Génesis 33: 14
Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso del ganado que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor a Seír.
No podemos obligar a nadie a ver aquello para lo que aún no está preparado, porque la comprensión y el crecimiento personal son procesos que ocurren a su propio ritmo. Cada individuo tiene su propio camino, marcado por experiencias, aprendizajes y momentos de apertura. Forzar a alguien a enfrentar una verdad o realidad para la que no está listo puede generar resistencia o incluso rechazo, haciendo que el proceso de crecimiento sea más difícil.
La clave está en la paciencia y el respeto. Es importante acompañar a las personas en su camino sin imponer nuestro ritmo o expectativas. Al final, cada uno debe llegar a sus propias conclusiones cuando esté emocional y mentalmente preparado. La verdadera transformación viene desde adentro, y no puede ser forzada por influencias externas.
Fermina Román
[Gentileza de E. Josué ZAMBRANO TAPIAS]
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