GILGAL - Capítulo 1: La Reforma Apostólica, Thamo Naidoo

 

Una nueva estación ha amanecido sobre la Iglesia de 
Jesucristo, etiquetada en algunos círculos, como la 
Reforma Apostólica.1 Viene en la forma de un clarinete 
que clama desde el Trono de Dios por una reforma 
consumada de proporciones gigantescas para ser impuesta 
sobre la Iglesia. Es posible que este título 
acertadamente capture la mente de Dios y describa los 
rasgos fundamentales que caracterizan esta época en la 
historia redentora. 

Acompañando el propósito de Dios para la estación está 
la restauración del Oficio y Ministerio de Profetas y 
Apóstoles a los cinco ministerios del gobierno de la 
Iglesia. Estos dones ministeriales ocupan un lugar 
prominente en toda la misión de Dios para esta estación. 
Ellos juegan un rol significativo articulando la intención 
divina y también proveyendo los dones de gracia para 
que la iglesia finalice la asignación de la estación. 
Algunos de los capítulos siguientes intentarán examinar 
el rol de esos dones en esta estación. 
 

La Reforma Apostólica Definida 

La palabra “apostólico” derivada del verbo griego apostello”, literalmente, significa “enviar, mandar” 2.
Denota un “envío” específico (con una misión específica) 
por medio del que “envía” (Dios) quien impone un claro 
mandato sobre el “enviado” (la Iglesia). Incluida en este envío” está la idea de una íntima relación entre el que envía” y “el enviado” y que el “enviado” adopta una 
actitud voluntaria y servil hacia quien lo envía. Indica 
estricta adherencia a los detalles específicos de la misión 
sin desviarse de las instrucciones prescritas. En el 
contexto de este libro, se refiere a la naturaleza exacta y 
al detalle de la missio dei (misión de Dios) para Su 
Iglesia. 

La palabra “reforma” (Griego “diorthosis” 3) define la 
naturaleza y el contenido de la Reforma Apostólica. 
Desde un punto de vista literal, significa: “enderezar por 
un arreglo y ordenamiento correcto o por medio de 
hacer un remiendo o de poner derecho de nuevo”.4 
Transmite la idea de ubicar en orden de nuevo aquello 
que ha sido hecho imperfecto o estropeado por el 
pecado en la Iglesia y en la Creación. La imposición de la 
reforma viene en un tiempo cuando lo imperfecto o lo 
inadecuado debe ser sustituido por un “mejor” (más 
preciso) orden de las cosas. 

El espíritu de la Reforma exige una investigación forense 
dentro de la estructura existente y del contenido de la 
Iglesia y la definición del ministerio de la Iglesia en la 
Tierra. 

La investigación no es meramente diagnóstica en su 
abordaje, sino que presenta un pronóstico de los 
problemas resaltados. En un sentido, es similar al 
ministerio de Jeremías. 5 No solamente “arranca y 
derriba” o “destruye y desarraiga” sino que busca edificar y plantar”. Comprende que no puede haber 
análisis sin síntesis. Por lo tanto, presenta a la Iglesia 
patrones bíblicos constructivos para edificar 
correctamente. La motivación subyacente no es un re-
arreglo cosmético o superficial del decorado de la 
iglesia, sino una transformación de toda posición 
imprecisa de la Iglesia. En esencia, el mensaje postula 
que debe haber un cambio de “odres” antes que el “vino 
nuevo” pueda recibirse. 6 Básicamente, exige una 
reforma de la estructura y contenido de la Iglesia, antes 
de que la Iglesia pueda esperar avivamiento, renovación 
y la consumación de los propósitos de Dios del tiempo 
final. 

Las Escrituras modelan las condiciones que activan la 
reforma y describen la naturaleza fundamental del 
espíritu de la reforma. El ministerio de Jesucristo, el 
Señor de la Iglesia, trajo la mayor reforma a la tierra que 
transformó el curso de la historia y estableció el patrón y 
el proceso para la restauración de “todas las cosas”. 7 Es 
a partir de esta reforma que el estándar y la plomada 
para todas las reformas son establecidos. 

Si tiene que haber alguna reforma en la Tierra, las 
lecciones deben ser aprendidas a partir de Su ejemplo. 
Cristo es la medida para cualquier cosa que es hecha o 
lograda en la Tierra. Un estudio de Hebreos 8 resaltará 
algunos de los factores, los cuales gobiernan el espíritu 
de la Reforma. 


