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VI MAESTROS DEL ENGAÑO-LA ESTRATEGIA DE ROMA, por Clayt Sonmore: Ya no hagamos parte del FALSO PROFETA que da vida a la IMAGEN de la BESTIA


MAESTROS DEL ENGAÑO
Clayt Sonmore



Thy Kingdom Come Ministries
12100 Marion Lane, suite 6104,
Minnetonka, Minnesota 55305


CAPÍTULO  VI
La Estrategia de Roma

La Casa ha aceptado el espíritu de Semiramis, 
la Reina del Cielo

JUDAS EN UN DOBLE PAPEL
   Judas fue un símbolo tanto del Anticristo como del Falso Profeta. Aun, mientras permanecía en compañía de Jesús y era aceptado como uno de los doce apóstoles y profetas, Judas estaba maquinando satisfacer sus propios deseos. Supongo que Judas era un esquizofrénico religioso. El, como tantos otros hoy en día en lo religioso, quería ser aceptado en ambos campamentos. Satanás pudo entrar y tomar posesión de Judas a causa de su rebeldía. Al final, ¡Jesús dijo que habría sido mejor que Judas no hubiera nacido! Aquellos que teniendo autoridad sobre otros en lo material tratan de crucificar de nuevo a Jesús en lo espiritual, deben tener en cuenta el final de Judas.

¿ESTÁ ROMA EN UN DOBLE PAPEL?
¿Es el romanismo (o el Papa) el Anticristo o
el Falso Profeta, o ambos?
   Hay muchas especulaciones sobre Ap. 17:7-8. También es digna de consideración una doble aplicación, una, donde el Anticristo y el Falso Profeta sean del mismo género. En esta perspectiva, solo Roma parece cumplir todas las profecías bíblicas.
   
   "Y la bestia que era [el Sacro Imperio Romano], y no es [porque estaba gravemente herida políticamente en el año 476 D.C. , fue herida religiosamente como de muerte en 1517, y herida de nuevo políticamente por Napoleón en 1806], es también el octavo rey [la cabeza político-religiosa, el Papa, que reina sobre el renacido Sacro Imperio Romano y lo controla], y es [en virtud de ser la cabeza sobre la iglesia católica universal] de los siete, y va a perdición" (Ap. 17:11).

   [Creo que la séptima "cabeza" de esta "bestia" es la iglesia romana y que la octava "cabeza" de ella (que leémos "es de los siete") es, literalmente, el Papa romano]. (Específicamente, la caída [la herida grave] del Imperio Romano político en el año 476 D.C., fue seguida por la caída del Imperio Romano religioso en 1517 [coincidiendo con las tesis de Wittenberg de Lutero], seguida después por la caída [la herida mortal] del revivido políticamente Sacro Imperio Romano bajo Napoleón en 1806).

   Que mejor comprensión de esto de que la cabeza de la Nación Vaticana sea el mencionado como "... también el octavo rey, y es de los siete..." Si hay siete jefes políticos (el G8), y uno más es de entre ellos, el Vaticano y el Papa, que también es de Italia (uno de entre los siete), podría ser el octavo.

   Si esto es verdad, entonces, el Papa pronto conseguirá el control completo del profetizado y revivido Sacro Imperio Romano. Desde otra perspectiva, ¿quién más sino la cabeza del Imperio Religioso y Político del Vaticano, con sus tentáculos de control mundial, podría ser el que "...[como la Nación Vaticana] es también el octavo; y [como el Papa de la religión católico romana] es [también] de [todos] los siete [estados, unidades de formación, o naciones], y va a perdición"?

   La "bestia" protestante esencialmente religiosa de Ap. 13:11-15 también al final de los tiempos, "hace una imagen" (un reflejo o copia) de la bestia de Apocalipsis 13:1-10. Esta imagen se asemeja a la forma como apareció la bestia durante siglos como el Imperio Romano político y religioso. El Falso Profeta protestante, ahora totalmente cautivo del romanismo (con fundamento en las tradiciones judías y paganas), ha conseguido el poder de "que diera espíritu a la imagen [reflejo o copia] de la bestia [del Imperio Romano original]" (Ap. 13:15).

