LA VERDAD EN AMOR, EL ANTÍDOTO CONTRA LA RELIGIOSIDAD Y EL FANATISMO, Juan Dávila

 



ADMINISTRADOR: 

Nos han pasado este artículo pidiéndonos nuestra opinión. 

La verdad es que nos parece excelente. Decimos: ¡Chapeau

Tenemos que añadir que, sin embargo, comprendemos que tal vez pueda escocer un poco, a quienes aún tengan resabios de carnalidad religiosa y necesiten ensanchar un poco el sitio de su tienda. Tarea que deberían emprender huyendo de la vida almática en el desierto, mediante el harakiri del YO, que les permita sepultarlo en las aguas del Jordán y cruzar al lado de la madurez: de la paz, del gozo y del amor. ¡De la victoria!

Nuestros lectores habituales notarán que es un artículo solo acto para espíritus bien macerados, cuyos sentidos han sido ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. Estos lectores saben también que nuestro blog es para gente madura o para aquellos que ya están dándose cuenta que las vueltas sin fin en la rotonda del desierto producen tal mareo, que no están dispuestos a soportar más y ya contemplan pagar cualquier precio con tal de salir de allí. Por tanto les aconsejamos no arrojar este maravilloso compendio de sensatez y sabiduría experiencial a cualquiera que todavía esté a gusto y satisfecho en la rotonda pentecostal (Atrio Intermedio), pues no lo recibirán y se volverán contra ustedes.

Hemos añadido al artículo nuestros comentarios en este mismo color y letra y también el título.

¡Sean bendecidos y enriquecidos!

JOSÉ


Seguramente estamos de acuerdo sobre el hecho de que antes de la caída del hombre, todo era bueno dentro de la Creación, hasta que el hombre lo corrompió todo. Sin embargo, Pablo afirma que después de la Redención, y para los redimidos, todo lo que Dios creó sigue siendo bueno gracias a la oración (Génesis 1: 31; 1ª Timoteo 4: 4-6; Romanos 14: 14; Tito 1: 15).

El afirma también, en el mismo contexto, que exponiendo estas cosas a los hermanos, seremos "buenos ministros de Jesucristo, nutridos de las  palabras de la fe y de la buena doctrina" (1ª Timoteo 4: 4-6). El discurso: "No uses, ni gustes, ni toques" (Colosenses 2: 20-23) corresponde a "mandamientos y doctrinas de hombres"

Un  “evangelio” tan “profundamente espiritual” se aleja de las verdaderas necesidades de un mundo que espera las respuestas del Evangelio de Cristo. 

Si existe temor a tocar o gustar lo que Dios ha creado, esto es bueno solamente si se piensa caer en la idolatría. De otro modo, entonces porqué casarnos puesto que en el Cielo no existirá matrimonio (entiendo que Dávila no se refiere a darnos licencia para fornicar sin pasar por el lazo matrimonial, sino a que no debemos espiritualizar todo, en este caso haciéndonos eunucos, ¿para qué casarnos si en el Cielo no se casan?), que es solo de este mundo? 


La Biblia nos da un mensaje vivo que santifica

Entonces es bueno dormir pues "a su amado dará Dios el sueño" (Salmos 127: 2).

Cuán bueno también es trabajar "haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad" (Efesios 4: 28).

Daniel y sus compañeros vivieron cautivos en la mundana Babilonia. Sus corazones buscaban la santidad. En este mundo carnal les tocó estudiar "las letras" (literatura, ciencia, matemáticas, filosofía) "y la lengua" (filología, idioma, traducción, expresión oral y escrita) de los caldeos de Babilonia, ciudad que simboliza la mundanalidad y el pecado (Daniel 1: 4-20). 

"Les dio Dios conocimiento e inteligencia en todas las letras y la ciencia" (mundanas). ¿Estaban viviendo en la carne? ¿Dios mismo los empujaba a la carnalidad dándoles inteligencia y sabiduría en esas cosas del mundo?

Y además "Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños"; la vida espiritual implica sabiduría en lo material y físico de las cosas que Dios ha entregado. 

"... En todo negocio de sabiduría e inteligencia que el rey les demandó, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino". ¡Tocaron las cosas de este rey, del mundo, sin perder la santidad! Estuvieron rodeados de brujos y brujas babilónicos y nos temieron porque buscaban al Señor en oración y ayuno. No odiaban a los paganos que también necesitaban salvación! (el Señor se permitió inscribir a esos eminentes judíos en la Harvard de los misterios esotéricos babilónicos. Sí, el mismo Dios que antes que a ellos incrustó a José en la eminente familia de Potifera, sacerdote de On, casándolo con su hija, sacerdote que seguramente le enseñó a José a utilizar la copa de adivinar -Gén. 44: 5)

"Tocaban, usaban y gustaban", como Pablo insinuaría más tarde, que evitarlo "no tiene valor alguno contra los apetitos de la carne" (Col. 2: 23).

