Libro: SALIENDO DE LA OSCURIDAD - V, Gary E. Sigler




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SALIENDO DE LA OSCURIDAD -V
Gary E. Sigler


"Habrá un día cuando la gente te mire a los ojos, e inmediatamente será introducida en la presencia de Dios, será regenerada, y será llena con El Espíritu de Dios. Cuando esto ocurra, tú sabrás con certeza que has salido del desierto".

 

Todos hemos estado en el desierto, y existe una conciencia hoy de que algo está a punto de irrumpir en escena, de que la Iglesia verdaderamente va a salir del desierto. Lo que llevo dentro de mi corazón más que cualquier otra cosa en estos días es el deseo de que a la gente de Dios le sea revelado el amor del Padre.

Todos hemos experimentado el amor del Padre en cierto grado. Pero para que la Iglesia salga del desierto, debe serle descubierto el corazón del Padre. Aunque, yo experimenté una revelación del amor de Dios cuando fui salvo, en ciertos momentos esta experiencia ocurre de una forma más especial. Ha habido momentos en mi vida en los últimos 25 años, y los hay todavía, cuando la presencia y la esencia de Dios es tan amorosa y tan maravillosa que me siento, sollozo y sollozo en el amor de Dios. Aunque tú hayas experimentado el amor de Dios, todavía continua allí estando un descubrir de cuán grande es ese amor.

Jesús dijo a sus discípulos en Mateo 13: 11, "Porque se os ha dado a vosotros conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos (las multitudes) no se les ha dado". A nosotros se nos ha dado. ¿Cómo podemos entender eso? Muchas veces le he preguntado a Dios, ¿por qué tengo este ardiente deseo, y este amor en mi corazón—por qué es que todo lo que hay en mí clama para ser conforme a la imagen de Dios?

Y la única respuesta que alguna vez he recibido es:
"Porque a ti se te ha dado. Tú no has trabajado para eso. No has sido bueno. De hecho no puedes ser lo suficientemente bueno para ello, pero a ti se te han dado a conocer los misterios del Reino de Dios".
Cuando tú lees los escritos de Pablo, él habla mucho sobre el misterio del evangelio,
"Alabemos a Dios que puede haceros a vosotros firmes conforme al mensaje de salvación que yo anuncio y la enseñanza acerca de Jesucristo. Esto está de acuerdo con lo que Dios ha revelado de su plan secreto, el cual estuvo oculto desde antes que el mundo existiera" (Rom. 16: 25).

"Se trata más bien de la sabiduría secreta de Dios, del secreto propósito que Dios, desde antes de hacer el mundo, ha tenido para nuestra gloria" (1ª Cor. 2: 7).

"Y nos ha hecho conocer su voluntad secreta, o sea el plan que Él mismo se había propuesto llevar a cabo. Según ese plan, que se cumplirá fielmente a su debido tiempo, Dios va a unir bajo el mando de Cristo todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra" (Ef. 1: 9-10).
¿Puedes tú ser parte de esto? 

Si tomamos estos versículos literalmente, entonces hay esperanza para cada uno de nosotros. En la plenitud de los tiempos, Dios hará esto, porque Él es soberano, porque Él es El Elyon, el Dios Altísimo, el Supremo Gobernador del Universo, y Él se ha propuesto en Sí mismo llevar todas las cosas a la unidad en CRISTO. 

Si tú recibes la Palabra de Dios literalmente, tienes una gran esperanza, porque vendrá un día en tu experiencia cuando tú reveles y manifiestes completamente al mundo la gloria de tu Padre Dios.

¿Cuándo va a ocurrir eso? 

Bien, en un sentido de la palabra, pudiéramos decir que ya ha ocurrido. ¿Cuándo fuiste puesto en Cristo? Yo pudiera decir que ocurrió en 1.969, cuando escuché el Evangelio por primera vez. Me críe en una iglesia, una de nuestras principales denominaciones, pero cuando tenía 29 años todavía me encontraba yendo a la iglesia buscando a Dios, cuando alguien me contó el Evangelio de una forma sencilla—entonces me explicó que este Dios al cual yo pensaba que servía, el Dios al cual yo había estado buscando durante toda mi vida, todo lo que Él quería para mí era que simplemente abriera mi ser a Él y lo recibiera a el cómo Señor, y de esta manera lo experimentara a Él. Y cuando hice eso, experimenté lo que es estar en Cristo.

Podría pasar horas contándote de mis experiencias durante los primeros días. Yo sabía que había sido colocado en Cristo, y todo el mundo alrededor de mí también lo sabía, no porque inmediatamente salí y predique el Evangelio, sino porque mi vida cambió. Sin decir ni una palabra, la gente con la que yo trabajaba comenzó a decirme "Gary, ¿qué está mal en ti?” No era el mismo. ¡A ellos, les parecía que había algo equivocado en mí!

En 1.969, entré en la consciencia de estar en Cristo, pero ¿sabes qué? ¡Eso no fue cuando realmente ocurrió! El Evangelio simplemente nos declara que fuimos puestos en Cristo en la cruz del calvario. ¿Puedes tú creer en eso? Primero que todo, ¿puedes creerlo para ti mismo? Y de esta manera, ¿puedes creerlo para aquellos alrededor de ti?
"Dios mostró su plan secreto, y me lo hizo saber, como ya les escribí brevemente. Al leerlo, pueden darse cuenta de que conozco el secreto de Cristo" (Ef. 3: 3-4).