   La completa unión entre la iglesia y el estado se describe en el Apocalipsis como "una mujer sentada [otra vez] sobre una bestia... al tiempo del final". Como los césares antes de él (en tiempos de Cristo), Constantino, al igual que Judas, representa la pronta venida del Anticristo y del Falso Profeta en un doble papel. Este Emperador Romano representaba una visión anticipada del "hombre de pecado" del fin de los tiempos (2ª Ts. 2:3).

   Durante un tiempo, el "hombre de pecado" puede desempeñar doble papel, como el del Anticristo, al igual que el de Falso Profeta. ¿Es concebible que ambos papeles puedan ser desempeñados inicialmente por la misma institución? [O, como creen casi todos los vigías que conozco, ¡es solamente un desposorio incestuoso entre una madre y sus hijas (el romanismo y los protestantes)! Evidentemente, este desposorio ya existe en espíritu, si no lo es también de hecho].

EL CRISTIANISMO PRIMITIVO Y 
LA SANTA BIBLIA
   Nuestro Señor Jesús, mientras estuvo en la tierra, dijo a Sus seguidores: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" (Mt. 24:35). Dios nos prometió que, aun hoy, tendríamos Su Palabra, y Él no nos miente.

   El conocimiento de la Biblia no empezó en la mente de los apóstoles. Toda palabra de los manuscritos originales viene de Dios para los hombres y por medio de ellos. No existe posibilidad de que Dios permita que se pierdan estas inapreciables palabras. Pero incluso mientras los apóstoles (Pablo en particular) estaban escribiendo, los hombres estaban trabajando arduamente para corromper la Palabra de Dios. "Porque no somos como muchos, mercaderes falsos de la Palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de Dios, delante de Dios, hablamos en Cristo" (2ª Cor. 2:17).

   Llegó el momento en que todos los apóstoles, con excepción de Juan, habían sufrido la pena de muerte. Desterrado a la isla de Patmos, Juan tuvo que haber sabido que después de su muerte, Satanás se movería para desvirtuar las Escrituras, haciéndoles cambios y añadiduras. Afortunadamente para entonces, los verdaderos manuscritos estaban seguros en las manos de los verdaderos seguidores de Cristo.

   Con el paso del tiempo, estos discípulos hicieron copias exactas con temor y temblor. Sabían muy bien lo que Dios prometió hacer con aquellos que cambiaran las Escrituras, aun accidentalmente. Las terminantes advertencias de Juan en el Apocalipsis no se refieren solamente a este libro, sino a todo el Nuevo testamento: "Y si alguno disminuyere de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la Santa Ciudad y de las cosas que están escritas en este libro" (Ap. 22:19)

   ¡Estas palabras de advertencia son hoy para los judíos, los gentiles, los católicos, los protestantes, los evangélicos, o los carismáticos! Aquellos que diezman la Palabra de Dios con un espíritu selectivo, son tan culpables como aquellos que realmente le añaden o le quitan pasajes.

   Sin embargo, algunas veces puede conseguirse un mejor entendimiento de las Escrituras mediante traducciones amplificadas de ellas. Por ejemplo, en 1ª Corintios 15:46 se lee: "... luego lo espiritual", en la versión del rey Jacobo; también pude interpretarse como "... luego lo que es religioso". En este contexto la palabra "religioso" añade una nueva connotación que sugiere tanto las obras carnales como las demoníacas, además de la actividad limpia espiritual. Al tiempo que las Escrituras predicen acontecimientos, también describen hechos pasados. Tanto las Escritura proféticas como las históricas influyen en las decisiones, así sea que la persona obedezca o no a Dios.

LAS ANTIGUAS RAÍCES DE LA REBELIÓN
   Pronto, Dios destruyó la tierra con un gran diluvio por la impiedad y el compromiso del pueblo. Dios solo había encontrado un hombre del que podía valerse, un hombre llamado Noé. El hizo que Noé construyera un arca en un largo proyecto de 120 años, durante los cuales Noé advirtió sobre el juicio que vendría, pero, nadie lo escuchó.

