DOS VESTIDURAS DE JUSTICIA, e-MANÁ


Resultado de imagen de el Padre pone al anillo y el vestido al hijo pródigo

Dos vestiduras de justicia

~~~~~ Versículos de la Biblia (VRc) ~~~~~

Génesis 41:42  Entonces Faraón quito su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestirse de ropa de lino finísimo...

Lucas 15:22  Pero el padre dijo a sus esclavos: Sacad pronto el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y sandalias en sus pies...

Apocalipsis 19:8  Y a ella se la ha concedido que se vista de lino fino, resplandeciente y limpio; porque el lino fino es las acciones justas de los santos


~~~~~ Palabras del ministerio ~~~~~

El segundo don que recibió José fue las vestiduras. Nosotros los creyentes necesitamos por lo menos dos vestidos: uno de salvación y otro de victoria, de recompensa. El hijo pródigo que se menciona en Lucas 15 recibió solamente un vestido porque él solamente fue salvo. Todavía no había llegado a ser victorioso. Después de haber sido salvos nosotros y de haber recibido el vestido de justicia que nos justifica, debemos seguir adelante y llevar una vida victoriosa. Si hacemos eso, aparte del vestido de salvación, recibiremos otro vestido.

Cuando el hijo pródigo volvió a casa, no era apto para sentarse con su padre justo. Necesitaba un vestido de justicia que lo cubriese y lo hiciera apto. Este vestido es el Cristo objetivo como justicia nuestra, quien nos justifica delante del Dios justo. Pero después de ser justificados, debemos expresar a Cristo. Cuando expresamos a Cristo, Él se convierte en nuestra justicia subjetiva, no solamente como algo puesto sobre nosotros, sino como algo que expresamos. Este es el Cristo subjetivo, el segundo vestido. Cristo nos fue dado como estos dos vestidos.

¡Alabado sea el Señor porque el vestido objetivo y el vestido subjetivo son dones! Ambos fueron dados por el Padre al Hijo, y el Hijo nos los ha dado.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento y los versículos del Antiguo Testamento, de la versión Reina Valera 1960. Las "Palabras del ministerio" provienen de Estudio-vida de Génesis, escrito por Witness Lee, págs. 1492-1494. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
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FALSA NOTICIA SOBRE LA MUERTE DE P. MANAFORT, God's Kingdom Ministries



Categoría: En las noticias
Autor del blog: Dr. Stephen Jones

EL SEÑOR MI ALIMENTO, Octavius Winslow


Eucaristía, sacramento de fraternidad - ppt descargar


"Porque mi carne es verdadera comida, 

y mi sangre es verdadera bebida".
Juan 6:55

El creyente en Jesús está diversificada y abundantemente alimentado. Él se alimenta más que del pan de los ángeles. Conocemos no  más que un poco de lo que es esa comida, pero sabemos esto: “Los ángeles en el Cielo nunca han probado, la gracia redentora ni el amor sacrificial”.

Ese maravilloso banquete fue reservado para el hombre —el hombre  caído y pecador condenado a morir. Acércate en fe, oh alma mía, y siéntate otra vez ya que por amor electivo y soberana gracia un banquete celestial es provisto para ti. Escucha la descripción del Festín dado por Aquel que es tanto su Fundador como su Substancia: 
“Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí  permanece, y yo en él” (Jn. 6:55-56).
Escucha otra vez, a la misma voz de gracia que te invita a la comida: 
“Comed, amigos; bebed en abundancia, oh amados” (Cnt. 5:1). 
¿Alguna vez hubo tal proveedor, tal provisión y tales invitados? 

Consideremos en pocas palabras los dos elementos que componen este Banquete Real. La presente meditación incluirá, primeramente:
“Porque mi carne es verdadera comida”. 
El lenguaje es obviamente figurativo, y debe ser interpretado como han sido Sus palabras en otras ocasiones, “Yo soy la puerta” (Jn. 10:9) o como aquellas palabras empleadas por el profeta, “Toda carne es hierba” (Isa. 40:6). Esta es la única interpretación racional y correcta de las palabras de nuestro Señor que admitiremos, y que a la vez refuta la noción de una presencia corpórea o real de Cristo en los elementos de la Cena de Señor —una noción sostenida religiosamente por el romanista genuino, y adoptada de manera encubierta por el semi-romanista— aunque aún afirmen la profesión y dignidad de un cristiano y un protestante. Tal es el pan divino, el verdadero alimento del alma renovada. 