"Y me ha encargado hacerles ver a todos cuál es el plan que desde siempre era un secreto de Dios, creador de todas las cosas. Sucedió así para que ahora, por medio de la iglesia, todos los poderes y autoridades en el cielo lleguen a conocer la sabiduría de Dios en todas sus formas. Dios hizo esto de acuerdo con el propósito eterno que llevó a cabo en nuestro Señor Jesucristo" (Ef. 3: 9-11).

"Esto es un secreto (misterio) muy grande; pero yo me estoy refiriendo a Cristo y la iglesia" (Ef. 5: 32).

"Oren también por mí, para que Dios me dé las palabras que debo decir, y para que pueda hablar con valor y dar así a conocer el misterio del mensaje de salvación" (Ef. 6: 19).

"... es decir, el misterio que desde hace siglos y generaciones Dios tenía escondido, pero que ahora ha manifestado a los suyos" (Col. 1: 26).

El misterio del Evangelio fue dado a conocer y revelado a la Iglesia Primitiva, especialmente por el Apóstol Pablo. Después de su resurrección, Jesús pasó 40 días con sus discípulos, enseñándoles cosas pertenecientes al Reino de Dios. Este es el porqué, en el día de Pentecostés, un simple puñado de hombres pudo voltear al mundo. Algunos de ellos habían pasado 3 años y medio con el mismo Jesús, y por las palabras que habló, colocó en ellos la revelación del Reino de Dios.

Y tú sabes, que nosotros como Iglesia estamos todavía esperando por el Reino de Dios, ¿oh, no es así? ¡No dándonos cuenta que el Reino de Dios esta aquí! Aunque tú pudieras decirlo en esta forma: "El Reino está aquí, pero no aún". El Reino de Dios está aquí en el sentido que Dios, por el poder de su Espíritu, te capacita para traer todo tu ser en sujeción a Él. Ese es el Reino. El Reino de Dios es simplemente la Ley y el dominio de su Espíritu. Pero desde ese primer período de revelación, primero a través de Jesús y después por los discípulos, muchas cosas han entrado en la Iglesia.

El Apóstol Pablo enseñó sobre esta revelación del Reino, y ni siquiera había estado con Jesús físicamente antes de su muerte y resurrección. Incluso Pablo tuvo la más maravillosa revelación, creo, que superior a cualquier otro hombre en el Nuevo Testamento. Sin embargo, la Iglesia a lo largo de la historia, ha perdido casi toda la esencia del evangelio que Pablo predicó. Si ella no se hubiese perdido, no verías las condiciones que tenemos en la Tierra hoy.

En este país especialmente, hemos hecho del Evangelio un Evangelio intelectual. "Si tú lo crees, puedes ser un Cristiano. Si tú no lo crees, no puedes ser un Cristiano. ¿Es simplemente un asunto de conocer intelectualmente todas las cosas correctas? La muerte sustitutoría de Jesús en la cruz cumplió mi salvación, ¿pero tengo yo que conocerla o recibirla? ¿O puedo estar en una tierra extranjera lejana en cualquier parte, y nunca haber escuchado el nombre de Jesús, y pudo haber algo que se estremeciera dentro de mi ser? ¿Pude mirar las estrellas y no darme cuenta que a través de la Creación de Dios hay una revelación de Él? Y aunque no conozca su nombre, algo dentro de la misma esencia de mi ser clamará por más vida. Puede ser que incluso aunque no tenga un entendimiento del Evangelio, pudiera clamar, "Porque quien quiera que clamaré el nombre del Señor será salvo" (Rom. 10: 13). ¿Pudiera esto no ocurrir? ¿Pudiste tú estar en una tierra extranjera, no habiendo nunca escuchado el nombre de Jesús, y ser salvo? Bien, si tu respuesta es no, no conoces el corazón de Dios. ¡Si un hombre en una tierra extranjera clama a Dios, la misma cosa que te ocurrió a ti cuando recibiste a Jesús le ocurrirá a él!

Es por el Espíritu del Señor, y no por un conocimiento intelectual, que tú eres salvo. Puedes saber todo lo que hay que saber sobre el Evangelio, puedes recitar capítulos y versículos de la Biblia, y todavía no conocer a Dios. Sabes que esto es cierto. Y aquí está este hombre pobre y humilde que ha dicho: "debe haber alguien allí afuera más grande que yo, y deseo conocerle". Hay algo en nosotros. Simplemente lo sabemos. Ese hombre es regenerado sencillamente como tú y yo. Él puede que nunca escuche el nombre de Jesús en su tiempo de vida, y puede encontrar un monje Budista, que le instruirá a Él en la religión Budista, y será un hombre muy, muy confundido. Porque en su corazón él ha encontrado, y ha sido regenerado y tiene dentro de él la esencia del Espíritu de Dios-pero en su mente, él tiene la religión Budista. Y sin embargo hoy, hay hombres y mujeres a lo largo de América que dirán que porque ese hombre es un Budista, sirviendo a un falso dios, posiblemente él no pueda ser salvo.

¡Por favor escucha y entiende! No es lo que tú crees intelectualmente lo que cuenta para Dios. Cuando vayas ante Dios, tu excusa no será buena si le dices, "Te recibí intelectualmente. Expulsé demonios en tu nombre. ¡Sané al enfermo, y levanté al muerto!" ¿Qué es lo que Jesús dirá? "Nunca te conocí" (Mat. 7: 23). Y ese pobre y humilde hombre lo que quería era a Dios, y enredó su mente con la religión Budista, sin embargo en su corazón él tenía al Dios del universo -podrás verlo introducirse a la presencia de Abraham, Isaac y Jacob, pero tú serás echado afuera. ¡Y sin embargo, tú tenías el conocimiento intelectual correcto!

