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SER PRUDENTES AL OFRENDAR LAS RIQUEZAS INJUSTAS, Devocionales eMANÁ

 


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30 de diciembre de 2024

Ser prudentes al ofrendar de las riquezas injustas (1)

Versículos de la Biblia

Lucas 16:1-9 Dijo también a los discípulos: había un hombre rico que tenía un mayordomo, y éste fue acusado ante él como disipador de sus bienes. Entonces le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás más ser mayordomo. Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré, pues mi amo me quita la mayordomía? Cavar, no tengo fuerzas; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que haré para que cuando se me quite de la mayordomía, me reciban en sus casas. Y llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero ¿Cuánto debes a mi amo? Él dijo: Cien medidas de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate pronto, y escribe cincuenta. Después dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y él dijo: Cien medidas de trigo. Él le dijo: Toma tu cuenta, y escribe ochenta. Y alabó el amo al mayordomo injusto por haber obrado sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con los de su generación que los hijos de luz. Y Yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas de injusticia para que cuando éstas falten, os reciban en los tabernáculos eternos.

Palabras del ministerio

(Parte 1 de 3)

La parábola referente al mayordomo prudente es sencilla y breve; sin embargo, contiene un punto enigmático, pues el Señor usa a un mayordomo injusto para demostrar el servicio de un mayordomo en la casa de Dios. Como veremos, esto no quiere decir que el Señor nos enseñe que seamos injustos en nuestro servicio. Lo crucial es la prudencia del mayordomo. En los versículos 5-7 vemos que el mayordomo despedido, mientras todavía estaba en la casa, tomó la oportunidad de hacer algo por otros a fin de que más adelante, ellos pudieran hacer algo por él. En esto consistió la prudencia del mayordomo. En el versículo 8 el Señor no nos enseña a ser injustos, sino a ser prudentes, es decir, a actuar en el momento oportuno y aprovechar las oportunidades que se nos presenten.

Ganar amigos por medio de las riquezas (v. 9) es ayudar a otros usando el dinero conforme a la dirección de Dios. Las riquezas, es decir, el dinero, pertenecen al mundo satánico. El dinero es injusto en su posición y su naturaleza. El mayordomo de la parábola fue prudente en su acto injusto. El Señor nos enseña a nosotros Sus creyentes a ser prudentes en el uso de las riquezas injustas. En el versículo 9 el Señor dice que si ganamos amigos por medio de las riquezas de injusticia, cuando éstas falten, seremos recibidos en los tabernáculos eternos. Los tabernáculos eternos son las moradas eternas, en las cuales los creyentes prudentes serán recibidos por aquellos que recibieron el beneficio de su prudencia. Esto se cumplirá en la edad del reino venidero. Cuando el Señor vuelva y nos reciba en Su reino, algunos de nosotros tendremos un grupo de personas que nos recibirá. ¿Quiénes serán los que nos darán la bienvenida? Los que se beneficiaron de nuestro uso prudente del dinero en esta era.

Déjeme darles un ejemplo breve de esto. Supongamos que usted usa una suma de dinero para publicar folletos evangélicos con el propósito de conducir personas al Señor. Los que reciban el beneficio le darán la bienvenida en el futuro. Puede que digan: “Hermano, queremos que sepa que fuimos salvos por uno de los folletos que usted pagó”. Este es un ejemplo de ser recibido en las moradas eternas por los que participaron del beneficio de nuestra prudencia. 