El Señor nunca pretendió que Su pueblo viviera de algo inferior que de Él mismo. La vida dentro de nosotros es divina, por lo tanto, su sustento debe ser divino. Viene del Cielo, entonces su nutrición debe ser celestial; esa vida es sobrenatural, por tanto, su comida debe ser espiritual. Si tratáramos de vivir con algo que no sea Cristo, pronto exclamaríamos con amargura del alma: “¡Mi flaqueza! ¡Mi flaqueza!” Así como nuestra vida solamente puede ser sustentada con alimento adecuado a su naturaleza y madurez —leche para los bebes y alimento sólido para aquellos que son de mayor edad— así también nuestra vida espiritual solamente puede mantenerse saludable y vigorosa al vivir de alimentos adaptados a sus necesidades —que es Cristo el Pan de Vida— Su carne que es verdadera comida. 
“El que me come, él también vivirá por mí” (Jn. 6:57).
Tal es la vida diaria de fe que debemos vivir, y, únicamente sosteniéndonos de esta manera, podemos crecer en gracia y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Los frutos del Espíritu en nosotros se mantienen vigorosos, sanos, y abundantes por la Vida, el sustento que diariamente proviene de Cristo. No existe otra verdadera comida espiritual. La palabra predicada, el ministerio, las ordenanzas son todas divinamente designadas y preciosos medios, pero no son Cristo, y solamente ayudan cuando nos conducen a Cristo. Oh, vive de manera diaria y simple en Cristo, y tu alma estará voluminosa y próspera. 

Susténtate en Él en todo —en la gracia que subyuga el poder del pecado, y en la sangre que expía la culpa del pecado. Susténtate en Él, en la sabiduría que orienta y en la solidaridad que te apoya. Susténtate en Él de las evidencias de tu unión con Él, y en la unión misma. No busquen en su interior virtud ni consuelo, sino miren únicamente a Cristo. No busquen su fecundidad en ustedes mismos, sino en Cristo. 
“De mí será hallado tu fruto” (Os. 14:8). 
Tu verdadero y único alimento es la carne de Cristo, que se come en fe simple —es decir, un Salvador pleno, amoroso, lleno de gracia y siempre presente, situándose a tu diestra preparado para responderte cada ruego, y para proveerte para toda necesidad, y para aliviarte en cada pena.

Nuevamente repito, trata de subsistir de tus ejercicios espirituales, de tu fe, o amor, o gozo, o paz, o fecundidad, y tu alma morirá de hambre; pero
susténtate de una vida de fe diaria en Cristo, y tu alma estará “llena de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza 
de Dios” (Fil. 1:11).

(Por gentileza de E. Josué Zambrano Tapias)

AÑO 2020: CLARIDAD DE LA VISIÓN PROFÉTICA, Clay Sikes




ADMINISTRADOR: 

Examinen todo y retengan lo bueno. Puede que las palabras proféticas que publicamos sean palabras de Dios para alguno de los que hacemos o los que siguen este blog. Son palabras que a nuestro entender pueden encajar con el kairos (tiempo o sazón propicio) general y/o personal que nosotros pensamos que está aconteciendo. Puede que también sean oportunas para los kairos personales de sus vidas en el Señor. Pero seamos especialmente cautos en la apropiación personal de las palabras proféticas; especialmente cuando sean muy complacientes con nuestros deseos y gustos carnales. Pidamos discernimiento para saber si Dios las está usando para confirmar lo que Él ya nos ha estado hablando/haciendo en nuestras vidas. Así evitaremos equivocaciones y frustraciones innecesarias con los tiempos de Dios, por tratar de escoger aquello que queremos oír en lugar de lo que necesitamos oír.





