PREPÁRENSE AHORA. COMPREN DE MÍ ORO REFINADO EN FUEGO, Kevin Barret

Prepárense ahora. Compren de Mí oro refinado en fuego.

Publicado el 24 de de septiembre de, 2011 por Kevin Barrett

En mi tiempo de oración y el arrepentimiento de esta mañana, el Señor me habló y dijo estas palabras: digo a Mi pueblo que el tiempo es corto, sí muy corto. Debéis prepararos. Muchos de Mi pueblo son engañados haciéndoles creer que están bien conmigo. Pero yo os digo la verdad, yo soy un Dios Santo y no acepto nada menos que la santidad pura de Mi pueblo. Vuestros corazones deben estar bien con vuestro Dios para serlo en los próximos días. Habrá mucho llanto y crujir de dientes cuando la oscuridad comience a cubrir la Tierra. Mi pueblo no está preparado. Mis pastores no han preparado a Mis ovejas.

Palabras de Jesús:

Búscame, pueblo Mío, con todo tu corazón. Rasgad los corazones para Mí. Os amo, pueblo Mío, con un amor eterno y no deseo que ninguno perezca. Pero yo os digo la verdad; Mi pueblo tiene que ponerse bien con Su Dios. Estoy enviando un fuego que quemará todo lo que no es Mío. Y ¿quién se mantendrá en este día de la quema? Te digo la verdad, pueblo Mío, eres tibio, y no estás caliente, por lo tanto, te vomitaré de Mi boca. Tú has sido engañado por los pastores que te enseñan que todo está bien. No hagas caso a los mercenarios. Ven a Mí y permíteme examinar tu corazón. Porque he aquí yo veo todo. Nada está oculto a Mis ojos. Os digo de nuevo, pueblo Mío, sacúdete, despierta y compra de Mí  oro refinado en fuego. Porque he aquí Yo soy manso y humilde de corazón y no echo fuera a nadie que me busque de todo corazón.

Pero ¡ay de los engañados! ¿Quién os fascinó con el pensamiento de que Yo no os voy a juzgar? Porque os juzgaré con vara de hierro y vendréis llorando a Mí en ese día diciendo que no lo sabíais. Pero te digo que lo sabes. Porque habéis buscado a los maestros y profetas que hablan mentiras de comodidad y engaño. Te digo que no voy a encontrarte sin culpa en ese día de tu juicio. Por eso digo, juzgaros ahora para que no seáis juzgados. Porque cuando te juzgue, no va a ser agradable. Os amo, pueblo Mío, y no deseo tener que traer juicio sobre Mi pueblo. Pero yo soy un Dios justo y santo y tengo que juzgar con justicia a los que no se juzgan a sí mismos.