Fecha de publicación: 25/11/2024
Tiempo estimado de lectura: 6 - 8 minutos
Autor: Dr. Stephen E. Jones
https://godskingdom.org/blog/2024/11/the-filet-mignon-of-the-word-part-11-the-law-of-shortened-time/
Proverbios 10: 27 dice:
27 El temor del Señor alarga la vida, pero los años de los impíos serán acortados.
Hablando de la tribulación, Jesús dijo en Marcos 13: 20:
20 Si el Señor no hubiera acortado aquellos días, nadie sería salvo; pero por amor a los escogidos que él escogió, acortó aquellos días.
Dios sabe acortar los días de muchas maneras y en diferentes niveles. Acortar los días implica que el tiempo será es algo menos que lo normal, de lo que habría sido de otro modo. Por lo tanto, el acortamiento de los días se realiza mediante un decreto legal o alguna otra maniobra.
El primer acto de Dios fue acortar los días de Adán al hacerlo mortal. La muerte acorta los días de toda la humanidad. De hecho, la propia pena de muerte, juicio de Dios por pecados que no tienen restitución posible, acorta aún más los días.
El octavo y el quincuagésimo año
La Ley del Jubileo invoca la Ley del Tiempo Acortado. El tiempo bíblico se basa en sietes, o ciclos sabáticos. Hay períodos de siete días, siete años y siete sietes de años, que conducen al año del Jubileo. El séptimo año sabático es el año 49 de un ciclo determinado, y el Jubileo era el año 50.
El octavo día de la semana es también el primer día de la semana siguiente. Así también el octavo año es el primer año de la siguiente semana de años. El año quincuagésimo (año jubilar) es el octavo año del último ciclo sabático (42-49 años), y también es el primer año del siguiente ciclo jubilar.
El Calendario del Jubileo de la Creación se basa en ciclos de 49 años. El Año del Jubileo puede considerarse como la culminación del ciclo anterior o como el comienzo del nuevo ciclo. Esto se manifiesta en las 70 semanas (de años) de Daniel, que son 490 años. Las 70 semanas son también 10 Jubileos, calculados como 49 x 10, no como 50 x 10.
Sin embargo, como mostraré en breve, un período de 10 Jubileos equivale a 490 años de tiempo cronológico, pero debido a la superposición de cada año de Jubileo, Dios lo considera como un tiempo doble. Por lo tanto, mediante esta maniobra legal, diez Jubileos se computan como 500 años de tiempo legal.
Así también, un ciclo largo de 120 Jubileos, según el tiempo cronológico es 120 x 49, o 5.880 años, pero según el tiempo legal se calcula como si fueran 6.000 años. Según la Ley del Tiempo Acortado, Dios condensa 6.000 años en sólo 5.880 años y acorta el tiempo en 120 años. Como demostré en mi libro Secretos del Tiempo (capítulo 2), el año de octubre de 1986 a 1987 fue el 120.º Jubileo desde Adán. 1986 fue sólo 5.880 años cronológicos desde Adán, pero fueron 6.000 años de tiempo legal.
Con la llegada de las armas nucleares en el siglo XX, parece claro que Dios acortó el tiempo, de lo contrario (como profetizó Jesús) “ninguna vida se habría salvado”.
Un período de 6.000 años es también seis días de una “semana” de siete días de un gran milenio sabático, en el que Dios daría reposo a la Tierra y a la Creación misma. Él comenzó a moverse en esa dirección en 1986, como si fuera el año 2106. Recordemos que nadie en autoridad declaró el Jubileo en 1986, por lo que Dios usó el Factor Ezequías para permitirnos declararlo diez años después en 1996 y hacerlo retroactivo a 1986.
Hoy está claro que el Ministerio GKM que Dios levantó entre 1991 y 1993 fue llamado por Dios para declarar ese Jubileo en 1996. El tiempo de Dios fue revelado en 1991, para que pudiéramos participar en la guerra espiritual en 1993: la Campaña de Oración del Jubileo. Este fue el comienzo del surgimiento de la Casa de David para reemplazar a “Saúl” en 1993, seguido por el surgimiento de la Casa de José y, finalmente, la de Eliseo. Los llamamientos de David, José y Eliseo fueron necesarios para preparar el camino para la Segunda Venida de Cristo.
