GILGAL- Cap. 2: EL LUGAR DE LA REFORMA, Thamo Naidoo





GILGAL- Cap. 2: EL LUGAR DE LA REFORMA, Thamo Naidoo


ADMINISTRADOR:

Esto llega por "casualidad" en estos momentos y es un buen homenaje a la Reforma de Lutero en su 500 aniversario. Y es que hay casualidades muy casuales…


Gilgal: Aplicación Espiritual

Gilgal: El Génesis de los Nuevos Comienzos

Gilgal: El Centro Estratégico de la Actividad Divina

Gilgal: Lugar de Instrucción

Gilgal: El Lugar de la Re-forma



El Valle del Jordán: El Lugar de la Transición

Entonces Yahweh dijo a Josué: «Hoy he quitado (énfasis agregado) de encima de vosotros el oprobio de Egipto». Por eso se llamó Gilgal aquel lugar, hasta hoy”. (Josué 5: 9) El nombre “Gilgal” no tiene etimología añadida a él. Sin embargo, hay consenso de que el nombre significa “círculo o rueda” 33. La palabra podría también referirse a un “círculo de piedras”. Hay un matiz en la palabra cuya raíz es la misma que el verbo “rodar”, dando así surgimiento al significado “removió o quitó” 34.

Es obvio que la diversidad del significado de “Gilgal” se extiende más allá de los límites de la interpretación literal. Es muy útil que los maestros bíblicos señalen que los nombres en las Escrituras son depósitos de reservas de verdad e información espiritual. “A través de la transposición de un nombre por pedirlo prestado, por sustitución y desviación, al investigador se le presenta un lugar más allá de las fronteras de su significado literal. Es aquí donde extraemos inmensas verdades de gran valor espiritual. A menudo, los nombres en las Escrituras son transformados de un sustantivo a una metáfora” 35. Ellos se convierten en las figuras retóricas a través de las cuales una fuente mana verdades espirituales y son comunicadas en conceptos humanos. La intención de ellas es llevar al estudiante de algo conocido a algo desconocido.

El nombre Gilgal está preñado de significado. Provee el foro para la disertación con la sabiduría y el consejo de la inspirada Palabra de Dios. Es un lugar espiritual significativo en la historia de Israel. La ubicación del encuentro divino de Josué es el resultado del campamento que se denomina Gilgal y de volverse un memorial para los israelitas hasta “este día”. Cuando tales encuentros únicos ocurren, los lugares en la vida son nombrados y renombrados, ya que capturan y comunican los propósitos de Dios a través de esa experiencia.

Esta realidad puede ser trazada a través del viaje de los padres patriarcales. El encuentro de ellos con su Dios en un punto y espacio específico en el tiempo provocaba que se diera un nombre (o un cambio de nombre) al lugar de su experiencia. Esos lugares finalmente se volvieron “lugares sagrados” en las experiencias religiosas de los judíos.


Gilgal: Aplicación Espiritual En la Biblia

Gilgal es el nombre dado a varias ciudades de ubicación incierta. Sin embargo, la ubicación más importante fue el campamento de Josué cerca del Jordán. Es conocido como el primer lugar de reposo de los israelitas después que cruzaron el río Jordán, el cual estaba situado en el borde este de la ciudad de Jericó. Es imposible adjudicar referencias bíblicas de Gilgal a una sola ubicación. Hay al menos de dos a seis ciudades con el mismo nombre. De forma interesante, los estudios que intentan determinar la localidad geográfica exacta de los varios lugares llamados “Gilgal” no pueden ser señalados de manera precisa y concluyente. Sin embargo, las referencias a las varias ubicaciones llamadas “Gilgal” claramente enfatizan el rol clave que estos lugares desempeñaron en los valores y actitudes de Israel.

Sin duda, Gilgal tuvo un profundo impacto en la historia espiritual y natural de la nación. Aun los escritos de los profetas, Amós y Oseas hacen referencia a Gilgal 36. Amós atribuye un significado espiritual a los nombres “Betel y Gilgal”. Es interesante notar que estos dos lugares también ponen de relieve de manera prominente el ministerio de Samuel y la instalación de Saúl como Rey 37.

Betel, (casa de Dios) es probablemente una referencia a un lugar de encuentro divino. Es el lugar de revelación –el punto de acceso hacia dentro de la esfera celestial. Acá en Betel, Jacob, el patriarca, encontró la tremenda presencia de Dios y también accedió a la revelación de la voluntad de Dios para sí mismo y su posteridad. El encuentro fue tan grande que él hizo un compromiso solemne de edificar a Dios una casa en la Tierra 38. Por esto, él quiso capturar este momento divino y llevar a otros a una experiencia similar. En la estimación de Jacob, Betel es la casa de Dios y la entrada a la esfera celestial. Acá, él también recibió la revelación del Pacto, al cual Dios había previamente entrado con sus ancestros. En Betel, las intenciones y los propósitos de Dios son claramente revelados.

