RESURRECCIÓN DE ENTRE LOS MUERTOS - Parte 2, Dr. Stephen Jones (GKM)

Fecha de publicación: 15/08/2024
Tiempo estimado de lectura: 5 - 7 minutos
Autor: Dr. Stephen E. Jones

https://godskingdom.org/blog/2024/08/resurrection-of-the-dead-part-2/

 

Estamos en deuda con el apóstol Pablo por su tratado sobre la resurrección en 1ª Corintios 15, ya que nos da muchos detalles que de otro modo no tendríamos en las Escrituras. Pablo presenta la resurrección de Cristo como la prueba definitiva de la resurrección. Esencialmente, Pablo estaba refutando la creencia de los saduceos que eran los gobernantes del templo, hasta que los romanos destruyeron la ciudad en el año 70 dC.

El ejemplo de la resurrección de Cristo

Al presentar la resurrección de Cristo, Pablo también definió la resurrección en términos físicos y no simplemente en términos espirituales. En esto Pablo estaba de acuerdo con los fariseos. Incluso hoy hay quienes definen la resurrección en términos puramente espirituales, como lo hicieron los saduceos. Dicen que la Primera Resurrección ocurre cuando uno se hace creyente. Su bautismo, dicen, tiene que ver con la muerte y la resurrección.

Ciertamente, hay una verdad importante en ver el bautismo como una experiencia de muerte a vida, al identificarnos con Cristo mismo. Pero esto no sustituye a la resurrección física. El bautismo es un testimonio público de una transformación interior. Significa dar muerte al “hombre viejo” (el hombre natural afectado por el pecado de Adán) y el surgimiento del “hombre nuevo” que ha sido engendrado por Dios. El principio es el mismo que vemos en una resurrección física.

Por lo tanto, la visión espiritualizada presenta la Primera Resurrección como espiritual. En cuanto a la Segunda Resurrección, hay desacuerdo. Algunos dicen que la Segunda es física; otros niegan cualquier resurrección física, es decir, resurrecciones que conduzcan a la inmortalidad, no sólo personas resucitadas de entre los muertos como Lázaro, quien murió de muerte natural muchos años después.

La influencia de los saduceos en la Iglesia

1ª Corintios 15: 12-14 dice,

12 Y si se predica que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de los muertos? 13 Pero si no hay resurrección de los muertos, ni siquiera Cristo ha resucitado, 14 y si Cristo no ha resucitado, entonces nuestra predicación es vana, y también vuestra fe es vana.

Si estos negadores de la resurrección eran judíos, es probable que fueran ex saduceos que trajeron sus creencias anteriores a la Iglesia. Si fueran griegos, debieron haber traído sus creencias y cultura pasadas a la Iglesia. De hecho, es por esta razón que se debe enseñar la leche de la Palabra a los nuevos creyentes, para que comprendan estas verdades fundamentales y puedan liberarse de la cultura religiosa a la que estaban acostumbrados.

Pablo afirma audazmente que si alguien niega la resurrección física de los muertos, también debe negar la resurrección de Cristo, socavando los fundamentos de su salvación.

Influencia griega en la Iglesia

La resurrección era un concepto extraño a la cultura griega. Cuando Pablo predicó en Atenas, se encontró con mucho escepticismo al hablar de la resurrección de Cristo. Hechos 17: 18 dice,

18 Y también algunos de los filósofos epicúreos y estoicos conversaban con él [Pablo]. Algunos decían: “¿Qué quiere decir este charlatán ocioso?” Otros, “parece ser un proclamador de deidades extrañas”, porque estaba presentando a Jesús y la resurrección.

Luego, Pablo encontró un altar con esta inscripción: “A un Dios desconocido” (Hechos 17: 23), y aprovechó la oportunidad para revelar a este “Dios desconocido” a la audiencia griega. Su conclusión se ve en Hechos 17: 30-32,

30 Por tanto, habiendo pasado por alto los tiempos de la ignorancia, Dios ahora declara a los hombres que todos los hombres en todo lugar deben arrepentirse, 31 porque ha fijado un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por medio de un Varón a quien ha designado, habiendo dado prueba a todos los hombres levantándole de entre los muertos. 32 Cuando oyeron hablar de la resurrección de los muertos, algunos comenzaron a burlarse, pero otros decían: "Os volveremos a oír acerca de esto".

Los griegos tenían una visión diferente de la Creación, que eliminaba la idea de resurrección, por lo que no es de extrañar que “algunos comenzaran a burlarse”. La visión del mundo griega se basaba en la idea de que el diablo (o “demiurgo”) creó la materia, por lo que la materia (el mundo físico) era inherentemente mala y que sólo el espíritu era bueno. Esto obviamente contradecía el primer capítulo del Génesis, donde Dios creó el universo físico y lo declaró “bueno” en cada etapa. Cuando terminó, leemos en Génesis 1: 31,

31 Dios vio todo lo que había hecho, y he aquí, era muy bueno. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.

La visión griega de que el diablo creó todo lo físico hizo que los filósofos se burlaran de la idea de que los hombres pudieran volver a un cuerpo físico y seguir siendo "buenos". Ellos mismos creían en la reencarnación, donde los hombres regresan (a través de una madre biológica) a otro cuerpo físico, pero ese cuerpo es aún imperfecto. Creían que los hombres regresarían muchas veces a través de los siglos hasta alcanzar la perfección por sus propias obras.

La resurrección bíblica es un evento único al final de los tiempos y se basa en la fe de uno y no en las obras hechas en la carne. Es el clímax de la experiencia cristiana, representado por la Fiesta de las Trompetas el primer día del séptimo mes (calendario hebreo). Este es el día de la resurrección (1ª Corintios 15: 52), aunque no sabemos el año en que esto ocurrirá. La Fiesta de los Tabernáculos es el día en que los creyentes que estén vivos en ese momento serán “transformados” (1ª Corintios 15: 51).

Ya sea que uno sea resucitado de entre los muertos o transformado sin morir primero, ambos grupos reciben un cuerpo físico glorificado y es a la imagen de Cristo. Ambos grupos tienen entonces dos cuerpos, por así decirlo: un cuerpo físico y un cuerpo espiritual. Esto les permite ir al Cielo o a la Tierra a voluntad, tal como lo hizo Jesús después de su resurrección. Esto está profetizado en las dos vestiduras de los sacerdotes, donde se les requería ministrar en el atrio exterior con vestiduras de lana, pero se cambiaban a vestiduras de lino cuando ministraban a Dios en el Lugar Santo. La lana genera sudor y habla del cuerpo físico; el lino es la prenda espiritual.

Los que resuciten en la Primera Resurrección serán los primeros en tener acceso directo tanto al Cielo como a la Tierra. Predicarán el evangelio con poder, tal como lo hizo Jesús durante su ministerio. Lo harán en un cuerpo físico, porque serán “sacerdotes de Dios” (Apocalipsis 20: 6), y a los sacerdotes no se les permitía ministrar al pueblo en el atrio exterior mientras vestían sus vestiduras de lino.

Todo esto apunta al propósito de la resurrección. Los que han muerto en Cristo necesitarán un nuevo cuerpo para realizar la obra requerida en la Edad venidera.