Hay muchas personas que, en la rutina religiosa, dejaron de aprender a buscar ellos por sí mismos a Dios, a ir ellos al Pastor de pastores en busca de los pastos verdes o el alimento más sólido.
#REFORMANDO | 20.07.20
Como iglesia estamos viviendo un tiempo de reforma de manera profunda e integral; nos hemos dado que cuenta que muchos de nuestros paradigmas, nuestras estructuras y aún nuestras formas de hacer iglesia se han vuelto anacrónicas, no funcionales; se han vuelto instrumentos de religiosidad que pueden a no ayudar a la edificación del Reino de Dios en la tierra.
La palabra que estamos oyendo nos está despertando a una sana incomodidad de ver el resultado de lo que estamos predicando.
Por años pensamos que para ser limpios y puros debíamos apartarnos del resto, alejarnos de lo que llamamos mundo para no contaminarnos, pero no hicimos más que esconder la luz en las cuatro paredes, sin entender que eres limpio y santo porque habitas en Aquel que es la Luz.
Toda restricción en cualquier ámbito: social, cultural, político, económico, étnico, organizacional, denominaciónal, (etc.), que divide al Cuerpo de Cristo y estorba el avance del Reino, está siendo roto por la presencia del fuego profético apostólico en la Iglesia.
El clamor de la Iglesia del siglo XXI es por la expresión global de la gloria del Cristo resucitado; ¡y nada lo detendrá!
El énfasis de la iglesia emergente es la realidad del Reino.
Los creyentes del siglo XXI no serán separados por murallas denominacionales o ambiciones de ministerio, en esta Reforma Dios esta plantando en el corazón de sus hijos el deseo de ser verdaderamente uno con el otro, para expresar milicia global en contra de los dominios de las tinieblas.
Hay un nuevo momentum del avance del Reino en la tierra y en el llamado “Tercer Mundo” hoy en día existe un énfasis profético del espíritu sobre el tiempo final.
La gente rechaza constantemente el moverse hacia las cosas nuevas del Espíritu porque se encuentra encerrada en paradigmas antiguos e imágenes de los pasados rompimientos están aún en su memoria, sienten que si sueltan aquello que una vez les dio vida y migran a nuevas posiciones están siendo infieles a lo que Dios hizo una vez en sus vidas, por lo que su deseo por lo antiguo permanece vivo.
Y una de las cosas que hemos estado viendo durante toda la pandemia, es que Dios fue quien detuvo la iglesia. El diablo no tiene poder para detener la iglesia global.
Sólo Dios puede parar la iglesia global.
Entonces, Dios había estado hablándole a la iglesia de una reforma por mucho tiempo, pero la iglesia se había metido en tal activismo religioso, que ya no tenía tiempo para escuchar a Dios.
Se volvió como una rueda de la fortuna, que tenía que seguir andando, andando y andando, pero en gran medida esto iba matando la vida del Espíritu.
Porque no se trataba de llenarnos de información y de nueva información, sino que Dios quería levantar una estirpe de hijos de Dios, de manifestadores de la luz, de gente que pudiera manifestar el Reino de Dios.
Muchos pastores desgraciadamente sólo están esperando que se acabe todo esto, para seguir haciendo lo que hacían antes.
Gente que estaba metida en el activismo religioso, que ahora usa los medios tecnológicos para seguir en el mismo activismo y entonces, no están dejando que la gente entre en la comunión con Dios que tiene que entrar, sino que persisten en darle a la gente la comida en la boca, pensando que si no se mueren.
Mira el cautiverio terrible que se produce, porque es como un pajarito doméstico que está encerrado en una jaula, acostumbrado a que todos los días le den su comida.
Si un día decides que ese pajarito sea libre y salga a volar, ese pajarito se va a morir, porque no sabe cómo comer fuera de la jaula, perdió la esencia, dejó de entender su naturaleza y su diseño de ser pájaro por causa de un cautiverio.
Y yo creo que la iglesia activista, de alguna manera ha sufrido lo mismo.
Hay muchas personas que, en la rutina religiosa, dejaron de aprender a cómo buscar ellos por sí mismos a Dios, como ir ellos al Pastor de pastores a buscar los pastos verdes o la comida más sólida.
Por todo esto, creo que Dios está visitando la tierra increíblemente.
Sé que hay visitaciones tras visitaciones y que el que toque la puerta le será abierto, el que busque va a encontrar, y el que busque nuevas dimensiones en Dios, el Señor los va a llevar.
Somos el estandarte de Dios para que las naciones observen el enfoque del Espíritu en las áreas de la tierra conocidas como “Tercer Mundo”, pero tenemos que entender, que debemos trabajar por la madurez de la Iglesia en todas las áreas de la tierra para que en cada sociedad emerja una expresión de Cristo completamente formada y revelada lo que forma parte también de la Reforma.
Estamos migrando del edificio al Cuerpo de Cristo.
Dios esta preparando a la Iglesia, pero no para un rapto ni un escape, sino para una enorme confrontación que servirá, entre otras cosas, para zarandear y dejar en pie a la verdadera y genuina iglesia gloriosa, sin mancha y sin arruga.
(Por gentileza de GOMER RAHAB)
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