Después del combate de lucha de Jacob y después de su encuentro con Esaú, Jacob continuó su viaje, entrando en la Tierra Prometida. Aquí se estableció en Sucot (Gén. 33: 17).
17 Y Jacob fue a Sucot, y edificó para sí una casa, e hizo cabañas [hebreo, sucá] para su ganado, por lo tanto, el lugar lleva el nombre de Sucot.
En Sucot, Jacob estaba finalmente de vuelta en la Tierra Prometida, su herencia. Es muy apropiado, entonces, que él llamara el nombre del lugar "Sucot", Tabernáculos o Cabañas. Como consecuencia en los días de fiesta, la Fiesta de las Cabañas o Tabernáculos, es el día final de las fiestas en la revelación profética de la Ley.
Nada más se dijo acerca de este lugar, por lo que podemos deducir muy poca información sobre la Fiesta de Tabernáculos y de este único versículo. Los principales detalles de esta fiesta se deben obtener a través del patrón-histórico de otras leyes bíblicas y proféticas. Aun así, les hacemos saber un detalle del versículo que se suele pasar por alto. Sucot es un lugar donde Jacob construye una casa y las ovejas permanecen en los rediles.
Años más tarde, Dios le dijo a Israel que vivieran en cabañas durante su tiempo en el desierto. No debían construir casas hasta que entraran en la Tierra Prometida. Jacob cumplió este patrón de no construir una casa hasta que regresó a Canaán. Además, el propio Dios vivió en una tienda (Tabernáculo de Moisés) en toda la peregrinación por el desierto. Sólo después de que llegaron a la tierra de Canaán dio Dios instrucciones a Salomón para que le edificara una casa, es decir, un templo.
En esto podemos ver las etapas progresivas de nuestra maduración y experiencia en Dios. Debemos permanecer movibles, siempre y cuando todavía estemos en las etapas de aprendizaje. Al igual que Israel, debemos ser guiados por el Espíritu de un pozo de agua al próximo, aprendiendo diferentes lecciones en cada parada. Cada avivamiento genuino en el pasado ha sido la base de una nueva revelación de la verdad que Dios ha inyectado en la historia del pensamiento cristiano. Muchos rechazan cada verdad, y muchos la distorsionan más tarde, sin entender que, sin embargo, a través de los ojos de Dios la verdad siempre va a resistir el paso del tiempo. Mientras tanto, somos llamados a permanecer movibles, no fijos en nuestros sistemas de creencias, pensando que ya poseemos toda la verdad y nada más que la verdad.
Esta es la debilidad de la mayoría de las denominaciones. Son casas construidas en el desierto, con credos fijos, que suponen tener un pleno conocimiento de la verdad demasiado pronto.
El hecho de que Jacob-Israel construyera una casa en Sucot sugiere el patrón de que en el cumplimiento de los Tabernáculos los Vencedores tendrán un pleno conocimiento de Dios por medio de la plenitud del Espíritu. El apóstol Pablo ora por nosotros con ese fin en Ef. 3: 14-19,
14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre, 15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, 16 para que os conceda, según la riqueza de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 17 para que Cristo habite por la fe en sus corazones, y que, arraigados y cimentados en amor, 18 podáis ser capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, 19 y de conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
La Fiesta de Tabernáculos es el punto donde los Vencedores podrán experimentar la plenitud de Dios de forma permanente. Antes de ese tiempo designado habremos permanecido bajo la prenda o arras del Espíritu que caracteriza a Pentecostés. A veces algunos, como Moisés, han sido capaces de entrar en la experiencia de Tabernáculos, con carácter temporal, pero nadie ha sido capaz de disfrutar de ella de forma permanente.
En Pentecostés, no hemos entrado en el descanso (sábado) más alto de Dios. Así como hay tres días de reposo (el 7º día, el 7º año, y el Jubileo), también hay tres niveles de reposo que los creyentes pueden experimentar. Estos reposos corresponden a las tres fiestas. Las dos primeras fiestas se celebran, mientras que todavía vivimos en tiendas de campaña. La tercera se celebra en un templo de reposo.
Durante la estancia de Israel en el desierto, Dios buscó un lugar de descanso para el Arca de la Alianza y para el pueblo de Israel. Números 10: 33 dice,
33 Así partieron del monte de Yahweh camino de tres días, con el arca del pacto de Yahweh en camino delante de ellos durante los tres días, para buscar un lugar de descanso para ellos.
En última instancia, Dios encontró un lugar de descanso en el templo de Salomón, que es una imagen del creyente totalmente maduro que ha experimentado la Fiesta de Tabernáculos. Dios ha estado buscando un lugar de descanso en la Tierra desde hace mucho tiempo. El templo de Salomón era sólo un tipo y sombra del verdadero lugar de descanso que Él desea de nosotros. El templo de Salomón fue lleno del Espíritu en el 8º Día de Tabernáculos (1º Reyes 8: 2; 2º Crónicas 7: 1-10).
Somos el templo de Dios hoy en día como una persona jurídica. Dios busca descansar en nosotros, así como nosotros tratamos de descansar en Él. Cuando nosotros, como Jacob-Israel, vamos a Sucot, entonces vamos a construir nuestra casa y entrar en su Reposo, en el sentido más elevado; pero el resto de las ovejas y las cabras se mantendrán en los rediles, como Israel en el desierto, porque aún no estarán listos para la Fiesta de Tabernáculos. Al igual que el antiguo Israel, la mayoría de la Iglesia no sabe nada del Jubileo, ni pueden ver claramente el Rostro de Dios en el rostro de sus enemigos. Y así, al igual que sus predecesores excepto Moisés, también guardarán solo el Día de la Expiación. Tendrán que permanecer en tiendas de campaña para el siglo venidero. Ellos tendrán que aprender la obediencia por la Ley Divina, de la mano de los Vencedores, que son los llamados a gobernar y juzgar la Tierra.
(Extracto del libro "Las Leyes de la Segunda Venida", cap. 4)
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