Al igual que los que pagaban la plata para la propiciación, sobre precio añadido a la redención, para formar parte del censo de guerreros de Moisés, creemos que en este kairos (tiempo) de los preámbulos de la Gran Batalla Final, el Señor está reclutando Su Remanente santo y fiel, Su ejército de guerreros maduros que han estado dispuestos a pagar ese sobreprecio de la entrega absoluta. Solo ellos son INTERCESORES capacitados que no oran por lo suyo propio, sino que conocen Sus propósitos y oran para que sean ejecutados. Este ejército de VENCEDORES será el que pelee la batalla final, el resto tendrán que madurar durante la Gran Tribulación y el Milenio.
Sugerimos leer este mensaje junto con este: EL EJÉRCITO QUE PELEARÁ LA BATALLA FINAL Y EL MENSAJE DE SÉFORA
ESTUDIO-VIDA DE ÉXODO
MENSAJE CIENTO CINCUENTA Y
TRES
LA PLATA PARA LA PROPICIACIÓN
(1)
(1)
Lectura bíblica: Ex. 30:11-16;
38:25-28; Nm. 1:45-46; 2:32
http://www.librosdelministerio.org/books.cfm?id=18FC8D41
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En
este mensaje comenzamos con algo nuevo: la plata para la propiciación.
Aparentemente este es un asunto sencillo, sin embargo, no lo es. Para poder entender lo profundo
de la verdad relacionada con la plata para la propiciación debemos ver por qué
esto se menciona en Éxodo 30 justo después del relato acerca del altar del
incienso.
Para
poder entender cualquier documento debemos tomar en consideración el contexto.
Si queremos entender un párrafo, debemos conocer el párrafo anterior y el que
le sigue. No debemos tratar de comprender el párrafo por sí sólo. Debemos
seguir este principio al tratar de entender el significado de la plata para la
propiciación.
No
es fácil entender en qué se relacionan el altar del incienso y la plata para la
propiciación. Sencillamente podríamos decir que la relación entre ellos indica
que el ministerio de intercesión de Cristo se basa en Su redención. Sin
embargo, esta explicación es aun misteriosa y difícil de entender, ya que puede
implicar muchas cosas. Por tanto, debemos encontrar la relación entre el altar del incienso y la plata
para la propiciación.
INTERROGANTES EN CUANTO A LA PLATA
PARA LA PROPICIACIÓN
PARA LA PROPICIACIÓN
También
debemos preguntarnos por qué, en ese momento los hijos de Israel necesitaban un
rescate, o por qué necesitaban la plata para la propiciación. ¿Acaso no habían
sido redimidos? Si, por supuesto que ya habían sido redimidos hacía casi un
año. Los hijos de Israel llegaron al monte Sinaí poco después de que fueran
redimidos por el cordero pascual. No es sencillo tratar de explicar por qué los hijos de Israel
necesitaban la plata para la propiciación en Éxodo 30 si ya habían sido
redimidos.
Poco
después de ser salvo, leí un artículo que decía que la plata para la
propiciación, el rescate de plata, tipificaba a la redención de Cristo. Esto es
cierto, sin embargo, representa un entendimiento superficial. La plata para la propiciación se
relaciona con la redención efectuada por Cristo, pero ¿por qué el pueblo
redimido de Dios necesitaba algo más para la redención? Ellos ya habían sido
redimidos en Egipto por medio del cordero pascual, ¿por qué, entonces, en menos
de un año necesitaban algo más?
La redención del pueblo de Dios en Egipto fue efectuada por la sangre del cordero pascual. Se mató el cordero y se aplicó la sangre sobre los
postes. Esta fue la manera en que los hijos de Israel experimentaron la Pascua
y fueron redimidos. No
obstante, en Éxodo 30 la redención no está relacionada con la sangre; ni
tampoco con la vida animal. Más bien, en este capítulo se relaciona con la plata, la cual es un mineral.
La vida de
Cristo tiene tres elementos fundamentales: la vida animal, la vida vegetal y
los minerales.
Cristo es un cordero, por lo cual vemos el elemento de la vida animal. Cristo
también es el trigo, lo que muestra la vida vegetal. Además, Cristo es los
minerales, puesto que en El vemos el oro, la plata y las piedras preciosas.