No juzgues nunca a una persona por lo que piensa en su cabeza. Conoce su corazón. No, yo no iría a adorar a un templo Budista, pero no condenaría a nadie que tenga un genuino amor por Dios en él y tú puedes ver la diferencia entre religión y amor. ¿Y sabes qué? Ese budista no es diferente a ese cristiano. Si estas en la Iglesia o fuera de ella, tú has sido influenciado por 2.000 años de tradición religiosa, y puedes estar tan dañado en tu cabeza, intelectualmente, como lo está un Budista. Pero si tú tienes a Dios, eso es lo que realmente importa. Pudieras ser luterano. Pudieras ser un católico. Pudieras ser un pentecostal, pudieras ser cualquier cosa. Pero si tú has encontrado al Dios de Abraham, Isaac y Jacob, tú lo sabrás. ¿Y te miraría a ti, porque vas a la Iglesia Luterana y te diría, "¿no conoces a Dios?" ¡No me atrevería a decir eso! Sin embargo, eso ocurre todo el tiempo. Vamos a conocernos unos a otros por el espíritu. Pasa algún tiempo en mi presencia y conoce mi corazón. Tú puedes escucharme cosas con las cuales no puedes estar de acuerdo, y eso es correcto, pero si tú me conoces, y conoces mi corazón, me amarás y te amaré. Las diferencias en nuestras creencias intelectuales no importan.

¡Oh me parece tan terrible para la Iglesia escuchar esto! En el día del juicio, ¿qué es lo que va a importar—que tengas toda la doctrina correcta, ó que tengas un corazón hambriento de Dios? Si buscas a Dios, si liberas el sufrimiento de tu vecino, si abres tu casa al necesitado... ¿Qué es lo que realmente importa? ¡Oh Dios, yo simplemente creí en todo lo correcto! "¡Lamento mucho este asunto! Pero no te conozco. Estuve en prisión, y no viniste a mí. Estuve sediento, y no me diste de beber. Tuviste una iglesia de 10.000 personas, y no les diste de beber. Les diste todo tu conocimiento. Les enseñaste los siete pasos para esto y los once pasos para aquello, pero no les diste nada para beber. Tu realmente no les diste de comer a mis ovejas. No te conozco". Esto va a ocurrir, va a ocurrir si no entendemos y no se nos revela, el corazón del Padre.

El plan de Dios, su propósito eterno, es que Él reuna todas las cosas en Cristo, de esta manera, como se dice en Efesios 5, para que Él pueda presentarse a Sí mismo una Iglesia gloriosa sin mancha ni arruga. ¿Cómo es que esto ocurrirá alguna vez? Debemos tener una revelación del corazón del Padre.

Hubo un tiempo cuando si me hubieras preguntado qué era lo que pensaba que llevaría a todo el mundo dentro de una unidad, te hubiera dicho que para que esto aconteciera, todo el mundo tendría que ser luterano. ¡Realmente! Eso es lo que habría dicho. Todo el mundo debe saber que no es justificado por lo que hace, sino como enseño Martín Lutero, debe ser justificado por la fe. Así que te hubiera dicho que para que todo el mundo estuviera en unidad, todos deberíamos ser luteranos, deberíamos ser justificados por la fe.

Si tú me hubieses preguntado años más tarde, lo que pensaba que la Iglesia necesitaba comprender, a fin de entrar en la unidad; te hubiera dicho de inmediato que todo el mundo habría tenido que ser lleno del Espíritu Santo y hablar en lenguas, eso traería a la unidad. Pero pienso ahora que hemos tenido unos años de experiencia en eso, podemos mirar atrás y ver que no hay ninguna unidad traída por la gente al ser llena con el Espíritu y hablar en lenguas. (No diría "ninguna unidad", por supuesto; hubo alguna unidad pero no en general).

¡La única cosa que nos llevará realmente dentro de la unidad es la revelación del corazón de Nuestro Padre Dios, dándonos cuenta que Él no es solo el Dios de los judíos, no es solo el Dios de los luteranos, no es solo el Dios de los pentecostales, sino que, Él es el Dios y el Padre de toda la humanidad! 

¡La Iglesia tiene que tener una revelación del corazón de Dios Padre! Se nos debe revelar que Dios tiene un plan perfecto, como Efesios dice, y ese "su eterno propósito", todo eso, ya fue obrado por Dios. Jesús fue el Cordero de Dios antes de la fundación del mundo (Juan 17: 24; Ap. 13: 8).

Ahora voy a tocar algunos aspectos que pudieran provocarte algunos problemas, pero simplemente acompáñame. 

Uno de los grandes problemas que tenemos en La Iglesia es el fanatismo. La Iglesia ha recorrido un largo camino de fanatismo –o debería decir ha venido de un largo camino dentro del fanatismo, y ahora esta saliendo fuera de él en alguna forma. Hubo un tiempo cuando, si pertenecías a una cierta denominación y eras negro, tenías que ser segregado afuera y no podías ser parte de una denominación importante. Bien, hemos caminado un largo camino desde allá. Recientemente esa denominación mayor se ha arrepentido de ese concepto.