Factores Bíblicos que Gobiernan la Reforma 

El proceso de la reforma es activado por la convicción 
divina de que cambio debe ser traído al sistema religioso 
existente en la Iglesia. Consecuentemente, completos 
sistemas de actividad religiosa son hechos obsoletos o 
son traídos de vuelta al orden original por la imposición 
de la reforma. 9 ya que consiste solo de comidas y bebidas, de diversas 
purificaciones y ordenanzas acerca de la carne, 
impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas 
(énfasis mío)”. (Hebreos 9:10) 

El espíritu de la reforma llega en ese punto en la Iglesia 
cuando el sistema, que sostiene la vida religiosa, ha 
cumplido su propósito de manera plena y se ha vuelto 
inefectivo. Como resultado, la reforma es la respuesta 
divina en ese punto decisivo cuando aquello que está envejeciendo” debe inmediatamente ser terminado. 10 

El “viejo” sistema religioso se está apagando lentamente 
o perdiendo “calor” y por lo tanto, debe dar lugar a un 
orden nuevo de las cosas. En ese preciso momento, la 
reforma es activada y soltada. Es exactamente en ese 
punto cuando el viejo orden o sistema ha cumplido 
plenamente su propósito o se ha vuelto totalmente 
inefectivo en contribuir a la calidad de la vida religiosa 
de la Iglesia. Por lo tanto, allí está la necesidad para la 
introducción de un nuevo orden de cosas. No puede 
haber una impartición de cosas nuevas desde el trono de 
Dios a menos que haya un cambio de las estructuras 
existentes. Sólo los odres nuevos pueden contener el 
vino nuevo soltado por el Espíritu de Dios. Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los 
odres se rompen, el vino se derrama y los odres se pierden; 
pero echa el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se 
conservan juntamente”. (Mateo 9:17) 

 

El Objetivo de la Reforma 

El espíritu de la reforma presenta a la Iglesia una “nueva 
y mejor manera de acercarse más a Dios”. 11 Siempre 
cuando el espíritu de la reforma es soltado desde el 
Trono de Dios, su objetivo primario es introducir al 
creyente a un “mejor” orden de cosas.12 La reforma 
siempre trae, con ella, el objetivo de actualizar sistemas 
religiosos para que el creyente pueda experimentar 
esferas dentro de la administración divina que son 
nuevas para su visión mundial o que han estado 
cerradas a ellos. 

El propósito de la reforma es conducido por el deseo de seguir hacia la perfección”. 13 Planea llevar a la Iglesia 
más allá de los principios fundamentales y elementales 
de la actividad religiosa.14 El objetivo final es llevar al 
creyente a un “teleios” (un perfecto, completo o 
maduro) lugar en Dios. La madurez es el objetivo de la 
vida cristiana. La Iglesia no puede funcionar en el lugar 
de simplemente enfocarse en los principios elementales 
o principios fundamentales de la fe. En cambio, el 
creyente es alentado a ir más allá de esos principios. No 
significa un descarte de los principios fundamentales o 
elementales, sino la utilización de ellos, para que las 
vidas de los creyentes puedan ser configuradas y 
reguladas de una manera que manifiesten la plenitud de 
Cristo. 


La Reforma de Jesucristo 

Jesucristo trajo la mayor reforma a la Tierra. En Él es 
hallada la estructura que determina la necesidad para la 
reforma en Su Iglesia. Como principal Apóstol, Él 
instituye el Nuevo Pacto (nuevo sistema de religión) que 
inmediatamente concluye el Antiguo Pacto (un viejo 
sistema de religión). 15 

Un estudio sinóptico de los dos Pactos claramente 
distingue y revela la naturaleza entre los dos Pactos y de 
ese modo resalta la razón del por qué y cuándo de la reforma  
es necesaria. Por medio de una evaluación cuidadosa 
del Antiguo Pacto, se puede extrapolar la intención 
original de Dios para la Iglesia, el Nuevo Pacto. El 
Antiguo Pacto fue dado para informarnos, guiarnos e 
instruirnos a nosotros (la Iglesia) dentro el Nuevo Pacto. 
El Antiguo fue un tipo del Nuevo. Fue dado para guiar a 
la Iglesia en el viaje espiritual en Dios. 