¿Por
qué la redención que se menciona en el capítulo treinta no se relaciona con la
sangre de la vida animal sino con la plata? Es posible que algunos aleguen que
la plata representa el precio que se pagó por la redención. Según su
entendimiento, la plata mencionada en Éxodo 30 representa lo preciosa que es la
sangre que Cristo derramó por nuestra redención a los ojos de Dios. Cristo pagó un precio muy alto
para redimirnos: Su propia sangre. A los ojos de Dios, este fue un precio muy valioso, por lo que se
representa por la plata. Sin embargo, debemos ver algo más profundo que esto.
Otra
pregunta importante relacionada con la plata de la propiciación es ¿por qué se le llama ofrenda mecida?
El versículo 13 dice: “La mitad de un
siclo será la ofrenda mecida a Jehová” (lit.). Los versículos 14 y 15
también hacen referencia a la plata de la propiciación como la ofrenda mecida.
Me
alegra que el texto en hebreo aquí utilice la palabra ofrenda mecida. La
mayoría de las traducciones usa sólo la palabra “ofrenda”; otras usan la
palabra “contribución”. Refiriéndose a algo que los redimidos tienen que
pagarle a Dios. Pero estas versiones no indican que la ofrenda de la plata para
la propiciación era una ofrenda mecida. Darby, sin embargo, fue fiel y en su
traducción de 30:13 utiliza la expresión “la ofrenda mecida a Jehová”. Además
en las notas al margen aparece la palabra “ofrenda mecida” cada vez que el
texto usa “contribución”. Es importante que tengamos una traducción exacta. De
lo contrario, una traducción errónea llegará a ser un velo grueso que nos
impedirá la visión de la verdad contenida en el texto original.
La
plata para la propiciación, a saber, el precio pagado por nuestra redención se
conoce de forma definitiva como la ofrenda mecida. ¿Por qué se le
llama ofrenda mecida y no ofrenda por el pecado? Puesto que este
asunto se relaciona con nuestra redención, se debería conocer como la ofrenda
por el pecado. Necesitamos
entender por qué la plata para la propiciación era considerada una ofrenda
mecida.
El cordero pascual era para todos los hijos de Israel, hombres y mujeres, jóvenes y
viejos. Sin embargo, en el capítulo treinta la plata para la propiciación era sólo para los hombres mayores de
veinte años. En Éxodo 30:14 dice: “Todo el que sea contado de veinte arriba, dará la ofrenda a Jehová”.
Las mujeres y los menores
de veinte años no estaban incluidos. Ellos no tenían participación en
esto. ¿Por qué la plata para la propiciación era sólo para los
hombres de veinte años arriba? Esta es otra pregunta importante que
debemos contestar.
En Éxodo
38:26 se habla acerca de la plata de la propiciación: “Medio siclo por cabeza, según el siclo del santuario; a todos los que
pasaron por el censo, de edad de veinte años arriba, que fueron seiscientos
tres mil quinientos cincuenta”. Conforme a este versículo, la plata de la
propiciación era el rescate que se pagaba por los seiscientos tres mil
quinientos hombres de veinte años arriba. Cuando observamos Números 1:45 y 46
vemos que este era el número de hombres que podían ir a la guerra: “Y todos los contados de los hijos de
Israel por las casas de los padres, de veinte años arriba, todos los que podían
salir a la guerra en Israel, fueron todos los contados seiscientos tres mil
quinientos cincuenta”. Estos
versículos revelan que el número de hombres por los cuales se pagó el rescate
era el mismo que el número de soldados que formaban el ejército.
Ahora se nos presentan cinco interrogantes
relacionadas con la plata de la propiciación. En primer lugar, ¿cuál era la
relación entre el altar del incienso y la plata para la propiciación? Segundo,
¿por qué los hijos de Israel necesitan algo adicional para ser redimidos si ya
habían sido redimidos en Egipto? Tercero, ¿por qué se le llama a la plata para
la propiciación una ofrenda mecida? Cuarto, ¿por qué después de que los hijos
de Israel fueron redimidos en Egipto por la sangre del cordero pascual, se
mencionó en el monte Sinaí algo relacionado con la redención por medio de la
plata, como lo vemos en el capítulo treinta? Quinto, ¿por qué el cordero
pascual cubría todas las personas, pero la plata para la propiciación era sólo
para los hombres de veinte años arriba? Si encontramos la respuesta a todas
estas preguntas, obtendremos un entendimiento completo de la plata para la
propiciación.
