OSEAS, PROFETA DE LA MISERICORDIA – CAP. 25: LA PALOMA INCAUTA, Dr. Stephen E. Jones




23/12/2016



Debido a que Israel se negó a arrepentirse, Oseas profetizó que la nación sería destruida y que el pueblo sería llevado cautivo a Asiria. Oseas 7:11 dice,

11 Por lo tanto se ha convertido Efraín como paloma incauta, sin entendimiento; llamarán a Egipto, acudirán a Asiria.

Era común para Israel y Judá que miraran al norte o al sur para protección. Cuando los reyes percibían que Egipto se estaba convirtiendo en una amenaza, formaban una alianza militar con Siria o Asiria, en el norte. Pero cuando Siria o Asiria se convertían en una amenaza, formaban una alianza militar con Egipto. De cualquier manera, como eran la potencia más débil, se convirtieron en objeto de la hegemonía de una nación extranjera y perdían algo de su independencia.

Ellos rara vez tenían fe en que Dios era su Libertador que era perfectamente capaz de hacer la nación grande. Casi nunca creyeron a los profetas que les decían que era su rechazo a la Ley Divina y su inmoralidad lo que había provocado su inferioridad. Tenían fe sólo en la carne, tomando medidas para defenderse de Dios, de la sentencia que había levantado contra ellos. Su defensa carnal puede haber pospuesto lo inevitable, pero al final fracasaba, ya que como la inmoralidad y la ilegalidad aumentaban, el juicio divino siempre prevalecía.


El Factor de Jonás
Oseas llama a Israel "una paloma incauta". La palabra hebrea para "incauta (tonta, atolondrada)" es pathah, que, según la Concordancia Strong, significa "abierto, amplio" y por lo general se utiliza en un sentido mental o moral como "ser simple"; en otras palabras, uno que es incauto es aquel que es espacioso en la cabeza. Hoy se podría llamar a una persona un "cabeza hueca", que tiene mucho espacio vacío entre sus orejas. Proverbios 20:19 usa el término, y la NASB lo traduce como "chisme". Gesenio dice que se refiere al "que abre sus labios, se utiliza de un hombre locuaz, cuyos labios se están abriendo continuamente"; en otras palabras, habla mucho, pero dice poco. Esta es la razón por la KJV y NASB llaman a Israel "una paloma incauta".

La palabra hebrea para paloma es yonah, o Jonás. Por lo tanto, esta profecía prefigura un momento en que Dios levanta a Jonás para ser un tipo de Israel (o Efraín) siendo tragado por Asiria. La capital de Asiria era Nínive, "Ciudad del Pescado", que en última instancia, destruyó a Israel, como se lee más adelante en Oseas 8:8,9,

8 Será tragado Israel; que se encuentran ahora entre las naciones como una vasija de desecho. 9 Porque ellos acudieron a Asiria

Por lo tanto, se dice que la "paloma incauta" sería tragada por Asiria. Jonás mismo representó esto en su propia experiencia cuando fue tragado por un gran pez. Cuando trató de huir de Dios manifestó el corazón de Israel como nación, haciendo al profeta "paloma incauta". ¡Qué tonto es tratar de huir de Dios! Pero Jonás era intercesor, así como profeta, y los intercesores asumen el problema de las personas por las que están intercediendo. Cuando un intercesor (o intercesora) vence el problema en sí mismo, vence en nombre de las mismas personas por las que está intercediendo, por lo que puede llevar muchos hijos a la gloria.

La velada referencia de Oseas a Jonás revela la final victoria de Israel, conforme a la misericordia de Dios. Así como Jonás fue vomitado del vientre de la ballena, también la tierra vomitará los muertos en una resurrección. Y el propósito de su resurrección era predicar la palabra con denuedo a la gente de Nínive, la gran ciudad del pescado (Nínive quiere decir "ciudad del pescado"). El enemigo de Israel se va a convertir a Cristo al final. La ironía aquí es que mientras Israel se negaba a arrepentirse, los enemigos de Dios se arrepintieron.

Una historia profética secundaria se desarrolla por medio de Jonás, porque Jonás era un tipo de Cristo (Mateo 12:39,40). Por lo tanto, cuando Jonás fue tragado por un gran pez, representó la muerte y sepultura de Cristo. Cuando se le vomitó, representó la resurrección de Cristo.

