LOS JUECES, Parte 12 y final: Samuel y el Arca, Dr. Stephen Jones




2 de mayo de 2019



Como ya hemos visto, el ministerio de Sansón como juez se cumplió casi exclusivamente entre los filisteos, no en el propio Israel; esto, profetiza de los Jueces de los últimos días, que ministrarán más allá de las fronteras a las naciones del mundo. La principal diferencia, por supuesto, es que Sansón ministró en el contexto del Antiguo Pacto, que trajo mucha muerte y destrucción a través del juicio divino. Los jueces (vencedores) de los últimos tiempos ahora ministran bajo el Nuevo Pacto, que trae la muerte a la carne para que los hombres puedan ser justificados (Romanos 6:4,7).

Este ministerio de los Últimos Tiempos comenzó correctamente el día de Pentecostés en Hechos 2:1, cuando el Espíritu Santo y las lenguas de fuego descendieron sobre los discípulos en el Aposento Alto. El verdadero ministerio de Sansón como juez llegó también en el momento de Pentecostés, cuando quemó el trigo maduro de los filisteos (Jueces 15:1,4,5). Después de eso, se enfrentó una batalla tras otra.

Sansón venció al dios filisteo masculino, Dagón, quien era representado como un dios de fuerza y poder, aunque él mismo fue vencido por la diosa filistea Atargatis, quien, a través de su seducción, demostró ser más poderosa que su contraparte masculina con su fuerza. Sansón era un hombre de gran fortaleza, pero creo que su amargura interna contra Elí y sus hijos corruptos en Silo germinaron en su debilidad interna por su diosa femenina (su atracción por las mujeres).

Cuando los filisteos llevaron el Arca a Asdod y la pusieron en su templo, fue un desastre para Israel en apariencia, pero en el Plan Divino a largo plazo representaba el día en que la gloria de Dios sería enviada más allá de las fronteras, para derrocar a los falsos dioses de las naciones. Esta idea coincide bien con todo el ministerio de Sansón que se desarrolló entre los filisteos (gentiles, naciones). El cumplimiento de esta profecía en realidad comenzó con la Gran Comisión (Mateo 28:19,20) bajo el poder de Pentecostés, pero concluirá en nuestro tiempo bajo el poder de Tabernáculos.

A Pentecostés se le asignaron 40 jubileos (1.960 años) para cumplir la Gran Comisión y traer justicia a la Tierra. Comenzó bien pero no pudo completar la misión, tal como lo predijeron todos los tipos y sombras pentecostales. Los 40 años de Israel en el desierto terminaron con la muerte de todos, excepto Caleb y Josué. Los 40 años del rey Saúl terminaron con su muerte a manos de los filisteos. Los 40 años del sumo sacerdote Elí terminaron con su muerte, junto con sus hijos corruptos, a quienes se negó a corregir. Finalmente, los 40 Jubileos de la iglesia en la Era de Pentecostés tampoco lograron traer justicia a la Tierra, porque al final ha sucumbido al mismo espíritu rebelde de Israel en el desierto, la obediencia a medias de Saúl y la corrupción de Elí. Los filisteos modernos han cegado a la Iglesia y la han esclavizado a moler su trigo, como a Sansón. La Iglesia de Saúl ha sido asesinada por los filisteos una vez más.


Abriendo el Arca bajo los Tabernáculos
Muchos buenos pentecostales esperan que un segundo Pentecostés renueve sus intentos de establecer la justicia en la Tierra; sin embargo, algo más grande está llegando. Es un nuevo Derramamiento del Espíritu Santo que será mayor que el que se vio en Hechos 2. La Era de Pentecostés debe dar paso a una nueva unción que está en el horizonte: la unción de Tabernáculos, dirigida por los vencedores.

La secuencia de los nombres de los Jueces tipifica el Arca que se abre para liberar la luz del sol mientras transfigura a los vencedores. Es posible que el Arca de gloria regrese en Pentecostés de algún año, ya que es cuando el Arca regresó a los hombres de Bet-semes cuando cosechaban su trigo. Pero viene con una advertencia, como lo muestra la historia, porque solo los vencedores están calificados para abrir el Arca y contemplar la gloria de Dios.

Se nos dice en 1 Samuel 7:1,2 que el Arca fue llevada a las cercanías de Kiriat-jearim después de que fue devuelta a Israel, porque Silo había sido destruida por los filisteos (Salmo 78:59-64). Además, la gloria se había apartado de Silo (1 Samuel 4:22), para no volver nunca más a ese lugar. Años más tarde, David trasladó el Arca a Jerusalén, y Salomón la colocó en el templo que él construyó. Pero los sacerdotes en Jerusalén se corrompieron después, y esa ciudad tuvo un destino similar (Jeremías 7:12,14).