Así como Betel es rico en significado, también lo es Gilgal. Alude al lugar de planificación, preparación (aunque a veces es el lugar donde el mal es diseñado y construido) e implementación estratégica. Esencialmente, Gilgal es ese lugar en el viaje espiritual de alguien donde se recibe clara instrucción para que el Reino de Dios pueda avanzar estratégica y significativamente en la Tierra. Este es ese lugar de reflexión, meditación, y consagración para edificar de manera precisa.

Mientras que no es el propósito de este libro presentar un estudio detallado de Gilgal, un breve estudio esclarecerá los principios deducidos de “Gilgal”. Como ya ha sido mencionado, la aplicación de estos principios puede guiar a la Iglesia a través de cualquier período difícil de transición. En un sentido espiritual, Gilgal es el campamento en el cual la Iglesia debe morar, antes de ser inaugurada dentro de la nueva estación (edad).


Gilgal: El Génesis de los Nuevos Comienzos

Gilgal es el lugar de campamento y reposo que significa la conclusión de un segmento en el viaje y marca el principio de un nuevo segmento del viaje. Su ruta ha alcanzado un pleno “círculo” u órbita marcando el final de una larga estación. Josué y su pueblo deben acampar en preparación para la próxima fase en el desenvolvimiento del Plan de Dios para sus vidas. Su campamento es un lugar de reposo constructivo. Aquí, el pueblo de Dios no sólo reposó sino que fueron “reconfigurados” o “reprogramados” para poder ser alineados a las demandas de la nueva estación.


Gilgal: El Centro Estratégico de la Actividad Divina

Como se ha mencionado previamente, Gilgal no se refiere meramente a una ubicación geográfica, sino que simboliza un lugar principal espiritual donde una nación esté siendo estratégicamente desarrollada. En este lugar, los israelitas fueron posicionados, preparados y establecidos para el avance y cumplimiento del propósito divino en esa fase específica de su viaje. El significado de este lugar de Gilgal es evidenciado por el rol de influencia que este jugó en las vidas de los líderes como Josué, Saúl, David, Elías y Eliseo. En un sentido profético, representaba la fortaleza de Dios en la Tierra. El Ángel del Señor, el poder principal que supervisaba la actividad del Cielo sobre Israel, estaba estacionado en Gilgal: “El ángel de Yahweh subió de Gilgal a Boquim, y dijo” (Jueces 2: 1) Podría decirse que este versículo sugiere que Gilgal es el centro de comando del Señor. Desde este “lugar” el Señor “velaba” por la nación de Israel.

Es evidente que esta era la base de Josué desde la cual él lanzó sus expediciones militares. La mayoría de sus instrucciones de parte de Dios fueron recibidas en Gilgal. Aun su estrategia de conquista fue desarrollada y afinada acá. Este fue sin duda el centro neurálgico de la principal parte de sus campañas militares en Canaán. Aun el profeta Elías usaba Gilgal (cerca de Jericó) como su base central para el ministerio 39. Fue desde aquí que él comenzó un viaje que finalmente lo introdujo en el Cielo.


Gilgal: Lugar de Instrucción

Un excelente ejemplo de Gilgal como un lugar de instrucción es el de la triste historia del levantamiento y caída del Rey Saúl del poder. Después que Samuel lo ungió como rey sobre Israel, él fue instruido por el Profeta para ir inmediatamente a Gilgal y esperar allí por siete días, para más instrucciones concernientes a los detalles de su mandato y función como rey sobre Israel. El tiempo establecido de instrucción fue siete días 40. La palabra hebrea para “tiempo establecido” (Hebreo moed o moadah) se refiere a una cita o reunión 41. A menudo, designa un tiempo determinado o lugar de reunión sin ninguna consideración para el propósito presente 42. En otras palabras, la cita era más importante que la necesidad de abordar prematuramente las necesidades de la nación, sin importar cuán urgentes ellas pudieran ser.

