¿A QUÉ IMPERIO APOYARÁS, Dr. Stephen Jones (GKM)

 

Fecha de publicación: 08/06/2025
Tiempo estimado de lectura: 6 - 8 minutos
Autor: Dr. Stephen E. Jones
https://godskingdom.org/blog/2025/08/which-empire-will-you-support/

El lema del presidente Donald Trump (MAGA) se estableció sin definir realmente cómo pretendía restablecer esta grandeza. El lema suena bien a simple vista, junto con el lema secundario, "América Primero". Pero su implementación práctica es la verdadera pregunta, y esta sólo pudo responderse después de la investidura de Trump.

Bueno, después de seis meses de observación, ahora empezamos a ver cómo Trump intenta lograr su objetivo. Sus principales tácticas consisten en amenazas económicas y militares y ultimátums, que han sustituido a las negociaciones diplomáticas tradicionales. Ha optado por utilizar los aranceles como arma y, cuando eso ha fracasado, recurre a amenazas militares para obligar a cumplir los «intereses» de Estados Unidos.

En el ámbito nacional, Trump se ha opuesto a la "ideología woke" de Biden para acabar con la locura de la inmoralidad y el transgenerismo. Pero en el ámbito internacional, es evidente que Trump pretende castigar a cualquier país que no acepte su visión de los intereses estadounidenses. Cuando culpa a otros países de aprovecharse de las políticas comerciales estadounidenses, su criterio parece basarse en los desequilibrios comerciales, más que en las restricciones comerciales reales. En otras palabras, si otro país nos exporta más que nosotros a él, utilizará aranceles para equilibrar el déficit comercial.

El problema es que los productos fabricados en Estados Unidos suelen ser demasiado caros para ellos, debido al alto coste de la mano de obra estadounidense. Muchos de nuestros productos están simplemente fuera de su alcance. Otro problema es que Estados Unidos suele restringir la compra de artículos de alta tecnología que otros países desearían adquirir, argumentando que podrían beneficiar a sus ejércitos. Considerando que funcionarios estadounidenses proclaman abiertamente que entraremos en guerra con China dentro de 3 a 5 años, esto es, en cierto modo, comprensible.

Guerras del Imperio

La mayoría de las guerras se libran principalmente por razones económicas y, en segundo lugar, por ideologías. A lo largo de la historia, las guerras se han librado principalmente para hacer grande aj propio país. A medida que los imperios comienzan a declinar, sus líderes políticos suelen movilizar a sus ejércitos para intentar conservar el poder mundial. El aumento de las guerras suele ser síntoma de un imperio en decadencia. Sin embargo, las guerras son muy costosas y, en última instancia, solo contribuyen a un mayor declive.

En los últimos siglos, hemos visto a varios imperios europeos dominar el mundo:

1. Imperio portugués: del siglo XV a principios del siglo XVII

2. Imperio español – finales del siglo XV al siglo XVIII

3. Imperio holandés – siglo XVII (especialmente mediados del siglo XVII)

4. Imperio Británico – siglo XVIII a principios del XX

5. El Imperio Americano - de 1945 a la actualidad

Cada uno de los anteriores ha sido un subconjunto del imperio general de la Babilonia Misteriosa. Todos ellos están relacionados con la expansión del Imperio Romano, que es el cuarto reino en Daniel 2 y 7. Los países BRICS ahora desafían al Imperio estadounidense, liderado principalmente por China y Rusia, a quienes se les llama proféticamente "los reyes del oriente" (Apocalipsis 16: 12). El ángel derramó su copa de vino sobre el Éufrates para secarlo y preparar el camino para estos "reyes del oriente". Dios los está usando para derribar la Babilonia profética, como se describe en Apocalipsis 16: 19.

Recordemos que Babilonia cayó ante el ejército de Ciro el Persa y Darío el Medo. Estos fueron los reyes del Oriente originales que conquistaron Babilonia. Dios los levantó, no para destruir al pueblo de Judá, sino para liberarlo del cautiverio babilónico. Apocalipsis 16: 12 nos informa de un patrón que se repite al final de esta Edad. En mi opinión, Rusia y China son los nuevos reyes que Dios ha levantado para derrocar al imperio babilónico que ahora mantiene esclavizado a Occidente.

Los hombres creen que el siglo XXI es el turno de China de convertirse en el imperio dominante de la Tierra, y por eso los políticos occidentales le temen tanto. Sin embargo, la profecía muestra que el imperio venidero es el Reino de Dios, representado como una piedra que golpea la imagen de Babilonia en sus pies. Dios está usando a Rusia, China y a los países BRICS en su conjunto para preparar el camino para el Reino de Dios.