UN CENSO MILITAR
Si tenemos una visión panorámica de este asunto conforme a estas
cinco interrogantes, veremos que la plata para la propiciación no redimía a
todos los hijos de Israel, éste no era un rescate para toda la gente común. A
diferencia del cordero pascual, éste no era un rescate que todos pagaran. Hemos
hecho hincapié en el hecho de que en Egipto todos los hijos de Israel, desde el
más joven hasta el mayor, tanto hombres como mujeres, fueron redimidos. Sin
embargo, en cuanto a la plata para la propiciación que se menciona en el
capítulo treinta, muchos fueron excluidos. En primer lugar se excluían todas
las mujeres. Además, también se excluían todos los hombres menores de veinte
años. La plata para la
propiciación era para los hombres de veinte años arriba, a saber, para los que
podían ir a la guerra.
En Éxodo 30:12 dice: “Cuando
tomes el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno
dará a Jehová el rescate de su persona, cuando los cuentes, para que no haya en
ellos mortandad cuando los hayas contado”. La palabra hebrea que se traduce como el número también
se refiere a un censo. Sin embargo,
aquí no se refiere a un censo general u ordinario. Más bien, se trata de un censo de los que podían formar el ejército.
En Números 1:45 y 46 se habla de aquellos que podían ir a la guerra, pero en Números
2:32 habla de los campamentos: “Estos son
los contados de los hijos de Israel, según las casas de sus padres; todos los
contados por campamentos, por sus ejércitos, seiscientos tres mil quinientos
cincuenta”. El número
de hombres que se menciona en el capítulo treinta no sólo podían ir a la
guerra, sino que también formaban parte del campamento, del ejército.
Primero se necesitaba saber quién podía ir a la guerra y segundo, se debía
saber quién podía formar parte del ejército. El rescate que se menciona en Éxodo
30 no se relacionaba con la gente común, sin que era un rescate para el
ejército. Por consiguiente, éste
no era un censo general, sino un censo
militar, que se relacionaba con el reclutamiento de los hombres para formar
el ejército.
LUCHANDO POR LA EXPRESIÓN DE DIOS
A medida que consideramos el tabernáculo con la mesa, el
candelero, el arca, el altar del incienso, y el atrio dónde se encontraban el
altar y el lavacro, puede que nos preguntemos para qué servía todo esto. Es correcto afirmar que el
tabernáculo, el atrio y todos los muebles relacionados con el mismo propiciaban
que Dios se acercara a nosotros a fin de que lo contactemos y entremos en Él.
También es cierto que todo
esto hace que Cristo sea nuestro disfrute a fin de que lo experimentemos y entremos en Dios por medio de Él y
llegar así a ser un pueblo que está en
Dios y en el cual está Dios. Sin embargo, esto en realidad es un
entendimiento inicial. ¿Con qué propósito nosotros estamos en Dios y Él
en nosotros? Tal vez diga que el propósito es que expresemos a Dios. Es cierto que estamos en Dios y que Él está en
nosotros para que Él sea expresado, pero al decir esto aun nos queda algo, que
debemos entender.
El libro de Efesios trata de la iglesia como la plenitud del Dios
Triuno. Que la iglesia sea la plenitud del Dios Triuno significa que la iglesia
es la expresión de Dios. ¿Cuál es el último punto presentado en Efesios en
cuanto a la iglesia como la expresión de Dios? Este punto se revela en el
capítulo seis y trata de la lucha espiritual. Conforme a Efesios 6, la iglesia
debe ser un guerrero que lucha en contra del enemigo de Dios.