En otro nivel, la historia también representó la muerte y la resurrección de Israel.

Todavía en otro nivel, representó nuestra propia muerte y resurrección mientras que aún vivimos, porque desde el punto de vista jurídico, hemos muerto con Cristo y hemos resucitado con Él por la fe. En este nivel, la muerte y la vida han sido imputadas a nosotros, para que podamos predicar la palabra a los enemigos de Dios.

En otro nivel aún, nuestra carne, el viejo hombre carnal, es el enemigo de Dios, porque no se sujeta a la Ley de Dios (Romanos 8:7). Por lo tanto, en este nivel más personal, nuestro viejo hombre de carne es nuestra propia Nínive personal, pero sin embargo, cuando el Espíritu Santo (Jonás, paloma) viene a morar en carne humana, somos levantados en novedad de vida, y las palabras vivas de Dios salen de nuestras bocas.

Todos estos niveles (y más) están entretejidos en la profecía de Jonás, que se menciona brevemente a continuación por medio de Oseas. Oseas habla de Egipto y Asiria en el mismo aliento, que une a los dos, ya que la intención final de Dios es bendecir a Egipto y a Asiria, junto con Israel. Leemos acerca de esto en Isaías 19:24,25,

24 En aquel tiempo, Israel será tercero con Egipto y con Asiria, para bendición en medio de la tierra, 25 porque Yahweh de los Ejércitos los ha bendecido, diciendo: "Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad".

Esta bendición, por supuesto, es el cumplimiento del llamado dado a Abraham mismo, diciendo en Génesis 12:3, "en ti todas las familias de la tierra serán benditas". Sin embargo, mientras sufrimos de SPI (síndrome de la paloma incauta), como Jonás, no conocemos realmente la mente de Dios. Dejamos de lado la Ley de Dios e incluso socavamos el Plan Divino para la salvación de todos los hombres (1 Timoteo 4:10); así como cuando Jonás tuvo éxito en causar que Nínive se arrepintiera, y se molestó de que Dios cancelara Su juicio (Jonás 4:1,2). Prefería ver a los enemigos de Dios destruidos y echados fuera para siempre, en lugar de destruir a sus enemigos mediante convertirlos en amigos.

La conclusión inevitable, entonces, es que cuando estamos llenos del Espíritu Santo, el mensaje que vendrá de la boca debe reflejar el plan y la intención divinos de convertir a todos los enemigos de Dios y poner todas las cosas bajo los pies de Cristo (1 Corintios 15:27,28). La realidad, sin embargo, es que muchos cristianos padecen de SPI, lo que reduce la eficacia y la pureza de su mensaje.

Para una comprensión más completa de esto, véase mi libro, La Restauración de todas las Cosas (en castellano: http://josemariaarmesto.blogspot.com.es/2014/12/libro-la-restauracion-de-todas-las.html). Para una visión, teológica, más amplia véase el libro 1 de la Epístola de Pablo a los Santos en Roma (en castellano: http://josemariaarmesto.blogspot.com.es/2015/01/libro-epistola-de-pablo-los-santos-en.html).


La cautividad está asegurada
Oseas 7:12 dice,

12 Cuando vayan [a la cautividad], extenderé mi red sobre ellos; le haré caer como a las aves del cielo. Les castigaré conforme a lo decretado contra sus maldades.

Aquí Dios se imagina a Sí mismo como un cazador de pájaros echando la red en el cielo para capturar a la "paloma incauta" (Israel). El propósito es el de "castigarlos", en la forma en que fue proclamado a su asamblea en Levítico 26 y Deuteronomio 28. En este caso, la cautividad era estar bajo un yugo de hierro, siendo llevados cautivos a tierras extranjeras.

Oseas 7:13,14 continúa,

13 ¡Ay de ellos!, porque se apartaron de mí; destrucción vendrá sobre ellos, porque se rebelaron contra mí; yo los redimí, y ellos hablaron mentiras contra mí. 14 Y no claman a mí con su corazón cuando aúllan sobre sus almohadillas; sino que se congregan para el trigo y el mosto, y se rebelan contra mí.