Siglos más tarde, la gloria de Dios se vio en Jesús, y después que Él ascendió al Cielo Su gloria fue enviada a la Tierra para residir en un templo hecho de piedras vivas (1 Corintios 3:16; 1 Pedro 2:5; Apocalipsis 22:4). Ese templo ha sido construido durante el período intermedio entre las dos venidas de Cristo, como leemos en Efesios 2:21,

21 en quien todo el edificio, encajando, va creciendo para ser en un templo santo en el Señor.

Ese templo, creo, se completó en 2006, que fue "siete tiempos" (2,520 años) después de completar el segundo templo de Jerusalén en el 515 a.C. Después de ese tiempo, nuestra revelación dice que los vasos del templo —los ministerios de los sacerdotes de Melquisedec— comenzaron a ser completados. Nuestra revelación de 2001 nos dijo que Dios estaba a punto de construir un "apostolado efectivo". No se nos dio un marco de tiempo para esto, pero sabemos que este "apostolado efectivo" todavía continúa.


Israel se arrepiente en el Día de la Expiación
Después de que el Arca fue devuelta y asegurada en la ciudad gabaonita de Kiriat-jearim, Samuel reunió a los israelitas en Mizpa, donde la gente se arrepintió del pecado que había causado su cautiverio 40 años antes (1 Samuel 7:5,6). No se nos da ninguna pista de cuándo ocurrió esta reunión. Algunos pueden pensar que ocurrió 20 años después, de que el Arca permaneció en Kiriat-jearim durante los 20 años siguientes según la declaración en 1 Samuel 7:2. Sin embargo, ese período de 20 años solo describe el período de tiempo que el Arca permaneció en esa ciudad; no se refiere a la última mitad de los 40 años de cautiverio de Israel.

Desde mi punto de vista, que ciertamente no puede ser probado por ningún texto bíblico, la reunión debió tener lugar cuando se acercaba la Fiesta de los Tabernáculos. Esto fue unos meses después de que el Arca fuera devuelta en Pentecostés. Es posible que las personas estuvieran en Mizpa para el Día de la Expiación y que esta fuera la ocasión para su ayuno de 1 Samuel 7:6. Como mínimo, su ayuno profetizó el Día de la Expiación, que era un día que profetizaba el arrepentimiento.

También se nos dice específicamente que "Samuel juzgó a los hijos de Israel en Mizpa", lo que indica que Samuel fue elegido como el próximo Juez de Israel para reemplazar al gran Sansón muerto. Debido a que un juez también era un comandante militar para liberar a Israel del cautiverio, es evidente que la gente esperaba que Samuel actuara en ese papel además de ser un sacerdote y un profeta.

Cuando los filisteos se enteraron de la reunión en Mizpa (Traductor: Mizpa significa “atalaya”, “torre de vigilancia”, “vista”, “mirador”) y se enteraron de la conversación sobre la revuelta, ellos mismos reunieron un ejército para tratar de sofocarla. 1 Samuel 7:7 dice:

7 Cuando los filisteos oyeron que los hijos de Israel se habían reunido en Mizpa, los príncipes de los filisteos subieron contra Israel. Y cuando los hijos de Israel lo oyeron, tuvieron miedo de los filisteos.

Pero Dios trajo la liberación a través de Samuel, porque la presencia de Dios había regresado a ellos. Debido a que la gente se había arrepentido ante las palabras del profeta, ahora eran elegibles para la liberación, y el cautiverio estaba a punto de terminar.


La liberación en la Fiesta de Tabernáculos.
Leemos en 1 Samuel 7:10,

10 Samuel ofreció el holocausto y los filisteos se acercaron a la batalla contra Israel. Pero aquel día Yahweh tronó con gran estruendo contra los filisteos y los confundió, de modo que fueron derrotados delante de Israel.

Observe la comparación entre esta lluvia y la lluvia que llegó el día de Pentecostés, cuando Saúl pronto sería ungido como rey. 1 Samuel 12:17,18 dice:

17 ¿No es hoy la cosecha de trigo? Clamaré a Yahweh para que envíe truenos y lluvias. Entonces sabréis y veréis que vuestra maldad es grande, la que habéis hecho a los ojos de Yahweh al pedirte un rey. 18 Entonces Samuel clamó a Yahweh, y Yahweh envió truenos y lluvias aquel día; y todo el pueblo temió grandemente a Yahweh y a Samuel.