   Cuando el diluvio de dios destruía toda la Tierra, Noé, su esposa, sus tres hijos con sus esposas, junto con muchos animales, estuvieron seguros dentro del arca. Ellos fueron los únicos supervivientes (Gé. 6-9). Pronto sus descendientes empezaron a poblar la Tierra.

   Uno de los hijos de Noé, Sem, por haber vivido el diluvio y visto el terrible juicio de Dios, ¡no quiso que se fomentara más el pecado! Pero, antes de que pasara mucho tiempo, vino Cus, el nieto de Noé. Cus se casó con la mujer más bella de la Tierra, "una de las hijas de los hombres", una mujer llamada Semirámis, que después llegó a ser reina de Babilonia. Alguien dijo que Semirámis fue la mujer más mala que hubiera existido jamás.

   Cus y Semirámis tuvieron un hijo al que pusieron por nombre Nimrod, que fue tan malo como su madre. Después de la muerte de Cus, Nimrod tomó por esposa a su propia madre Semirámis. Satanás se valió de Nimrod y de su esposa y madre para establecer la religión oculta, después llamada culto a "Baal".

   Todas las religiones falsas de hoy tienen sus raíces en el culto de Semirámis y de Nimrod y, por tanto, en el culto a Baal. Toda religión organizada, títere del catolicismo, del protestantismo, del hinduismo, del mahometanismo... tiene mucho de esta impía unión incestuosa. Este espíritu controlador prevalece ahora en los "sistemas" religiosos crsitianos de Icabod, trátese de "la madre de las rameras" o de sus hijas rameras.

Piensen en esto y lloren conmigo, hermanos.

   La religión satánica romana empezó en secreto y tiene sus raíces en la más terrible de las prácticas ocultas, el sacrificio de niños. [¿Y no estamos haciendo hoy lo mismo con el aborto bajo el humanismo secular?].

   Sem, el tío abuelo de Nimrod, lo mató por sus crímenes contra Dios. Luego, Sem cortó el cuerpo de Nimrod en pedazos y los envió a las ciudades. Esto era una advertencia para los que estuvieran comprometidos con el ocultismo.

   Semirámis, sin embargo, tuvo un acceso de locura; si lo hacía bien, podría lavarle el cerebro al pueblo, haciéndole creer que Nimrod era un dios. Luego, ella podría recordarlo con amor, a pesar de lo monstruoso que él fue. Semirámis era muy astuta. Tomó el culto secreto de Satanás, lo embelleció y lo hizo aparecer sicológicamente como atrayente.

   Pero, había un precio que pagar. Los seguidores tenían que decirle a sus sacerdotes paganos todo lo malo que habían hecho (la confesión). El pueblo siempre tenía miedo de que los sacerdotes pudieran hacer públicos sus pecados. Semirámis, trabajando por medio de sus malvados sacerdotes, controlaba al pueblo por completo.

   Semirámis propaló la noticia de que Nimrod era ahora un dios, el dios Sol, llamado "Baal", y el pueblo lo creyó. Ella, entonces, fue conocida como la "Reina del Cielo", y empezó a ganarse los corazones del pueblo. Aparecieron estatuas de Semirámis como Reina del Cielo, sosteniendo un niño pequeño. Esos ídolos simbolizaban a su hijo y esposo, Nimrod, el dios Sol. Ella había engañado exitósamente a muchos. El culto a Baal había nacido y prosperado (1ª Reyes 18).

   La Reina Madre (o Reina del Cielo) era algo fundamental. El dios-niño en sus brazos fue relegado a un papel secundario. En Egipto a Semirámis se le daba el nombre de Isis, la Reina del Cielo. Su hijo y esposo Osiris, frecuentemente llamado Horus, era el dios Sol. Esta religión también se propagó en todo el mundo. En China, se le llamó Shing Muoo (Santa Madre de China). En la antigua Fenicia, se le llamó Astarté; y en Asia Menor se le conoció como Diana. En Roma, a Semirámis se le llamaba "Venus" (supuestamente la Madre espiritual de todo). No se necesita mucha imaginación para reconocer el espíritu ocultista que acepta una determinada religión llamada "cristiana". Si, usted ha adivinado, María lo es para el catolicismo.

