ISAÍAS, Profeta de la Salvación - LIBRO IV - Parte 13: El velo del Viejo Pacto. Inmortalidad, Dr. Stephen Jones




11-07-2020


Isaías 25: 6 dice:

6 Yahweh de los ejércitos preparará un lujoso banquete [mishteh, “fiesta, banquete”] para todos los pueblos de este monte; un banquete de vino añejo, piezas selectas con médula y vino refinado y envejecido.

La palabra mishteh, traducida “banquete” (NASB) o “fiesta” (KJV), proviene de la palabra raíz shatha, “beber”. Es "un banquete de vino añejo" para aquellos que están "en este monte", es decir, Jerusalén. Esto sugiere la Fiesta de Tabernáculos, que se asocia con la cosecha de la uva al final de la temporada de crecimiento; pero no es "vino nuevo", porque esto profetiza un evento largamente esperado en el futuro.

Isaías 25: 7 nos da el propósito principal de esta Fiesta de Tabernáculos:

7 Y en este monte Él tragará la cubierta [paniym lote, "cobertura de la cara, máscara"] que está sobre todos los pueblos, y el velo [massakah] que se extiende sobre todas las naciones.

Hay un paralelo entre beber el vino añejo y tragarse la cubierta de la cara, como si dijera que la Fiesta de Tabernáculos quitará el velo que se extiende sobre todas las naciones. Cuando las naciones beben el vino (o las doctrinas) de Babilonia, como en Apocalipsis 18: 3, no pueden pensar con claridad y se vuelven vulnerables a los actos de inmoralidad. Pero el "vino añejo" aquí representa las doctrinas de la verdad que traen alegría al mundo. En lugar de cegar a los hombres como con un velo, el vino de la Fiesta de Tabernáculos abre los ojos para que la gente pueda ver la verdad con claridad.

Tenga en cuenta también que el velo "se extiende sobre todas las naciones", y no simplemente abre los ojos de Israel. El judaísmo no es la única religión del Antiguo Pacto en el mundo. Todas las religiones dependen de la voluntad de la carne y la voluntad del hombre para alcanzar la salvación. Solo el verdadero cristianismo del Nuevo Pacto difiere y se distingue, y esto también incluye solo un remanente de la Iglesia.


El velo del Antiguo Pacto

La palabra hebrea paniym significa "cara, rostro, presencia". La palabra lote es una cubierta o velo. Recordemos que el sobrino de Abraham, Lot (o Lote) era una protección para Sodoma, impidiendo que Dios la destruyese, por lo que Dios tuvo que sacarlo de la ciudad antes de destruirla.

La historia más importante que involucra un velo se ve cuando Moisés salió después de su octavo viaje al monte. Su rostro brillaba y la gente tenía miedo de acercarse a él. Entonces leemos en Éxodo 34: 33, que "se puso un velo sobre la cara". El velo sugiere que la gente tenía demasiado miedo para ver la gloria de Dios en ese momento. La gloria de Dios viene a través del Nuevo Pacto, por el cual nosotros también debemos ser transfigurados a la imagen de Dios. Pablo nos dice en 2ª Corintios 3: 12-18,

12 Por lo tanto, teniendo tanta esperanza, usamos gran audacia en nuestro discurso, 13 y no somos como Moisés, que solía ponerse un velo sobre su rostro para que los hijos de Israel no miraran con atención el final de lo que se estaba desvaneciendo [ es decir, la gloria que, con el tiempo, se desvanecería]. 14 Pero sus mentes se endurecieron; porque hasta este mismo día, cuando leen el antiguo pacto, el mismo velo permanece sin levantarse, porque es quitado en Cristo. 15 Pero hasta el día de hoy, cada vez que se lee a Moisés, un velo cubre su corazón, 16 pero cuando una persona se vuelve hacia el Señor, el velo se quita … 18 Pero todos, con la cara descubierta, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, se están transformando en la misma imagen, de gloria en gloria, así como del Señor, el Espíritu.

Vemos de esto que el velo en el rostro de Moisés representaba el Antiguo Pacto. Mientras los hombres dependan del Antiguo Pacto para su salvación, leerán la Ley con un rostro velado y no podrán entenderla o aplicarla correctamente. La salvación, para ellos, es apropiada por la voluntad del hombre, más que por la voluntad de Dios (Juan 1:13). Es por el voto del hombre, más que por el de Dios. Tal velo impide que los hombres vean y se apropien de la gloria de Dios y se "transformen en la misma imagen de gloria en gloria".

Por lo tanto, vemos que Isaías profetizaba que Tabernáculos, la fiesta del vino añejo, es donde el velo es tragado (o eliminado) para que podamos ver la gloria de Dios en la cara de Cristo y en cada uno de nosotros. El profeta habla de "este monte" sin ninguna explicación, pero es una referencia tanto a Jerusalén como al Monte Sinaí. Pablo también conecta los dos montes en Gálatas 4:25, 26 diciendo,

25 Esta Agar es el Monte Sinaí en Arabia y corresponde a la actual Jerusalén, pues está en esclavitud con sus hijos. 26 Pero la Jerusalén de arriba es libre; ella es nuestra madre.