2 palabras en 1

2020: La claridad de la visión profética

La imagen que nos asignamos a menudo no es la que Dios nos ha dado.
Nos vemos como “saltamontes” cuando nos contrastamos con algo que consideremos más grande, más fuerte, más rápido, más rico, más poderoso, más malo, más valiente.
La verdad es que Dios quiere que usted se vea como Él le ve: más que un vencedor; un vencedor del mundo, porque mayor es el que está en vosotros que el que está el mundo.
Sólo Su gracia puede traer su verdadero YO a la vista.
2020 está trayendo clara capacidad de ver con perfecta visión profética: comience ahora a creer lo que se le está mostrando acerca de usted; niéguese por más tiempo a creer la imagen pobre de sí mismo que ha aceptado hasta ahora.
¡Sólo mediante Su Gracia disponible puede suceder esto!

De la Medida a la Plenitud

¿Qué atributo, por encima de todos los demás, nos hace pasar de la 'medida' a la 'plenitud'? (Efesios 4:13)
“... hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”,   Efesios 4:13.
La respuesta es sencilla: El REPOSO.
Cuando nuestro deseo principal ya no es nuestra relevancia para Él (y los demás), sino más bien nuestro reposo en Él, la transición comienza. Uno es externo, otro es interno.
Nuestro verdadero descanso interior crea una relevancia más extraordinaria, cuyos orígenes reales comienzan con Dios en el ajuste más profundo, más íntimo al alcance del hombre.
Lamentablemente, en muchos casos se busca la relevancia sin reposo; por lo tanto, se escriben más libros, se hacen más presentaciones, se dan más sermones.
Una presentación, un libro, un sermón, pueden cambiar el mundo -solo uno, si su origen comenzó en el reposo íntimo.
Ofrezco este desafío el Cuerpo de Cristo (empezando por mí mismo); menos esfuerzo en demostrar mi relevancia para Dios (y los demás), más tiempo en íntimo reposo con Dios.
¡El reposo produce inevitablemente relevancia, es el modo de Dios del que van a nacer grandes frutos!
Estos mismos párrafos fueron dados a luz durante un reciente período de cinco semanas de estar casi completamente separado del mundo, el trabajo y la gente - ¡un profundo descanso, de hecho!
~  Clay Sikes

La profecía de Bob Jones sobre el 2020-2029: 

"El 2020 revelará el resto de Dios. A donde el cuerpo vendrá a un lugar de descanso en Dios, donde Dios descansará en nosotros. Y en este descanso, el enemigo no podrá hacer la guerra porque estamos descansando en Dios y Él está descansando en nosotros, y Él cumplirá las cosas que quiere hacer en un pueblo que está en descanso. Él siempre ha querido un pueblo que venga a Su descanso. Nunca ha habido uno, pero el descanso está en camino".

NÚMERO 20: REDENCIÓN (Año 2020), Dr. Stephen Jones





Veinte (kaph)