Por lo tanto, no le temo ni a China ni a Rusia. Siento mucha más aprensión por Estados Unidos y las alianzas occidentales en general, porque comprenden bien su declive y reaccionan de maneras típicamente carnales. La Iglesia en su conjunto no comprende la profecía, porque la mayoría de los maestros de la Biblia la aplican erróneamente, según las teorías dispensacionalistas de Darby y Scofield. Por lo tanto, la Iglesia está en gran medida confundida y termina aliándose con los babilonios. Demonizan a los reyes del Oriente como si fueran enemigos de Dios que vienen a destruir el estado sionista, que erróneamente creen que es el Israel bíblico.

La visión bíblica del Reino

Donald Trump tiene poca o ninguna formación bíblica. Recibe su consejo espiritual de sionistas cristianos en quienes confía, por lo que debemos analizar sus políticas desde esa perspectiva. Con tan malos consejos, se ha rodeado de sionistas y belicistas que demonizan a China y Rusia en lugar de aceptar sus intentos de amistad. Al hacerlo, se muestran como babilonios proféticos que luchan por mantener la hegemonía global. Apocalipsis 16 muestra que están luchando contra Dios mismo. Esta es una batalla que no pueden ganar.

De igual manera, los sionistas en Estados Unidos, apoyados por gran parte del cristianismo evangélico, intentan luchar contra el ejército de Dios, al que Él ha ordenado destruir el estado sionista (Isaías 29: 2, 3). En su afán por salvar a Jerusalén, se oponen al veredicto divino de Jeremías 19: 10, 11, que decretó que la ciudad sería destruida «como se rompe una vasija de alfarero, que ya no se puede reparar».

La Iglesia se encuentra, en gran medida, en el lado equivocado de este conflicto. Los cristianos sionistas se están preparando para una gran conmoción que sin duda pondrá a prueba la fe de muchas personas.

El fracaso del Plan Pike

Recordemos que el Plan Pike para las tres guerras mundiales, publicado por primera vez a finales del siglo XIX, se encuentra en su fase final. El plan consistía en utilizar la Segunda Guerra Mundial para impulsar al Islam, el Judaísmo y el Cristianismo a bandos opuestos y luego iniciar la Tercera Guerra Mundial, que aplastaría a las tres religiones, llenándolas de desilusión y preparándolas para el luciferismo (véanse los detalles a continuación).

https://josemariaarmesto.blogspot.com/2025/04/avanzando-en-espiral-hacia-la-ultima.html

El plan fracasará, por supuesto, pero es fácil ver cómo se está desarrollando hoy. Mientras intentan establecer un reino luciferino, Dios está estableciendo su propio Reino. Quienes comprenden la profecía, quienes han podido evitar los errores de Darby y Scofield, podrán permanecer en ese día con la frente en alto. Otros se sentirán conmocionados y avergonzados por apoyar a las fuerzas del anticristo.

Recordemos la historia de la rebelión de Absalón contra su padre, David. Esto sentó las bases para el conflicto del Nuevo Testamento durante la Primera Venida de Cristo. Caifás interpretó el papel de Absalón; Jesús, el de David; y Judas, el de Ahitofel, el traidor. Pues bien, se avecina otra ronda de la misma profecía en relación con la segunda venida de Cristo.

Así como la mayoría de los israelitas apoyaron a Absalón, también los judíos apoyaron a Caifás. Hoy, son los sionistas cristianos que apoyan a Absalón quienes conforman la moderna Compañía de Judas. Son los "amigos" de Cristo, los discípulos que, al no comprender el Plan Divino, terminan traicionando a Cristo al apoyar al anticristo.

Así como Judas intentó obligar a Jesús a manifestarse (para salvarse de la muerte en la cruz), los sionistas cristianos también han impulsado las políticas sionistas más extremas para provocar el Armagedón y forzar el regreso de Cristo para salvar a Jerusalén de la destrucción. Lo que desconocen es que Dios ya ha decretado la destrucción de Jerusalén y que afirmó estar liderando los ejércitos contra ella (Isaías 29: 2, 3). Si no hubieran estado tan ciegos, habrían sabido que luchan contra Dios y no sólo contra ejércitos árabes o chinos. Oremos para que sus ojos se abran y eviten el destino de Ahitofel y Judas.