LA ORACIÓN CONTINUA (Sorbos Místicos), Madame Guyon




Si permaneces fiel en las cosas de las que hemos hablado hasta ahora, te sentirás asombrado al sentir que el Señor va tomando posesión gradualmente de todo tu ser. Me gustaría recordarte que este libro no fue escrito para que lo disfrutaras. Tampoco te presenta un simple método más de oración. El propósito de este libro es ofrecerte una forma en la cual el Señor Jesús puede tomar posesión total de ti.

Cuando el Señor comience a hacer esto poco a poco, a tomar posesión plena de ti, es cierto que vas a comenzar a disfrutar de la sensación de su presencia. Vas a hallar que esta sensación de la presencia del Señor te va a venir de una manera muy natural. Tanto la oración con la que comenzaste, y el sentido de su presencia que acompaña a esa oración, terminarán convirtiéndose en parte normal de tu experiencia diaria.

Una serenidad y una paz poco corrientes se van a ir extendiendo poco a poco sobre tu alma. Toda tu oración, toda tu experiencia, van a comenzar a entrar en un nuevo nivel.

¿Cuál es ese nuevo nivel? Es la Oración del Silencio. La oración que está formada de silencio. Y mientras te hallas en este silencio, Dios derrama dentro de ti un amor profundo e interno (Sal. 37: 7; Hab. 2: 20; Zac. 2: 13; Mr. 4: 39; Luc. 7: 13; Ap. 8: 1). Esta experiencia de amor es tal, que va a llenar y penetrar todo tu ser. No hay forma de describir esta experiencia, este encuentro. Solo te podría decir que este amor que el Señor derrama en lo más profundo de tu ser es el comienzo de una bienaventuranza indescriptible.
ADMINISTRADOR:
Resumiendo las fases para llegar al ENCUENTRO y la ORACIÓN CONTINUA:
1- Orar las escrituras.
2- Contemplar al Señor.
3- Abandono-quietud y contentamiento-gratitud.
4- Silencio-¡ENCUENTRO!
5- CONVERSACIÓN CONTINUA INTERNA.
Quisiera que me fuera posible hablarte en este librito sobre los niveles de experiencias sin fin que puedes tener con el Señor, experiencias que se derivan de este encuentro con Dios. Pero debo recordar que este librito ha sido escrito para principiantes. Por eso espero que en un día futuro pueda relatarte estas experiencias más profundas.

No obstante, hay algo que quiero decir. Cuando te acerques al Señor, aprende gradualmente a mantener callada la mente ante Él. Una de las cosas más importantes que puedes hacer, es cesar en todos tus esfuerzos propios. De esta forma, sólo Dios mismo puede actuar. El salmista estaba hablando por el Señor cuando dijo: "Estad quietos y conoced que Yo soy Dios" (Salmo 46: 10).

Este nuevo versículo te da una nueva comprensión de tu propia mente. Tu naturaleza propia se apega con tanto agrado a sus propios esfuerzos, que simplemente no puede creer que esté pasando nada dentro de tu espíritu. A menos que la mente pueda sentir y comprender, se niega a creer que el espíritu esté teniendo experiencias.

La razón por la cual a veces no puedes sentir la obra de Dios dentro de ti, es que esa obra se realiza plenamente dentro de la esfera del espíritu, y no de la mente. Algunas veces, Dios obra en ti con bastante rapidez, y sin embargo, la mente no está consciente siquiera de que estés realizando progresos. Las obras de Dios en ti, siempre crecientes, están absorbiendo las obras de tu yo.

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