Redención

Kaph, en hebreo, es una palmera, una mano abierta. Con la palma hacia arriba significa dar libremente, o con la palma hacia abajo cubrir el pecado.
Hay un cierto desacuerdo sobre el significado del número 20. Bullinger cita al Dr. Milo Mahan y parece estar de acuerdo con él en que es el número de la esperanza. Ed Vallow dice que significa la redención.
Bullinger cita Gén. 21:38,41 diciendo que Jacob esperó expectante 20 años para tomar posesión de sus esposas y de los bienes antes de ser liberado. Sin embargo, esto también podría indicar que se tardaron 20 años para que Jacob que fuera redimido de la esclavitud.
Bullinger también cita Jueces 4:3, mostrando que Israel esperó 20 años para ser liberado de la opresión de Jabín.
Sin embargo, también podríamos decir que Israel fue redimido de la esclavitud después de 20 años.
Como yo lo veo, estos ejemplos muestran los aspectos negativos y positivos de un número. Cuando se ve como un tiempo de ciclo -en este caso, 20 años de duración- el tiempo indica un período de espera y puede ser visto como negativo. Pero cuando se ve como el final de los 20 años, es positivo, ya que es entonces el momento del canje. Podemos ver de esta manera prácticamente todos los números. Cuando se ven como ciclos del tiempo, la mayoría de estos números transmitirán la idea de esperar hasta el tiempo en que concluyen. Por ejemplo, 40 es el número de ensayo, prueba o libertad condicional. Israel pasó 40 años en el desierto siendo probada. Eso fue una dificultad para ellos, y en ese sentido, el número podría ser visto negativamente. Pero cuando se ve como un único punto del tiempo, 40 años fue cuando Israel terminó su tiempo de prueba y fueron capaces de entrar en la Tierra Prometida. No sería práctico que decir que el 40 era un período espera, ni tampoco que 30 sea un período de espera para la consagración del sacerdote. Si fuera así, a la mayoría de estos números se les daría el mismo significado, ya que cuando se aplica por ciclos de tiempo, todos ellos son los períodos de espera.
Veinte es el número de la Redención. La letra hebrea kaph representa el número 20, y significa una palma abierta, o la mano, a menudo en forma de copa, como si diera algo o cubriera algo. La palabra hebrea gaal quiere decir "redentor". La palabra se compone de tres letras hebreas: gimel, aleph, y lamed. La gimel es un camello y lleva a la idea de ser levantado. El resto de la palabra conjura EL, que significa "Dios". Por lo tanto, un redentor (gaal) significa literalmente "Levantar a Dios". Por eso Jesús dijo en Juan 12:32 y 13,
32 Y yo, si fuere levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo. 33 Pero El decía esto para indicar la clase de muerte con que iba a morir.
Jesús estaba a punto de cumplir con el significado literal de la palabra hebrea para un redentor. Esto no solo indica Su muerte en la Cruz como Redentor de la humanidad, sino que también sugiere la deidad de Cristo.
Los hombres israelitas que fueron contados en los censos tenían que tener 20 años de edad, y cada uno era redimido, o se rescataba por medio siclo de plata, el metal de la redención (Éx. 30:14). (El número 20 se relaciona a menudo con la plata a lo largo de las Escrituras). Del mismo modo, había 20 tablas a cada lado (lados norte y sur) del Tabernáculo de Moisés (Éx. 26:18,19). Pablo dice en 1 Cor. 3:16, "¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?"
Sí, nosotros somos el templo de Dios. El Lugar Santísimo es nuestro espíritu; el Lugar Santo es nuestra alma; y el Atrio Exterior es nuestro cuerpo. De este modo, la pared del Tabernáculo mismo representa el límite del alma dentro del cuerpo (atrio). Las 20 tablas, entonces, hablan de la redención de nuestras almas al experimentar la Fiesta de Pentecostés. El Salmo 34:22 dice: "El Señor redime el alma de sus siervos".
El Atrio Exterior del Tabernáculo estaba rodeado por una pared anclada por 20 pilares (Éx. 29:10). Esta pared (cortina con columnas) también tipificaba la "piel" o capa exterior de nuestro cuerpo. Estos 20 pilares revelan "la redención de nuestro cuerpo" (Rom. 8:23) al experimentar la Fiesta de Tabernáculos.
Nuestro Redentor, Jesucristo, no solo cubrió nuestros pecados, sino que también dio libremente Su vida para redimirnos de la esclavitud del pecado. Booz, el gran redentor y el tipo de Cristo, aparece 20 veces en el libro de Rut. Del mismo modo, hay 20 personas diferentes mencionadas en el libro de Rut.
La vez 20ª que Abram se menciona en Génesis 13:2,
"Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro".
La plata es el metal de la redención, por lo que aquí vemos el número 20 otra vez vinculado con la plata.
La 20ª vez que Abraham se menciona en Génesis 18:23,
Y Abraham se acercó y dijo: "¿destruirás al justo con el impío?"
La respuesta a esta pregunta es NO. Dios redimirá al justo, como Él redimió a Lot en el contexto de este versículo.
La 20ª vez que Jacob se menciona es en Génesis 27:36.
Como vemos tan a menudo en los ejemplos de Jacob, el significado se ve distorsionado por su aplicación carnal. En ese momento, Jacob seguía siendo engañoso, aunque él pensaba que estaba simplemente ayudando a Dios; no sabía que sus propias obras (de su mano) estaban encubriendo sus verdaderos motivos, por lo que no podía ver su corazón como Dios lo veía. Y así, en este ejemplo, la "redención" toma la forma de suplantar de manera ilegal:
36 Entonces él dijo: "¿Bien llamaron su nombre Jacob, pues ya me ha suplantado estas dos veces. Se apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición".
Si Jacob se habría guiado por el Espíritu, habría tenido fe en la soberanía de Dios, permitiendo que Dios se encargara de la situación. Aunque Isaac hubiera dado el Derecho de Primogenitura y la Bendición a Esaú, en la profecía era claro que Dios había escogido a Jacob (Génesis 25:23). Por lo tanto, Dios podría haber redimido la Primogenitura de Esaú a Su manera y en Su propio tiempo. Pero Jacob tenía miedo de que Dios no pudiera cumplir con Su palabra y pensaba que Dios necesitaba ayuda. Así que al hacerlo él mismo de forma fraudulenta, él "suplantó" a Esaú. Es decir, usurpó el Derecho de Primogenitura. Así, se han necesitado casi 4.000 años para que Dios desentrañara este pecado, como mostré en mi libro, “La Lucha por el Derecho de Nacimiento”.
El número 20 aparece 288 veces en la Biblia. Esto es de particular interés, ya que hay dos grupos de 144.000 en el libro de Apocalipsis. El primer grupo se encuentra en Apocalipsis 7, los cuales aparecen en la imagen como guerreros que están sellados por su capitán. Era una costumbre en aquellos días que a los guerreros que salían de la batalla ilesos se les pusiera una señal en la frente para indicar que habían sido protegidos por Dios. Este es el significado dado en Ezequiel 9:4 también.


