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IX-FINISTERRE AL BORDE DEL JORDÁN (Receta contra el mareo causado por el extravío)


Capítulo 4

RECETA CONTRA EL MAREO CAUSADO POR EL EXTRAVÍO

Composición:
!SALGAN DE LA ROTONDA DEL ACTIVISMO!
(o de la PARÁLISIS DEL ANÁLISIS, los que usan su mente en lugar de las obras)

Dosificación:
 "Así dijo Jahveh: PARAOS en los caminos,
y MIRAD, y PREGUNTAD por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino,
y ANDAD por él, y hallaréis DESCANSO para vuestra alma.
Mas dijeron: No andaremos." (Jer 6:16)


(Estas son palabras de Jahweh a Su pueblo, no a extraños; palabras para creyentes y no inconversos, aplicables pues a la Iglesia. ¡La Biblia es para Sus hijos!, para los inconversos es como leer el "Espasa Calpe". ¡Apliquémonosla entonces, démonos por aludidos al leerla!)



 "Paraos"

Con anterioridad  a las lavadoras automáticas existían las de turbina. Cuando apagabas la lavadora la turbina dejaba de girar, pero el agua por inercia aún continuaba haciéndolo por un tiempo, aunque a la postre se detenía también, porque había cesado la fuerza que la impulsaba. A nosotros nos ocurre algo similar; si queremos que nuestro ser interior (el agua) se aquiete, debemos aquietar nuestro ser externo (la turbina); en efecto, cuando respiramos armónica y pausadamente, cuando detenemos nuestra efervescente locuacidad o mejor incluso nos callamos, cuando dejamos de movernos agitadamente y ralentizamos nuestro  caminar, nuestras emociones y nuestra mente tenderán al reposo y al descanso (Is 30:15). Así pues, cuando uno se da cuenta de que se ha extraviado, perdido, lo mejor es parar, no continuar andando; proseguir por un camino equivocado es perderse aún más, alejarse más del destino correcto. Parar y aquietarnos hasta saber con certeza qué debemos hacer.


"Mirad"

Decía el anuncio de la televisión: "!El algodón no engaña!"; si pasabas el algodón por los azulejos de la pared y quedaba sucio, era que la pared no estaba limpia, aunque a simple vista lo pareciera. Así mismo este texto bíblico parece exhortarnos a hacer la prueba pertinente de situación y orientación, para saber donde estamos. Para ello bastará que observemos objetiva y tranquilamente el paisaje que nos circunda y algunas otras cosas, y darnos cuenta

¿Nos es familiar o extraño el ambiente? ¿de qué tipo es la vegetación, es arena u oasis? ¿cuales son los frutos, higos o abrojos? ¿qué es lo que se supone que deberíamos estar contemplando según la "guía turística"? ¿hemos interpretado correctamente el "mapa guía"? ¿qué hora y fecha son; estamos adelantados o retrasados? ¿sigue con nosotros el equipaje o lo hemos perdido por el camino? ¿cómo están las reservas de combustible y provisiones? ¿estamos perdiendo viajeros? ¿se incorporan viajeros nuevos? ¿empeoran las cosas o están mejorando? ¿estamos endeudados hasta las cejas y trabajando para los bancos o llevamos la sencilla y al día cuenta de la vieja? ¿estamos perdiendo el aceite? Etc. etc.

Una pregunta muy simple lo resumiría todo: ¿Estamos marchando con vaselina o con calzador? ¿Vamos a las trancas y rozándonos el pie contra el muro como Balaam o la cosa fluye debidamente? (Núm 22:25). Porque la vida en el espíritu es con vaselina, sin esfuerzo, pero la vida en la carne es siempre a contrapelo, con calzador.


