LA DIFÍCIL RELACIÓN ENTRE LOS NIÑOS Y LA TECNOLOGÍA, Tim Challies

 

Me hicieron esta pregunta hace poco en Sudáfrica, pero es una pregunta que me la han hecho en todo el mundo: ¿Qué puedes decir sobre la difícil relación entre los niños y la tecnología? Esto es algo con lo que lidiamos casi todos los días. 

Bueno, somos algo así como la primera generación que tiene que hacerlo. Somos la primera generación que tiene que criar a sus hijos en esta situación. Así que creo que vamos a cometer muchos errores inevitables. En muchos sentidos, nuestros hijos probablemente tendrán que perdonarnos algún día, pero mientras tanto, creo que estamos haciendo todo lo que podemos; tenemos que hacer lo mejor que podemos simplemente para entender lo que significan estas tecnologías, cuáles son sus funciones y cómo administrarlas bien. Entonces, creo que a un nivel fundamental, los padres tienen que tener la libertad de decidir lo que es apropiado para sus hijos con respecto a los dispositivos que tienen, el acceso que tienen a ellos, qué aplicaciones pueden utilizar y el tiempo que pueden usarlos. Creo que son cosas que los padres tienen que decidir, y decidir en oración y en el ámbito de la conciencia. Y luego simplemente vivir con valentía delante del Señor. 

Así que habrá personas que decidan que sus hijos tengan acceso total a los dispositivos, mientras que otros pueden decidir que sea muy, muy limitado. Tenemos que tener libertad dentro del mundo cristiano para poder decir: “Que Dios te bendiga con tu decisión, que Dios me bendiga con la mía”. Y ambos confiamos que el Señor nos bendecirá en nuestro caminar. Lo mismo que ocurre cuando decidimos si nuestros hijos van a ir al colegio, a qué tipo de colegio van a ir, etc. Sencillamente, la libertad que se espera dentro del mundo cristiano. Aun así, creo que como padres tenemos la gran responsabilidad de proteger a nuestros hijos. Es decir, tenemos que discipular a nuestros hijos. Parte de lo que significa discipularlos tiene que ver con discipularlos para que vivan en un mundo como este. Así que no podemos fingir que estamos en el mundo de antes, el de los libros y las revistas. Nuestros hijos crecen en un mundo tecnológico, un mundo digital. Tenemos que enseñarles y entrenarlos para que puedan vivir en este mundo. Eso significa que tenemos que mostrarles lo bueno, no ser adictos a nuestros dispositivos, no usarlos compulsivamente, mostrar dominio propio. Significa que tenemos que ayudar a nuestros hijos a crecer. 

Para nosotros en nuestra familia, eso significa que te damos acceso limitado a las cosas. A medida que demuestres madurez, te daremos mayor acceso. La esperanza es que, cuando vayas a la universidad a los dieciocho años y medio, y vivas solo, te haya enseñado y formado lo suficiente para que te vaya bien. 

Yo comparo el uso de nuestros dispositivos con conducir un coche; sí, no le das a tu hijo las llaves del coche y le dices: “Ve a descubrir esto y viaja por tal carretera y haz lo que quieras”. Por el contrario, les enseñas, los entrenas. Si hacen alguna locura, les dices: “No, no puedes conducir solo por ahora”. Y simplemente, con el tiempo, les enseñas a usar bien el coche y luego les das libertad. 

Realmente creo que nuestros dispositivos tienen que funcionar de esa manera también; como padres, sean los dueños del dispositivo, ayuden a sus hijos, discipulen a sus hijos. Enséñenles a usarlos bien, enséñenles a usarlos para la gloria de Dios. De verdad, enséñenles que pueden ser utilizados para la gloria de Dios, y esa es nuestra responsabilidad como creyentes en este mundo. ¿Cómo me ayuda esta cosa que tengo en mis manos a amar a los demás y, de ese modo, dar gloria a Dios? Ese es mi llamado, así que ¿cómo voy a utilizar este dispositivo fabuloso, esta innovación tan brillante? Puedo usarlo para el mal, puedo usarlo para el bien. Entonces, ¿cómo voy a usarlo para el bien? 

Creo que esta es la elección que tenemos ante nosotros cada uno de nuestros días, esa es la forma en la que debemos discipular a nuestros hijos.

Tim Challies

(GentilezA de Esdras Josué ZAMBRANO TAPIAS)