Por: Dr. Stephen Jones Publicado el: 24/12/2021
Si ha seguido estos weblogs durante un tiempo, probablemente sepa que los magos llegaron a Belén el 25 de diciembre del 2 aC con regalos para el Rey. Jesús ya tenía tres meses en ese momento, habiendo nacido en la Fiesta de las Trompetas, la noche del 28 al 29 de septiembre.
La fiesta de Navidad agrupa todo y hace que los reyes magos acudan al pesebre, junto con los pastores locales. Pero los pastores encontraron a Jesús en un pesebre (Lucas 2: 16), mientras que los magos lo encontraron en una casa (Mateo 2: 11). Es dudoso que los pastores se encontraran con los magos, a menos que José y María estuvieran teniendo estudios bíblicos en la casa todas las noches para discutir estas profecías.
Eso es, por supuesto, posible. ¿Por qué, si no, no regresarían a Nazaret justo después de terminar de registrarse y firmar el decreto del senado romano que proclamaba a Augusto César como Pater Patriae, “Padre de la Patria”? Pero por alguna razón permanecieron en Belén durante tres meses, probablemente en la casa de algún pariente. ¿Zacarías e Isabel, quizás?
Si hubiera estado allí, ¡habría organizado un estudio bíblico! Después de todo, esta fue una ocasión trascendental, y su comprensión de las profecías mesiánicas necesitaría actualizarse para alinearse con los eventos reales.
Sabemos por el relato de Lucas que José y María llevaron a Jesús al templo en el octavo día para la circuncisión (Lucas 2: 21) y de nuevo en su 40º día de la purificación de María, según la Ley (Lucas 2: 22; Levítico 12: 1-4). Belén estaba a solo cinco millas al sur de Jerusalén, por lo que estaba mucho más cerca que Nazaret. Pero la conveniencia no fue la única razón para permanecer en Belén, porque no explica por qué no regresaron a casa durante las siguientes siete semanas.
Está claro que Dios puso en sus mentes permanecer en Belén para que los sabios pudieran encontrarlos. Su única pista para encontrarlo fue cuando se les informó de la profecía de Miqueas 5: 2 de que el Mesías iba a nacer en Belén. Si hubieran dejado la ciudad antes, habría habido pocas esperanzas de encontrarlo.
La revelación de los sabios
Los magos tardaron meses en llegar, ya que tenían un largo camino por recorrer. Las primeras señales en los cielos habían aparecido ya el 19 de mayo del año 3 aC, cuando Mercurio y Saturno entraron en conjunción. Pero cuando Júpiter hizo un bucle sobre Regulus desde el 14 de septiembre del 3 aC hasta el 8 de mayo del 2 aC, supieron con certeza que el rey había nacido.
Los magos eran una clase destacada de eruditos que se desempeñaban como asesores espirituales y técnicos de los reyes de la región. El mismo Daniel había sido nombrado jefe de la orden de los magos después de contarle a Nabucodonosor su sueño y darle la interpretación correcta (Daniel 2: 48). Daniel obviamente compartió con ellos otras revelaciones con respecto a la venida del Mesías, especialmente la profecía en Génesis 49: 10,
10 El cetro no será quitado de Judá, ni el bastón de gobernante [“legislador”, KJV] de entre sus pies, hasta que venga Silo, y a él será la obediencia de los pueblos.
El gran “legislador” era Regulus, conocida como la Estrella del Rey, que se encontraba entre los pies de Leo, el León de la tribu de Judá. Por lo tanto, cuando el Planeta del Rey coronó la Estrella del Rey, los magos supieron que la profecía se había cumplido. Júpiter luego continuó moviéndose hacia el oeste a través del cielo en dirección a la tierra de Judea, por lo que discernieron que debían seguirlo.
Después del 8 de mayo del 2 aC, llevaría tiempo organizar el viaje, porque funcionarios tan prominentes necesitarían un pequeño ejército de guardaespaldas para hacer tal viaje llevando un tesoro. Una vez que se pusieran en camino, tardarían unos meses en llegar a su destino. Cuando finalmente llegaron a Jerusalén, Júpiter, visto desde Jerusalén, flotaba en el cielo sobre Belén.
La huida a Egipto
La llegada de los reyes magos el 25 de diciembre, cuando Júpiter parecía flotar sobre Belén después de "coronar" a Regulus, marcó un gran punto de inflexión. Esa noche, un ángel hizo que terminara abruptamente su estadía en Belén al aparecérsele a José en un sueño, diciéndole que “huyera a Egipto” (Mateo 2: 13). José se despertó la noche después del sueño e inmediatamente salió de Belén cuando aún estaba oscuro (Mateo 2: 14).
El viaje fue financiado con los obsequios de los magos, que les habían dado oro, incienso y mirra (Mateo 2: 11). A partir de esto, muchos han conjeturado que solo había tres sabios viajando solos. Pero no se nos dice cuántos fueron. Solo se nos habla de tres variedades de dones. Ciertamente, no eran "tres reyes", porque los magos no eran reyes sino consejeros de reyes.
La profecía citada en Mateo 2: 15 fue la de Oseas 11: 1, "de Egipto llamé a mi hijo". En los días de Moisés, el “hijo primogénito” de Dios, Israel, nació de Egipto (Éxodo 4: 22-23). Pero en el caso de Jesús, el Hijo unigénito fue "llamado" de Egipto, cuando ya tenía tres meses de edad. Nosotros mismos hemos nacido en Egipto, que representa al viejo hombre carnal. Comenzamos con Egipto como nuestra madre (Agar) y, por lo tanto, somos asnos espirituales (Génesis 16: 12) que deben ser redimidos por el Cordero pascual según la Ley (Éxodo 13: 13).
