El falso consuelo de los Profetas
En
los días de Jeremías al pueblo de Judá y de Jerusalén estaba en
desobediencia a Dios y estaba a punto de entrar en cautividad a
Babilonia. En lugar de diagnosticar su condición para que se
arrepintieran, la mayoría de los profetas les estaban dando
comodidad en su pecado, sólo animaban a la gente a pensar que Dios
iba a protegerlos de Nabucodonosor y su ejército. Esto les animaba a
luchar contra Babilonia en vez de someterse al juicio divino, como
Jeremías estaba abogando (Jer.
27:12,14,15).
En
efecto, estos profetas estaban alimentando al pueblo con hopium,
como se suele decir, que enmascaraba el verdadero problema, animando
a la gente a pecar para que la gracia abundase (Rom.
6:1).
Un ídolo
del corazón
es una fuerte
creencia u opinión que es contraria a la Palabra de Dios,
impidiendo que la gente se arrepienta y adopte de la mente de Dios.
Los profetas estaban dando palabras que calmaban la gente, dándoles
una falsa sensación de seguridad, mientras que se mantenían
obstinados y rebeldes contra la Ley de Dios.
Este
problema espiritual se manifiesta también en la Tierra a través del
tráfico de drogas rampante, haciendo a Estados Unidos “como
Sodoma” en más de una forma. Si los profetas no hubieran
alimentado la iglesia con opio espiritual, el tráfico de drogas
físicas no sería un problema en Estados Unidos. Los problemas del
mundo son sólo una manifestación natural de un problema espiritual.
La raíz del problema no reside en el mundo en general, sino en el
terreno fértil de la Iglesia misma.
(Extracto de Deuteronomio- Discurso 9-Cap. 6, Dr. Stephen Jones)
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