Si usted fornica, el Estado le ayudara directa o indirectamente a matar al niño a través del aborto, o le ayudará a criarlo utilizando el dinero de otras personas. Si usted se hace adicto a algo, el Estado le ayudara a mantenerse adicto, o pagará para que le ayuden, siempre y cuando no sea algo de naturaleza cristiana. Si usted roba, en vez de presionarle para que restituya lo robado, como lo señala la Biblia, el Estado lo "enjaulara" a un costo de $25,000 anuales con cargo a los contribuyentes. Cometa un delito administrativo, y el Estado hará su estancia aun
más agradable. El Estado pagará subsidios de toda clase, a ricos y pobres por igual, y arreglará el juego tan bien como pueda para que las leyes de causa y efecto pierdan peso y fuerza, y sean menos obvias. Si de alguna manera despierta a la realidad y se arrepiente, eso se verá mal ante el resto de nosotros. El precio para la sociedad será tener impuestos más altos, burocracia, injusticia descomunal y, más que todo, las personas quedarán atrapadas en sus pecados.
El Estado mantiene a la gente esclavizada porque tiene los recursos fiscales para hacerlo. Lo que es peor, el Estado moderno "hace llover sobre mojado", y lo hace en nombre de la "compasión". Esa falsa compasión terrenal no tiene ningún valor económico y produce una co-dependencia inmoral del peor orden, seguida por el infierno eterno para sus víctimas.
iVaya! iQué clase de "compasión"! La Palabra de Dios penetra perfectamente esa cortina de humo de ilusión y engaño que existe en la política fiscal moderna de asistencia social y resume este asunto con la siguiente verdad: "Los actos más amables del malvado son crueles" (Prov. 12:10).
Más adelante hablaremos con más detalle acerca de las implicaciones de esto en la política pública, ¿pero qué tiene todo esto que ver can la naturaleza del autorespeto? Tiene mucho, mucho que ver. El autorespeto se apoya en el hecho de que Dios y Su sistema de retroalimentación tienen el propósito de revelar si usted esta a no agradando a Dios y avanzando en la dirección correcta. La falsa protección y la falsa compasión que estamos desenmascarando aquí, no permitirán que la "pelota de la vida" rebote hacia usted con una verdad. La pelota podría no regresar a usted en lo absoluto, o regresar en trayectorias engañosas. Eso es lo que la falsa compasión hace: miente, y por lo tanto destruye cualquier posibilidad de verdadero autorespeto.
La Escritura dice que "el principio de la sabiduría es el temor de Yahweh" (Prov. 1:7). En el juego de la vida reconozco que tanto Dios como Su universo pueden jugar rudo y fuerte. Esta es la primera realidad fundamental que debo aceptar, y edificar mi vida alrededor de ella. Servimos a un Dios que no hace trampa en el juego y que tiene el suficiente valor moral para dejar que la gente se vaya al infierno. ¿Por que? ¿Será porque es un Dios con un espíritu malvado y vengativo como algunos tontamente han razonado? No. Es porque Dios reconoce que sin la posibilidad de fracasar el éxito no tendría ningún significado. Lo menos que podemos decir es que nuestro Dios es muy profundo. Si no existe la posibilidad de que yo fracase, tampoco existe la de tener un verdadero éxito. Y si alcanzo el éxito sin la posibilidad de fracasar, ¿dónde queda el respeto por mí mismo? En realidad el juego fue arreglado; de hecho, el criterio de la realidad consistía de un compromiso elástico. Los liberales niegan el respeto propio al demandar que el Estado provea una red de seguridad bajo el acto del trapecio del universo y la cuerda floja en las alturas.
(Extracto del Cap. 7 de "HACIENDO NEGOCIOS A LA MANERA DE DIOS" de Dennis Peacocke)
Nota administrador:
En cuanto al concepto del Infierno de este blog, decir que no creemos que sea un sistema de tortura interminable. Véase:
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