Hemos tenido muchísimos conceptos que recogemos los cuales nos llevan, en nuestra mente, a estar separados, y podemos ser tan solo un poquito mejor que otro individuo. Por ejemplo, mencioné un poco antes sobre el ser lleno con el Espíritu Santo y hablar en lenguas. Hubo un tiempo, y todavía hay algunos pentecostales, cuando te decían que si no hablabas en lenguas no podrías posiblemente estar lleno del Espíritu. Y ha habido mucha división y mucha lucha como consecuencia simplemente de ese concepto. ¡Decirle a alguien que no está lleno del Espíritu Santo porque ellos no hablan en lenguas es casi el colmo de la ignorancia dentro de la Iglesia!

Aquellos de ustedes que estén familiarizados conmigo conocen el concepto que yo enseño sobre estar llenos con el Espíritu Santo. No es que no puedas hablar en lenguas, pero sí estás lleno de Él, si realmente eres uno que se ha abierto a Dios y le ha invitado a tomar su Señorío y dominio, serás una persona santa. Y no tienes que tratar de ser santo, no tienes que levantarte todos los días para vivir de acuerdo a un estándar. No tienes que memorizarte diez capítulos de la Escritura en un día. No tendrás que tratar de orar por cuatro horas al día.

El Señor me sentó cerca de cuatro años y no me permitió ministrar, porque aunque como joven cristiano, yo había recibido revelación de algunas cosas en las que la Iglesia esta a punto de entrar, no estando en capacidad de compartirlo en ese momento porque el tiempo no era el correcto. Pero Dios me sentó, hasta el punto donde le dije a mi esposa una vez, "¿sabes qué? No creo que tenga esa revelación más, no puedo enseñar". Dios me desnudó totalmente de todo. Hubo un período en mi vida por tres años y medio cuando oraba y buscaba a Dios por un mínimo de ocho horas por día. Y mi esposa te puede decir que era prácticamente una viuda, debido a que el tiempo se extendió a 12, o 13 o 14 horas. ¡Estaba tan desesperado por conocer a Dios! Y desde esos tres años y medio, el Señor me dio mucha revelación y conocimiento de las profundidades de su corazón y como siente Él referente a toda la humanidad—no solo hacia la Iglesia.

En el pasado eterno, Dios tenía un plan y un propósito. Él es El Elyon, el Dios Altísimo y Él usa a la gente, se revela a la gente de acuerdo a su Plan y Propósito. No es de acuerdo a nuestro plan y propósito. Dios me sentó por cuatro años y no me permitió ministrar, solo con la excepción de que escribí un par de libros. Y yo realmente pensé que había perdido mi unción. Le dije a Carol, "¡No puedo ni siquiera pararme más ante la gente, no sé lo que voy a hacer!"

Un día bajé a visitar los Ministerios Conectados al Amor hace un año y medio, y la pastora Ada me dijo "¿Tienes un mensaje para nosotros hoy?" Y hasta el momento yo no sabía, que Él tuviera algún mensaje. Al próximo día, estábamos en la iglesia, y ella no me volvió a preguntar de nuevo, ella simplemente dijo, "Gary, nos va a ministrar hoy". Ese fue uno de los más grandes momentos en mi vida en los años recientes, porque cuando me llamó supe que era Dios, sin embargo cuando me dirigí para ministrar me sentía vacío. Por cuatro años, me sentí vacío. ¡Pero cuando tome el micrófono, Dios me llenó! Y todo regresó.

La única razón por la que comparto esa historia contigo es para que tú puedas conocerme, y entiendas que lo que enseño no lo leí y lo saqué de un libro, y no lo saqué de un sombrero, y no estoy copiando el ministerio de alguien más. Una de las cosas que Dios me descubrió es que en estos días, ¡hay una maravillosa, gloriosa y magnífica revelación del corazón de Dios viniendo a su Iglesia! Dios realmente ama a la humanidad. Pero tomamos las cosas de Dios, y creamos problemas.

Nos volvemos fanáticos: "Si tú no hablas en lenguas, no estás lleno con el Espíritu Santo". Jesús le dijo a sus discípulos "permaned en Jerusalén hasta que seáis—no llenos con El Espíritu Santo, sino- vestidos con El Espíritu Santo". En Lucas 24: 29 Él dijo: "vosotros esperad  en la ciudad de Jerusalén hasta que seáis investidos", lo cual significa ser vestidos con el Espíritu. Y entonces leemos (Juan 20: 22) que en el mismo primer día de la resurrección de Jesús, Él se apareció entre sus discípulos y les dijo, "¡Recibid el Espíritu Santo!" y diciéndolo simplemente sopló sobre ellos! ¿A qué te recuerda esto?

En el mismo principio, Dios exaló sobre un hombre de barro. Y en el propio aliento de Dios estaba la misma esencia de Él. Todo lo que Dios es, está contenido en su aliento, su Espíritu. Y cuando Jesús dio su aliento sobre aquellos discípulos y dijo, "Recibid el Espíritu Santo", ¡ellos fueron totalmente llenos con el Espíritu de Dios! Este es el único camino, amigo, en él que alguna vez podrás ser lleno con el Espíritu Santo recibiendo el aliento de Dios. No puedes vivir físicamente sin respirar; tampoco puedes vivir espiritualmente sin el aliento de Dios. Esa es la razón por la que Dios le dijo a Ezequiel en el Valle de los Huesos Secos que hablara al viento para insuflar aliento—dar aliento de vida, aliento del Espíritu—dentro de los huesos secos (Ez. 37: 4-10). ¡En las palabras está el propio aliento de Dios! ¡Solo habla a aquellos huesos y obsérvalos pararse y vivir!