Los creyentes del Antiguo Pacto, que su capital en la Jerusalén terrenal, están velados y en esclavitud, mientras intentan alcanzar la salvación cumpliendo sus propios votos de obediencia. Nosotros, sin embargo, que nos adherimos al Nuevo Pacto y a las promesas de Dios, somos "libres" porque nuestra madre es "la Jerusalén de arriba". (Ver mi libro, Los Dos Pactos).

Entendemos la soberanía de Dios, en lugar de la soberanía del hombre. Si el destino del mundo dependiera de la voluntad del hombre, el mundo entero se perdería, ya que ningún hombre puede salvarse a través del Antiguo Pacto, sin importar cuán bien intencionados puedan ser sus votos y decisiones. Es solo por las promesas (votos / juramentos) de Dios que el hombre puede salvarse, porque solo Él es responsable de cumplir Sus promesas de reconciliar todas las cosas Consigo mismo.

Es significativo, entonces, que Isaías haga la conexión entre el monte de Jerusalén y el Monte Sinaí en Arabia. Quizás este es el pasaje que inspiró la enseñanza de Pablo en Gálatas 4. Aquellos que permanecen en el Antiguo Pacto, que se dio en el Monte Sinaí en Arabia, inadvertidamente pusieron a Jerusalén bajo la jurisdicción de Agar e Ismael, porque Arabia era la herencia de Ismael. Por lo tanto, Jerusalén es Agar, y aquellos que rechazan al Mediador del Nuevo Pacto son hijos de la carne, ismaelitas espirituales.

Pero como creyentes del Nuevo Pacto, nos reunimos alrededor del Monte Sión o Hermón (Deuteronomio 4: 48; Hebreos 12: 22 KJV), el lugar donde Jesús fue transfigurado, porque representa a Sara, la Jerusalén celestial. Como la Compañía de "Isaac", somos los herederos del Reino.


Inmortalidad

Isaías 25: 8 nos da otra característica importante de este "banquete de vino añejo".

8 Se tragará la muerte para siempre, y Yahweh el Señor enjugará las lágrimas de todos los rostros, y eliminará el reproche de su pueblo de toda la tierra; porque Yahweh ha hablado.

Esta es una profecía de la resurrección de la vida, la recompensa de los creyentes del Nuevo Pacto. Pablo citó esto en 1ª Corintios 15: 54,

54 Pero cuando esto perecedero se haya vestido de lo imperecedero, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces ocurrirá el dicho que está escrito: "La muerte es tragada en la victoria".

Así, Pablo interpreta Isaías 25: 8, dándonos el segundo propósito principal de Tabernáculos. Tragar el velo viene al aceptar una revelación, comprensión o punto de vista del Nuevo Pacto). Tragar la muerte trae inmortalidad. Ambos son apropiados a través de la Fiesta de Tabernáculos y sus fiestas asociadas, particularmente la Fiesta de las Trompetas, donde los muertos son resucitados primero.

Isaías 25: 9 dice:

9 Y se dirá en ese día: “He aquí, este es nuestro Dios a quien hemos esperado para que nos salve [yasha]. Este es Yahweh a quien hemos esperado; regocijémonos y alegrémonos en su salvación [yahshua]".

Cuando se quita el velo del Antiguo Pacto de los rostros de los hombres, reconocerán la soberanía de Dios. Entonces creerán y proclamarán que Él es quien nos salva. Entonces "se alegrarán en su Yahshua", que es una profecía de Cristo. Incluso el hecho de que los hombres lo hayan "esperado" sugiere que estaban anticipando la venida del Mesías.

En eso hay dos venidas del Mesías, profetizadas en las dos aves (Levítico 14: 4) y en las dos cabras (Levítico 16: 8), la profecía de Isaías tiene un doble cumplimiento, cada una con un propósito distinto. La primera es una obra de muerte, la segunda es una obra viva. Pero Isaías estaba hablando principalmente del "banquete de vino añejo", que lo conecta con la segunda venida de Yahshua-Jesús.

Del mismo modo, cuando el profeta ve que la gente se regocija, está sugiriendo la Fiesta de Tabernáculos, que se suponía que debía observarse con alegría. Entonces Levítico 23: 39-40 dice:

39 Exactamente el decimoquinto día del séptimo mes, cuando te hayas reunido en las cosechas de la tierra, celebrarás la fiesta de Yahweh durante siete días, con un reposo so el primer día y un reposo el octavo día. 40 Ahora, el primer día tomarán para ustedes el follaje de hermosos árboles, ramas de palmeras y ramas de árboles frondosos y sauces del arroyo, y se regocijarán ante Yahweh su Dios por siete días.

Ninguna de las otras fiestas es particularmente un momento de regocijo. La Pascua era una fiesta para recordar la esclavitud de Israel en Egipto; Pentecostés también era recordar un tiempo en que la gloria de Dios asustó a la gente. Pero Tabernáculos era un tiempo de regocijo, el festival de la cosecha. La causa de tal regocijo es el hecho de que los ojos descubiertos de la gente se han abierto y la muerte ha sido tragada (sorbida) por la inmortalidad.


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