 

El Antiguo Pacto (Antiguo Testamento) 

Esencialmente el Antiguo Pacto se refiere a una serie de 
acuerdos legalmente vinculantes a los que Dios ha 
entrado con los padres de Israel (durante un largo 
período de tiempo) para la redención de la humanidad. 
En estos “acuerdos” es hallada la revelación y la 
intención divina para la salvación de la raza humana y su 
reconciliación con el Creador. El Antiguo Pacto se 
expresa a sí mismo a través de un sistema ceremonial 
complejo de religión que presenta, a la Iglesia de 
Jesucristo, el patrón que debería ser cuidadosamente 
observado para disfrutar una relación significativa con 
Dios. 

Un cuidadoso estudio de su misma naturaleza y una 
operación compleja diaria ayuda al creyente a apreciar 
la obra de la salvación. Luz es soltada sobre el inmenso 
valor de la sangre derramada de Jesús, y el inmediato 
beneficio de acceso directo, que uno tiene a Dios, sin 
procedimientos ceremoniales elaborados. En relación 
con eso, una investigación en el Antiguo Pacto puede 
ayudar a instruirnos a comprender el carácter santo de 
Dios y la necesidad de evitar tratar a la salvación de 
alguien de manera indiferente o irrespetuosa. 

En esencia, todo el Antiguo Pacto giraba alrededor de un 
santuario terrenal y de los servicios religiosos que 
colocaban restricciones excesivas sobre sus devotos.16 
Esto simplemente no puede llevar a los devotos a la 
plena satisfacción espiritual. El sistema era externo 
reflejando actividad religiosa externa. La razón para 
esto, en mi opinión, es que este serviría a la Iglesia del 
Nuevo Testamento (NT) como “una sombra y copia de las 
cosas celestiales”. 17 El propósito primario de su 
existencia fue reflejar, en una forma gráfica, el patrón y 
el orden de las estructuras celestiales. También 
proféticamente anuncia las cosas buenas por venir para 
la Iglesia del NT: Porque la ley del tabernáculo terrenal es una sombra 
de las cosas buenas por venir pero no es la imagen de las 
cosas…” (Hebreos 10:1). 

Esto retrata cómo el santuario celestial de la morada 
eterna de Dios (la Iglesia del NT) tiene quiere ser 
estructurado. “Fue simbólico para el tiempo 
presente…” 18 

El ministerio y la estructura del santuario, vívidamente 
comunicaban el diseño de Dios para Su obra de arte sin 
tiempo – la Iglesia de Jesucristo. Sin embargo, los símbolos” y las “sombras” comunicados a través del 
ministerio del Antiguo Pacto también resaltaban las 
limitaciones del sistema, ya que era el modelo y no lo 
real. “Si aquel primer pacto hubiera sido sin defecto, 
ciertamente no se habría procurado lugar para el 
segundo”. 19 Es por esta razón; que las Escrituras nos 
iluminan de que su existencia era para un cierto período de 
tiempo. No fue el propósito eterno de Dios, sino una 
fase en el proceso de revelar el Plan Divino. 
Simplemente establece el escenario para la próxima fase 
en el ejercicio de la voluntad de Dios. 

El ministerio terrenal de administrar el Antiguo Pacto 
tenía limitaciones y no pudo llevar al creyente más allá 
de un cierto nivel y finalmente hacia la perfección. 20 Si aquel primer pacto hubiera sido sin defecto, ciertamente 
no se habría procurado lugar para el segundo”. (Hebreos 8:7) Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no 
la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos 
sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer 
perfectos a los que se acercan”. (Hebreos 10:1) 

Debemos, sin embargo, tener en mente que Dios 
enfáticamente instruyó a Moisés a edificar el 
Tabernáculo de acuerdo con el patrón. Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te 
ha mostrado en el monte”. 21 A pesar del hecho que este 
fue edificado de acuerdo al patrón, tenía deficiencias. La 
razón puede ser hallada en que era meramente un modelo” (y no el original) y en que la gente que 
ceremonialmente lo administraba, estaba dañada por el 
pecado. Además, desde una perspectiva profética, fue 
un precursor de aquello que todavía iba a llegar. “La Ley 
constituye sumos sacerdotes a hombres débiles; pero…” 22 
El sacerdocio religiosamente observaba y mantenía el 
sistema pero estaba limitado a llevar a sus adherentes 
más lejos en la búsqueda por intimidad con Dios o hacia 
la perfección. 