Note que en ambas ocasiones, la gente tuvo miedo. Las dos tormentas de lluvia hablan de las lluvias temprana y tardía profetizadas en Joel 2:23. Las lluvias tempranas llegaban en octubre y noviembre para preparar el suelo para la siembra, mientras que las lluvias tardías llegaban en abril y mayo para hacer madurar el trigo para la cosecha. Estas lluvias profetizan del derramamiento del Espíritu Santo en dos ocasiones. En Pentecostés en Hechos 2, el primer derramamiento del Espíritu Santo fue la lluvia tardía en el momento de la cosecha de trigo. Los 120 discípulos representaron los primeros frutos de la cosecha de trigo, y después de que fueron ofrecidos a Dios, la cosecha general comenzó para cumplir la Gran Comisión. El segundo derramamiento del Espíritu Santo es la lluvia temprana que se asocia con la Fiesta de Tabernáculos. El tiempo de las dos lluvias parece estar invertido cronológicamente, ya que parece extraño que la lluvia tardía se produzca antes de la lluvia temprana. Sin embargo, debido a que Moisés cambió el calendario de Israel en Éxodo 12:1,2, el primer mes se cambió de septiembre a abril, es decir, del mes de Tabernáculos al mes de la Pascua.

La lluvia pentecostal que Dios envió en la coronación de Saúl fue diseñada para hacer que los israelitas se arrepintieran de su deseo de que un hombre desplazara al gobierno directo de Dios. Esa lluvia fue derramada sobre la Iglesia para mostrarle que tener un vicario de Cristo no es lo mismo que ser gobernado directamente por Jesucristo. Sin embargo, la lluvia de Tabernáculos fue dirigida a los filisteos después de que la Iglesia se había arrepentido.

¿Qué nos dice esto proféticamente?

El Derramamiento del Espíritu Santo de los Últimos Días será en beneficio de las naciones. Perderán el control del último Imperio Bestia, lo que parecerá ser un desastre para sus mentes carnales, pero en realidad será la extensión de la misericordia de Dios hacia ellos, que también serán traídos al Reino, porque el gran Reino de Piedra crecerá hasta que llene toda la Tierra (Daniel 2:35). Esta lluvia, cuando se interpreta a través de los ojos del Nuevo Pacto, se basa en la profecía anterior de que el Arca (la gloria de Dios) salió más allá de las fronteras para derrocar ídolos y dioses falsos.

Recuerde que el Arca fue tomada por los filisteos siete meses antes de que fuera devuelta en Pentecostés (1 Samuel 6:1). Eso indica que el Arca había sido tomada en la Fiesta de Tabernáculos, que se celebraba siete meses antes de Pentecostés. Un año después, en la Fiesta de Tabernáculos, la lluvia temprana golpeó a los filisteos mientras marchaban hacia Mizpa para someter la revuelta israelita. Esta lluvia causó gran "confusión" entre los filisteos, porque eso es lo que sucede cuando la mente carnal se encuentra con el Espíritu de Dios.


Samuel el último juez
El nombre de Samuel se deriva de dos palabras hebreas: shama y el. La palabra shama significa "escuchar u obedecer". El significa "Dios". Cuando era niño, Samuel escuchó la Palabra del Señor y obedeció (1 Samuel 3:10). Su obediencia debe verse en contraste con Elí, quien se negó a obedecer a Dios.

Por lo tanto, en la secuencia de los nombres de los Jueces, debemos ver a Samuel como una representación de los vencedores que escuchan y obedecen la voz de Dios. Ellos son los que tienen la promesa de la transfiguración, como el Cuerpo de Cristo transfigurado. Son aquellos a través de los cuales se revelará la gloria de Dios y a través de los cuales se enviará la lluvia del Espíritu Santo. Estos son los sacerdotes de Dios y de Cristo que reinarán con Cristo durante mil años en la gran Era de Tabernáculos, el Sábado Milenial que está a la puerta (Apocalipsis 20:6).

Así que ahora podemos hacer la adición final a la revelación de los nombres de los Jueces:

"La voz de Dios unida en Sus hijos (de una manera ordenada y sujeta a la Palabra de Dios) derribará al enemigo, por el poder de la sangre de Cristo y por la luz de la transfiguración y abrirá el Arca; revelando el esplendor del Cristo residente, el Cordero de Dios, sentado en su trono, juzgando a las naciones como el gran Siervo, obrando a través de los sacerdotes de Dios, los vencedores que escuchan y obedecen Su voz, y muestran la luz del Sol".



Category: Teachings

Blog Author: Dr. Stephen Jones 
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