La Casa de Judá juzgada a través del tiempo legal
Hemos visto cómo Dios juzgó a Israel después de que la deuda de tiempo de la nación llegó a 70 años (esto fue 62 años sabáticos y 8 jubileos). La deuda de tiempo venció en el año 38 de David, y fue pagada con la muerte de 70.000 hombres de Israel, con la excepción de las tribus de Leví y Benjamín.
David murió dos años después, y es evidente que Israel volvió a dejar de cumplir con sus años de reposo y jubileos. De modo que su deuda nacional de tiempo comenzó a acumularse nuevamente, y esta vez la deuda se pagó cuando Judá fue llevada a Babilonia por 70 años. 2º Crónicas 36: 20, 21 nos dice:
20 A los que escaparon de la espada los llevó cautivos a Babilonia, y fueron siervos de él y de sus hijos hasta que comenzó a gobernar el reino de Persia, 21 para que se cumpliera la palabra de Yahweh por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo gozado de sus sábados, y todos los días de su desolación, hasta que se cumplieron los setenta años.
Como el pueblo no había dejado reposar la tierra, Dios intervino para darle reposo a la tierra, sacándolos de ella durante 70 años. Esto había sido profetizado en la Ley de la Tribulación en Levítico 26: 43,
43 Porque la tierra será abandonada por ellos y recuperará sus sábados mientras queda desolada sin ellos. Ellos, mientras tanto, estarán reparando [pagando la pena] por su iniquidad, porque rechazaron mis ordenanzas y su alma aborreció mis estatutos.
El juicio siempre es directamente proporcional al delito. La deuda de tiempo era de 70 años, por lo que Judá fue llevada en cautiverio durante 70 años. Pero Dios no juzgó a Jerusalén basándose en el tiempo cronológico, sino en el tiempo legal. Al estudiar la historia bíblica de los reyes de Judá y la duración de sus respectivos reinados, podemos ver claramente la diferencia entre el tiempo cronológico y el tiempo legal.
En un ciclo típico de 434 años, hay 62 años sabáticos y 8 jubileos, lo que da un total de 70 años. Si se suman los reinados de los reyes de Jerusalén hasta la destrucción de la ciudad en el año 586 aC, el total es de 433 años, 6 meses y 10 días. Podemos redondear este número a 434 años (para obtener una lista completa de cada uno de estos reyes, junto con la referencia bíblica correspondiente, consulte Secretos del Tiempo, capítulo 7). Sin embargo, desde el punto de vista cronológico, se trató de un período de tan solo 385 años. La razón de la discrepancia es que muchos de esos reyes coronaron a sus hijos mucho antes de que murieran. Esto creó corregencias, donde, esencialmente, Judá tuvo dos reyes al mismo tiempo (padre e hijo). En esos casos, la deuda temporal nacional se incrementó en un tiempo doble, aun cuando el año del Jubileo era un año doble. Esto permitió a Dios computar los 385 años que Judá permaneció en la tierra (desde el año 38 de David) como si fueran 434 años. Según una cronología estricta, Judá aún no había acumulado un tiempo de 70 años, y, sin embargo, se les consideró responsables como si debieran 70 años. Los 70 años de cautiverio en Babilonia son prueba de ello.
También muestra que la deuda temporal se centraba en Jerusalén, la capital de Judá, en lugar de Samaria, la capital de Israel. Por lo tanto, cuando los asirios capturaron Samaria en el año 721 aC y trasladaron al pueblo a la tierra de Gamir, la deuda temporal acumulada permaneció intacta. A los israelitas exiliados se les dio un tiempo de juicio secundario, basado en el período de “siete tiempos” (7 x 360 años, o 2.520 años).
Israel estuvo exiliada entre el 745 y el 721 aC, y así su período de tribulación comenzó a llegar a su fin entre 1776 y 1800 dC. Judá también recibió el mismo juicio de 2.520 años en la profecía a largo plazo. El cautiverio babilónico de 70 años de Judá, profetizado por Jeremías, fue solo la primera fase de un tiempo de tribulación mucho más largo que fue revelado por el profeta Daniel.
Para entender la diferencia entre los 70 años y los 2.520 años de juicio divino, debemos recurrir de nuevo a la Ley. Pero lo que ya he escrito es lo suficientemente complejo como para leerlo en una sola sesión. Lo explicaré con más detalle la próxima vez.
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