Otro punto digno de notar es que el Antiguo Pacto 
modela a la religión como un sistema repetitivo que 
tradicionalmente y religiosamente mantenía el status 
quo de un orden que no podía llevar a la gente más allá 
de sus limitaciones. Operaba sobre un modelo de mantenimiento”. “Y ciertamente todo sacerdote está 
día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los 
mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los 
pecados”. 23 Era un sistema repetitivo que 
mecánicamente seguía los rituales diarios, los cuales 
restringían el acceso al “lugar santísimo”. Los 
adherentes del sistema no podían ser traídos al lugar de 
plenitud y armonía total con su Dios. 


Finalmente, el sistema religioso del Antiguo Pacto era 
excesivamente jerárquico en su estructura. Era 
mantenido por un “grupo clasificado de sacerdotes”, 
quienes tenían grandes poderes de autoridad sobre el 
pueblo. Retrataba y distinguía a un grupo de élite del resto 
del pueblo. Los pocos privilegiados tenían “acceso” a 
Dios, de ese modo se creaba una dicotomía entre 
clérigos y laicos. Consecuentemente, el sistema produjo 
dependencia de este grupo selecto de personas para 
representar a las masas delante de Dios. Entonces, la 
entrada a la presencia de Dios estaba confinada 
espiritualmente a la élite. 


El Nuevo Pacto (Nuevo Testamento) 

El Nuevo Pacto ilustra la consumación de los acuerdos 
divinos con la humanidad a través de la obra redentora 
de Jesucristo. Él se hizo la garantía de un Mejor Pacto 
que aseguró eterna redención para la humanidad. 

De acuerdo con Hebreos, 24 la reforma de Jesucristo no 
sólo hizo obsoleto el Antiguo Pacto sino que también 
pregonó una nueva relación con Dios. Por ejemplo, el 
Nuevo Pacto internalizó la religión y causó que el 
creyente se enfocara en el servicio espiritual personal. 
Introdujo, al que la busca, la religión del corazón 
(sistema religioso interno) que sustituyó el énfasis en la 
actividad religiosa externa. El quid del mensaje revela 
una naturaleza personal e interna de fervor religioso y 
no meramente un sistema corporativo de adoración. 
Esto no infiere, de ningún modo, que el comportamiento 
religioso externo no fuera más necesario. En realidad, 
afirmaba que la religión del corazón debería reflejarse 
dinámicamente a través del estilo de vida del individuo. 
El mensaje y el mensajero tienen que volverse uno. Un 
individuo debe predicar lo que él o ella ya ha practicado. 

«Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos 
días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, 
y en sus mentes las escribiré», añade: «Y nunca más me 
acordaré de sus pecados y transgresiones». (Hebreos 
10:16-17) 

Esto recomienda que la vieja manera de conducir el 
ministerio debiera ser reemplazada por el cambio del 
personal. Recuerde, que en el punto de rasgar el velo 
todo el sacerdocio se volvió redundante, ya que el 
sistema de religión del Antiguo Pacto se hubo vuelto 
obsoleto. En ese punto, el sacerdocio fue cambiado. En 
efecto, el cambio inmediatamente le confirió al creyente 
el oficio del sacerdocio. 25 Por lo tanto, era 
responsabilidad de todo creyente manejar su propio 
bienestar y relación con Dios. El muro de demarcación 
fue desmantelado y toda persona tuvo acceso directo a 
Dios, a través de Jesucristo. 

 

Martín Lutero: La Reforma del Siglo XVI 

Aunque no está dentro del alcance de este libro ahondar 
demasiado profundamente en discursos teológicos, es al 
mismo tiempo prudente hacer referencia a la gran 
Reforma soltada por Martín Lutero en el Siglo XVI. 
Además de la reforma de Jesucristo, esta puede ser 
categorizada como una de las reformas más distinguidas 
en la historia de la humanidad. En su búsqueda por 
satisfacción espiritual, el descubrimiento de Lutero de 
los versículos que dicen que “el justo vivirá por fe” y que la salvación es por gracia a través de la fe” causó que 
los muros se derribaran y guió a la iglesia a la libertad de 
la cautividad religiosa. 26 Mientras él provocó gran 
controversia y desafió al status quo de su día, la suya fue 
una reforma del contenido teológico de las enseñanzas 
de la Iglesia. Fue una asombrosa reforma que cambió la 
cara de Europa y de todo el mundo. Sin embargo, no 
inauguró una reforma holística que cubriera todo 
aspecto de la sustancia y estructura de la Iglesia. Es 
dentro de este trasfondo, que seria atención debe ser 
dada a la Reforma Apostólica del Siglo XXI. 
 