El tiempo establecido por Samuel fue el tiempo cuando Saúl iba a encontrarse con Dios y recibir su asignación como rey sobre los israelitas. Aparentemente, él no prestó atención a la instrucción y sólo fue a Gilgal dos años después de que derrotó a los amonitas 43. Fue sólo después de la amenaza de una invasión filistea que Saúl observó la cita del “día siete” en Gilgal, pero para ese entonces era demasiado tarde. Él no siguió el proceso que lo hubiera guiado al trono. En realidad, él tomó un desvío al trono sin atravesar el período de reforma y reconstrucción de Gilgal. Desafortunadamente, su lugar de instrucción se volvió el lugar de destrucción. Aquí, él fue destronado como rey sobre Israel. Desde ese tiempo en adelante, Saúl trasladó su base de Gilgal a Gabaa 44. Las Escrituras no registran ninguna otra visita de Saúl a Gilgal. La insensibilidad de Saúl en guardar la cita divina puede ser una lección para la Iglesia hoy. Él nos enseña que no importa cuál pueda ser el mandato de una nueva estación (edad) en Dios o la urgencia en diseminarla, no puede haber una activación de la tarea divina sin que la Iglesia primero vaya a “Gilgal. Aquí la Iglesia debe esperar (7 días) hasta que la Iglesia comprenda la extensión de la revelación de Dios para esa nueva estación. No importa cuál sea el propósito o su urgencia, el período de recibir pacientemente la instrucción siempre debe preceder a cualquier diseminación apresurada del mandato.

Es lamentable que tantos ministerios estén apresuradamente administrando el mensaje de la nueva estación sin comprender de manera plena el mandato de la estación. A menos que el mensaje sea firmemente encarnado en la vida de un individuo o de un pueblo, no puede ser comunicado –el mensaje debe primero volverse carne y morar entre el pueblo, antes de que pueda ser proclamado a las naciones. El mensaje y el mensajero deben volverse uno. Podemos todos aprender la lección de las leyes de la naturaleza de que no puede haber nacimiento de algo sin embarazo.


Gilgal: El Lugar de la Re-forma

Gilgal es un lugar de re-forma. No puede haber una entrada a la próxima estación sin que el pueblo de Dios llegue a un lugar de reconstrucción. Aquí, ellos son estratégicamente posicionados y preparados para las demandas de una nueva estación. La desobediencia, por rechazar reconocer el principio(s) de Gilgal, puede resultar en ministerios que queden ociosos o obsoletos para los propósitos de Dios para esa estación.

Incluso David experimentó el proceso de reforma en Gilgal. El Rey David tomó refugio en Gilgal de su hijo usurpador Absalón 45. Fue el punto más crudo de su vida y pareció como que su función como rey de Israel terminaba. La tribu de Judá se encontró con él en Gilgal y fue puesto en su lugar el proceso para la recuperación del reino. Aquí, ellos establecieron una estrategia para el re-establecimiento del reino desde Absalón y la restitución de David como el rey sobre la nación.


El Valle del Jordán: El Lugar de la Transición

El significado espiritual de Gilgal es luego acentuado por nuestro entendimiento del Valle de Jordán. Gilgal es el lugar justo más allá del Río Jordán. Sin cruzar el Jordán, uno no puede llegar a un lugar llamado Gilgal. En un sentido simbólico, el Río Jordán es el lugar de la transición. No puede haber ninguna reforma sin atravesar las aguas de la transición.

Las aguas turbias de la transición son un período de seria preparación para el futuro incierto. En tal lugar, una vieja estación termina y es enterrada, y una nueva estación nace. Con respecto a esto, Moisés (en el Río Jordán) hace uso de la Ley para preparar y condicionar al pueblo para el viaje que tienen por delante. En el Jordán, las Escrituras fueron interpretadas y enseñadas a través de los anteojos de su inminente destino profético. Esos aspectos en la Palabra de Dios, que no pueden haber sido vistos en el viaje de alguien a través del desierto, fueron descubiertos a través de las lentes proféticas de la revelación divina. Aquí, el enfoque del pueblo fue ajustado y alineado a la voluntad divina. Ellos fueron mental y espiritualmente preparados para un nuevo liderazgo, para las demandas de un nuevo mandato y para los desafíos del nuevo paisaje que estaba delante de ellos.

Juan el Bautista también usó el Valle del Jordán como un lugar para preparar al pueblo de Israel para la transición y para el advenimiento de la vida. Aquí, él se volvió una de las más poderosas voces clamando en el desierto para que el pueblo se preparara para una visitación de Dios. Él también dirigió al pueblo para una nueva estructura de liderazgo que debía suplantar el sistema existente. Esencialmente, él preparó a la nación para lo desconocido y para Aquel que cumplirá todas las cosas.

No puede haber transición sin una nueva mentalidad o cambio de paradigma. En el Jordán, las mentalidades y perspectivas fueron cambiadas. La mentalidad de desierto dio lugar a la mentalidad urbana. Las mentes de los israelitas fueron reconfiguradas y el programa que una vez gobernaba el patrón de pensamiento de ellos fue alterado. La vista de ellos estaba puesta en el futuro para así poder hacer las preparaciones necesarias para ese futuro en su contexto presente.

La transición no es sólo un tiempo de iluminación espiritual, sino que es también un tiempo oscuro y difícil. En tal lugar, uno tiene que soltar lo familiar por lo desconocido (Saltar del avión para comprobar que el paracaídas funciona).

