Fecha de publicación: 11/07/2025
Tiempo estimado de lectura: 7 - 10 minutos
Autor: Dr. Stephen E. Jones
https://godskingdom.org/blog/2025/11/the-kings-from-the-east/
Apocalipsis 16: 12 dice:
12 El sexto ángel derramó su copa [de vino] sobre el gran río Éufrates; y sus aguas se secaron, de modo que se preparó el camino para los reyes del oriente.
En Apocalipsis 16, seis ángeles distintos derramaron seis copas de vino. Todas ellas preparaban el terreno para la copa final del vino del juicio, donde caería la Babilonia Misteriosa. Pero la sexta copa, dirigida hacia el río Éufrates, preparó el escenario para la séptima.
Se han propuesto muchas teorías modernas que intentan interpretar este suceso, muchas de ellas de forma literal. Afirman que el Éufrates se secará, lo que permitirá que un ejército chino de 200 millones de hombres invada Israel desde el oriente. Esta visión sigue anclada en tácticas militares de la antigüedad, como si el Éufrates fuera una barrera física que detuviera al ejército chino.
Pero en la Edad de la guerra moderna, los ríos no representan una gran barrera. En la Edad nuclear, ya no es viable enviar una gran fuerza concentrada por tierra o mar. Una sola bomba nuclear aniquilaría a todo el ejército o la flota mucho antes de que llegaran al lugar de los hechos. Por lo tanto, esta antigua concepción ya no es viable ni siquiera posible.
El patrón original
El río Éufrates atravesaba la antigua ciudad de Babilonia. A lo largo de sus orillas se alzaban altas murallas para impedir los ataques de barcos. Sin embargo, la ciudad cayó en manos de los medos y los persas en el 537 a. C., después de que estos desviaran el curso del Éufrates, permitiendo que sus tropas entraran en la ciudad por el lecho seco del río. Así pues, Isaías 44: 27 profetiza acerca del rey Ciro de Persia, diciendo:
27 Yo soy quien dice a las profundidades del mar: «¡Secaos!». Y secaré vuestros ríos. 28 Yo soy quien dice de Ciro: «Él es mi pastor». Y él cumplirá todo lo que Yo quiero…
Isaías profetizó que un rey llamado Ciro secaría el río, pero Dios se atribuyó el mérito, identificando a Ciro como su «pastor» (v. 28), su «siervo» (v. 26) e incluso su «ungido» (en hebreo: Mesías) en Isaías 45:1. Así, en Apocalipsis 16: 12, el ángel de Dios es quien secó el río Éufrates.
Durante la caída de Babilonia, alguien desde dentro dejó la Puerta de Ishtar sin cerrar, lo que permitió al ejército persa capturar la ciudad intacta. En el relato bíblico, sólo el rey Belsasar de Babilonia murió (Daniel 5: 30). Babilonia no fue destruida, sino que pasó a estar bajo un nuevo gobierno.
Apocalipsis 16: 12 deja claro que la caída de la ciudad original fue un patrón profético de la caída futura de la Babilonia Misteriosa. De nuevo, el «río» se secará para que los Reyes del Oriente puedan tomar la ciudad. Pero la antigua Babilonia está en ruinas y no es lo mismo que la Babilonia Misteriosa. «Misterio» proviene del griego musterion, que significa «secreto, oculto». La Babilonia Misteriosa es un gobierno mundial secreto y oculto dirigido por ocultistas satánicos que han ascendido al poder mediante la banca y las finanzas.
La terminología financiera actual se basa en conceptos relacionados con el agua. Los bancos son como las orillas de un río, que retienen y controlan el flujo de la corriente (moneda). Cuando el dinero abunda, se dice que hay liquidez. Apocalipsis 17: 15 describe a la Babilonia misteriosa como una «ciudad» financiera que gobierna sobre muchas naciones, oponiéndose al gobierno de la Nueva Jerusalén. Así como la antigua Babilonia no es lo mismo que la Babilonia Misteriosa, tampoco la antigua Jerusalén es lo mismo que la Nueva Jerusalén.
Los “reyes” modernos
La Babilonia original fue conquistada principalmente por dos reyes: Ciro el Persa y Darío el Medo. Apocalipsis 16: 12 no especifica cuántos «reyes del oriente» destruirán la Babilonia misteriosa. En mi opinión, hay dos naciones principales que Dios ha levantado para derrocar el poder financiero de la Babilonia misteriosa, centrado en Occidente: Rusia y China.
Irán también se ha convertido en un factor importante, pues es Persia. Sin embargo, parece que el papel principal de Irán es derrocar a Jerusalén y al Estado sionista, mientras que Rusia y China están llamadas a derrocar el sistema financiero que ha sometido a gran parte del mundo a su sistema de deuda. Dios ha suscitado a estos reyes por la misma razón que suscitó a Ciro y Darío hace miles de años: para liberar a su pueblo.
Los babilonios modernos lo saben y consideran a Rusia, China e Irán sus enemigos acérrimos. Se están realizando preparativos bélicos y muchos políticos hablan abiertamente de una guerra con China para el año 2028. Han incitado a Europa y América al frenesí para obtener el apoyo público a dicha guerra.
Pero Isaías 44, 45 y Apocalipsis 16: 12 nos dicen quién es el verdadero enemigo. Nosotros, el pueblo, fuimos llevados cautivos en 1913 con la aprobación de la Ley de la Reserva Federal. Hemos pagado nuestro precio por nuestra mala conducta, y ahora Dios ha levantado a China y Rusia como sus siervos para liberarnos de nuestros opresores ocultos en Occidente.