La Reforma Apostólica y el Cristianismo del Siglo XXI 

En el contexto de lo que ha sido escrito, hay que llegar a 
la triste conclusión que un largo segmento de la Iglesia 
se ha desviado del plano del Nuevo Pacto, y está todavía 
viviendo en la sombra del pasado (el Antiguo Pacto). La 
Iglesia se ha degenerado a un viejo orden que practica la 
religión basada en las normas del Antiguo Pacto. Un 
montón de énfasis es colocado en formas externas de 
expresiones religiosas que están en oposición al espíritu 
del Nuevo Pacto. Estos núcleos son mantenidos por 
sacerdotes de oficio” que son muy similares en  
naturaleza a los sacerdotes del Antiguo Pacto. Estos 
sacerdotes” interceden en representación de las masas 
creando una cultura de dependencia. La gente renunció 
a acercarse más a Dios. Ellos son prisioneros de 
programas y actividades religiosas que no pueden 
satisfacer sus deseos espirituales. ¿No es para 
sorprenderse, que los “edificios eclesiásticos” hayan 
llegado a ser los “santuarios sagrados” donde la mayoría 
de la gente hace sus peregrinajes semanales para 
aplacar sus conciencias religiosas? 

Sin embargo, debe ser mencionado categóricamente, 
que en la Reforma Apostólica una redefinición es traída al 
ministerio, lugar y función de los cinco dones 
ministeriales en la Iglesia del NT. Todo esfuerzo debería 
ser hecho para someterse a estos dones ministeriales, ya 
que el Señor mismo los posicionó en la Iglesia. Estos 
dones (apóstol y profeta) juegan un rol crítico en la vida de todo creyente, 
pero no son el sacerdocio de la Iglesia. Ellos son los 
obreros talentosos o artesanos que están 
acostumbrados a edificar a la Iglesia de Jesucristo. El rol 
de ellos debe ser redefinido y traído de vuelta al lugar 
correcto que fue divinamente planeado para ellos. 

Yo debo también señalar que las expresiones religiosas 
corporativas externas pueden ser una de las formas más 
nobles de adoración, especialmente cuando son 
conforme al estado interno de los creyentes que están 
sinceramente caminando en integridad delante del 
Señor. El clamor por la reforma no pone en oposición al 
ministerio con respecto a la gente, ni tampoco a la 
adquisición de edificios como salones para que la Iglesia 
se reúna. Sin embargo, sí confronta y desafía cualquier 
sistema de religión que se enfoque en las formas 
externas de religión a expensas de que los asuntos del 
corazón de la religión queden sin ser cuestionados. La 
pasión de la reforma es traer a la Iglesia de vuelta a la 
pureza religiosa tanto individual como 
corporativamente. 

En la Reforma Apostólica, redefinición es traída a la 
práctica religiosa de los Cristianos. El análisis crítico no 
sólo debe ser traído a las estructuras externas de 
nuestros servicios de adoración sino también a la calidad 
de nuestras vidas internas que constituyen la base de la 
verdadera adoración. En otras palabras, toda la liturgia 
de la Iglesia debe ser medida para que la sustancia de 
nuestra adoración (dentro de nuestros edificios sagrados 
y afuera) pueda ser divinamente aceptada como “en 
espíritu y en verdad”. 27 La ilustración de Zorobabel 
midiendo el edificio terminado del Templo es un tipo 
profético, enfatizando el punto, que la finalización del 
edificio de la Iglesia de Jesucristo debe ser precedido por 
una evaluación crítica de la estructura y el contenido de 
la Iglesia, asegurando así que sea una obra perfecta. 

