LA OBRA DE LA CASA DE JOSÉ - Parte XVII (Detalles de ls Segunda Venida), Dr. Stephen Jones

 




Vertimos vino y agua en Scott Circle (como de costumbre). El vino dio testimonio del juicio sobre Babilonia mediante el ministerio de la Casa de David; el agua dio testimonio del derramamiento del Espíritu Santo a través del ministerio de la Casa de José.



Las señales cuarta y quinta en Juan


La Quinta Copa de agua en particular se correlacionó con la Quinta Señal Milagrosa del Evangelio de Juan, donde Jesús caminó sobre el agua (Juan 6: 16-25). Las ocho señales de este Evangelio se presentan en un formato hebreo típico conocido como quiasmo o paralelismo. La primera es paralela a la octava, la segunda es paralela a la séptima, etc. Las señales cuarta y quinta corren paralelas entre sí y aparecen una detrás de la otra sin ningún comentario que las separe.


La Cuarta Señal es donde Jesús alimentó a los 5.000 en el tiempo de la Pascua (Juan 6: 4). Entonces la gente quiso coronarlo rey "por la fuerza" (Juan 6: 15), por lo que "se retiró de nuevo al monte solo". Eso profetizó de la ascensión de Jesús al Cielo después de que su cuerpo fuera quebrantado en la cruz para alimentar a la multitud. Su muerte cumplió el llamamiento del León de la tribu de Judá (Génesis 49: 9) y, más específicamente, de David cuando su trono fue usurpado por Absalón.


La Quinta Señal profetizaba de su Segunda Venida, que, como sabemos, sería una manifestación de la Casa de José, con su manto teñido en sangre (Apocalipsis 19: 13). Entonces, cuando Cristo caminó sobre el agua hacia los discípulos que fueron atrapados en una tormenta en medio del lago, fue una señal de su Segunda Venida.


El comentario sobre la Cuarta Señal (alimentar a los 5.000) se establece en la última mitad de Juan 6, donde Jesús les dijo que comieran su carne y bebieran su sangre (Juan 6: 53). El comentario sobre la Quinta Señal (la venida de Cristo en medio del lago) se establece en el capítulo séptimo, donde Jesús apareció repentinamente en su templo a la mitad de la Fiesta de Tabernáculos (Juan 7: 2, 14).



Caminando sobre el agua


Cuando se vio a Jesús "caminando sobre el mar" (Juan 6: 19), Él profetizaba del día en que triunfaría sobre todas las naciones, como leemos en Apocalipsis 17: 14-15,


14 Estos pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque Él es Señor de señores y Rey de reyes, y los que están con Él son los llamados y elegidos y fieles. 15 Y me dijo: "Las aguas que has visto donde se sienta la ramera, son pueblos y muchedumbres, naciones y lenguas".


La tormenta en este caso representaba a las naciones en confusión. Isaías 57: 20-21 dice:


20 Pero los impíos son como el mar agitado, que no puede estar quieto, y sus aguas arrojan basura y barro. 21 "No hay paz", dice mi Dios, "para los impíos".


Así, las naciones “hacen guerra contra el Cordero”, pero Jesús las vence. La tormenta no puede obstaculizarle ni impedirle venir, ni las olas pueden sacudirle de un lado a otro.


En Juan 16: 33 Jesús les dijo a sus discípulos:


33 Estas cosas os he dicho para que en Mí tengáis paz. En el mundo tendréis tribulación, pero tened ánimo; Yo he vencido al mundo.


Mateo 14: 28-30 nos dice que Pedro salió al encuentro de Jesús, caminando sobre el agua. Al hacer eso, ilustró las palabras de Pablo en 1ª Tesalonicenses 4: 17, donde dice que seremos "arrebatados ... para encontrarnos con el Señor". En los últimos 150 años esto se ha interpretado en términos de la doctrina del llamado "Rapto". De hecho, es una profecía de la Segunda Venida de Cristo, pero debe verse a la luz de la Fiesta de Tabernáculos.


Al igual que con Pedro, los vencedores ciertamente se encontrarán con el Señor, pero Jesús no lo llevó de regreso a la montaña (es decir, al Cielo). En cambio, Pedro fue la escolta de Jesús hasta la barca. La idea de que Cristo vendrá y sacará a la Iglesia de la tierra durante 7 años o 3 años y medio no se encuentra en esta historia.

Vea mi libro, El Rapto a la Luz de Tabernáculos.


En el comentario sobre la quinta señal, Jesús envió a sus discípulos delante de Él a la fiesta (Juan 7: 8) y luego fue inesperadamente a la mitad de la fiesta (Juan 7: 14). Esta es la explicación de la Quinta Señal, donde Jesús envió a sus discípulos al lago mientras Él permanecía en la montaña. Entonces Jesús se acercó a ellos en medio del lago.