LAS RAÍCES PAGANAS DE ROMA
   La poderosa Roma gobernaba el mundo de los apóstoles. La religión romana era una especie de culto a Baal, que había venido de Babilonia y de Egipto para el emperador Nerón. Creyendo que el era dios Nerón preguntaba: "¿No soy dios?" Más tarde diría: "Los que siguen a Jesús no me adoran... . Quiero que los maten a todos". "Así se hará, poderoso César", fue la respuesta de las multitudes. Pero, la Palabra de Dios, todavía sin mancha, seguía propagándose. El Señor Jesús había advertido con respecto a ese rechazo, esa persecución y ese martirio que vendrían sobre Sus discípulos. Él sabía muy bien del sufrimiento, del vituperio, de la humillación, que ellos enfrentarían en los siguientes siglos [y, especialmente, al final de esta era de la iglesia]. "Entonces os entregarán para ser afligidos, y os matarán; y seréis aborrecidos de todas las naciones por causa de Mi nombre" (Mt. 24:9).

   En ese tiempo, Egipto, la tierra de Isis (la reina del Cielo) y Horus (el dios Sol), había llegado a ser la sede del culto a Baal. Después de Roma, Alejandría en Egipto era ahora la segunda ciudad más grande del mundo. Ella se convirtió en uno de los mayores centros del engaño de Satanás (2ª Cor. 2:11).

   Alejandría era considerada como la patria de algunos de los más grandes intelectos. Estos hombres se sentían muy orgullosos de su sabiduría. Eran principalmente "gnósticos" que creían que podían aspirar a una destreza mental y espiritual superior (Col. 2:8; 1ª Tim. 6:20). Consideraban que el testimonio de los cristianos de Antioquía era necedad, pues era un pueblo intelectualmente inferior que jamás había encontrado el verdadero Dios. Los intelectuales alejandrinos fundaron una escuela de religión y filosofía que llegó a conocerse como "centro de aprendizaje y de cultura cristiana". Ellos eran como los liberales de hoy día. Sin embargo, tenían un problema. No creían que la Santa Biblia fuera la Palabra de Dios. Creían que su sabiduría estaba en pie de igualdad con la Palabra. En resumen, creían que eran más sabios que la Palabra de Dios, ¿no suena esto como algo familiar?

LA IGLESIA PERSEGUIDA
   Era cierto que si al Evangelio de Cristo se le permitía triunfar, los templos y los altares paganos de Roma desaparecerían. Los verdaderos creyentes eran arrojados a las fieras o crucificados. Otros, cubiertos con pieles de animales monteses eran arrojados a la arena para que fueran destrozados por perros salvajes. Ese fue el tiempo en que los soldados buscaban a los cristianos por todas partes.

   La persecución era el tema del momento, el colmo del entretenimiento público. Grandes multitudes venían a ver morir a los cristianos. Sus gemidos de muerte y sus sufrimientos eran jubilosamente recibidos con risas y aplausos.

   Los creyentes construyeron túneles y redes de pasadizos secretos que se extendían por millas bajo las colinas en las afueras de la ciudad de Roma. Estas sombrías cavernas se convirtieron en los hogares de miles de creyentes. Ellos vivían adorando a Dios, y enterraban a sus muertos en este mundo húmedo y subterráneo, llamado "Las Catacumbas". Sus mutuos sufrimientos acercaban unos a otros a los creyentes y a su precioso Señor. Ellos desarrollaron una increíble fortaleza.

   Cuanto más sangrienta era la persecución, más osados llegaban a ser los creyentes. El amor a Cristo siguió propagándose. Un ardiente deseo de vivir en la pureza y en el orden divino significaba más para ellos que sus propias vidas. Aunque miles eran llevados a prisión o a la muerte, aparecían los reemplazos para ocupar sus puestos. En lugar de destruir al cristianismo, ¡la persecución lo había hecho crecer!

   Con el paso de los siglos, las decenas de millones de verdaderos cristianos también han soportado voluntariamente los sufrimientos y la muerte por su Maestro. Y no se han retractado de su fe frente a la tortura, ni frente a la muerte.

