Así termina el artículo:
... La crisis de civilización provocó la crisis de política, economía y de valores, según el escritor. La deificación del ser humano que vive sin Dios es la razón principal para esta crisis.
Es un artículo breve; léelo completo aquí:
"Rusia está dando una lección al combatir la hegemonía del Occidente" – RT
Vea en Wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Manuel_de_Prada) una semblanza de este autor, de la que destacamos:
Postura política y polémicas[editar]
En sus artículos, De Prada expone generalmente un discurso tradicionalista y conservador, y defiende apasionadamente los puntos de vista de la Iglesia Católica en cuestiones polémicas tales como el aborto, la eutanasia y el matrimonio homosexual. Se muestra crítico con el liberalismo, el sistema financiero y con la alienación del individuo en el contexto de la posmodernidad y el capitalismo.17 También se posiciona contrariamente a la política externa de Estados Unidos18 y al Nuevo Orden Mundial19 siendo favorable a Palestina,20 a laRusia de Putin, calificada por el autor como "la gran esperanza de Occidente" y "obstáculo en los planes del Nuevo Orden Mundial"21 y a su anexión de Crimea.22 Asimismo opina que "Ucrania y Bielorrusia son cunas históricas de Rusia".23
En 2008, publicó un polémico artículo sobre el liberalismo24 por el que recibió duras críticas de la derecha liberal:25
El argentino Leonardo Castellani, otro admirable reaccionario por asco de la época que le tocó vivir (menos greñuda que la nuestra, sin embargo), escribió diatribas formidables contra el liberalismo, esa «niebla ponzoñosa» que ha hecho caer al hombre en cinco idolatrías nefastas: 1) Idolatría de la Ciencia, con la cual el hombre quiso hacer otra torre de Babel que llegase hasta el cielo; 2) Idolatría del Progreso, nuevo Becerro de Oro con el cual creyó que haría en poco tiempo otro Paraíso terrenal; 3) Idolatría de la Carne, a la cual se le pidió el cielo y las delicias del Edén, pero la carne desvestida, exhibida, mimada y adorada ha sido a la postre destrozada y amontonada como estiércol; 4) Idolatría del Placer, con la cual se quiere hacer del mundo un perpetuo carnaval y convertir a los hombres en chiquilines agitados e irresponsables; y —last but not least— 5) Idolatría de la libertad, con la cual se quiere hacer de cada hombre un caprichoso caudillejo. (...) El liberalismo acabó engendrando la libertad enloquecida del Dinero, que fue lo que a la postre trajo el comunismo en el siglo XX; y también ha engendrado, en estos albores del siglo XXI, la creencia no menos enloquecida en una especie de Reino de la Paz Perpetua y las Delicias Universales, producto de la Ciencia, la Libertad y la Democracia; Reino que, básicamente, consiste —como Castellani profetizó con clarividencia— en que «un grupo de sabios socialistas, bajo la coartada de adoración al Hombre, gobiernen el mundo autocráticamente y con poderes tan extraordinarios que no los soñó Licurgo». El liberalismo, en fin, es el caldo de cultivo que la derecha aliña, creando las condiciones sociales, económicas y morales óptimas para el triunfo de la izquierda, que es la que mejor ha sabido vender las falsificaciones de la libertad inventadas por el liberalismo. Falsificaciones catastróficas para el hombre, que creyendo «elegir libremente» no hace sino ahondar en su esclavitud.24
De Prada acusa a "ganapanes neocones, liberales o progres" de favorecer en medios "sedicientemente católicos" el exterminio de cristianos en Oriente Medio: "jaleando la primavera árabe, justificando la guerra en Siria y, por supuesto, aplaudiendo frenéticos con las orejas cada intervención militar israelí", "han jaleado el derrocamiento de todos los dictadores que toleraban o incluso protegían a los cristianos en Oriente Próximo (Sadam Husein, Mubarak, Gadafi, Al Assad...) e impedían su persecución cruenta."26 , lo que generó una polémica con Hermann Tertsch27
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