Si estás lleno con el Espíritu Santo, eres sencillamente un santo. ¿Ahora qué significa esto? Ni siquiera sabemos realmente lo que significa. Pensamos que para ser santos probablemente tengamos que parar toda la actividad secular, orar y leer mucho la Biblia. En otras palabras, nuestro concepto de santidad es un camino de esfuerzo, pero el camino más simple para explicarlo es que la santidad está donde quiera que Dios esté. La primera vez que la santidad es revelada en la Biblia fue en la Zarza Ardiente, donde Yahweh habló a Moisés, "Quítate tus sandalias, porque estás parado sobre tierra santa" (Ex. 3: 5). Esa tierra era santa unicamente porque la presencia de Dios estaba allí

He escuchado enseñar sobre santidad hasta que ésta ha terminado convirtiéndose en esclavitud. "Tú tienes que dejarte tu pelo largo. No puedes cortarte el pelo en esta forma o esa forma. No puedes ir al cine. No puedes bailar. No puedes tomar un trago". ¡El camino a la santidad ha sido enseñado de tal manera que ha llevado a la gente dentro de la esclavitud, más que a la libertad!

Dios ama a su pueblo libertándolo para vivir de acuerdo a la consciencia de su presencia. Sin embargo hablando en forma general, el pueblo de Dios como un todo realmente no lleva la presencia de Dios dentro de ellos. Todos sabemos que Él esta aquí, pero estoy hablando desde una experiencia de la consciencia, porque muchas veces no tengo consciencia de la Presencia de Dios. Algunas veces comienzo a hablarle a alguien en la calle, e inmediatamente soy consciente de que Dios está en la escena. En ese momento, no pienso en mi condición, no pienso sobre donde he perdido a Dios por los tres o cuatro últimos días, no pienso en lo que necesito hacer, sino que cuando la esencia de Dios aparece, en ese momento me convierto en una persona santa.

No hay una manera de cómo puedas aprender a ser santo, una mejor palabra para esto es transformación. Tú no puedes aprender con una mente natural. He compartido frecuentemente que traté por 13 años y medio de ser un buen cristiano y nunca lo logré. Tampoco pude dejar algunos simples hábitos que tenía -ni podía dejarlos, ni quería hacerlo. Pero Dios es mi Padre, y una vez me habló diciendo, "Gary, tengo un plan y un propósito para ti. Puedes luchar de nuevo. Puedes rebelarte y te va a provocar mucho pesar, mucho dolor en el corazón. Vas a pasar por muchas pruebas, y mucha tribulación. Pero Yo soy El Elyon y te puedo garantizar que habrá un día cuando tú revelarás y manifestarás plenamente mi gloria y mi creación. No porque seas suficientemente bueno. No porque seas siempre obediente cuando te hablo. No por ninguna cosa que hayas hecho, sino porque tengo un diseño, una intención y un propósito para ti. A causa de eso, tú serás lo que digo que serás. Pelea contra eso si tú deseas".

El obstáculo más grande contra el que me golpeé fue: ¿Qué hay sobre la voluntad humana? Él es El Elyon. Se dice en círculos religiosos que Dios no viola tu voluntad. Bien, háblame sobre la historia de Jonás. ¿No intentó Jonás decir que no? Y ¿Qué fue lo que Dios hizo? ¿Has dicho alguna vez no a Dios? Y cuando le has dicho a Dios que no, ¿ha volteado Él sus espaldas, realmente las ha volteado? Bien tú pudieras haber pensado esto porque perdiste la consciencia y la dulzura de su presencia, pero Él no se dio la vuelta. ¿Lo hizo realmente? ¡Oh, no hay nada más en todo el mundo que yo desee que ser un portador de su presencia en la Tierra! Y mis deseos se han vuelto tan fuertes en esta área, que las otras cosas que me mantuvieron abajo por 13 años no me molestaron más. Pero no es la superación de aquellas cosas lo que me llevó a un lugar en Dios, donde ahora sea merecedor de recibir su presencia y llevarla por toda la Tierra.

Cualquier hombre que sienta que ha ganado un lugar en Dios donde él es aceptable para el Padre, por ser un maestro, o un portador, o cualquier cosa que tenga que ver con Dios, es el hombre más engañado del mundo. Si te paras delante de la gente y ves que tú estás donde tú estás hoy porque has sido obediente, no entiendes el corazón de nuestro Padre. Ahora en cierto sentido, tu aprendes a obedecer, pero tu obediencia no sale de nada que esté en lo natural, en la hechura almática del hombre. No hay nada en esta vieja creación que sea obediente y dispuesto -nada. Y sí tu piensas que lo hay, descubrirás que es de una forma diferente.

Solo tenemos una esperanza. Pablo lo dijo en esta forma: Cristo en ti es la esperanza (Col. 1: 27). No hay nada en tu personalidad natural (la hechura humana natural, la mente carnal) que Dios pueda usar. Nada. No hemos aprendido eso aún, porque en la medida que tú mires a otro ser humano y digas: "si ellos pudieran tan solo hacer ciertas cosas; si ellos pudiesen detener esto y hacer eso", tú eres una persona que llevarás a otros a una total esclavitud.

