DIOS ESTÁ TRABAJANDO PARA LIMPIAR EL DESORDEN SIONISTA, Dr. Stephen Jones (GKM)

 

Fecha de publicación: 05/01/2024
Tiempo estimado de lectura: 3 - 4 minutos
Autor: Dr. Stephen E. Jones

https://godskingdom.org/blog/2024/01/god-is-working-to-clean-up-the-mess/

La historia ya no se enseña adecuadamente en las escuelas, pero para comprender la profecía hay que conocer la historia. La historia es simplemente una profecía cumplida, excepto por algunas profecías restantes que aún no se han cumplido.

Para entender lo que está pasando hoy en el Estado sionista, hay que saber cómo llegamos aquí en los últimos 150 años. La guerra de Gaza no comenzó el 7 de octubre de 2023. Fue entonces cuando el último brote salió a la superficie. Un buen lugar para comenzar es la Primera Guerra Mundial (1914-1917), ya que también coincide con la Ley de la Reserva Federal de 1913 que nos llevó a la fase financiera final de los sistemas “bestiales” de Babilonia.

Si bien la Primera Guerra Mundial fue una guerra contra Alemania, su verdadero significado profético fue el fin del Imperio Otomano. La disolución del Imperio Otomano y su desintegración en varias naciones de Medio Oriente allanaron el camino para el Estado sionista de Israel. Hasta 1918, Palestina había sido una provincia del Imperio Otomano, pero luego los británicos tomaron el control de ella y rápidamente la convirtieron en un desastre. Para ver una breve historia de 23 minutos de la Primera Guerra Mundial, mire este vídeo:

https://www.youtube.com/watch?v=tjnBmH8b0Ko&t=1s

Para ver cómo esto nos está afectando hoy con la guerra de Gaza, escuche esta entrevista de 20 minutos con Jeffrey Sachs, quien explica el problema y ofrece una solución tal como él la ve:

https://www.youtube.com/watch?v=Jo57bJuylRc

Por supuesto, ofrece una solución política sin comprender las Escrituras y la profecía. No sabe nada sobre el conflicto entre Jacob y Esaú, ni cree que esa historia sea algo más que un mito irrelevante.

Nosotros mismos venimos de una visión bíblica y tomamos las Escrituras en serio. Desde este punto de vista, vemos cómo los descendientes de Esaú, los edomitas, fueron conquistados y absorbidos por Judá en el año 126 aC, momento en el que los edomitas fueron convertidos por la fuerza al judaísmo. Esta fusión creó judíos edomitas fanáticos que estaban entre los judíos más prominentes que lucharon contra los romanos en el año 70 dC. De hecho, la batalla final en Masada en el año 73 dC fue donde los romanos tomaron la última fortaleza edomita (o idumea), Masada.

Desde la fusión, los judíos tienen dos conjuntos de profecías que cumplir: Judá y Edom. El sionismo moderno es la manifestación moderna del deseo de Esaú de heredar la tierra que perdió cuando Jacob le robó la primogenitura en el libro del Génesis. No todos los judíos son sionistas, pero el sionismo mismo es evidencia del espíritu de Esaú-Edom trabajando dentro del propio judaísmo.

Los detalles se explican en mi libro, La Lucha por la Primogenitura.

En mi opinión, Jacob tuvo que devolverle la primogenitura a Esaú en 1948 para que Esaú pudiera tener tiempo de demostrar que era indigno, para que Dios pudiera despojarlo de la primogenitura de manera legal y dársela a aquellos a quienes Dios reconoce como israelitas. Me refiero a los Vencedores a quienes se les da el nombre de Israel como testimonio del gobierno de Dios. El modelo se estableció con el propio Jacob, quien no nació israelita, pero llegó a serlo después de convertirse en un Vencedor.

A mi modo de ver, Dios dio a los edomitas (sionistas) 76 años para demostrar si eran o no dignos del nombre de Israel. Después de 76 años, no han logrado demostrar que son dignos, y creo que el estallido de la guerra de Gaza es el comienzo del juicio divino sobre el propio Estado sionista.

Debido a que la propia ONU, que representa a las naciones del mundo, creó el estado de Israel en 1947, Dios ha llamado a las naciones en su conjunto para juzgar la situación actual. Está claro que la opinión mundial se está volviendo rápidamente contra el Estado sionista. El ataque inicial de Hamás habría creado simpatía hacia los sionistas, pero su deseo de venganza, genocidio y limpieza étnica de todos los palestinos puso a las naciones en su contra casi de inmediato.

Si los sionistas hubieran estado contentos con una solución de dos Estados que respetara el derecho de los palestinos a existir y a tener autodeterminación, el mundo los habría apoyado. Después de todo, eso era parte del mandato de la Resolución 181 de la ONU de 1947. Una Palestina independiente tiene tanto derecho a existir como un Estado sionista independiente. Sin embargo, el gobierno israelí saboteó esos esfuerzos durante 76 años e incluso mató a uno de sus primeros ministros (Rabin, en 1995) para evitar que algo así sucediera.

Así que ahora estamos llegando al clímax de la Edad, en la que Dios determinará quién es llamado y quién no.