Versículos de la Biblia

Lucas 16:10-13 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. Pues si en las riquezas injustas no habéis sido hallados fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no habéis sido hallados fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro? Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se apegará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

Palabras del ministerio

(Parte 2 de 3)

La expresión lo muy poco (v. 10) se refiere a las riquezas, las posesiones de esta era; La expresión lo verdadero (v. 11) se refiere a las verdaderas posesiones en la era del reino venidero. Dios en Su economía neotestamentaria no desea que los creyentes se preocupen por los bienes materiales. Aunque las cosas materiales de este mundo fueron creadas por Dios y le pertenecen a Él (1 Cr. 29:14, 16), se corrompieron por la caída del hombre (Ro. 8:20-21) y fueron usurpadas por Satanás, el maligno (1 Jn. 5:19); por esto, pertenecen al hombre caído y son injustas (v. 9). Aunque Dios provee a los creyentes diariamente de lo necesario dándoles cosas materiales de esta era (Mt. 6:31-33), y les encomienda como mayordomos Suyos una porción de bienes materiales para el ejercicio y aprendizaje de ellos a fin de probarlos en esta era, ninguno de estos bienes debe ser considerado de ellos hasta la restitución de todas las cosas en la era venidera (Hch. 3:21). Sólo entonces los creyentes heredarán el mundo (Ro. 4:13) y tendrán una posesión perdurable (He. 10:34) para sí. En esta era ellos deben ser fieles con los bienes materiales y temporales que Dios les ha dado, para que aprendan a ser fieles con su posesión eterna en la era venidera.

El Señor indica que servir al Señor requiere que le amemos, dándole nuestro corazón, y que nos aferremos a Él, dándole todo nuestro ser. De este modo somos librados de la ocupación y usurpación de las riquezas, de modo que podamos servir al Señor completa y cabalmente. Aquí el Señor recalca que para servirle, tenemos que vencer las riquezas de injusticia que nos seducen y engañan. En el versículo 13 vemos que las riquezas están en rivalidad con Dios y compiten con Él. Debido a esto, son malignas. Por nuestra parte, no podemos servir a dos señores, o servimos a Dios o a las riquezas. Este es un asunto muy serio.


Ser prudentes al ofrendar de las riquezas injustas (3)

Versículos de la Biblia

Deuteronomio 15:10 Sin falta le darás, y tu corazón no estará descontento cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos y en todo lo que emprendas.

Malaquías 3:10 Traed todo el diezmo al alfolí para que haya alimento en Mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, a ver si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición tal que no haya donde quepa.

Palabras del ministerio

(Parte 3 de 3)

Animo a los jóvenes, en particular, a que aprendan a dar una porción de sus ingresos al Señor. Jóvenes, ustedes deben empezar esto inmediatamente después de graduarse, cuando comiencen a trabajar. Den al Señor una porción del primer sueldo que reciban. Puedo testificar que cuando yo era joven, practicaba esto. Cuando recibí el primer sueldo, aun siendo un estudiante pobre, aparté una porción para el Señor. Quizás algunos de nosotros nunca hayamos considerado esto. Por lo tanto, animo a todos los santos, especialmente a los jóvenes, a que den al Señor una porción del dinero que ganen. Si hacemos esto, aprenderemos a manejar nuestro dinero apropiadamente.

Los que dan al Señor fiel y regularmente pueden testificar que cuanto más dan, más reciben. Para nosotros, los cristianos, ser ricos es dar. La manera de recibir es dar. El Señor mismo dijo: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando, darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, se os volverá a medir” (6:38). Aquí vemos claramente que dar es la manera de recibir.

Según las estadísticas que he estudiado y los testimonios que he oído, cuanto más damos al Señor, más podemos dar. Por ejemplo, si usted da el diez por ciento en un año, el año siguiente podrá dar el veinte por ciento. Si usted es fiel en dar una suma más alta, podrá dar aún más el año siguiente. El principio radica en que cuanto más demos, más podremos dar. Cuando algunos oigan estas palabras acerca de la fidelidad y de dar, tal vez digan que no tienen suficiente fe para dar regularmente. En realidad, esto no es un asunto de fe, sino de práctica, y nuestra práctica se basa en la fe del Señor y en Su fidelidad. (c) 2014 Living Stream Ministry.

Los versículos son tomados de la Santa Biblia, Versión Recobro. Las "Palabras del ministerio" provienen del Estudio-vida de Lucas, escrito por Witness Lee, capítulo 36. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.

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