PADECER EN LA CARNE APAGA LAS CONCUPISCENCIAS, Devocionales eMANÁ

 



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22 de febrero de 2025

Padecer en la carne

Versículos de la Biblia

1 Pedro 4:1-4 Puesto que Cristo ha padecido en la carne, vosotros también armaos del mismo sentir; pues quien ha padecido en la carne, ha terminado con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, en las concupiscencias de los hombres, sino en la voluntad de Dios. Basta ya el tiempo pasado para haber hecho los deseos de los gentiles, habiendo andado en lascivias, concupiscencias, embriagueces, juergas, disipación e ilícitas idolatrías. En ello les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desbordamiento de disolución, y os calumnian.

Palabras del ministerio

En 4:1 Pedro dice que los que han padecido en la carne, han terminado con el pecado. El placer enciende las concupiscencias de nuestra carne (v. 2), mientras que el sufrimiento las atenúa. El propósito de la obra redentora de Cristo es liberarnos de la vana manera de vivir que heredamos (1:18-19). El sufrimiento concuerda con la obra redentora de Cristo puesto que también cumple el propósito de guardarnos de una manera de vivir pecaminosa, del desbordamiento de disolución (4:3-4). Por lo tanto, nosotros debemos armarnos de una mentalidad sobria a fin de soportar tal sufrimiento.

En la economía de Dios, el sufrimiento realiza una labor muy positiva en favor de los hijos de Dios. El sufrimiento restringe grandemente nuestras concupiscencias. Cuanto más deleite material tengan las personas, más satisfarán sus concupiscencias y más se entregarán a ellas. Pero si sufrimos pobreza, persecución o enfermedad, este sufrimiento nos guardará de complacer nuestras concupiscencias. Todo el mundo sabe que los ricos, a causa de sus concupiscencias, cometen más pecados que los pobres. Si uno posee muchísimas riquezas y no necesita trabajar, pasará todo su tiempo complaciendo sus concupiscencias. Es posible que viaje alrededor del mundo en búsqueda de placeres. Pero es posible que el Señor lo restrinja a usted económicamente de modo que escasamente logre cubrir las necesidades más básicas, y tenga que trabajar muchas horas al día para ganarse la vida. Como resultado, no le quedaría a usted ni tiempo ni energías para complacer sus concupiscencias. Su pobreza incluso apagaría totalmente el deseo de ir en busca de placeres lascivos.

Es peligroso ser rico. Si usted es rico y anda en un auto lujoso para ostentar, esto de inmediato avivará las concupiscencias que hay en su corazón. No piense que por el hecho de ser cristiano y poseer la vida divina, no será tentado de esta manera. El diablo usa las riquezas para avivar las concupiscencias. Dios, en cambio, usa los sufrimientos que padecemos en la carne para que terminemos con el pecado. (c) 2016 Living Stream Ministry.


Vivir en la voluntad de Dios

Versículos de la Biblia

1 Pedro 4:1-3 Puesto que Cristo ha padecido en la carne, vosotros también armaos del mismo sentir; pues quien ha padecido en la carne, ha terminado con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, en las concupiscencias de los hombres, sino en la voluntad de Dios. Basta ya el tiempo pasado para haber hecho los deseos de los gentiles, habiendo andado en lascivias, concupiscencias, embriagueces, juergas, disipación e ilícitas idolatrías.

Palabras del ministerio

No es fácil mantenernos alejados de las concupiscencias y hacer la voluntad de Dios mientras tenemos abundancia de bienes materiales. Es por ello que Dios nos asigna cierta porción de sufrimientos. Tales sufrimientos ponen límite a nuestras concupiscencias y nos guardan en la voluntad de Dios. En este sentido todos deberíamos adorar a Dios por nuestros sufrimientos. Deberíamos decirle: “Señor, cuánto te adoro porque en Tu soberanía me has asignado sufrimientos para que sea guardado en Tu voluntad”. No debemos temer que nuestros sufrimientos puedan ser demasiado difíciles de soportar. El Señor sabe cuántos sufrimientos mandarnos. Él no nos asignará ni muy pocos ni demasiados sufrimientos, sino que siempre nos dará la medida correcta y exactamente lo que necesitamos.

Cada una de las expresiones negativas mencionadas en este versículo denotan el cumplimiento de los deseos en distintos aspectos. Las lascivias denotan el cumplimiento de los deseos sexuales, y las concupiscencias se refieren al cumplimiento de diferentes clases de placeres. Las personas tienen diversos tipos de pasiones. Por ejemplo, la gente mundana tiene un deseo exagerado por lucir bien, y no sólo tiene este deseo, sino que lo satisfacen.

La palabra “embriagueces” significa satisfacer el deseo de beber vino, y se refiere a beber vino en exceso. La palabra “juergas” alude a comer y beber con malas compañías, incluyendo el hecho de gritar y armar algarabías sin límite o restricción alguna. Pedro también habla en el versículo 3 de la disipación. Las personas caen en la disipación cuando compiten unos con otros en la bebida. Algunos incluso compiten para ver quién bebe más. Esto describe la manera en que viven los gentiles. En el versículo 3 Pedro nos dice que ya fue suficiente el tiempo pasado para haber hecho los deseos de los gentiles. Ya no debemos vivir de esa manera. (c) 2016 Living Stream Ministry.


Los versículos son tomados de la Santa Biblia, Versión Recobro. Las "Palabras del ministerio" provienen del Estudio-vida de 1 de Pedro, escrito por Witness Lee, capítulo 26. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.

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