LAS DOS OBRAS DE CRISTO EN HECHOS 1-12 - Parte 1, Dr. Stephen E. Jones (GKM)

 



PARTE 1


El segundo capítulo de Hechos registra el cumplimiento de la Fiesta de Pentecostés, que se conoce en la Ley como la Fiesta de las Semanas, porque ocurrió siete semanas después de la Ofrenda de la Gavilla Mecida (Levítico 23: 15). En otras palabras, Pentecostés llegó siete semanas después de que Jesús resucitó de entre los muertos. Esta fiesta fue la culminación de la Primera Obra de Cristo, que cumplió las Fiestas de Primavera.

El segundo conjunto de días festivos en otoño se cumplirá en la Segunda Venida de Cristo, cuando Él obre para establecer su Reino. La escatología popular, tal como se enseña hoy, rara vez toma esto en cuenta, porque pocos maestros de profecía entienden que la Segunda Venida de Cristo y los eventos que la rodean se exponen en las Fiestas de Otoño.

La Fiesta de las Trompetas profetiza la resurrección de los muertos; el Día de la Expiación profetiza del gran arrepentimiento en la iglesia por no haber podido calificar para la gran “transformación” (1ª Corintios 15: 51). Cinco días después, la Fiesta de Tabernáculos marca el día en que los Vencedores vivientes son transformados a la semejanza de Cristo. La mitad de la fiesta marca el tiempo del descenso de Cristo para unir la Cabeza con el Cuerpo, de modo que el Cuerpo esté completo y calificado para ser presentado al Padre en el Octavo Día de Tabernáculos. Esto es lo que muchos hoy llaman el Rapto, el Arrebatamiento. El problema es que aquellos que enseñan el Rapto no logran vincularlo con el Octavo Día de Tabernáculos y, por lo tanto, tampoco ven muchos elementos clave en esto.

Para los propósitos presentes, no me tomaré el tiempo para probar las afirmaciones anteriores, porque ya he enseñado estas cosas muchas veces en artículos y libros anteriores. Nuestro enfoque actual está en los primeros doce capítulos del libro de los Hechos.


Las dos Obras de Cristo en la Ley

Levítico 14: 1-7 describe un ritual del Antiguo Pacto para limpiar a los leprosos. Se necesitan dos aves para limpiar a un leproso. La primera muere; la segunda se sumerge en la sangre de la primera y se libera viva a campo abierto. La lepra es un tipo bíblico de mortalidad: la enfermedad que todos recibimos por el pecado de Adán. Esta Ley nos dice cómo ser limpiados y sanados para que podamos llegar a la inmortalidad.

Las dos aves profetizan de Jesucristo en sus dos venidas. En su Primera Venida tuvo que morir; en su Segunda Venida, es liberado a campo abierto. El campo es el mundo (Mateo 13: 38). Entonces Él viene [como José] con su manto empapado en sangre (Apocalipsis 19: 13) para identificarlo con la segunda paloma de Levítico 14: 6.

Otra profecía en la Ley está en Levítico 16, que habla de dos machos cabríos [chivos] que se necesitaban para cubrir el pecado en el Día de la Expiación. Se mataba el primer chivo; el segundo era liberado vivo en el desierto. Se echaba a suertes para determinar qué chivo se sacrificaría y cuál se enviaría al desierto.

La sangre del primer chivo era llevada al Lugar Santísimo y rociada sobre el propiciatorio del Arca del Pacto. Su propósito era cubrir el pecado, y por eso esto tenía lugar en el Día de la Expiación (Yom Kipur). Kipur significa "cobertura". El propósito del segundo chivo era quitar el pecado. Esto describe el proceso de dos pasos en nuestra perfección. Cuando somos justificados por la fe, nuestro pecado queda cubierto, dándonos una justicia legal; cuando somos glorificados a través de la Fiesta de Tabernáculos, nuestro pecado en realidad es eliminado o quitado.


Las dos Obras de Cristo en los profetas

La ilustración más clara de las dos Obras de Cristo la presenta el profeta Jonás. Le hicieron dos llamados para predicar en Nínive. Después de su primer llamado, intentó huir, pero terminó en el vientre de la ballena (Jonás 1: 17). Su experiencia simuló la muerte y la resurrección y por eso llegó a ser un tipo de Cristo en su Primera Venida (Mateo 12: 40).

Después de la liberación, Jonás fue llamado por segunda vez (Jonás 3: 1). Esta vez obedeció y predicó en Nínive. Tuvo éxito, la ciudad se arrepintió y no fue destruida en ese momento. Así también la Segunda Obra de Cristo en nuestro tiempo verá la salvación del mundo a través de la predicación de la Palabra bajo el poder del Espíritu Santo.


Las dos Obras de Cristo en el Nuevo Testamento

El libro de los Hechos nos proporciona el tercer testimonio, que establece todas las cosas (Deuteronomio 19: 15; 2ª Corintios 13: 1). Este es el foco de nuestro presente estudio. Hechos 3-12 presenta ilustraciones de las dos Obras de Cristo manifestadas en los propios discípulos de Cristo. En cada caso, dos discípulos están unidos. Uno es asesinado, el otro es liberado vivo. Cada ilustración contiene revelaciones únicas sobre las dos Obras de Cristo en profecía.

Estudiaremos cada uno de estos en el presente estudio.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Agradecemos cualquier comentario respetuoso y lo agradecemos aún más si no son anónimos. Los comentarios anónimos no serán respondidos.