LA HEREJÍA DE CONSTANTINO
   Llegó el momento en que Roma dejó de perseguir a los cristianos. En el año 313 D.C., Constantino estableció una política de tolerancia del cristianismo como último recurso, pues su imperio estaba desmoronándose. Los césares de esa época y de las siguientes sabían que aunque perdieran sus ejércitos, siempre podrían llegar a ser líderes religiosos y seguir gobernando al pueblo.

   Constantino era hijo de un emperador romano. Después de la muerte de su padre sintió que era el legítimo heredero del trono. Hizo marchar su ejército contra Roma y contra el que consideraba él como el usurpador que había ocupado su lugar.

   Constantino enfrentó a su enemigo Majencio en el puente Milvio sobre el Tíber el 21 de octubre del año 312 D.C. . El ejército de Majencio permanecía como un impenetrable baluarte entre Constantino y el trono. Constantino y sus tropas enfrentaban un ejército que les excedía en número... y entonces, sucedió algo... . La historia tradicional nos cuenta que Constantino y sus tropas vieron una señal en el Cielo: ¡El signo de la Cruz! Constantino prometió públicamente que si el Dios de los cristianos le ayudaba en esa importante batalla, él se convertiría al cristianismo.

   Detalladamente describió la Cruz (como se representa comúnmente hoy) y ordenó ponerla en los escudos de sus soldados. Aquí es fácil para el ojo entrenado por el Espíritu descifrar los engaños de Satanás. La cruz de Constantino tenía la misma apariencia de la cruz egipcia llamada el "ank", un símbolo de su dios Sol. (En tanto que la cruz que conocemos hoy era semejante al símbolo colocado en los escudos de los soldados de Constantino en el año 325 D.C., Russell Stendal en su sagaz búsqueda de los textos originales ha comprobado que Jesús fue clavado en un "madero", no en una cruz). 

   ¡Constantino ganó la batalla! Marchó sobre Roma y sacudió al mundo diciendo: "¡Soy cristiano!" Sus tropas conquistaron la ciudad y Constantino tomó el gobierno en el año 312 D.C. . En el año 313 publicó un decreto de tolerancia, dando completa libertad religiosa. Por fin había terminado la persecución de los seguidores de Cristo, tal como parece haber terminado hoy (especialmente en Rusia y sus satélites, así como en toda Europa oriental).

   Después de proclamarse emperador, Constantino, como astuto político, consideró la forma de ganarse el apoyo de los paganos, de los cristianos y de los judíos. El adoraba al sol (al dios sol), así que ya podría contar con el apoyo de los paganos. También necesitaba del potencial y del compromiso del creciente número de cristianos, que habían sido multiplicados más rápido de los que la persecución pudo darles muerte. La filosofía de Constantino cambió convenientemente al, "si no puedes vencerlos, úneteles".

   ¡Toda la influencia satánica mutua que fue instituida por el espíritu de la reina del cielo, se mantuvo en provecho de ese mismo espíritu de la reina! Constantino roció en masa a sus tropas con el bautismo. Esos matones se convirtieron "instantáneamente" en cristianos, aunque nada sabían sobre el arrepentimiento ni sobre Cristo, ni de Su amor. Todo esto fue solo apariencia, algo no muy diferente a lo de hoy.

   Cuanto debe recordarnos esto la actual filosofía de cristianos "instantáneos", que ahora se propaga en la cristiandad (especialmente por medio de casi todo el atrio de la Renovación Ecuménica Carismática [REC]). Es difícil encontrar el verdadero convencimiento de pecado del Espíritu Santo junto con el genuino arrepentimiento. Los cambios arrolladores en el modo de vida, así como en el abandono de las doctrinas hechas por el hombre, son ciertamente raros. Trágicamente, hoy día, todo este panorama de la actividad religiosa parece haber perdido completamente su camino y la revelación.

   Queridos hermanos, ¿pueden ustedes ver y oír los engaños de Satanás, que se han propagado a través de los siglos hasta este mismo momento? Afortunadamente existimos algunos de nosotros que "no ignoramos sus maquinaciones" (2ª Cor. 2:11).


7Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
8Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
13Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad... (Juan 16)


      En el año 325 D.C. Constantino organizó el Concilio de Nicea. En algún sentido, podría decirse que él presidió allí como el primer Sumo Pontífice (Papa), pero también era el gobernante político de todo el imperio romano, con un electorado completamente pagano.