Una de las áreas de interés que la reforma resalta es la 
cultura inherente de la liturgia corporativa o la 
adoración prevaleciente en muchas congregaciones 
dentro de la iglesia global. 

Parecería que la adoración ha sido relegada a un lugar 
de “entretenimiento” en un “día sagrado” por un grupo 
selecto de individuos carismáticos y muy habilidosos. 
Esto no es diferente a la cultura popular del día donde la 
demanda por entretenimiento es un rasgo de la 
sociedad contemporánea. 

Es también interesante observar, que no hay patrones 
establecidos que hayan sido trazados en el Nuevo 
Testamento sobre cómo el servicio de adoración debería 
ser formateado. Parece que la reunión de los creyentes 
era más orgánica que organizada; aunque leemos que 
sus reuniones eran caracterizadas por el partimiento del 
pan, la lectura de las escrituras, escuchar las doctrinas 
de los Apóstoles, cantar, orar, ministrar en los dones y 
alentarse unos a otros. Mientras todo esto, y 
probablemente más, se lo encontraban en sus tiempos 
corporativos de compañerismo, no había estructura fija 
que uno pudiera señalar de manera concluyente en la 
iglesia primitiva y en desarrollo del NT. Sin embargo, 
mientras este puede ser el caso, es digno de notar que 
todas las referencias a la adoración 28 tienen una 
orientación a la vida personal de alguien y no a la vida 
corporativa de la Iglesia. Esto está en filoso contraste 
con los patrones contemporáneos de adoración, los 
cuales promueven formas externas fijas de adoración. 
Sin buscar ser ampliamente crítico, no se puede evitar 
resaltar el hecho que estas formas externas de liturgia 
tales como: el show y el espectáculo de hombres, la 
adherencia a modas seculares actuales, el enfoque sobre 
los grupos y las personalidades populares y la atracción 
por el ritmo, el estilo, son algunos de los rasgos que 
preocupan la atención de gran parte del cristianismo 
hoy. Un cuidadoso estudio de la vida de David nos 
presenta un modelo de un rango de expresiones en la 
adoración. Un aspecto digno de notar de la adoración 
de su día es que no se enfocaba meramente en la 
habilidad del coro y los músicos sino en el Señor. El 
talento y los dones de estos adoradores no desviaban la 
atención del Señor. Nada de la carne se interponía en el 
camino del Señor. 


La Reforma Apostólica: Definición de la Religión 

La Reforma Apostólica es un clamor para que la pura 
religión se convierta en la práctica de la Iglesia. Es 
evidente a través de las Escrituras que la religión que es pura” y sin corrupción agrada el corazón de Dios. Dios 
es atraído a aquello que crea un ambiente, lo cual 
mantiene Su naturaleza santa. La palabra “puro” (en 
griego, katharos), en la Epístola de Santiago, 29 tiene 
referencia a la religión que es limpia y pura. 30 En ella se 
halla la limpieza legal y ceremonial que está libre de la 
contaminación y la culpa del pecado. Tal religión no 
produce ninguna mancha ni mugre. Los adherentes no 
están contaminados por el sistema. 

La palabra “religión” (en griego threskos) se refiere al 
religioso, devoto y diligente hacedor de los deberes 
divinamente atribuidos del servicio externo a Dios. 31 
Expresa la idea de servicio externo a Dios, es decir, el 
marco externo de la actividad religiosa. Es diferente a la 
palabra “divinidad” (griego, eusebeia), la piedad interna 
del alma. Sin embargo, la religión pura es la expresión 
de la organización de la vida interna de uno que es 
gobernada por una profunda piedad y reverencia por 
Dios. Esto es reflejado en la apariencia externa y en el 
comportamiento hacia Dios y a la humanidad 
conciudadana. La religión pura no tiene nada en ella 
que corrompa. Es ese tipo de sistema que es 
intrínsecamente limpio y no contamina a la gente. 