Recientemente hemos estado hablando acerca de las reuniones de la
iglesia. ¿Por qué nos reunimos? Es posible que algunos digan que nos reunimos para expresar a Dios. Sin
embargo, existen muchos enemigos, tales como los “cananeos” y los “amalecitas”,
que tratan de evitar que expresemos al Señor. Dios les comisionó a los hijos de Israel a que
entraran a la buena tierra y mataran a los cananeos. Esto demuestra que si
queremos expresar al Señor, debemos pelear en contra de Su enemigo. Por
causa de las estrategias que el enemigo utiliza, se nos hace difícil reunirnos
para expresar a Dios. Los cananeos no están dispuestos a que nosotros
expresemos al Señor. Ellos tratarán de impedir que entremos a la buena tierra.
Por consiguiente, debemos declarar: “Cananeos, esta tierra no es de ustedes.
Esta tierra es del Señor. Dios le ha dado esta tierra a Su pueblo”. Es
necesario que la iglesia luche en contra de las potestades malignas en el aire.
Como pueblo de Dios, fuimos escogidos por Dios para ser Su
posesión. En 1 Pedro 2:9 dice: “Mas
vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
para posesión de Dios, a fin de anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó de
las tinieblas a Su luz admirable”. ¿Cómo puede el pueblo escogido de Dios
expresarle? Los hijos de Israel fueron escogidos por Dios para que fueran Su
posesión en la tierra y le expresaran. Pero ¿cómo podían expresar a Dios los israelitas que habían
sido redimidos por el cordero pascual? Para poder expresar a Dios ellos debían
ser llevados al monte Sinaí para que recibieran la educación adecuada de parte
del Señor. En el monte Sinaí los hijos de Israel fueron entrenados por Dios
para ser Su expresión.
EN EL ALTAR DEL INCIENSO
SE INTERCEDE POR LOS INTERESES DE DIOS
A fin de que los hijos de
Israel expresaran a Dios, ellos tenían que ir al altar que estaba en el atrio
para confesar sus pecados y su pecado. Tenían que ofrecer la ofrenda por el
pecado a causa del pecado en ellos y
la ofrenda por la transgresión por sus transgresiones
externas. La sangre de la ofrenda
por el pecado y por la transgresión abría el camino para que entraran en el
tabernáculo.
En el tabernáculo tenemos
primero el disfrute de Cristo como el
suministro de vida. El pan que estaba sobre la mesa del pan de la presencia indica que el pueblo de Dios no
debe seguir viviendo por sí mismo. Si no que deben vivir por Cristo quien es su vida y el
suministro de vida. Ellos
no debían preocuparse por su buen comportamiento, buena conducta ni por su
carácter natural, ya que a Dios sólo le interesa Cristo. A Dios le interesa
cuánto hemos comido y disfrutado de Cristo. En cuánto hemos vivido a Cristo, le
hemos expresado y cuanto se ha constituido de Él en nuestro ser.
Después de la mesa del pan
de la presencia, el pueblo de Dios debe pasar al candelero para ser iluminados. ¿Cuánto ha disfrutado usted de Cristo como la luz? Tenemos que olvidarnos de
nuestro conocimiento, nuestra comprensión y premeditación para reconocer que
necesitamos que Cristo sea nuestra luz. En primer lugar, necesitamos que
Cristo sea nuestro suministro de vida y después que sea la luz que nos ilumina.
Que Cristo sea nuestra luz va en contra de nuestra visión y punto de vista
natural.
Después de experimentar a
Cristo como la luz, debemos continuar hacia el arca del testimonio que está en el Lugar Santísimo. Sin embargo,
allí existe un velo que separa al
Lugar Santísimo del Lugar Santo. Este velo necesita ser quebrado. Si no, no
podremos entrar en el Lugar Santísimo para tener contacto con el arca. Por ende, el arca se
encuentra en oposición del velo.
Como mencionamos en el
mensaje anterior, el velo representa nuestro ser natural que está constituido
de nuestra conducta, visión y virtud
naturales. Estas tres cosas constituyen nuestro ser natural, el cual es el yo y la carne. Este es el velo que
nos separa de Dios. Este velo debe ser quebrado de arriba a abajo. Una vez se
rompe este velo entramos al Lugar Santísimo para tener contacto con el arca y
experimentamos a Cristo como nuestro
testimonio.
Cuando experimentamos a
Cristo como nuestro testimonio, estamos calificados para ir al altar del incienso. El altar del oro para el incienso es
nuestro destino y meta. ¿Qué hacemos en el altar del incienso? En el altar del
incienso debemos orar. Sin embargo,
en lugar de orar por nosotros mismos y lo que nos interesa, debemos orar por el mover de Dios y Sus intereses.