El otro grupo de 144.000, los que cantan el Cántico Nuevo, se mencionan en Apocalipsis 14. De ellos leemos en Apocalipsis14:4, "éstos son los que no se han contaminado con (meta, en el sentido de 'en medio, o entre' las) mujeres". Es evidente, entonces, que el primer grupo de los 144.000 son hombres, y el segundo grupo son mujeres. Juntos, forman 288.000.
Este número se encuentra en relación con el reino de David en el Antiguo Testamento. Puesto que el Salmo 20 fue escrito por David, y es profético, podemos decir que el reino de David era un tipo del Reino de Cristo según lo representado en el libro de Apocalipsis. David tenía 288.000 guerreros, 24.000 de cada una de las 12 tribus (1 Crón. 27:1), así como 288 cantores entrenados (1 Crón. 25:7).
No es casualidad que "la novia, la esposa del Cordero" (Apoc. 21:9) tenga un valor numérico de 2880. No es casualidad que "el gozo del Señor" (Mat. 25:21) tenga un valor numérico de 2880. No es casualidad que la palabra hebrea charaph, "desposada" tenga un valor numérico de 288. No es casualidad que "llamamiento santo" (2 Tim. 1:9) tenga un valor numérico de 288.
Como dijimos antes, hay 20 personas diferentes mencionados en el libro de Rut, que es una historia sobre el redentor. Se habla de la redención de la novia cautiva, la esposa del Cordero, para que pueda entrar en la alegría del Señor, que es su santo llamado. Todo esto se hace por el poder del Espíritu, cuya obra fue manifestada en la Creación, cuando el Espíritu de Dios se movía, se cernía, revoloteaba o (rachaph) sobre la faz de las aguas (Génesis 1:2). La palabra hebrea rachaph también tiene un valor numérico de 288.

El Evangelio de Juan, Parte 19- SÉPTIMA SEÑAL DE JESÚS (“¡Lázaro, sal fuera!”), 4, Dr. Stephen Jones




27 diciembre 2019



Jesús no llegó hasta que Lázaro había estado muerto por cuatro días. El período normal de treinta días de duelo por los muertos (Deuteronomio 34:8) se dividía de la siguiente manera: los primeros tres días eran para llorar, ya que aún podría haber esperanza de que los muertos de repente volvieran a la vida; los siguientes cuatro días eran para el luto, después de que toda esperanza se hubiera ido; y los 23 días restantes completaban el mes asignado para el luto.