"Preguntad"

Preguntar no es de ignorantes sino de sabios; no temamos pedir ayuda o consejo. Pero ¿a quién? Pues a los que entienden de viajes; a los que conocen el camino hacia el lugar al que queremos ir, porque ya estuvieron allí; a los que "tienen la fruta en el árbol"; a las vírgenes prudentes que tienen aceite no solamente en sus lámparas (espíritus), sino además en sus vasijas (almas); a los que están rebosando y pueden vender aceite (Mat 25); a los que tienen unción manifiesta en su porte, autoridad, paz, gozo y frutos espirituales; a los que tienen su "antena parabólica" siempre sintonizada con la "Emisora". Casi con seguridad que la mayoría de ellos no son los que ahora están al frente, sino aquellas "Marías" que en oculto han estado a los pies del Señor, esperando, y haciendo mientras tanto las tareas de rutina que se les hayan encomendado; aquellos que, tras una larga noche de olvido y de silencio, el Señor ha hecho florecer y fructificar sus varas en señal de otorgamiento del ministerio y  no aquellos auto-nombrados o nombrados solamente por los hombres (Núm 17:1-11; Ver también "Autoridad Espiritual" de Watchmen Nee).

Hágase un exhaustivo examen de cada estación recorrida, de cada paso dado. Hagámoslo con objetividad y valentía. No continuemos a ciegas por timidez, temor o vergüenza. Que no nos asuste levantar las alfombras, sino lo que nos ocurrirá si no lo hacemos; pues a la postre, más tarde o más temprano, no nos quedará más remedio que hacerlo o Dios lo hará y nuestra desnudez será manifiesta ( Jos 7:1 y ss.; Ap 3:18). Podemos tratar de disimular, pero "ese balido de ovejas y bramido de vacas" en la trastienda nos delata (1ª Sam 15:14).

Perderse puede entrar dentro de lo normal, pero persistir en un camino que se sabe confundido, para ir a ninguna parte, es de necios. !Y todo por  guardar las apariencias! (1ª Sam 15:30).

Y ¿quién conoce los designios de Dios sino Su Espíritu? ¿Quién nos mostrará esas cosas grandes y ocultas que nuestro corazón tanto anhela? ¿Quién escudriña las sendas de Dios sino el Espíritu de Dios?  (1ª Cor 2:10; Jer 33:3).

¿No tendremos en este pasaje una invitación a los caminantes extraviados a ORAR?"Dios nuestro, nos damos cuenta de que nos hemos perdido en el camino; reconocemos que la culpa es nuestra por soltarnos de Tu mano; no vamos a tratar de ocultar con actividad carnal nuestro fracaso espiritual. Padre, estamos dispuestos a esperar sentados y quietecitos que Tu nos saques de este lodazal en el que nos hemos metido; estamos incluso preparados para regresar, para volvernos al lugar donde nos salimos del camino (Ap 2:5), como tantas veces en palabras proféticas nos  dijiste que hiciéramos. Te rogamos que nos perdones Dios bueno. Si, Dios nuestro, los caminos de antes eran nuestros caminos pero dinos ¿cual es TU camino Señor? Padre, por favor, aún si no estamos dispuestos a volvernos, por habernos alejado demasiado, vuélvenos a Ti y nos volveremos" (Lam 5:21).


"Por las sendas antiguas, cual sea el buen camino"

Antiguas porque son las que abandonamos; aquellas de las que nos desviamos.

"Y volvió (Abram) por sus jornadas ... hasta el lugar donde había estado antes su tienda ... (Gén 13:3).

Si, amados, de nada ha servido ese camino andado al margen de Dios. Ahora tendremos que regresar por nuestras jornadas, es decir, sobre nuestros pasos, hasta el lugar en que nos desviamos y hacer allí lo que nos negamos a hacer en su día, o deshacer aquello que construimos sin el mandato de Dios y luego proseguir, ahora sí, en Su camino.