   Este desposorio entre lo religioso y lo político hizo del emperador Constantino la cabeza de lo que podría llamarse posiblemente la primera Iglesia Única Mundial. El ya era la cabeza del mundo conocido entonces.

   El doble liderazgo (religioso, político-económico) que más tarde sería pretendido por los Papas católicos, permaneció en efecto durante 1200 años, hasta la Reforma. esto será pretendido de nuevo por la venida del Anticristo y del Falso Profeta.

   Constantino se convirtió en dictador absoluto de ambos reinos, y no toleró rivalidad ni oposición. Su imperio político y religioso estaba ahora consolidado, y era una mezcla de cristianismo, judaísmo y paganismo. Esta mezcla impía y este compromiso llegarían a conocerse como:

EL SACRO IMPERIO ROMANO
   Al fin, Satanás ideó un modo para detener y dispersar a los verdaderos creyentes, haciendo que su "rumbo" se detuviera de pronto. Su plan obró perfectamente y todavía hoy lo hace. Primero detuvo la persecución. esto tuvo lugar en el año 313 D.C. bajo Constantino, el Emperador del Mundo. En un periodo muy corto después de eso Satanás casi destruye por completo el mensaje que Dios nos dio. Esto lo hizo absorbiendo al complaciente cristianismo (a los seudo-creyentes) y mezclando el paganismo en su propia religión. Finalmente, añadió el legalismo y muchas otras prácticas judías.

   En segundo lugar, se puso en operación el ecumenismo y la "Renovación de los odres viejos". Esto fue hace casi dos milenios. Hoy nada ha cambiado.

   El emperador Constantino hizo 30 copias de la Santa Biblia. En la ciudad de Siria de Antioquía fue a donde a los creyentes se les llamó "cristianos" por primera vez. Allí, los creyentes estaban haciendo copias exactas de los manuscritos originales del Nuevo Testamento. Desde Antioquía, los cristianos enviaron misioneros a Egipto para que enseñaran sobre el Señor Jesucristo.

   La Roma política decayó después de Constantino. La iglesia católica, sin embargo, creció en poderío. Promulgó la Vulgata latina como la Biblia oficial, y todas las versiones verdaderas fueron declaradas ilegales. Jerónimo preparó la Vulgata de "biblias" elaboradas por Eusebio, una obra influenciada totalmente por el gnosticismo.

   Algunos de los creyentes cristianos llamados waldenses que tenían copias de los manuscritos de Antioquía, tuvieron que esconderse en los Alpes para protegerse. Roma no toleraba la competencia, especialmente de aquellos intransigentes de fuera del campamento que vivían en las montañas y que tenían copias de la Palabra de Dios. ¡Roma persiguió y dio muerte a aquellos que resistían descaradamente por el Santo de Israel y que estaban en contra de su creciente e impía mezcla! A todos los creyentes de la Biblia que fueran capturados se les enviaba a la hoguera.

   Desde el principio, los cristianos de Roma o morían en la arena, o vivían en las catacumbas. Ellos se escandalizarían hasta lo increíble viendo como la mezcla católico romana contra la que habían luchado (y muerto por hacerlo así), hoy está siendo elogiada, maquillada, aceptada y practicada en el cristianismo moderno. Y toda esta rápida aceptación es sin una palabra de arrepentimiento por el "derramamiento de sangre" de más de 68 millones de protestantes que Roma martirizó durante la Inquisición además de las decenas de millares de mártires en los siglos siguientes. (Recopilados y denunciados por la Asociación Nacional de Evangélicos en el Libro de los Mártires de Foxe, 68 millones de, probablemente, mal contados cristianos fueron asesinados por Roma durante la Inquisición).

   Con el tiempo, la iglesia Romana casi convenció a todo el mundo de que el apóstol Pedro fue el primer Papa. Sin embargo, para los mismos católicos romanos, Pedro jamás podría haber calificado como Papa. Marcos 1:30 revela que Pedro era casado; también de acuerdo con la historia conocida, él jamás estuvo en Roma. El apóstol Pablo dijo que Dios lo escogió para que fuera a los gentiles y a Pedro para que fuera a los circuncidados (los judíos) (Gál. 2:8). Pablo no solamente escribió a los cristianos de Roma, sino que fue martirizado allí. Él nunca mencionó que Pedro estuviera en Roma o que tuviera cualquier ocupación allí, o en cualquier otra parte del mundo gentil.

