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Somos conscientes del debate y denuncia actuales de éstos procederes, incluso acusando de brujería a quienes practican estas cosas y estamos de acuerdo en el abuso y perversión de estos asuntos por parte de pseudo profetas afanados en sus propios reinos, que carecen de la unción y autoridad divinas para poder hacerlo y, sobre todo, de la madurez y sabiduría que da la vida totalmente crucificada y rendida al señorío de Jesucristo, que solamente hace lo que ve hacer al Padre. Este último es el requisito primordial para sintonizarnos con el Padre y Él pueda confiarnos sus Sus asuntos.
Sin embargo la palabra de Dios muchas veces nos habla de proclamaciones, decretos y actos proféticos, que profetas, apóstoles y aún el mismo Señor hicieron. A bote pronto mencionaremos algunos: Joás golpeando con las saetas para derrotar a los sirios por orden de Eliseo, Isaías andando desnudo y descalzo, Jeremías enterrando el cinto y cortándose el cabello para arrojarlo, Ezequiel acostándose de un lado y luego del otro, Oseas casándose con una mujer fornicaria, Jesús escupiendo y untando los ojos del ciego con barro y mandándolo a lavarse, los paños o delantales de Pablo siendo llevados a los enfermos, Ágabo atándose con el cinto de Pablo, etc.
Dios siempre ha usado instrumentos humanos para desatar o echar a rodar en la tierra Sus planes. Por tanto creo que debemos huir de los bandazos de opinión a los extremos del péndulo, a la sazón de la última moda de Facebook, y buscar la sabiduría de la ecuanimidad. La perversión de lo bueno por la mayoría nunca hará que lo bueno de Dios sea malo. Sobre todo, pidamos a Dios discernimiento para saber quien de veras tiene su manto de autoridad en los diferentes niveles de intercesión (local, nacional, internacional...), para poder hacerlo.
Los que tienen ese manto realmente son muy pocos, tal vez uno de entre mil o diez mil de esos pseudo ungidos. Nosotros debemos confesar que no lo tenemos, pero creemos que el Dr. Stephen E. Jones de God's Kindong Ministries bien pudiera ser uno de esos que si lo tienen y que son capaces de leer en el Espíritu las señales de los tiempos. Si quieren comprobarlo les invitamos a leer algunos de sus libros publicados en nuestro blog, y sobre el tema que nos ocupa este especialmente:
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