y todos estas cosas os serán añadidas",
Mateo 6:33
Tan pronto consideramos estas palabras de Jesús, descubramos que es la declaración más revolucionaria que jamás haya escuchado el oído humano. "Buscad primeramente el reino de Dios ..." Nosotros afirmamos exactamente lo contrario: “pero debo vivir, debo ganar mucho dinero, debo vestirme, debo alimentarme”. Nuestra gran preocupación no es el Reino de Dios, sino cómo nos las arreglamos para vivir. Jesús invirtió el orden. Primero debemos relacionarnos correctamente con Dios, asegurarnos de que ese sea el interés más importante de nuestra vida y nunca concederle tal importancia a lo demás.
"No os angustiéis por vuestra vida", Mateo 6:25. Nuestro Señor señaló lo irrazonable que es, desde la perspectiva divina, estar ansiosos y preocupados acerca de como vamos a vivir. Jesús no dijo que la persona despreocupada es bienaventurada. No, esa persona es necia. Pero Jesús sí enseñó que su discípulo debe hacer de su relación con Dios el enfoque predominante de su vida y al compararlo con esto, despreocuparse prudentemente de cualquier otro aspecto. En esencia, Jesús estaba diciendo: “No conviertas la comida o la bebida en el factor primordial de tu vida, sino concéntrate totalmente en Dios”. Algunas personas son descuidadas con lo que comen y beben y sufren por ello, descuidan su manera de vestir, descuidan los asuntos de este mundo y Dios las hace responsables. Jesús dice que el principal interés de la vida es poner en primer lugar nuestra relación con Dios y todo lo demás en un segundo plano.
Una de las disciplinas más difíciles de la vida cristiana es permitirle al Espíritu Santo llevarnos a una absoluta armonía con lo que nos enseña Jesús en estos versículos.
Sí estas atravesando un camino solitario, lee Juan 17 que te explica de manera contundente la razón por la que te encuentras así. Jesús ha orado para que seas uno con el Padre, como Él lo es. ¿Le estás ayudando a Dios a contestar esa oración, o tienes otra meta para tu vida? Debido a que te convertiste en su discípulo, no puedes ser tan independiente como lo eras antes. Juan 17 nos revela que el propósito de Dios no es responder nuestras oraciones, sino que por medio de ellas podamos discernir su mente. Sin embargo, Él debe responder la oración de Jesús; "Para que sean uno, así como nosotros somos uno", Juan 17:22. ¿Estamos tan cerca de Jesucristo que somos uno con Él?
A Dios no le interesan nuestros planes. Él no pregunta: "¿Quieres vivir la pérdida de una ser querido, esta dificultad o esta frustración?" No, Él permite estas situaciones porque tiene un propósito con ellas. Las circunstancias que estamos viviendo nos están haciendo hombres y mujeres mejores, más amables y nobles; o más severos y criticones, más obstinados en nuestros propios caminos. Las circunstancias que vivimos nos vuelven malvados o santos, lo cual depende por completo de cuan íntima es nuestra relación con Dios. Si decimos: "Hágase tu voluntad", Mateo 26:42; Juan 17 nos animará y consolará porque sabemos que nuestro Padre está actuando de acuerdo con su sabiduría. Cuando entendemos lo que Él está buscando, dejamos de ser mezquinos y cínicos.
Lo que Jesús oró fue nada menos que nosotros vivamos completamente unidos a Él, así como Él es uno con el Padre. Algunos estamos lejos de esa unidad, pero Dios no dejará de tratar con nosotros hasta que seamos uno con Él, porque Jesús oró para que así fuera.
"Para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti,
que también ellos sean uno en nosotros",
Juan 17:21
Sí estas atravesando un camino solitario, lee Juan 17 que te explica de manera contundente la razón por la que te encuentras así. Jesús ha orado para que seas uno con el Padre, como Él lo es. ¿Le estás ayudando a Dios a contestar esa oración, o tienes otra meta para tu vida? Debido a que te convertiste en su discípulo, no puedes ser tan independiente como lo eras antes. Juan 17 nos revela que el propósito de Dios no es responder nuestras oraciones, sino que por medio de ellas podamos discernir su mente. Sin embargo, Él debe responder la oración de Jesús; "Para que sean uno, así como nosotros somos uno", Juan 17:22. ¿Estamos tan cerca de Jesucristo que somos uno con Él?
A Dios no le interesan nuestros planes. Él no pregunta: "¿Quieres vivir la pérdida de una ser querido, esta dificultad o esta frustración?" No, Él permite estas situaciones porque tiene un propósito con ellas. Las circunstancias que estamos viviendo nos están haciendo hombres y mujeres mejores, más amables y nobles; o más severos y criticones, más obstinados en nuestros propios caminos. Las circunstancias que vivimos nos vuelven malvados o santos, lo cual depende por completo de cuan íntima es nuestra relación con Dios. Si decimos: "Hágase tu voluntad", Mateo 26:42; Juan 17 nos animará y consolará porque sabemos que nuestro Padre está actuando de acuerdo con su sabiduría. Cuando entendemos lo que Él está buscando, dejamos de ser mezquinos y cínicos.
Lo que Jesús oró fue nada menos que nosotros vivamos completamente unidos a Él, así como Él es uno con el Padre. Algunos estamos lejos de esa unidad, pero Dios no dejará de tratar con nosotros hasta que seamos uno con Él, porque Jesús oró para que así fuera.
(Por gentileza de E. Josué Zambrano Tapias)
Que palabra de entendimiento y consolación.
ResponderEliminarBendiciones en Jesucristo.