Al igual que un niño que está siendo disciplinado, Israel gemía y lloraba con el fin de parar los golpes, pero el pecado no había sido expulsado de sus corazones. Su propia voluntad no se había roto. No habían aprendido a someterse a la Ley de Dios. Ellos estaban descontentos porque el "trigo y el mosto" habían sido cortados, pero estaban sin arrepentimiento. Ellos querían las bendiciones del pacto de Dios, sin dejar de ser niños desobedientes.

Oseas 7:15,16 concluye,

15 Y aunque yo los adiestré y fortalecí sus brazos, maquinaron el mal contra mí. 16 Se vuelven, pero no hacia lo alto; son como arco engañoso; caerán sus príncipes a espada por la insolencia de su lengua; esto será su escarnio en la tierra de Egipto.

Israel era la esposa de Yahweh, y los hijos de Israel, individualmente, eran Sus hijos. Así que Dios dice que "los entrenó y fortaleció sus brazos", como un buen padre haría. Pero a pesar de sus habilidades como padres, Dios dice que los israelitas eran hijos ingobernables e insolentes, que permanecían en un estado de rebelión a pesar de toda la disciplina. Él les disciplinó con un yugo de madera previamente, poniendo a la gente en cautiverio dentro de sus propias fronteras, y tal disciplina trajo arrepentimiento temporal. Sin embargo, el yugo de madera siempre era olvidado por la próxima generación de israelitas. Así que esta vez el yugo de hierro debía ser impuesto sobre ellos. Esta fue la última disciplina para la nación, comparable a un hijo que se vende a los extranjeros como esclavo.

"Egipto" en el versículo 16 no debe tomarse literalmente. Egipto era conocido como el lugar de cautiverio y era también un tipo profético que representa el mundo y el lugar donde se adoraba a dioses extranjeros. Volverse a Egipto fue un tema común, incluso en los días de Moisés. Cuando los reyes de Israel decidían defenderse para evitar el juicio de Dios, se decía que estaban regresando a Egipto. Así que en Deuteronomio 17:16 Moisés da instrucciones a los futuros reyes de Israel,

16 Por otra parte, él no tendrá muchos caballos, ni hará que el pueblo se vuelva a Egipto para tener muchos caballos, ya que Yahweh te ha dicho, "No volváis nunca por ese camino".

El profeta Isaías tuvo mucho que decir sobre la dependencia incauta de Israel sobre Egipto y sus caballos carnales, en lugar de depender de Dios para su defensa. Isaías 30: 1,2 dice,

1 "¡Ay de los hijos rebeldes", declara el Señor, "que ejecutan un plan, pero no de mi espíritu, con el fin de añadir pecado sobre pecado, 2 que proceden a Egipto sin consultar conmigo, para refugiarse en la seguridad de Faraón, y buscar abrigo a la sombra de Egipto".

Una vez más, dice en Isaías 31:1,3,

1 ¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos, y confían en carros, porque son muchos, y en jinetes porque son fuertes, pero no miran al Santo de Israel, ni buscan al Señor! … 3 Y los egipcios hombres son, y no Dios, y sus caballos son carne y no espíritu; por lo que el Señor extenderá su mano, y el que ayuda tropezará y el que recibe ayuda caerá, y todos ellos llegarán a su fin juntos.

Oseas afirma que Israel había buscado la fuerza (militar) carnal como una alternativa al arrepentimiento. Pero no pudieron salvarse del juicio divino, porque "sus caballos son carne, y no espíritu". Aquellos que buscan ayuda mediante el fortalecimiento de la carne (ya sea nacional o personal) van a "caer" al final.

El hecho de que Oseas no se refería literalmente a un regreso a Egipto se verá más adelante en Oseas 9:3,

3 No permanecerán en la tierra de Yahweh, sino que Efraín volverá a Egipto, y en Asiria comerán alimentos impuros.


El profeta sabía que los israelitas no podían ir a ambos lugares. "Egipto" se usa en sentido figurado, mientras que "Asiria" era el lugar real de su cautiverio. Cuando la gente acumulaban "caballos" carnales para protegerse, regresaban a Egipto desde el punto de vista de Dios. La sentencia real, sin embargo, es que iban a ser enviados a Asiria, donde iban a "comer alimentos impuros". Esto es en realidad una referencia a "comer" doctrinas impuras y incautas tradiciones de hombres.

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Dr. Stephen Jones

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