No hay nada en Adán que servirá para Cristo, aunque él pueda quererlo. Enseño mucho sobre el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, que existe un buen deseo en la mayoría de nosotros. Algunos de nosotros, queremos convertirnos a como Dios es, pero no podemos ¿Cómo podríamos? El deseo esta ahí, pero incluso ese deseo puede ser un deseo carnal de un buen hombre que solo quiere a Dios. Eso no funciona tampoco. La única esperanza es tener una revelación del corazón de nuestro Dios Padre. Y cuando la tengas, te darás cuenta que Dios verdaderamente no hace acepción de personas.

Algunas veces esto es difícil de aceptar para la Iglesia, porque queremos sentirnos como si fuéramos especiales. Hay algo sobre nosotros que quiere sentirse como: "Tengo un corazón para Dios, y porque tengo un corazón para Dios, el realmente me bendice. Y si solo tú tuvieras un corazón para Dios como el mío, serías bendecido como yo". ¡Oh, eso es tan incorrecto y equivocado! ¿Dónde consigo ese corazón?

Cuando tenía 11 años de edad, le dije a mi mamá, "por favor cómprame una Biblia que pueda leer y entender, sí hay tal cosa". Todo lo que teníamos en ese tiempo era una Biblia versión del Rey Jaime (King James). Le pedí a mi mamá que me comprara una Biblia porque cuando creciera quería ser predicador. ¿Por qué? ¡Yo odiaba a la iglesia!" Le dije a mi mamá que cuando creciera, nunca iría a la iglesia de nuevo. No era la iglesia. Yo había nacido con un deseo, un hambre por Dios. Acostumbraba a pensar que eso solo me ocurría a mí, que era una clase de exclusividad. Ninguno de mis otros amigos parecía tener un deseo tan fuerte como el que yo tenía. Ahora, me doy cuenta que era la GRACIA.

Dios es El Elyon, y tiene un Plan y un Propósito. Él colocó su semilla no solo en ti y en mí. Dios ha colocado su semilla en toda la humanidad. El Evangelio de Juan dice que Jesús era la verdadera luz que ilumina cada hombre que viene al mundo (Juan 1: 9). ¿Es esto verdadero o falso? Proverbios nos dice que el espíritu del hombre es la lámpara o candelero del Señor (Pr. 20: 27). Cada persona tiene dentro de ella la semilla de Dios, y esa semilla necesita el esperma divino para avivarse y regenerarse. Dios llama a su Iglesia, se revela a Sí mismo a la Iglesia, y entonces comienza a impartir dentro de la misma su esencia, su naturaleza y su carácter, y así, de esta manera, podemos ir al mundo y traer reconciliación a la Creación caída.

Dios ha estado con nosotros en el desierto. Cuando sufrimos, Dios sufre. ¿Por qué? Porque, más de lo que tú puedas imaginarte, Dios y el hombre verdaderamente son uno. En el preciso corazón, en el propio centro de tu ser, yace la semilla de Dios. Y cuando estás regenerado, esa semilla de Dios es la que trae a ti el sentimiento, la emoción, la regeneración de Dios. Cada persona que ha nacido es especial, pero tú no eres algo más especial porque conoces a Dios que el hombre que no lo conoce. ¿No dijo Jesús, "Ningún hombre puede venir a mí excepto que El Padre lo traiga" (Juan 6: 44)? Entonces, ¿cómo podremos tener el crédito? ¿Cómo podremos decir que la razón por la que conocemos a Dios es que hemos hecho ciertas cosas realmente? Cuando Dios te escoge de entre la gente en el mundo, y para su propio Plan y Propósito genera su semilla divina dentro de ti, de repente te vuelves alerta, te vuelves consciente de Dios. ¿Por qué? porque es su plan y su propósito restaurar la Creación de vuelta a Él Mismo.

Romanos 8: 21 dice que vendrá un día cuando toda la Creación será desatada de la esclavitud de la corrupción a la gloriosa libertad de los hijos de Dios. ¿Esto es verdad, o no lo es? Si eres un cristiano típico de pensamiento, no es aún verdad para ti. Pero ¿qué incluye "toda la Creación"? ¿Solo aquellos que corren a un altar? ¿Aquellos que han dicho algunas palabras? Algunas veces pensamos que es una frase mágica: "Jesús, te recibo". ¿Vendrá un día en la historia del mundo cuando toda la Creación será desatada de la esclavitud de la corrupción a la gloriosa libertad de los hijos de Dios? ¡Oh, no puedo esperar por la revelación que viene a la Iglesia! ¡Oh, tenemos tal mensaje! Tenemos misterios escondidos del Evangelio aún por ser revelados.

Nuestro país está en tal desastre, que incluso como cristianos decimos: "Bien, si nos pudiéramos deshacer de Bill Clinton. Si nos pudiéramos deshacer de la totalidad del sistema político y comenzar de nuevo". Pero déjame decirte, que nosotros, tú y yo, somos responsables por lo que está pasando en Washington hoy. No es la falla de Bill Clinton. No es la falla del Partido Demócrata. No es la falla de los Republicanos. El pueblo de Dios ha perdido el corazón de nuestro Dios Padre, y no nos hemos vuelto la sal de la Tierra.

¿Qué es la sal de la Tierra? Si soy la sal de la Tierra, soy el sabor, y si he sido verdaderamente salado con su esencia, ¡soy absolutamente libre de hacer cualquier cosa! Pero en el hacer de cualquier cosa que haga, soy la sal y de la misma esencia de mi ser, algo saturaré, y la gente será afectada. Si tú tienes la esencia de Dios, no tienes que predicar el Evangelio, en el sentido del Evangelio Religioso.