Esta clase de oración es una oración de
intercesión. Después de que el pueblo escogido de Dios pasa por las
diferentes estaciones del Atrio, del Lugar Santo y del Lugar Santísimo, ellos
llegan a su destino, el altar del
incienso, para interceder por los intereses de Dios. ¿Por qué específicamente
intercede el pueblo de Dios? Ellos deben interceder
por el mover de Dios.
EL MOVER DE DIOS EN LA TIERRA
El tabernáculo representa la corporificación de Dios en Su pueblo
escogido. ¿Cuál es el propósito de esta corporificación de Dios en el
tabernáculo? Esta tiene como propósito el mover de Dios en la tierra. En cuanto
a esto, el principio es el mismo en la actualidad como en el pasado. Por
consiguiente, es crucial que veamos que el tabernáculo y todo lo relacionado con él, tiene como
fin el mover de Dios en la tierra.
Dios tiene muchos enemigos. Los egipcios eran Sus enemigos. Los
amalecitas también eran Sus enemigos. A medida que leemos el Antiguo
Testamento, vemos que desde Egipto hasta Canaán Dios tenía enemigos
dondequiera. Hasta Su propio pueblo llegó a ser Su enemigo. Lo mismo sucede hoy
en día. ¿Quién se pone del lado de Dios? Nosotros también somos enemigos de Dios cuando estamos en
nuestro yo.
Por causa de todos los enemigos, Dios no tiene libertad para
actuar. Si Él quiere moverse en una dirección, no tiene paso, no tiene el
camino libre, ya que Sus enemigos le bloquean el camino. Entonces si Él decide
moverse en otra dirección, otros enemigos trataran de impedírselo. Dios no es bien recibido en
ninguna parte. Entonces, ¿Qué debe hacer? Dios debe luchar a fin de destruir a
Sus enemigos. Por esta razón se les dijo a los hijos de Israel que no tuvieran
compasión de los cananeos. Por el
contrario, debían destruirlos por
completo.
En el libro de Efesios vemos que la iglesia es la plenitud de
Dios. ¿Qué es la plenitud de Dios? La plenitud de Dios es Su tabernáculo, a
saber, la corporificación del Dios Triuno y Su pueblo escogido. Finalmente, según el libro de
Efesios, la iglesia, el pueblo de Dios, será un guerrero que lucha no contra
carne ni sangre, sino contra principados y potestades en el aire. Por tanto, la
revelación de la iglesia en el libro de Efesios corresponde con el tipo
presentado por el tabernáculo en Éxodo.
En primer lugar, es
necesario que el tabernáculo sea la corporificación de Dios. Entonces, el pueblo escogido de Dios deber tener la
experiencia de todos los aspectos del tabernáculo hasta llegar a la experiencia
del altar del incienso a fin de interceder por los intereses de Dios y Su mover.
Específicamente, el pueblo de Dios debe orar para que se forme un ejército del
Señor, un ejército que luche por el mover de Dios en la tierra. Esta es la razón por la que
se menciona el censo y la plata para la propiciación inmediatamente después de
la descripción del altar del incienso. De hecho, en 30:11-16 se enfatiza más el
censo que la plata para el rescate, a saber, la plata para la propiciación. En
el versículo 12 el Señor le dijo a Moisés que contara el número, un censo de
los hijos de Israel. Este número propiciaba la formación de un ejército.
Tenemos que ser impresionados
con el hecho de que cuando el pueblo escogido de Dios llega al altar del
incienso, ellos interceden por el mover de Dios. La respuesta a esta oración de intercesión es la formación del ejército.
Si vemos esto, entenderemos la relación que existe entre el altar del incienso
y la plata para la propiciación. En el altar del incienso oramos por el mover
de Dios. Para que esta oración sea contestada, se debe hacer un censo para saber quiénes pueden formar el ejército que
luche por el mover de Dios en la tierra.
En este mensaje hemos comenzado el estudio del significado de la
plata para la propiciación. En el siguiente mensaje, cubriremos asuntos
importantes en cuanto a la plata para la propiciación.
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