"Porque yo ya estoy para ser
derramado como una ofrenda de libación..."
2 Timoteo 4:6, LBLA
¿Estás listo para ser derramado como una ofrenda?
Es un acto de tu voluntad, no de tus emociones. Dile a Dios que estás
para ser ofrecido como un sacrificio para Él. Luego, acepta las
consecuencias sin importar cuales sean y sin ninguna queja, a pesar
de lo que Dios pueda permitir en tu camino.
Dios te hace pasar por una crisis en privado, donde
ninguna persona te puede ayudar. Desde afuera, tu vida tal vez
parezca la misma, pero la diferencia está en tu voluntad. Una vez
que sufras esta crisis en la voluntad, no le prestarás atención al
costo cuando la crisis comience a afectarte exteriormente. Si no
tratas primero con Dios en el área de tu voluntad, el único
resultado será que comiences a compadecerte de ti mismo.
"Atad el sacrificio de la fiesta con cuerdas
a los cuernos del altar", Salmos
118:27.
Debes estar dispuesto a ser colocado sobre el altar
y a pasar por las llamas; dispuesto a experimentar lo que el altar
representa: quemarte en fuego, purificación y separación, con el
único fin de eliminar todo deseo y pasión que no estén arraigados
en Dios o dirigidos hacia Él. Sin embargo, tú no los destruyes,
Dios lo hace. Tú atas el sacrificio a los cuernos del altar y tienes
cuidado de no sumirte en la autocompasión cuando las llamas
comiencen a arder. Después de que hayas pasado por el fuego, no
habrá nada capaz de afligirte o deprimirte. Y cuando sobrevenga otra
crisis, te darás cuenta de que las circunstancias no pueden
afectarte como antes. ¿Qué fuego estás experimentando en tu vida?
Dile a Dios que estás dispuesto a ser derramado
como una ofrenda, y Él demostrará todo lo que alguna vez soñaste
que Él sería.
Extracto del libro “En Pos de lo Supremo”, de
Oswald Chambers
Por gentileza de Rafael Restrepo
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