Trabajé en la NASA por seis años, y por lo menos la mitad del tiempo, no intenté predicar el Evangelio en absoluto. Pero intenté ser el mejor trabajador, el mejor amigo. Ese es un regalo que Dios me ha dado, yo simplemente amo a la gente. Pero después de tres años, le mencioné a un hombre que trabajaba conmigo, "¿John, has sido consciente de Dios en tu vida?" Y ese gran destructor de muchachos casi me golpea. Él me dijo, "No vuelvas nunca más a mencionar ese nombre en mi presencia otra vez". Porque, me dijo: "Te digo una cosa, Gary, si hay tal cosa como Dios, yo no puedo esperar para verle y decirle: "Tú eres un (hijo de...), por el desastre que has hecho de esta Creación". Pero quiero que sepas que cuando dejé la NASA, ese hombre tenía lágrimas en sus ojos, y dijo, "Gary, nunca había escuchado sobre el amor de Dios, tú sabes, predicando, esto… y aquello" y me dijo, "Tú eres la primera persona que he conocido a quien yo podría decir realmente que tiene el amor de Dios y camina en lo que ellos dicen, que creen".

¡No tienes que predicar el Evangelio! Y si tú estás alrededor de mí, tú descubrirás que soy un bromista. Me divierto mucho. Sin embargo sé que dentro de mí ser hay una muy preciosa unción de su amor por la humanidad. De nuevo, ¿Eso me hace especial? ¡Por favor! ¡NO! No me lo hace. 

Como dije por trece años y medio hice todo tipo de cosas; nunca oraba menos de una hora al día, no leía menos de diez a veinte capítulos de la Escritura en un día, incluso por trece años y medio fui un fracaso. No totalmente, porque hice algunos progresos, pero no era libre. Pero cuando me di cuenta que la santidad está en donde quiera que Dios esté, entonces Dios comenzó a hablarme de pequeñas maneras y a revelarme, "Tú has estado diciendo de que Jesús vive en ti"- ¿No piensas que es tiempo ya de que te vuelvas consciente de ello?" Y hoy, no lo estoy completamente todavía. Estoy consciente de ello, pero no lo suficiente, porque cuando tengamos el corazón del Padre descubierto ante nosotros, seremos unos transformadores en el mundo.

Dios no es un fanático. Fui enseñado cuando era un joven cristiano: "sí un Testigo de Jehová viene a tu puerta, bótasela en la cara, porque esa gente realmente cree en lo que dice, y tú serás realmente muy engañado". Ese fue el tipo de amor que me enseñaron. ¿Y los Mormones? "!Oh mi Dios, ni siquiera te le acerques a esos muchachos! Algunas de las cosas que ellos enseñan son demoníacas". No tenemos concepto del Corazón de nuestro Padre Dios. No tenemos una experiencia de lo que decimos o creemos, o no estaríamos temerosos de los Testigos de Jehová, no entraríamos en pánico por un Mormón, no les diríamos a nuestros hijos que no jueguen con los Testigos de Jehová".

Sí tuviéramos la esencia de Dios y fuéramos la sal de la Tierra, ¿a qué le temeríamos? Porque salaríamos la Tierra. Tú realmente eres la sal de la Tierra. Pero el Señor dijo, "Sí la sal pierde su sabor…" (Mat. 5: 13), y para la gran mayoría esto es lo que ha ocurrido. En 2.000 años, perdimos el sabor. 

La Iglesia no está realmente capacitada para salar mucho más. ¿Qué dijo el Señor? "No es buena para nada. Necesita ser botada". Alguna gente te dirá que eso quiere decir que si pierdes tu sal, pierdes tu sabor; has perdido tu salvación e irás al infierno y te quemarás eternamente. Déjame decirte lo que realmente significa. Cuando tú pierdas tu condición de salinidad, el fuego de Dios empezará a traer purificación. ¡No es una experiencia negativa! El Elyon conoce exactamente lo que necesitas para conducirte a postrarte de rodillas, así de simple como Él sabía lo que le tomaría regresar a Jonás, quien había huido lejos de Él.

Tú eres libre para hacer cualquier cosa que quieras hacer, eres libre de voltearle la espalda a Dios. Pero tengo noticias para ti. Trata de hacerlo. Seguro, que puedes hacer tu elección. Eres libre. Pero realmente no tienes una voluntad libre. Tu voluntad esta también cautiva por el enemigo a través de la caída, o te has entregado a ti mismo a Dios. Acostumbraba a manejar hacia el desierto todas las mañanas en California, y decía, "Dios, te doy permiso para hacer cualquier cosa que se necesite. Yo le digo a los principados y poderes en los lugares celestiales, le doy a Dios permiso para hacer cualquier cosa que Él quiera hacer en mi vida". Perdí mi voluntad libre. Sí es que alguna vez la tuve, la perdí entonces. Dios se convirtió en El Elyon para mí, tanto si me gustaba cono si no. Y ha habido muchas veces cuando no me gustó. Esas veces en que el fuego se torna caliente.