Jesús lanza un ataque mordaz sobre el comportamiento 
religioso que viola el orden divino: 

"Este pueblo se acerca a Mí con su boca, y me honra con 
sus labios, pero su corazón está lejos de Mí. Y en vano 
me adoran [énfasis mío], enseñando como 
doctrinas mandamientos de hombres". (Mateo 15:8-9 
Trad. Nueva V. K. James) 

Cristo menciona que la adoración que no es coherente 
con el requerimiento divino resultará sin fundamento e 
inútil; porque los corazones de la gente están lejos del 
objetivo principal de su adoración. La palabra para adoración” (griego, sebumai) se refiere al 
movimiento corporal, el cual expresa una actitud de 
respecto por algo grande y sublime. Deducido en esto
está el pensamiento de la adoración que es 
externamente religiosa pero no diferente a un culto, ya 
que los corazones de la gente son inflados con ideales 
egoístas y no están sintonizados con sus acciones 
externas. Él menciona: “Este pueblo de labios me honra, 
mas su corazón está lejos de mí”. 32 


La Necesidad de la Reforma 

La necesidad de la Reforma coloca una demanda sobre 
los líderes de la Iglesia de abrazar el llamado para 
cambiar y moverse al lugar de exactitud bíblica y 
espiritual. Es por este trasfondo que he usado  Gilgal 
como un estudio del caso. Esta provee algunos de los 
principios que pueden guiar a la Iglesia al lugar de 
exactitud espiritual. Gilgal es el lugar de la re-forma 
(implicando: volver a formar). Es una señal dirigiendo a 
los líderes de la Iglesia a los principios fundamentales 
para una transición exitosa y suave de una vieja 
estación o la nueva. 

Gilgal no es solamente un lugar geográfico en el viaje 
del pueblo de Dios, sino que gráficamente ilustra una 
ubicación espiritual estratégica en su viaje. Lugares 
como Gilgal y otros en el Antiguo Testamento se 
volvieron “los lugares sagrados” de los judíos. En tales 
lugares, memoriales fueron erigidos que ayudan a las 
futuras generaciones con lecciones invaluables que 
pueden guiarlos en sus peregrinajes a través de la vida. 
Acá en Gilgal, una riqueza de información puede ser 
deducida y considerada en el corriente viaje espiritual de 
la Iglesia de Jesucristo. Este es un lugar donde los hitos 
de los padres patriarcales son visiblemente enunciados. 

Se pueden derivar lecciones para que todas las 
generaciones aprendan de ellas. En este lugar, los 
corazones de los padres (generaciones pasadas) y los 
hijos (generación presente) pueden ser unidos y vuelven 
a unificarse para definir y continuar los propósitos de 
Dios en la Tierra.

Es en Gilgal, donde las experiencias del liderazgo de 
Josué son reveladas. También descubrimos los 
principios fundamentales para edificar de acuerdo con el 
plano divino. En un contexto más amplio, estos 
principios pueden ser aplicados a cualquier período de 
transición que una Iglesia pueda atravesar. Sí, y cuando 
son aplicados pueden impedir el error, la herejía, las 
divisiones, y muchas otras malas interpretaciones que 
entren a la Iglesia. Con respecto a esto, Gilgal puede 
servir como una plomada para los líderes quienes no 
quieren experimentar el dolor del fracaso y la 
frustración del rechazo dentro de sus congregaciones. 

1 Dr. Noel Woodroffe de la Red World Breakthrough podría decirse que ha 
sido reconocido como el autor de este título. 

2 S. Zodhiates, referencia 649, pg. 1810 

3 Hebreos 9:10 

4 S. Zodhiates, referencia 1357, pág. 1708 

5 Jeremías 1:10 

6 Mateo 9:17 

7 Hechos 3:21 

8 Hebreos cap. 6-9 

9 Hebreos 9:10 

10 Hebreos 8:13

11 Hebreos 10:20 

12 Hebreos 8:6 

13 Hebreos 6:1 

14 Hebreos 6:1-12 

15 Hebreos 3:1

16 Hebreos 9:1-9 

17 Hebreos 8:5 

18 Hebreos 9:9

19 Hebreos 8:7 

20 Hebreos 8:7; 10:1 

21 Hebreos 8:5 

22 Hebreos 7:28 

23 Hebreos 10:11 

24 Hebreos 9:10 

25 Hebreos 7:12; 8:7-12; 10:16-17 

26 Hebreos 10:38; Efesios 2:8

27 Juan 4:24

28 Leer Hechos 16:25; Efesios 5:19; Santiago 5:13; 
     Efesios 6:18 

29 Santiago1:27 

30 Zodhiates ref. 2513, pág. 1843 

31 Zodhiates ref. 2356/7, pág. 1841 

32 Mateo 15:9

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