Lázaro, una profecía de Israel
Entonces Jesús esperó hasta que el tiempo del llanto hubiera concluido, y cuando toda la esperanza desapareció, levantó a Lázaro de la muerte. Sin duda, esto fue para cumplir el dicho sobre las ovejas perdidas de la Casa de Israel, representadas como huesos secos de un antiguo campo de batalla, en Ezequiel 37:11-14,

11 Entonces me dijo: “Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel; he aquí, dicen, nuestros huesos están secos y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente aislados. 12 Por tanto profetiza y diles: Así dice el Señor Yahweh: He aquí, abriré vuestros sepulcros y haré que salgáis de vuestros sepulcros, pueblo mío; y os traeré a la tierra de Israel … 14 Pondré Mi Espíritu dentro de vosotros y volveréis a la vida, y os ubicaré en vuestra propia tierra. Entonces sabréis que yo, Yahweh, he hablado y lo he hecho, declara Yahweh.

Por esto vemos que Lázaro representaba proféticamente a toda la Casa de Israel que, para ese entonces, había estado en el exilio por más de 700 años. Los profetas hablaron a menudo de la restauración de Israel al final, y Ezequiel ve esto como una resurrección nacional de entre los muertos.

La mayoría de los maestros bíblicos de hoy no entienden estas profecías, porque las aplican a los judíos y a la nación de Judea, en lugar de a las tribus perdidas de Israel que fueron exiliadas a Asiria. Aunque hay ocasiones en que los profetas usan el término Israel para incluir a las doce tribus, nunca dejan de distinguir entre Israel y Judá después de que el Reino se dividió.

El término "judío" es simplemente la abreviatura de judaíta (griego: Judean). Por lo tanto, enseñan que la actual nación judía que los hombres llaman "Israel" es el cumplimiento de estas profecías. La solución es entender la diferencia entre Israel y Judá en la profecía, para que no se apliquen mal las profecías, pensando que los judíos son los israelitas.

En la parábola de Jesús sobre Lázaro y el hombre rico (Lucas 16:19-31), encontramos una vez más que estos dos personajes principales representan a Israel y Judá, respectivamente. Esa parábola es el clímax de una serie de cinco parábolas del Reino, que establece el carácter y el destino de Israel y Judá. Vea mi serie de cuatro folletos titulada, El Maravilloso Plan de Dios para la Creación. La Parte 3 es un folleto titulado El Hombre Rico y Lázaro.

No se puede identificar completamente al hombre real, Lázaro de Betania, con el Lázaro de la parábola, y sin embargo, ambos son proféticos de la Casa perdida de Israel. Aparentemente, Jesús los vio en términos del nombre hebreo Eliezer, "A quien Dios ayuda", que es una referencia al Espíritu Santo que da vida a los muertos y a los huesos secos en Ezequiel.


Jesús se encuentra con María
Después de la confesión de fe de Marta, Juan 11:28-30 dice:

28 Cuando hubo dicho esto, se fue y llamó a María, su hermana, diciéndole en secreto [lathra, "en secreto, en privado"]: "El Maestro está aquí y te está llamando". 29 Y cuando lo escuchó, se levantó rápidamente y se acercó a él. 30 Pues Jesús aún no había entrado en la aldea, sino que todavía estaba en el lugar donde Marta lo encontró.

Jesús se había detenido cerca de las afueras de la ciudad, queriendo hablar con las hermanas antes de tratar con el público. Aparentemente, Jesús habría enviado un mensajero a la casa a buscar a Marta primero. Marta inmediatamente salió a encontrarse con Jesús. Jesús la preparó para la resurrección de Lázaro y luego la envió a su casa a buscar a María. Todo esto se hizo en silencio y en privado, para que no se le molestase mientras hablaba con las hermanas.