Si, es seguro que tendremos que despedir al Ismael (la madera, el heno y la hojarasca; las obras muertas o separadas de Dios) que nuestra impaciencia engendró, junto con su madre la esclava (la carne) (Gál 4:30). Eso es lo que le ocurrió a Abram, que todavía no era Abraham, que como no obedeció al Señor, o más bien, sólo obedeció en parte, quedó velado y se perdió descendiendo  a Egipto (caminar hacia el mundo siempre es hacia abajo), adonde nunca debió haber ido. Bajó, pero tuvo que volver a subir (Gén 12:10; 13:1); porque caminar al margen de Dios es siempre descender de nuestra posición espiritual; mientras que volverse a Dios es girar ciento ochenta grados y remontar. No es por casualidad que Lot signifique velo.

Si amigos, Abraham, el padre de la fe, no tuvo la fe suficiente para obedecer a Dios completamente; Dios le mandó salir y lo hizo, pero con retraso y llevando consigo (probablemente más bien siendo arrastrado de la oreja por Taré, su padre) a su casa y su parentela; en contra de las órdenes específicas del Señor, pues no solo se llevó a su sobrino Lot, sino también a su padre Taré; ya que Abraham fue llamado en Hur de los caldeos (Hc 7:2), pero la Escritura nos lo muestra en Harán, primera escala de su viaje, acompañado de todos ellos. ¿Será casualidad que Taré signifique mora o retardo (Gén 11:32). (Para un mayor abundamiento sobre esto véase "Transformados a Su Semejanza" o "El Dios de Abraham de Isaac y de Jacob" de Watchmen Nee).

Démonos cuenta que los escarceos separados de Dios solo nos ciegan, extravían y retardan, teniendo que volvernos inexorablemente al punto en cuestión y obedecer, si es que verdaderamente queremos seguir creciendo en el Señor. Deberemos acometer aquellas dificultades que "circunvalamos"; "saltar las vallas que nos colamos por debajo" (acción que aparentemente nos hizo llegar a la meta primero, pero después el juez de la carrera nos descalificó). Aún las "obras buenas" de la carne son carne y por tanto no son aceptables a Dios y tendremos que desecharlas, deshacerlas. Aunque hubiésemos alimentado o sanado a todo el continente africano sin el mandato del Señor, no nos será contado; más bien escucharemos: "nunca os conocí, alejaos de Mi, hacedores de maldad" (Mt 7:23).

Quédenos el consuelo que si el "Padre de la fe" fue un hombre igualito que nosotros y Dios pudo hacer tan magna obra con él, nosotros no tenemos menos esperanza.


"Y andad por él"

Solo vueltos, en el camino correcto, podremos echar a andar y no antes.


"Y hallareis descanso para vuestra alma"

"Mi yugo es fácil y ligera Mi carga" (Mt 11:30), de lo que se deduce que si nuestro yugo es difícil y nuestra carga pesada, no son ni el yugo ni la carga del Señor. ¿De quién serán entonces? 

!Que maravilloso! Si andamos por el buen camino no nos cansaremos y si corremos no nos fatigaremos, porque "los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas" (Is 40:31). Solamente en Sus sendas podremos andar, correr e incluso volar, como voló Felipe hasta el eunuco. Sí, solo en el camino estrecho hallaremos holgura, paradójico pero cierto. En el buen camino es Dios quien hace el trabajo y no nosotros, ¡esto es gracia! Solo Dios puede hacer la obra de Dios. El cristianismo consiste en el padre Dios obrando para Sus hijos y no los hijos obrando para el Padre Dios¿Extraño?, pues siendo lo mismo que los padres naturales hacen para sus hijos, ¿habrá de extrañarnos que Dios lo haga con los suyos?. En el camino acertado el Ángel de Jahveh marcha delante desbaratando ejércitos y asaltando muros (Sal 18:29), conquistando, para que nosotros entremos a poseer. 


"Mas dijeron: No andaremos"

Triste y dolorosamente e igual que en Isaías 30:15 y en otros pasajes !no quisieron! El pueblo se negó a obedecer, no quiso retornar a las sendas antiguas y el Señor tuvo que decirles: "!Conque no queréis caldo! !pues ahora dos tazas!: en marcha hacia Babilonia, para ser allí esclavos".


Pero, ¿y la Señora? ¿qué dirá la Señora?

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