No hay que angustiarse por el hecho de que hijos y nietos vayan a la escuela si en casa se les enseña a amar a Dios (el homeschooling o escuela en casa si se puede está bien, ¿pero que haría, por ejemplo, un padre español cuyo país no permite tal cosa? ¿Será Dios capaz de guardar a sus hijos como guardó a José, Daniel, Sadrac Mesac y Abed-Nego?). Pueden estudiar materias mundanas guiados por el Espíritu de Dios. 

Dios no se contaminó a Sí mismo dando claridad a Daniel en cuanto a la sabiduría babilónica. Daniel no sé contaminó, pues no estaba buscando sabiduría para tratar de vanagloriarse o para tratar de "conocer a Dios". Simplemente Dios le dirigió espiritualmente para utilizar su inteligencia humana, bien humana, para la Gloria del Altísimo. Porque todo conocimiento humano por más corrupto que se haya hecho, parte del único que tiene todo conocimiento, en lo espiritual y en lo físico: Dios, quien lo creó todo... Sí, todo.

Muchas prácticas que creemos "espirituales" pueden ser en realidad carnales. 


La letra mata, solamente el Espíritu da vida

El Espíritu hace lo que Él quiere. 

La historia del mundo futuro desde la antigüedad persa hasta hoy fue revelada, sin que quien la recibió pudiera comprenderla, pero aún así fue revelada a un hombre mundano (y pagano), Nabucodonosor (Daniel 2). Dios le reveló toda la historia futura del mundo pasando por el dominio Babilónico, medo-persa, griego, el imperio romano, su caída y ... Este pagano vio, sin comprender lo que era, al Mesías mismo derribando todo imperio y gobierno humano en la imagen de la estatua destruida por la piedra, la roca que es Cristo.

¡No lo entendió, pero Dios se lo reveló! La explicación le fue dada a ese rey por el Señor a través de Daniel.

¿Rechazó, odió, acusó o acosó religiosamente Daniel a este auténtico pagano que estaba cerca de las puertas del infierno? No. Le escuchó, le frecuentó, le enseñó, después de que había aceptado recibir de él enseñanza, confiado en Dios.

Jesús nos enseñó a ser "fieles en lo muy poco", "en las riquezas de maldad", las "malas riquezas", las "riquezas injustas" (Lucas 16: 9-11).

¿Enseñó Jesús la carnalidad? Insistió en que si en esas cosas mundanas no somos fieles (no se habla de la naturaleza pecaminosa que está dentro del corazón sino de objetos físicos), Dios no nos "confiara lo verdadero" (Lucas 16: 11). Todo esto amando a Dios sin ser esclavo de las riquezas (vs. 13). Pero usando, tocando y gustando si es a lo que Dios guía y de la manera como Él quiere.

"Los hijos de este siglo son en su generación más prudentes que los hijos de luz" (Lucas 16: 8).

Una enseñanza sin el equilibrio de la Palabra celestial (nada que ver con la letra muerta) no es más que religiosidad.


Amor por las cosas de este mundo lleva a idolatría

Rechazar las cosas que de este mundo, que Dios entrega como Él quiere lleva a la desobediencia, al fanatismo y al odio por los hombres que Dios quiere salvar.

Existe un estilo de búsqueda de "santidad" en lo carnal (lo natural). Existe la posibilidad de vivir cerca de las personas del mundo conservando la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

La falta de equilibrio, en la presencia de Dios, lleva a la histeria del fanatismo religioso, alejándonos de su voluntad.

El deseo de ver las almas venir a Dios puede ser carnal cuando se les acusa y se les acosa. Puede uno ser espiritual cuando se les frecuenta hasta en los peores momentos de maldad (si uno está seguro de ser guiado por Dios a ello) sin perder la santidad, la paciencia y el amor, cosa solamente posible en la presencia íntima de Dios, quien está presente hasta en lo más escondido de este mundo.

Jesús usaba su tiempo aún frecuentando prostitutas y ladrones. Pacientemente, amorosamente. 

La histeria "espiritual" se precipita con sus normas e imposiciones religiosas. (Eso sí es) Carnalidad.

Jesús transforma las vidas desde el interior. La religión impone normas sin la guía sobrenatural de Dios, basadas solamente en teología (estudios bíblicos sin la presencia de Dios).

Daniel, con momentos íntimos en la soledad con Dios, estuvo entre los paganos y sus actividades mundanas viviendo espiritualmente ("el lirio entre los espinos", el cristianismo no es para anacoretas Cristianismo no es comer y no beber como Juan Bautista, es comer y beber, como Jesús, con dominio propio).

El religioso se concentra encerrado solamente en normas "cristianas" lo que lleva a una vida íntima aislada (de lo que el piensa es) 'carnalidad', con odio hacia los perdidos.

Se puede estar entre los cautivos mundanos viviendo espiritualmente, siendo Luz en las tinieblas (cuando Dios nos guía a ello, tal como Jesús oró: "no te pido que los quites del mundo, sino que los guardes del mal"). Se puede ser "espiritualmente" religioso y estar viviendo carnalmente, con una luz aparente ("apariencia de piedad").

Dios nos siga guiando por su Palabra, enseñada según el Espíritu ("en espíritu y verdad", ambas juntas).


(Gentileza de Rafael José RESTREPO MADRIGAL)

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