Gobierno del Reino


El tema del agua tiene una variedad de significados y aplicaciones. Derramar agua significa principalmente el derramamiento del Espíritu Santo, que está directamente asociado con la Segunda Venida de Cristo. Creo que este derramamiento comenzará antes de la venida de Cristo para preparar el camino del Señor. Entonces, creo, entrará en una nueva fase, que será un avivamiento continuo entre los ciudadanos del Reino durante mil años.


El Quinto Discurso de Moisés también habla de la Quinta Señal en Juan, así como de la Quinta Copa de agua. Su quinto discurso comienza en Deuteronomio 16: 18-19,


18 Nombrarás jueces y oficiales en todas las ciudades que el Señor tu Dios te da, según tus tribus; y juzgarán al pueblo con juicio justo. 19 No distorsionarás la justicia; no serás parcial ni aceptarás soborno, porque el soborno ciega los ojos de los sabios y pervierte las palabras de los justos.


El Quinto Discurso de Moisés trata sobre el gobierno del Reino, sus Leyes, sus jueces y cómo juzgar con rectitud. Este discurso apoya la profecía de que Cristo venció a las naciones, no para esclavizarlas, sino para juzgarlas imparcialmente y “con justo juicio”.


Este será un día de regocijo para las naciones, como leemos en el Salmo 67: 4,


4 Alégrense y canten de júbilo las naciones; porque juzgarás a los pueblos con rectitud y guiarás a las naciones de la tierra. Selah.


Mientras las naciones son gobernadas por hombres injustos, permanecen en confusión y sufren mucha injusticia por las leyes de los hombres y por gobernantes que no siguen sus propias leyes. Tal es la naturaleza de la tormenta de la tribulación en la que los discípulos se encontraron mientras las naciones bestias guerreaban contra los santos (Daniel 7: 21). Marcos 6: 51 y Mateo 14: 32 nos dice que el viento no cesó hasta que Jesús subió a la barca. Esto sugiere que la tribulación no COMENZARÁ con la Segunda Venida de Cristo, sino que marcará el FIN de la tribulación.



Detalles de la Segunda Venida


Tenga en cuenta que la historia no dice nada de la venida de Cristo dos veces, como enseña la Teoría del Rapto. Jesús no llevó a Pedro de regreso a la montaña desde donde Él vino al mar. No volvió una segunda vez acompañado de Peter.


Además, Pedro representa a los vencedores, aquellos que están dispuestos a salir de la barca y vencer el viento y las olas. El resto de los discípulos de la historia desempeñó el papel de la Iglesia en su conjunto. Por lo tanto, vemos que solo los vencedores serán “arrebatados” para encontrarse con el Señor en esta ocasión. La Iglesia en su conjunto, que no logró vencer, recibirá su recompensa mil años después en la Resurrección General de los muertos (Apocalipsis 20: 12).


Jesús profetizó acerca de esta Resurrección General en Juan 5: 28-29, diciendo:


28 No os maravilles de esto; porque viene la hora en la cual todos los que están en los sepulcros oirán su voz, 30 y saldrán; los que hicieron las buenas obras a una resurrección de vida, los que cometieron las malas obras a una resurrección de juicio.


Esa "hora" es el tiempo de la Resurrección General. La Primera Resurrección incluye solo a los justos, es decir, los vencedores que son llamados a reinar con Cristo (Apocalipsis 20: 5-6). La Resurrección General incluye al resto de los "justos", junto con los injustos. Esto lo confirma el apóstol Pablo en su testimonio en Hechos 24: 14-15, donde declaró su creencia en "que ciertamente habrá resurrección tanto de justos como de impíos".


Cuando Pedro salió al encuentro de Cristo, caminando sobre el agua, desempeñó el papel de los vencedores que salen a su encuentro, mientras que el resto de los discípulos desempeñó el papel de la Iglesia. El mensaje subyacente es que solo unos pocos creyentes realmente superaron su miedo al viento y las olas de la tribulación, e incluso el mismo Pedro tuvo que ser rescatado en el último minuto (Mateo 14: 30-31) después de que “se asustó” y comenzó hundirse.


Entonces vemos que el agua que se derrama tiene una doble aplicación en la profecía general. Representa tanto el derramamiento del Espíritu Santo como el sometimiento de las naciones bajo los pies de Cristo (1ª Corintios 15: 27). Cristo caminando sobre el agua representa la victoria sobre las naciones durante la confusión de la tribulación. Su gobierno, después de subir a la barca, está representado por el mar en calma (Marcos 6: 51).


La gente que fue lo encontró en Capernaum (Juan 6: 24), que era la sede de su ministerio Sin embargo, el cuartel general del Reino de Cristo está representado por la barca que es llevada a la orilla en Genesaret (Mateo 14: 34) (Traductor: es decir, no regresaron a Capernaum, el punto de partida). Capernaum viene del hebreo Kippur-Nahum, "Cubierta del Consolador"; lo que representa el Último Gran Día de la Fiesta de Tabernáculos, cuando Jesús habló del derramamiento del Espíritu (Juan 7: 37-39).


https://godskingdom.org/blog/2021/06/the-work-of-the-house-of-joseph-part-17

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