Por casualidad nos topamos con este vídeo. Nos llamó la atención porque la historia-testimonio de Joni fue uno de los primeros libros cristianos que leímos y por su título: "UNA SANIDAD MÁS PROFUNDA".
Joni, siendo una adolescente cristiana, sufrió un accidente al zambullirse en la playa que la dejó paralítica del cuello para abajo. Ella pasó una lucha tremenda para remontarse desde la amargura y la queja hasta la victoria. Llegó a pintar cuadros hermosos con su boca e incluso a casarse; pero por 46 años el Señor no ha querido sanarla de su cuadriplejia, prefiriendo que ella lo conociera Su gracia y Su íntima comunión en profundidad gracias a su hándicap.
Joni, siendo una adolescente cristiana, sufrió un accidente al zambullirse en la playa que la dejó paralítica del cuello para abajo. Ella pasó una lucha tremenda para remontarse desde la amargura y la queja hasta la victoria. Llegó a pintar cuadros hermosos con su boca e incluso a casarse; pero por 46 años el Señor no ha querido sanarla de su cuadriplejia, prefiriendo que ella lo conociera Su gracia y Su íntima comunión en profundidad gracias a su hándicap.
Por supuesto, mereció la pena verlo y decidimos compartirlo con ustedes, porque es verdaderamente inspirador, consolador y desafiante ...
Estas son tres de las frases de sus primeros minutos, para que el regusto les anime a escucharlo todo con mucha atención:
Estas son tres de las frases de sus primeros minutos, para que el regusto les anime a escucharlo todo con mucha atención:
- Yo buscaba a Jesús sólo para que mis problemas y mi parálisis fueran solucionados.
- Empecé a buscar por una sanidad mucho más profunda que mi sanidad física...
- Dios no remueve (añadimos nosotros: siempre) las dificultades; el las planea y las permite para sus propósitos, Él las ordena. Y los problemas y la parálisis se convirtieron en el limón que Él continuamente exprime en mi vida; para revelar toda clase de cosas de las cuales debo arrepentirme: amargura, rencor, egoísmo. No me gusta cuando Dios exprime este limón pero lo necesito...
Ciertamente Dios no trata a todos como a Joni. Sólo Él sabe lo que es bueno para cada uno de nosotros. Las espinas en la carne, normalmente, nos son dadas mientras las necesitamos y después son removidas y pasamos al siguiente nivel en la fe, la esperanza y el amor. Y en cada nivel puede que haya espinas o no; sólo Él sabe lo que necesitamos para seguir creciendo.
Oramos que sean bendecidos a través de esta breve conferencia.
Oramos que sean bendecidos a través de esta breve conferencia.
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