Pero aunque miramos a nuestras experiencias como negativas, tenemos que entender el corazón de nuestro Padre Dios. Él te quemará hasta convertirte en algo crujiente. Serás juzgado, pero no será un juicio religioso. Dios no es ese ser grande y feo allá arriba lleno de ira vengativa. Sé que la Biblia habla sobre la ira de Dios, y también sé que el día del juicio esta viniendo, pero el concepto de "pecadores en las manos de un Dios airado" no es realmente el concepto de tu Padre Dios. Dios como tu Padre te pasará a través del fuego.

¿Qué le ocurre al oro sí lo lanzas en el fuego? Se purifica. El oro, la plata y las piedras preciosas. ¿Qué es lo que hay en ti? El oro, ¿tienes tú la Naturaleza y Vida Divina de Dios, o no la tienes? Si podemos decir, como el apóstol Pedro nos enseñó, que tenemos la Vida Divina en nosotros, entonces tenemos el oro, pero tendremos que ser purificados por el fuego.

Espero que puedas escuchar lo que estoy diciendo e ir un poco más allá con esto. Dios no tiene placer en la muerte del impío (Ez. 33: 11). Juan dijo que Jesús bautizaría con el Espíritu Santo y con fuego (Mat. 3: 11). Bien, hemos tenido al Espíritu Santo en Pentecostés, pero hemos omitido el fuego, porque esa no es la parte divertida. Pero necesitamos el fuego, porque cuando tengamos el corazón del Padre descubierto para nosotros, seremos los transformadores del mundo.

Nací con una naturaleza que ama todas las cosas incorrectas. Dentro de mí, tenía un deseo por Dios, pero mi carácter y hechura naturales eran mucho más fuertes que mi deseo por Dios. A cualquier parte que iba, los ministros decían: "no te puedo ayudar. Tienes que hacer tu elección. Tienes que decidir. ¿Vas a obedecer a Dios u obedecer a tu carne? "Bien, ¿qué podía hacer si mi carne era más fuerte? Traté de obedecer a Dios, pero no resultó. Así que Dios me puso en el fuego.

Todos nosotros pasaremos a través del fuego. Tu personalidad y carácter humano, todos estos rasgos humanos que has heredado de tu padre Adán, toda la desobediencia, todas las equivocaciones de tus caminos, todo en tu ser que sea anticristo (y la Iglesia hoy está llena de anticristo) debe ser quemado. El Elyon te pondrá en el fuego hasta que salga de ello una columna de humo, y esto no es para ti solamente. Tú eres afortunado en este sentido de la palabra: que Dios te está llamando a ti ahora. Dios nos ha llamado afuera ahora, para comenzar a purificarnos para que de esta manera podamos portar el mensaje de reconciliación al mundo.

Tengo una profecía que me fue dada a mí unos pocos años atrás, y cuando esta profecía me fue dicha, Dios me habló justo detrás de ella y me dijo, "esta palabra no era para ti, sino para La Iglesia". Era para mí, pero no solo para mí. Sabes lo que quiero decir. Y la palabra era esta: 
"Habrá un día cuando la gente te mire a los ojos, e inmediatamente será introducida en la presencia de Dios, será regenerada, y será llena con El Espíritu de Dios". Cuando esto ocurra, tú sabrás con certeza que has salido del desierto.
Necesitamos ser la ofrenda que es consumida sobre el altar por el fuego de Dios; y eso duele, pero tú sabes que fue dicho sobre Jesús (y tu tendrías la misma actitud si entendieras el corazón de Dios), que por el gozo que fue puesto delante de Él, soportó la cruz. ¡Y si tú tienes el plan de Dios para tu vida revelado, entonces por la alegría que es colocada ante ti, también soportarás él fuego! Tú soportarás el dolor, soportarás el sufrimiento.

No hay mucha conversación en la Iglesia hoy sobre el sufrimiento, ¡pero si tú vas a ser santo, tú sufrirás! Y no va a ser por gente persiguiéndote (aunque eso puede ser parte de ello); tú vas a sufrir en la propia esencia de tu ser, porque todo lo que en ti pensabas que era santo va a ser arrancado. Y si tú no has tenido esta experiencia aún, vendrá un día cuando Dios arrancará la carne de ti y te dejará verla y mirarla tal y como es, y te darás cuenta que, sí no fuera por la gracia de Dios, pudieras ser un asesino, pudieras ser un violador, tienes todas las tendencias que cualquier hombre ha tenido incorporadas en su carne y, si no fuera por la Gracia de Dios, serías capaz de los actos más viles. Merece la pena el sufrimiento para deshacerse de la carne. "Y Él os bautizará con el Espíritu Santo y fuego" (Mat. 3:11).

Oración:
Padre, por el poder de tu Santo Espíritu, por la propia esencia de tu ser, te pido a Ti que ardas sobre el altar de mi corazón. Te pido que envíes ese Fuego Santo que consuma cada área, cada avenida de mi pensamiento y mi ser. ¡Oh Dios, te pido que ardas, y ardas y ardas dentro de mi ser, y eso origine la esencia de tu ser, la semilla de tu vida brotando en mí! 
Que tu pueblo Señor, nosotros, como el Cuerpo colectivo de Cristo, no permanezcamos divididos. Decimos, "ven, oh único Santo, ven, fuego de Dios, ven y arde dentro de nuestro ser". 
Padre, solo Tú puedes quemar la rebelión. Solo Tú puedes hacer arder la desobediencia. Solo por el fuego purificador de tu Santo Espíritu podemos vivir y no morir. 
Oh Dios, trae el fuego. El Elyon, revélanos tu Corazón de Padre".

¡Amén! 

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