Lamentablemente, la mayoría de los maestros de profecía bíblica no reconocen esto. En parte, se debe a su desconocimiento de la historia. No logran ver que el patrón de la caída de Babilonia se repite a mayor escala en la geopolítica actual. Su perspectiva sionista los lleva a aliarse con la Vieja Jerusalén, por lo que hablan como defensores de los hijos de la carne (Gálatas 4: 24-26, 29). Al creer que el actual Estado Sionista es el cumplimiento de las profecías bíblicas sobre la restauración de la Casa de Israel, piensan que deben apoyar a la Jerusalén terrenal a toda costa.
Por lo tanto, ignoran o rechazan la clara enseñanza de Pablo en Gálatas 4 , y al abogar por la profética “Agar” (es decir, la Jerusalén terrenal), oran para que su hijo (Ismael) sea “elegido” para gobernar el mundo en la Era venidera.
Además, al no distinguir entre la Casa de Israel y la Casa de Judá, asumen que los judíos (judaítas) son los israelitas a quienes se les hicieron las promesas de restauración. No comprenden las profecías de Jeremías 18 y 19, que narran el destino final de Israel y Judá. Jeremías 18: 1-10 describe a Israel como una vasija de barro húmedo que se deforma y luego se reconstruye; Jeremías 18: 11 hasta el capítulo 19 profetiza sobre Judá y Jerusalén, comparando a Judá con una vieja vasija de barro endurecido que será destruida en el valle de Ben-hinom (en griego: Gehena). Véase Jeremías 19: 1, 10, 11.
Debido a este malentendido, hoy muchos en la Iglesia se alinean con el Estado Sionista, ignorando que está destinado a la destrucción total, probablemente a manos de Irán/Persia. Confían en que Dios salvará Jerusalén en el último momento, ignorando por completo la profecía de Jeremías.
Los judíos no son los israelitas bíblicos, ya que la nación se dividió tras la muerte de Salomón. Los profetas profetizaron después de esa división, por lo que cuando hablaban de Judá se referían al reino del sur, y cuando hablaban de Israel, al reino del norte. Quienes ignoran esto podrían terminar apoyando al bando que Dios combate. ¿Debemos luchar contra Dios o apoyar al bando que Él guía?
Muchos en la Iglesia hoy siguen la propaganda de la Babilonia misteriosa y consideran a Rusia y China sus enemigos. Muchos consideran a Irán su enemigo. Cualquiera que busque derrocar a la Babilonia Misteriosa se convierte, de alguna manera, en enemigo de Dios, cuando, en realidad, Dios usa a los Reyes de Oriente para liberarnos. ¿Quién está del lado de Dios? ¿Importa? Creo que sí.
La desilusión está presente en el Plan Pike para la Tercera Guerra Mundial.
Albert Pike, el líder luciferino de la masonería del Rito Escocés hace más de un siglo, recibió un plan demoníaco para fomentar tres guerras mundiales. Las dos primeras se cumplieron; ahora estamos entrando en la Edad de la tercera guerra mundial.
https://josemariaarmesto.blogspot.com/2023/10/deslizandonos-hacia-la-tercera-guerra.html
La Tercera Guerra Mundial debe fomentarse aprovechando las diferencias causadas por la "agentur [agentes]" de los "Illuminati" entre los sionistas políticos y los líderes del mundo islámico. La guerra debe conducirse de tal manera que el Islam (el mundo árabe musulmán) y el Sionismo político (el Estado de Israel) se destruyan mutuamente.
Entonces, en todas partes, los ciudadanos, obligados a defenderse de la minoría mundial de revolucionarios, exterminarán a esos destructores de la civilización, y la multitud, desilusionada del cristianismo, cuyos espíritus deístas quedarán desde ese momento sin rumbo ni guía… recibirá la verdadera luz mediante la manifestación universal de la doctrina pura de Lucifer, finalmente revelada a la opinión pública. Esta manifestación será el resultado del movimiento reaccionario general que seguirá a la destrucción del cristianismo y del ateísmo, ambos vencidos y exterminados simultáneamente.
El plan consiste en desilusionar tanto a musulmanes como a judíos y cristianos, preparándolos así para la conversión al luciferismo. No puedo hablar por los musulmanes ni por los judíos, pero no cabe duda de que se está preparando a la iglesia para la desilusión. ¿Qué crees que pasaría si el Plan Pike tuviera éxito? ¿Perdería la Iglesia la fe en Dios y pensaría que la profecía fracasó? Habiendo depositado todas sus esperanzas en el sionismo, ¿qué otra opción les quedaría, sino conocer la verdad de la Palabra de Dios?
En mi opinión, el Plan Pike fracasará porque Dios está usando a estos luciferinos babilónicos ocultistas para sus propios propósitos: destruir Jerusalén para que se cumpla Jeremías 19: 10-11 y destruir la Babilonia misteriosa para que se cumpla Apocalipsis 16: 19. Esto eliminará (por la fuerza) la ceguera de la Iglesia, para que puedan arrepentirse y reconciliarse con Dios.
¿No sería mejor, sin embargo, comprender la verdad de antemano, para que Dios pueda usarnos para evitar que los cristianos desilusionados se conviertan en luciferinos?
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