LA SEPARACIÓN INGLESA
   Después de que Inglaterra se perdió para el gobierno de Roma durante el reinado de Enrique VIII, la iglesia católica luchó durante años para recobrarla.  Inglaterra se había vuelto temeraria y demasiado confiada como la potencia más grande del mundo. Con la dirección de Roma. España envió su poderosa flota la Armada Invencible, para tomarse Inglaterra en 1588. Las tormentas en el mar, indudablemente enviadas por Dios, destruyeron la flota Española, salvando a Inglaterra del forzoso regreso a la iglesia católica. Este acto de Dios cambió probablemente la historia más que cualquier otro acontecimiento en los pasados 2000 años.

   El rey Jacobo (1604) quería una nueva Biblia para el pueblo inglés. Reunió 47 eruditos, a quienes Dios había preparado. Estos hombres estaban entre los más grandes eruditos bíblicos que el mundo hubiera visto alguna vez.

   Los eruditos reunieron los manuscritos primitivos y los tradujeron con gran cuidado. Después de siete años de trabajar sin tapujos en ellos, se dio fin en 1611 a una obra maestra, la Biblia del Rey Jacobo. Para el Antiguo Testamento, ellos se valieron del Texto Masorético (la Biblia judía). El rollo de Isaías (en los manuscritos del mar muerto encontrados en 1947) estaba en forma de texto masorético. El texto usado para la traducción de la Biblia del rey Jacobo había demostrado ser exactamente correcto.

ROMA COMO LÍDER DE UN DOBLE PAPEL
   Como dictador del Imperio Romano, Constantino fue el compendio del Anticristo. Como cabeza autoseñalada de la iglesia cristiana, él, como Judas, estaba cerca de simbolizar el compendio del Falso Profeta. Este doble papel es sombra y figura de lo que ha de venir pronto. Esta dicotomía, aunque doblemente, existe en Apocalipsis 17:16: "... y los diez cuernos que viste en la bestia [el Anticristo,  los católicos romanos, el monopolio de los EE.UU. de Europa, al igual que la más grande contraparte: todo el mundo dividido, como lo está ahora, en diez zonas políticas bajo el papado], éstos aborrecerán a la ramera, y la harán desolada y desnuda; y comerán sus carnes y la quemarán con fuego". (Aquí, lo fundamental está en los 10 cuernos que la mayoría de los teólogos creen que representan un monopolio de los EE.UU. de Europa. Este vigía-escriba ve dos niveles para la revivida y revisada "bestia" romana: 1) Los EE.UU. de Europa, y 2) Todo el mundo (10 tentativas zonas de comercio, como las establecidas en 1975 por el Concilio Mundial de Relaciones Exteriores). [Ver apéndice 5, titulado: "la Globalización" para abundar en el tema de la venida del Nuevo Orden Mundial, el lado mundial del renovado Sacro Imperio Romano].

   Este versículo parece presentar la mejor opción al protestantismo (con sus cuernos Ecuménicos y Carismáticos) para que ejerza el control o para que desempeñe el papel central del Falso Profeta. La compostura superficial del rompimiento entre la madre romana y sus hijas rameras protestantes está casi terminada. No muy lejos en el futuro, un monopolio del gobierno europeo de las 10 unidades políticas, bajo el yugo de Roma, se volverá contra ésta, pues "... aborrecerán a la ramera [el Falso Profeta]". Una vez más una última ruptura separará al Anticristo (la iglesia romana y su Papa) y al Falso Profeta (el protestantismo y su, todavía en ascenso, líder papal). Todo el reprimido odio de Roma hacia Lutero y sus legítimos descendientes religiosos y hacia este nuevo líder protestante, será venenosamente derramado sobre ellos.