Juan 11:31 dice:

31 Entonces los judíos que estaban con ella en la casa y la consolaban, cuando vieron que María se levantaba rápidamente, salieron y la siguieron, suponiendo que ella iría a la tumba a llorar allí.

En aquellos días, era costumbre que los dolientes consolaran al afligido rodeándolo y recitando ciertas oraciones. Esto continuaba hasta que el doliente asentía con la cabeza hacia ellos. Esta era la señal de que el doliente ya no necesitaba consuelo. Este es el significado de la declaración de que Raquel, cuando estaba "llorando por sus hijos ... se negó a ser consolada" (Mateo 2:18). En otras palabras, había sido consolada lo suficiente, aceptó completamente su pérdida y ahora estaba despidiendo a los dolientes.

Después de cuatro días de duelo, María aún no había llegado a ese punto de aceptación. Quizás esto se debió a que Jesús todavía estaba ausente, y ella todavía esperaba que Él pudiera hacer algo. Toda la esperanza natural desaparecía después de tres días, pero en el fondo de su corazón aún permanecía la esperanza sobrenatural hasta que Jesús mismo pudiera confirmar que Lázaro no regresaría de entre los muertos.

Así que los dolientes aún estaban allí para consolarla, y cuando Marta irrumpió en ese círculo y le susurró a María que Jesús la estaba llamando, abandonó el círculo. Uno podría pensar que los dolientes rodearían a Marta y permanecerían en la casa, porque ella también estaba de luto. Pero en cambio, siguieron a María. Aparentemente, Marta les había dado el visto bueno, mientras que María todavía continuaba necesitando consuelo.

Los dolientes asumieron que María regresaba a la tumba con la imposible esperanza de que su hermano aún pudiera regresar. Como era costumbre, María estaba descalza durante su tiempo de duelo. Sin duda ella corrió delante de los dolientes, que sin embargo, no estaban muy lejos. Jesús tuvo muy poco tiempo para hablar con María en privado.

Juan 11:32 dice:

32 Por lo tanto, cuando María llegó donde estaba Jesús, lo vio y cayó a sus pies, diciéndole: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto".

Desde su perspectiva, esta era una declaración de fe en la capacidad de Jesús para sanar. Pero desde la perspectiva de Jesús, no podía ser así, porque Lázaro era un tipo profético de los huesos secos de toda la Casa de Israel, que todavía estaba en el exilio. Algunas décadas después (alrededor del año 95 DC) el historiador judío, Josefo confirmó esto:
Por lo tanto, solo hay dos tribus en Asia y Europa sujetas a los romanos; mientras que las diez tribus están más allá del Éufrates hasta ahora; y son una inmensa multitud, y no se pueden estimar por número” (Antigüedades de los judíos, XI, v, 2).

Para que Jesús manifestara la gloria de Dios en esta séptima señal, tenía que esperar hasta que Lázaro estuviera muerto y toda esperanza desapareciera, porque esta era la condición de Israel en ese momento. María no sabía esto, por supuesto, porque para ella, Lázaro era solo su amado hermano menor. Su perspectiva era personal y terrenal, mientras que la perspectiva de Jesús era profética y celestial.


Resucitando a Lázaro
Juan 11:33,34 dice:

33 Cuando Jesús la vio llorar y los judíos que vinieron con ella también lloraban, se conmovió profundamente y se turbó, 34 y dijo: "¿Dónde lo pusiste?" Ellos le dijeron: "Señor, ven y ve".

No sabemos dónde había estado enterrado Lázaro. Había un cementerio cercano en el Monte de los Olivos a lo largo del camino a Jerusalén. Si fue enterrado allí, podríamos conectar esto con el entierro de Jesús dos semanas después, porque Él también fue enterrado en el Monte de los Olivos. Pero Juan no nos dice exactamente dónde fue enterrado Lázaro. Solo podemos suponer que no era donde Jesús le había estado esperando, ya que tuvo que preguntarle: "¿Dónde lo pusiste?"

