NOTA ADMINISTRADOR:
Acabo de escuchar dos veces seguidas esta prédica de Martin. Me ha parecido una solemne advertencia para los INSUMISOS y REBELDES, tipo Absalón, que, no aceptando la disciplina, optan por el ENDURECIMIENTO y la OBSTINACIÓN (1ª Sam. 15: 23).
Dice Martin que para llegar a formar del sacerdocio de Sadoc-Melquisedec es imprescindible MADURAR y para madurar es imprescindible someterse a la DISCIPLINA (interpreto que someterse a la disciplina es obedecer respetuosamente a la autoridad).
El sacerdocio de la Casa de Elí continuó, pero en esa Casa nadie nunca va a llegar a madurar. Aún en el Milenio podrán ministrar en los atrios de afuera, pero no podrán ministrar al Señor en el Lugar Santísimo, no podrán entrar a Su presencia. Solo los vencedores, los hijos de Sadoc, lo harán.
La Casa de David es SEGURA (o firme, Isaías 55: 3) para siempre (olam-aionian) pero para los hijos de David que se han sometido a la disciplina de Dios. Dios no puede cubrir a los TERCOS y REBELDES.
Absalón, como nosotros, era hijo de David, pero eso no le aseguró las misericordias firmes o seguras que se le prometieron a su padre.
SOLO HAY MISERICORDIAS FIRMES O SEGURAS PARA LOS QUE LE TEMEN Y ACEPTAN SU DISCIPLINA.
Que Dios nos dé de Su gracia para someternos a la disciplina.
2 Samuel, capítulo 18:19-33-Martín Stendal
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