   No es difícil imaginar al Papa romano Wojtyla (Juan Pablo II o a su sucesor) como representación del Anticristo. Tampoco es difícil imaginarse que, como Caín, el Papa podrá cambiarse un día hacia la aceptación o promoción de un "sacrificio incruento", por ser su propósito persuadir y luego controlar a los judíos que rechazaron a Cristo, a los musulmanes, a los hindúes, a los africanos, a los árabes, a los orientales y a otros más. El Papa ya lo controla casi todo (en el mundo espiritual), tanto dentro del catolicismo como del protestantismo, incluyendo el reino carismático.

   En otras palabras, el Papa podría aceptar, no obstante, la divinidad de Jesús, su nacimiento virginal, incluso la crucifixión y la ascensión (así como se proclama la de Mahoma). El derramamiento de la sangre de Jesús, sin embargo, ya no será aceptado como el único medio de salvación.

   Si tal herejía llegara a ser un hecho, muy ciertamente la propensión a la doblez podría hacer que el Papa Juan Pablo II o su sucesor, como el rey Saúl (y Judas) llegarán a estar poseídos por otro espíritu.

   El Papa también puede ser transformado "en otro hombre" (1ª Sam. 10:6). Puede empezar u odiar a aquellos que todavía están dentro de la cristiandad organizada (católicos y protestantes) porque, contrario, a su nuevo entendimiento blasfemo, ellos todavía quieren atribuir alguna eficacia al "... derramamiento de sangre" (He. 9:22). Este concepto puede ser aplicado igualmente a otras verdades fundamentales que el romanismo todavía pretende aceptar.

   En uno de esos cambios de posición, el Papa llegaría a ser de los que "... aborrecerán a la ramera" (Ap. 17:16). ¿Cual sería la ramera ante sus ojos? ¿Aquellos que están dentro del protestantismo y del carismaticismo organizado (rápidamente deteriorados) y, probablemente, algunos (aun la mayoría) de sus propios católicos? Cualquiera que insistiera en sostener algún vestigio de la premisa de la "religión de la sangre" sería considerado como un enemigo. Aunque ellos hubieran sido sus seguidores, ahora parecerían atribuirle alguna eficacia parcial a la sangre, o a algunos otros dogmas fundamentales, tales como "solo la fe aparte completamente de las obras buenas, cualesquiera que ellas sean", como suficiente para lograr la salvación.

   Por tal beligerancia, éstos que serán señalados como "fanáticos", se ganarán el título de "enemigos mortales". Entonces el Papa, o más bien el revivido y reformado Imperio Romano de los 10 cuernos (probablemente existente en dos niveles), (1) los EE.UU. de Europa, y (2) todo el mundo que, para ese tiempo, él liderará y controlará, se enfrentará con la bien organizada "ramera" (principalmente religiosa, pero crecientemente política). Si, "... éstos [10 también completamente politizadas naciones-estado] aborrecerán a la ramera y la harán desolada y desnuda; y comerán sus carnes, y la quemarán con fuego". Las hijas "rameras" protestantes del Papa seguirán siendo amigas hasta cuando se conviertan en abogadas del casi olvidado: "sin derramamiento de sangre [solamente la aceptación de la sangre de Jesús como el único medio de salvación] no se hace remisión" (He. 9:22). Entonces, los protestantes, los poquísimos que ahora protestan, serán sus enemigos mortales.

   ¿No llegará el Papa a la conclusión lógica de que aquellos que están tratando de conservarle alguna legitimidad al "sacrificio de la sangre de Cristo" son el único obstáculo que queda en el camino? ¿No los verá como estorbos en su camino que lleva a todo el mundo (incluso a todas las religiones) a caer bajo su control, como lo fue durante siglos de dictadura absoluta del Sacro Imperio Romano?

   Este también sería el momento para cerrar la brecha con el Islam, el Judaísmo y con el Sionismo; y, además, con las muchas otras religiones y naciones que rechazaron a Cristo. ¿No considerará el Papa la total unidad del mundo (tanto política como religiosa) como una meta digna del martirio de unas pocas decenas de millones de opositores, lo que estaría más que justificado?

   Estas preguntas requieren respuestas sinceras.

Libro completo aquí:
http://josemariaarmesto.blogspot.com.es/2013/02/maestros-del-engano-por-clayton-sonmore.html

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