EL ESTADO DEL MUNDO (Declaración Profética), Dr. Stephen Jones

 

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Por: Dr. Stephen Jones                     Publicado el: 02/01/2022

Escucha la palabra del Señor el 1 de febrero de 2022:

Porque Yo, el Señor Dios, os declaro [al mundo] que he escuchado vuestras divagaciones y habladurías por todo el mundo acerca de cosas de las que no sabéis nada, así que ahora os digo: Apartaos y escúchame porque hablaré. Yo soy el Señor Dios y no hay nadie fuera de Mí. La Tierra es mía y la he edificado sobre justicia y rectitud, los cimientos mismos de mi propio trono. He visto cómo habéis abandonado la mayordomía que puse en vuestras manos de mi gloriosa santa orden creativa y ¿por qué? Para que podáis hacer lo recto a vuestros ojos.

Así que ahora os digo: aquellos de vosotros en las carreteras y en los caminos, aquellos de vosotros en posiciones prolíficas, a cualquiera que quiera oír, escuchad lo que digo. Venid a Mí, lloremos y lamentemos juntos. Derramemos ceniza sobre nuestras cabezas. Venid a Mí con vuestras ofrendas de espíritu quebrantado y Yo las aceptaré. Nos levantaremos juntos –Creador y Creación y veremos la redención. Traeré mi gloria y brillará como nunca antes. Porque estos niveles de abuso humano en esta época son simplemente inaceptables y están camuflados por constantes mentiras, de aquellos que afirman ser líderes que dirigen en mi nombre. Pero sirven fielmente al padre de la mentira, entonces, ¿se puede esperar algo más?

Esta pandemia creada por el hombre está amenazando el alma misma de MIS hijos y estos líderes en todo el mundo los han esclavizado, con el pretexto de un riesgo completamente exagerado, aplicando medidas para ayudar e incitar a la especulación y centralizar el control. Han jugado con las vidas de miles de millones como si fueran desechos flotantes. Se dicen unos a otros que no son responsables ante nadie. Declaro al mundo ahora que estas personas son responsables ante MÍ y la santidad de Mi nombre, el Señor Dios. Aborrezco la manipulación y la brutalización de las personas y sacaré un precio igual e incluso mayor de la miseria total ocasionada por la injusta covidización.

Te digo, Suecia, has escuchado mi voz, y eres un ejemplo justo, y has roto las cadenas de la corrupción como un ladrón en la noche. Elogio una fortaleza de rectitud que es Noruega y Hamburgo, una ciudad maravillosa a mis ojos. Un remanente fiel en los Estados Unidos de América que mantuvo mis ordenanzas a pesar del liderazgo vicioso que los persigue. Os felicito, sed fuertes porque vuestro tiempo está cerca. Le digo al pueblo de Rusia que lo aprecio por cada una de sus crecientes tareas de administración del oro físico que es mío y otros lingotes, independientemente de los mercados manipulados.

Vosotros, los señores FIAT, los profanadores de los metales y los justos pesos y medidas y esclavizadores de miles de millones de personas, vuestra toxicidad es un hedor asqueroso en mis fosas nasales, Dios Todopoderoso. ¿No he dicho que Babilonia caerá en una hora y no podréis contener vuestra conmoción o vuestra total desesperación? Tened la certeza (y escuchad atentamente lo que digo) de que ese momento será muy pronto. Los nuevos sistemas monetarios desplazarán y perturbarán vuestra riqueza y poder corroídos como si nunca hubieran existido realmente. Mi Hijo, Jesús, El Cristo, El Mesías, dijo: Más os vale que os aten al cuello una gran piedra de molino y os hundan en lo profundo del mar, que hacerle daño a un niño. Seguís haciendo esto. Pero estoy mirando, y el mundo pronto se quedará sin ruedas de molino: tal es la depravación dirigida a los niños en estos tiempos. No voy a permitir esto, y sé quiénes sois cada uno de vosotros. Yo, el Señor, vengo en toda mi gloria y en toda mi luz; la dejaré en herencia a todos aquellos que la busquen y la deseen con fervor.

Aquellos de vosotros que tengáis oídos para oír y ojos para ver, os digo: seréis libres. Ya no seréis esclavizados. Os maravillaréis de lo que Yo, el Señor, he hecho, mientras que esos que dicen ser sabios serán hechos necios, aquellos que todo lo ven serán cegados. Los que oyen cada palabra hablada serán ensordecidos.

Yo soy el Señor Dios y no hay otro fuera de Mí.