Por lo tanto, a través de la Fiesta de la Pascua, también nosotros, como hijos de Dios, somos llamados a salir de Egipto para comenzar nuestro viaje a la Tierra Prometida como ovejas de su prado.
La gran matanza de los inocentes
Los magos, después de encontrar a Jesús, regresaron a su país por otra ruta, “habiendo sido advertidos por Dios en un sueño que no volvieran a Herodes” (Mateo 2:12). Sin duda fueron a Jericó y cruzaron el Jordán en el mismo lugar por donde los israelitas habían cruzado bajo Josué. Parece probable que al menos uno de los magos hubiera sido advertido en un sueño al mismo tiempo que José había sido advertido en el sueño suyo. Probablemente, ambas partes salieron de Belén al mismo tiempo, cada una en una dirección diferente.
Herodes pronto descubrió que había sido "engañado por los magos" (Mateo 2: 16), y dio la orden de matar a todos los niños de las cercanías de Belén "de dos años o menos, según el tiempo que lo había determinado por los magos” (Mateo 2: 16). Esto ha hecho que algunos crean que Jesús nació unos dos años antes (en el 4 aC), pero en realidad, los magos le habían dicho a Herodes que las señales en los cielos habían comenzado unos 18 meses antes (19 de mayo del 3 aC). Herodes no sabía exactamente cómo interpretar eso, por lo que ordenó la matanza de los niños nacidos en los dos años anteriores.
Esta matanza fue una reminiscencia de la matanza de los niños en los días de Moisés (Éxodo 1: 16, 22). El faraón les ordenó "arrojar al Nilo" a todos los hijos varones nacidos entre los israelitas. La madre de Moisés obedeció después de tres meses, pero lo puso en una “canasta de mimbre” (Éxodo 2: 3) antes de arrojarlo al Nilo.
La hija del faraón encontró la canasta y decidió quedarse con el bebé y adoptarlo como propio. Entonces Moisés entró en la casa de Faraón para su protección a la edad de tres meses (Éxodo 2: 2). Esto estableció el modelo para Jesús mismo, quien fue llevado a Egipto para su protección a la edad de tres meses.
La matanza moderna
Estamos viendo el mismo patrón de asesinatos despiadados en el tiempo de la Segunda Venida de Cristo. La legalización del aborto en 1973 fue un intento, espiritualmente hablando, de matar a los hijos de Dios antes de que pudieran nacer. No creo que este plan haya tenido éxito, pero más de 50 millones de bebés inocentes han muerto en el intento.
En 2020 se tramó otro plan, esta vez bajo la excusa de una pandemia. Esta “cura” de alteración genética fue diseñada para convertir a las personas en organismos genéticamente modificados (OGM) de modo que, si sobrevivían, pudieran ser patentados como esclavos. Creo que también entendieron que si su humanidad pudiera cambiarse por algo diferente a lo que Dios creó, entonces esto también podría prevenir la Manifestación de los Hijos de Dios.
Esto también fracasará, aunque es seguro que muchas personas inocentes resultarán perjudicadas. Los líderes babilónicos de hoy han estado obsesionados con reducir la población y esclavizar al resto de ellos. Han usado la “ciencia” para promover sus propias ambiciones, pero detrás de todo está el complot para masacrar a los Hijos de Dios, de acuerdo con los patrones bíblicos.
Otro caso para la Corte Divina
Hace una semana recibimos la revelación de hacer algún tipo de llamamiento al Tribunal Divino el 25 de diciembre. Nos sorprendió el momento en que ocurrió y no supimos qué pensar hasta ayer, cuando descubrimos que tenía que ver con otra amenaza contra los Hijos de Dios.
Cuando los babilonios perdieron su autoridad en 2017, se negaron a cumplir con la sentencia del Tribunal Divino (Jeremías 50: 33). Decidieron luchar para retener el poder, y esto solo puede resultar en otra matanza de inocentes. Los Hijos de Dios siempre escaparán, porque están divinamente protegidos, como muestran los patrones bíblicos. Así que no me preocupan los Hijos de Dios, sino las personas inocentes que no conocen el complot para matarlos.
Así que les estoy informando de nuestra sesión del Tribunal Divino con anticipación, para que estén al tanto de los problemas que enfrentamos en estos tiempos peligrosos. El momento de esto parece sugerir que esta amenaza ocurrirá el 28 y 29 de diciembre, ya que estas son las principales fechas tradicionales de la conmemoración de la Iglesia de la Fiesta de los Santos Inocentes. (En la historia de la Iglesia, esta fiesta se mencionó por primera vez en 485 dC).
La Iglesia Católica Romana, la Iglesia de Inglaterra y la Luterana celebran esto el 28 de diciembre. La Iglesia Ortodoxa Oriental lo celebra el 29 de diciembre.
Nuestro llamado a la Corte Divina es apelar para la ejecución de la sentencia judicial anterior de 2017, en vista del hecho de que Babilonia no está cumpliendo. Con suerte, esto reducirá o incluso eliminará el evento de matanza que podría planificarse para la próxima semana. Desafortunadamente, sin embargo, en el panorama general, el aborto ya ha masacrado a millones, y (si se supiera la verdad completa) millones más ya han sido sacrificados a través del experimento genético del ARNm que ellos llaman "vacuna". Se estima que el 80 por ciento de las mujeres embarazadas que reciben el ARNm sufren abortos espontáneos.
La humanidad ha sufrido mucho bajo el dominio babilónico. Solicitaremos a la Corte Divina que ponga fin a esto.
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