El valle del Jordán es el lugar más bajo en la tierra, y por medio de cruzar el Jordán inundado uno está probablemente descendiendo al punto más bajo en la vida de alguien (la sepultura). En un sentido, retrata gráficamente un cuadro de todo en la vida y ministerio de alguien que ha andado mal o que está andando mal. Este es el lugar de muerte, el lugar donde los viejos sistemas religiosos mueren y los paradigmas de un orden previo son desmantelados.

En años recientes, la Iglesia ha estado atravesando un período de transición. Cuando la transición es implementada, hay posibilidad de que el liderazgo cambie. Moisés comprendió que la transición es precedida por la muerte de las viejas mentalidades y, en muchos respectos, la necesidad de cambio de liderazgo. Cuando él entendió que su ministerio estaba acercándose a un final, él, con gracia, preparó a su pueblo para recibir a Josué como el nuevo líder. Él les enseñó a aceptar los cambios que debían acontecer sin dejar el camino del Señor. Probablemente, comprendió que el nuevo plan de Dios era la continuidad del viejo y sabiamente usó las Escrituras para revelar la continuidad del plan de Dios para sus vidas.

La mayoría de los líderes tienen temor de lo nuevo porque piensan que es una gran despreocupación y rechazo de lo viejo. Esta no es necesariamente una correcta percepción a adoptar. El paso por el Valle del Jordán, el lugar de la transición, es realmente no sólo el lugar donde una nueva visión comienza, sino que es la continuación de la visión eterna en una nueva forma. El plan predestinado de Dios para la Iglesia nunca ha cambiado, sino que su modus operandi está siempre cambiando. Es importante recordar que Dios edifica “generacionalmente”. Esta es la razón por la cual a Él se lo refiere como al Dios de Abraham, Isaac y Jacob. El liderazgo de Moisés es elogiado porque él no sólo edificó para las futuras generaciones de Israel, sino porque reconoció el tiempo cuando su ministerio debía ser sucedido por Josué. Como consecuencia, en el tiempo apropiado, le entregó con gracia las riendas del liderazgo a él.

Los líderes deben discernir cuándo termina su estación en el programa divino y cuándo deben entregar las riendas de responsabilidad a sus sucesores. Aun David, “un hombre conforme al corazón de Dios”, llega a un lugar en su vida cuando él pierde “calor” y apostólicamente debe instalar a Salomón en el trono.

Actualmente, hay muchas iglesias en el Valle del Jordán. Hay un revuelo de las “águilas en el nido” y un desesperado clamor por cambio. Los Profetas han declarado la mente de Dios para esta estación y han alentado a la Iglesia a hacer la necesaria transición en preparación para una posesión literal de las promesas divinas. Si la gente, las Iglesias, y los líderes no cambian en consecuencia, serán relegados a un lugar de total insignificancia en el progresivo plan de Dios en la Tierra e inevitablemente morirán en el desierto de la esterilidad.

El lugar, inmediatamente después de navegar por una transición difícil, es Gilgal. Se podría decir que Gilgal se refiere a ese lugar espiritual en el peregrinaje del pueblo de Dios ha completado un “círculo completo” u “órbita” en su viaje. En la historia de Israel, su viaje comenzó con setenta personas que partieron de la Tierra de Canaán durante un tiempo de hambre. Ellos vivieron en Egipto por más de cuatrocientos años. Ahora ellos estaban regresando al lugar de su partida. En Gilgal, ellos fueron divinamente re-posicionados y re-alineados antes de ser lanzados a una nueva estación en su peregrinaje.

Gilgal no es meramente un lugar de reposo, sino un lugar de reestructuración, un lugar de re-forma (volver a formar). Simboliza un tiempo sensible y serio en la vida y experiencia de un pueblo, ministerio o nación en la Tierra. Este es un lugar, en el espíritu, donde un pueblo debe acampar en preparación para la próxima fase en el plan revelador de Dios para sus vidas. Una estación ha concluido y una nueva está por comenzar. Dios está colocando nuevas demandas sobre su pueblo. Aquí, el proceso de re-configuración debe ocurrir.

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33 Josué 4: 19; 5: 9

34 Pictorial Encyclopedia of the Bible Vol. 2 Tenney, M.C. Pág. 725

35 Interpreting the Prophetic Word (Interpretando la Palabra Profética), Van Gemeren, W.A. Pág. 74

36 Amós 4: 4; Oseas 4: 15; 9: 15; 12: 11

37 1º Samuel 10; 11; 12; 13

38 Génesis 28: 10 en adelante

39 2º Reyes 2: 1; 4: 38

40 1º Samuel 10: 8

41 1º Samuel 13: 8

42 S. Zodhiates, ref. 4150, pág. 1626

43 1º Samuel 11: 14-15

44 1º Samuel 13: 15

45 2º Samuel 19: 15


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