es hacer la voluntad del Padre. "Yahshua dijo:" Los que hacen la voluntad de mi Padre en el cielo, entrará en el reino de Dios".
¿No es sorprendente que el Padre le haya dado un encargo a la Iglesia para proporcionar una señal externa y el testimonio de que han negado el error de Satanás, el error de no estar satisfecho con la voluntad de Yahweh para Su Creación? De este modo la iglesia ha fallado en discernir que al despojarse de la obediencia en este asunto, está caminando en el mismo pecado original como Satanás.
Satanás quería determinar su propio camino. Quería hacer lo que quisiera. Muchos hombres y mujeres en la Iglesia tienen esta misma actitud. Ellos hacen lo que quieren y piensan que el Padre debería estar satisfecho con la ofrenda de su propia voluntad rebelde.
Era una minoría de Israel la que salió de la esclavitud de Egipto y entró en el tierra prometida. Sólo dos hombres entre toda toda una nación reverenciaban Jehová suficientemnete, y demostraron fe en Él, estando dispuestos a ir a tomar posesión de la tierra según las indicaciones.
Pablo afirma que la generación de los que perecieron en el desierto se dió como un ejemplo para la Iglesia de hoy, y son una advertencia de las consecuencias de la desobediencia.
El fracaso de la Iglesia hoy en día en practicar la ordenanza, precepto y costumbre de cubrirse la cabeza, que los apóstoles entregaron a las iglesias es algo más que un fracaso externo. El fracaso de la Iglesia es espiritual como físico. No sólo tienen la mayoría de las mujeres despreciando esta instrucción de cubrirse la cabeza, como una señal que simboliza su comprensión y aceptación del gobierno de Dios, sino que los hombres y mujeres de la Iglesia, en su gran mayoría, espiritualmente están con la cabeza descubierta delante de Dios. Prefieren gobernar su propia vida y determinar su propio curso y acción. La iglesia está llena de la independencia y de la iniciativa del hombre. Las multitudes no son conscientes del peligro delante de ellos por su defecto de no entrar en el reposo de Dios.

Apliquemos toda diligencia para tratar de entrar en el reposo de Dios.


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