Juan 11:35,36 continúa,

35 Jesús lloró. 36 Entonces los judíos decían: "¡Mirad cómo lo amaba!"

Sí, Jesús amaba a Lázaro. Recordemos que María y Marta le habían enviado un mensaje a Jesús en Juan 11:3, diciendo: "Señor, he aquí, el que amas está enfermo". Jesús no carecía de emociones humanas. Sin duda habría llorado incluso cuando fue un bebé, a pesar del villancico navideño que afirma: "no llora lo que hace". La piedad medieval pretendía que Jesús nunca llorara, ni siquiera de niño, como si de alguna manera esto fuera un signo de pecado o imperfección.

Juan 11:37 dice:

37 Pero algunos de ellos dijeron: "¿No podría este hombre, que abrió los ojos del ciego, haber evitado que este hombre también muriera?"

Los dolientes sabían del milagro en que Jesús había sanado al ciego (Juan 9:1), e incluso creían en la capacidad de Jesús para sanar a Lázaro. Pero no estaban preparados para lo que iba a suceder, porque no conocían el significado profético de la séptima señal.


38 De nuevo Jesús, profundamente conmovido, vino a la tumba. Ahora era una cueva y una piedra yacía contra ella. 39 Jesús dijo: "Quitad la piedra". Marta, la hermana del difunto, le dijo: "Señor, a estas alturas habrá hedor, porque ha estado muerto cuatro días". 40 Jesús le dijo: "¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?

El mismo tipo de tumba de la cueva, tallada en el Monte de los Olivos y con una piedra redondeada para sellar la entrada, sería la tumba de Jesús poco después (Lucas 23:53; 24:2). Por supuesto, el tiempo de llanto era habitualmente de solo tres días, porque al cuarto día los muertos comenzaban a descomponerse y emitían "hedor".

Marta no quería deshonrar a los muertos abriendo la tumba y hacer que todos olieran su cuerpo en descomposición. Pero Jesús le dijo: "si crees, verás la gloria de Dios". Todos los que estaban presentes verían ese milagro, pero solo aquellos que creían verían la gloria de Dios. Ver el milagro y ver la gloria de Dios no era lo mismo. Como Marta creía, ella dio su consentimiento para abrir la tumba.

Juan 11:41,42 dice:

41 Entonces quitaron la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos y dijo: “Padre, te doy las gracias porque me has oído. 42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por la multitud que me rodea, para que puedan creer que tú me has enviado".

Las oraciones públicas alcanzan a quienes están dentro del alcance de la audición. La oración de Jesús comenzó así con esta afirmación introductoria de que el Padre siempre escucha la oración del Hijo. Esto se hizo "para que puedan creer que tú me has enviado".

Juan 11:43,44 dice:

43 Cuando dijo estas cosas, gritó con gran voz: "¡Lázaro, sal fuera!". 44 El hombre que había muerto salió, atado de pies y manos con envolturas, y su rostro estaba envuelto en un sudario. Jesús les dijo: "Desatadlo y dejadlo ir".

Juan pone especial énfasis en las ropas mortuorias y el sudario que envolvía la cabeza de Lázaro. Cuando comparamos esta resurrección con la de Jesús, vemos un contraste. Lázaro fue resucitado de manera diferente, porque no fue resucitado en un cuerpo glorificado, mientras que Jesús sí. Por lo tanto, la ropa de la tumba de Jesús y el sudario de la cabeza permanecieron en la tumba cuando Jesús, en Su cuerpo glorificado, las atravesó cuando se puso de pie. Juan 20:6,7 dice:

6 Y llegó también Simón Pedro, siguiéndolo [a Juan], y entró en la tumba; y vio las envolturas de lino que yacían allí, 7 y el sudario que había estado sobre Su cabeza, no puesto con las envolturas de lino, sino enrollado en un lugar aparte.

La historia de la resurrección de Lázaro concluye en Juan 11:45,46,

45 Por lo tanto, muchos de los judíos que vinieron a María y vieron lo que había hecho, creyeron en Él. 46 Pero algunos de ellos fueron a ver a los fariseos y les contaron lo que Jesús había hecho.



Category: Teachings
Blog Author: Dr. Stephen Jones