TIEMPO Y ESPACIO EN LA BIBLIA 8: BUSCANDO LAS COSAS DE ARRIBA - Perspectiva celestial, Administrador





Pablo en su carta a los Colosenses arroja más luz sobre las cosas de Arriba en la Cuarta Dimensión y las de abajo en la Tercera Dimensión, advirtiéndonos sobre cual ha de ser el enfoque correcto para nuestras vidas.

Él nos dice que las cosas ocurren en el sentido o dirección de Arriba hacia abajo:

Col. 3:1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.

Dice que nuestra vida está escondida con Cristo en Dios y que Dios y Cristo están Arriba. Es decir, que nuestra vida real está escondida allí Arriba y no aquí abajo.

¿Cómo encontrar esta vida escondida? ¿Cómo descubrirla?

Perspectiva incorrecta de abajo hacia Arriba

Pablo también nos dice que hemos de haber experimentado la vida en resurrección tras haber muerto a nosotros mismos. Desgraciadamente, hasta que alcanzamos la madurez actuamos como si no la tuviéramos; pues en lugar de poner la mira en las cosas de Arriba, la ponemos en primer lugar en las de la Tierra, para después alzar los ojos y pedir a Dios que obre según lo que hemos deseado o visto o dilucidado como mejor nos parece desde en nuestra propia prudencia aquí abajo; esto es pretender dirigir el Cielo desde la Tierra; es decir, según lo que nosotros queremos, según nuestra voluntad, opinión, gusto, plan o deseo.

Eso es justo lo contrario de lo que el Señor nos manda y por ello no acabamos de encontrar esa vida escondida que Él tiene para nosotros.

En lugar de mirar primero Arriba y decir:

Señor, ¿cual es mi llamado, mis dones mi ministerio?¿Cual es la porción escondida de vida allá Arriba que me tienes reservada para hoy? … Gracias por mostrármelo. Ahora te pido que cumplas esa voluntad Tuya para mí, ayudándome a ser o a hacer lo que me has revelado. Gracias, en el nombre de Jesús”.

Pensamos lo que nos apetece para el día o para el futuro y oramos:

Señor, me gustaría ser esto o aquello, me gustaría tener esto o aquello, hoy me gustaría hacer esto, eso otro y aquello de más allá. Por favor ayúdame a conseguir mis deseos y metas. Gracias, en el nombre de Jesús”.

En lugar de tener “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe” (Heb. 12:2), ponemos los ojos en nuestras pequeñeces, en las cosas del mundo de aquí abajo. De esta manera la oración nace de lo que estimamos ser nuestras necesidades terrenales y no de las necesidades celestiales emanadas del Trono celestial.

Hay un versículo al que llamamos la 'Alfombra Roja'

Efe. 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Yo imagino al Señor extendiéndonos una alfombra poco a poco, para que avancemos por el camino que nos tiene trazado de antemano. Él lo hace un paso a la vez, el paso que ilumina la lámpara de Su Palabra, como cuando uno camina en la noche con una linterna, que solo ilumina unos pocos pasos por delante. Pero Su Palabra también es lumbrera, y las lumbreras (luna y estrellas) antiguamente eran las que orientaban la dirección de los peregrinos durante la noche, cuando había poca o ninguna luz. Cuando aprendemos a escuchar y discernir correctamente la voz de Dios Él nos da Palabras estratégicas direccionales, y también Palabras tácticas sobre los siguientes pasos a tomar. Nunca nos adelanta todo el trazado, para que necesitemos depender de Él continuamente y no echemos a correr por caminos errados:

Sal. 119:105 Nun
Lámpara (linterna) es a mis pies tu palabra,
Y lumbrera (luminaria o lumbrera) a mi camino.

Hablaremos un poco más de esta Alfombra después.

Es, permítaseme esta forma de hablar, como si en el Cielo todo estuviera concentrado en un “punto”: JESUCRISTO, en el cual convergen las líneas Alfa y Omega. Dicho punto es el SOY, el AHORA, el principio (origen) y el fin (destino) de todas las cosas. Todo procede de y va hacia ese “punto”, y ese “punto” está Arriba en el Cielo y no abajo en la Tierra. Dice Pablo en Efesios:

Ef. 1:9 ... el cual (el Padre) se había propuesto en Sí mismo, 10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.

No entender estas cosas y continuar orando y actuando como hasta ahora será un esfuerzo un tanto fútil.

De Arriba hacia abajo (correcto)

No olvidemos que la Luz (la Vida) fluye de Arriba hacia abajo; de la cepa a los pámpanos; de lo real a lo por manifestarse. Esto ocurre cuando lo ESCONDIDO o INVISIBLE, que no es lo mismo que inexistente, se manifiesta. La Luz es lo que manifiesta lo escondido o que está en obscuridad para que pueda ser visto.

Arriba está la REALIDAD, el modelo original (la verdad, el origen); abajo el reflejo o sombra proyectado de tal original. Por ello, lo que hacemos aquí abajo es caminar sobre la sombra de la verdad o realidad de Arriba.

También es sabido que la sombra desaparece coincidiendo o ajustándose con el objeto real (la sombra estaría justo bajo el objeto, que en ese momento la está tapando), cuando está justo en la vertical, al mediodía, ¡el momento de luz más intensa o directa! Esto ocurre lo celestial se materializa en la Tierra.

¿Se imaginan al Padre de la Luces allá Arriba con millones de linternas, proyectando Su luz sobre cada uno de Sus hijos aquí abajo en la Tierra, iluminando para ellos sendos caminos o planes de vida?


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