MORIR AL EGO Y SUPERAR LAS DEBILIDADES ES UN LARGO PROCESO, NO TE FRUSTRES / ORGULLO DE NEÓFITO / (Sorbos místicos), François Fenélon




DEPENDE DE DIOS

Sé que hablo mucho de estar completamente separado de uno mismo y de amar de una forma totalmente desprendida. Como esto es algo muy difícil de llevar a cabo, no quiero que te sientas culpable cuando te quedes lejos de alcanzarlo. Tus fracasos no hacen de ti algo desagradable a los ojos de Dios. Él ve tus más profundos sentimientos. Es un largo proceso el que lleva a estar completamente muerto a tu egoísmo. Habrá mucho que buscar de lo propio en gran parte de lo que hagas. Puedes decir si tu viejo yo está envuelto en una situación, cuando algo se te cruza en el camino y te enfadas o disgustas.

Te apegas a ti mismo sin darte cuenta, ¡pero mira el jaleo que armas cuando se te quita algo! ¡No te aferras deliberadamente a tus malas intenciones, pero no las miras lo suficientemente de cerca por miedo a lo que puedes encontrarte! Dios revela miles de cosas a tu corazón que tú hubieras jurado que nunca estaban allí, pero Él te ayudará a tratar con ellas.

¿Crees que te gustaría destapar todas tus debilidades de una vez? Dios te libra tiernamente de ese horrible descubrimiento. No envía mucha luz de golpe y seguido. ¿Ves lo admirable y bueno que es Dios de no pedirte que cambies algo para lo que todavía no te ha proporcionado los recursos para cambiarlo? Las personas que más contemplan sus defectos aún están en la oscuridad de no saber cómo renunciar a ciertas debilidades. Dios reserva esta sabiduría para un estado algo más avanzado.

Sé fiel con lo que Dios te ha dado ... no con lo que no te ha dado. Dios te mostrará, a Su tiempo, todo cuanto necesitas saber. Mientras tanto, Dios oculta tus propias imperfecciones detrás de un velo para que no te quedes sobrecogido. Quieres ser perfecto sin paciencia, pero es mucho mejor esperar humildemente bajo la mano de Dios.

Carga contigo mismo sin condena ni halago. El proceso llevará a cabo una muerte más profunda para tu vieja naturaleza que la perfección instantánea. Dios quiere fomentar tu dependencia de Él. Te da luz como una madre sabia le daría a su hijo cosas que hacer. No se da más luz hasta que ese trabajo en particular está terminado. ¿Has acabado cuanto Dios ha puesto ante ti? Inmediatamente te dará una nueva obra, pues Él nunca te deja ocioso. Pero si no has hecho lo que Él ha pedido, no te mostrará más.

Deja que Dios trabaje en ti, y estate contento con la luz que Él te da. Cada nuevo don de Dios se edifica sobre el que le antecede.



SENTIMIENTOS DE ORGULLO

En cuanto veas sentimientos de orgullo en ti misma, o sientas que sabes más que nadie, o no te preocupas más que de ti misma, es entonces cuando debes permitir que todas estas actitudes caigan como piedras en el agua. Busca a Dios y detenlo todo hasta que estés de nuevo tranquila y rendida ante Dios. Si tus ajetreos o tu acalorada imaginación impiden que estés calmada ante Dios, entonces aún debes traerte ante Dios y desear estar en quietud. El deseo de estar en quietud y calma ante Dios es en sí mismo una oración que te desprende de tu propia voluntad y te mantiene flexible en las manos de Dios.

No te des la enhorabuena cuando des unos cuantos pasitos ante Dios. Cuando uno se convierte, cree que lo sabe todo acerca de Dios. Renuncias a tus vicios capitales y te preparas para que te canonicen como una santa. No te estás juzgando por el estándar del evangelio, sino por cómo vivías tu vida pasada. A la larga esta actitud te meterá en más problemas que cometer un pecado patente. Un pecado patente atribulará tu conciencia. Pero pensar que estás bien, cuando en realidad no lo estás, ahogará tu vida espiritual. Servir a Dios no es un asunto de evitar el mal, sino de aprender el bien. Así que no ames a Dios un poquito y pienses que eso es todo lo que hay. No esperes que puedes vivir la vida como te dé la gana y luego acudir a Dios como el último recurso cuando necesitas ayuda. ¿Es esto amar a Dios? ¡Creo que más bien es hacerle enfadar!

El hecho de leer la Biblia, acudir a la iglesia, y evitar pecados “gordos”... ¿es esto un amor a Dios apasionado e incondicional? No te perteneces a ti misma... ¡le perteneces a Dios! No puedes suavizar el evangelio para adaptarlo a tu debilidad. ¡Ay de aquel que trate de ensanchar el camino estrecho!

La única forma de amar a Dios es amarle completamente. Has permitido que todo lo demás te gobierne... tus emociones, los caprichos de los demás, tus propios antojos. Zambúllete en Dios y entrégale a Él todo lo que eres.



(Por gentileza de E. Josué Zambrano Tapias)

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