CORONAVIRUS, ¿QUÉ HACEMOS?


Luis Losada | CitizenGO




Supongo que no paras de oír sobre el coronavirus por todas partes:
  • Algunos países como Italia o España han tomado medidas drásticas nunca tomadas como cerrar guarderías, colegios y universidades.
  • En Hungría han decretado el estado de emergencia y han cerrado las fronteras
  • En Alemania, Angela Merkel anuncia que el 70% de la población estará afectada si no se hace nada.
  • En Estados Unidos se suspendieron los mítines y se prohíben los viajes a Europea en 30 días prorrogables otros 30 días
  • Y la OMS declaró el coronavirus como pandemia mundial
¿Es tan grave? No. No lo es. Es similar a una gripe normal, con algunas diferencias:



Te dejo también un gráfico que describe bien los síntomas:


¿Entonces?, ¿por qué se están tomando medidas tan radicales por una gripe?
Porque el virus Covid-19 es mucho más contagioso que la gripe normal y estamos 'vírgenes' de defensas.
Eso significa que un porcentaje mayor de la población se verá contagiado. Y a mayor número de contagiados, mayor cifra de necesitados de hospitalización y de fallecidos.
El problema es que ningún sistema sanitario está preparado para atender una emergencia de este calibre.
Por eso la recomendación es el aislamiento con el objetivo de frenar la velocidad de contagio y con la esperanza de que con el calor el coronavirus sea una mala pesadilla.
En definitiva: no es un problema gravísimo a nivel individua si estás sano, pero sí puede ser un gravísimo problema de salud pública.
Por eso, decisión, sí; histeria, no.
Por supuesto, se puede discutir sobre si las medidas adoptadas son las adecuadas y si se han tomado a tiempo o motivadas por presión de la opinión pública y otros intereses.
Pero lo relevante es atender a los afectados que necesitan hospitalización, cuidar a los sanitaros y velar adecuadamente a los fallecidos.
Te dejo una reflexión que me parece oportuna. Es de un médico creyente, Simón Castellví:
“La presente pandemia/epidemia nos puede hacer replantear el por qué y para qué vivimos. No estamos sobre este mundo indefinidamente, sino que disponemos de un tiempo limitado de prueba (…) A pesar de las leyes naturales y la fragilidad del hombre, Dios gobierna (…) Nuestros antepasados ya construyeron ermitas (lugares de oración) para pedir ayuda contra epidemias tan duras como la peste”.
Pues eso. Nuestra sociedad ‘fofa’ vive de espaldas a la muerte y reacciona con pavor ante la muerte, esa extraña compañera de viaje…
Así que en momentos difíciles no podemos no mirar al Cielo y rogar por su Misericordia.
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Un fuerte abrazo,


Luis Losada y todo el equipo de CitizenGO

PD. El coronavirus nos hace pensar en lo importante. Quizás sea la llamada la atención para que la sociedad abandone el desquicie ;) .

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