HACIENDO NEGOCIOS A LA MANERA DE DIOS (Cap. 6: Lo que el dinero revela acerca de las personas), Dennis Peacocke




SECCIÓN
DOS

Los Fundamentos requeridos 
para construir una
Sociedad Próspera y Justa



CAPITULO SEIS

PRINCIPIO MAESTRO #6

"Dios paga por lo que Él ordena"


Lo que el dinero revela acerca de
las personas

"... porque dónde este vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón". Mateo 6:21

¿Cree usted que la mayoría de sus problemas personales y de negocios se resolverán con más dinero y que el dinero le dará lo que usted quiere? Si es así, usted esta equivocado y este capítulo es el capítulo mas importante del libro para usted. En el siguiente capítulo hablaremos de las leyes de sembrar y cosechar, pero en este capítulo veremos algo igualmente importante: Muchas de mis limitaciones están diseñadas por Dios para protegerme.

Esta relación entre querer ser Dios y adorar al dinero como la respuesta a todos los problemas, es precisamente la razón por la que el apóstol Pablo pudo decir que "el amor al dinero es la raíz de todos los males" (1ª Tim. 6:10). Dios es la respuesta a los problemas, no el dinero; entonces, por qué el hombre caído adora el dinero? Jesús nos dio la respuesta cuando dijo que lo que más atesoramos revela el amor de nuestros corazones (Mat. 6:21).


El hombre caído ve el dinero como el boleto para ser un Dios

En otras palabras, el hombre se independiza de Su creador y de los límites impuestos por Dios sobre él. El hombre podría entonces utilizar sus propios recursos de sabiduría auto-adquirida y habilidades auto-adquiridas para resolver problemas y crear lo que el quisiera. Él sería un dios, ¿y cual sería la meta mas elevada de su poder? Esa meta sería utilizar el poder para lograr que otras hombres hicieran lo que el quisiera. ¿Y cual sería la fuente del poder para hacer que otros hombres le sirvieran a él, a sus deseos, necesidades y visión? Esta es la respuesta: la fuente sería el dinero. El dinero es un medio de intercambio que llevaría a quienes le sirvieran a la posición de convenirse también en dioses, dioses que a su vez harían que otros hombres les sirvieran. Permítanme explicar esto con mas detalle.


Dinero y poder

El poder sobre otros hombres viene básicamente de dos maneras. Usted puede esclavizarlos por medio de la fuerza bruta (y vivir en constante temor de que se subleven en su contra), o puede pagarles para que lo sirvan. Obviamente, la decisión sabia es apelar a su propio sentido de auto-interés en vez de esclavizarlos. Así que, usted escoge el dinero. Este se conviene en su instrumento de poder, y al hacerlo así, se convierte en su boleto para ser un dios. El dinero termina siendo adorado por lo que usted cree que puede hacer por usted. Lo hace "libre". No debe sorprendernos que el amor al dinero sea la raíz de todos los males; viola el primer mandamiento de Dios al tener otro dios, o fuente de vida, además del Señor. Cualquier cosa que usted haga la fuente primordial de poder en su vida, se convierte en su dios.

Antes de continuar con estas verdades, permítame compartirle que este capítulo está diseñado para revelar dos cosas importantes acerca de usted. 1- La manera como usted percibe los límites de Dios para usted y para su negocio, y si usted percibe esos límites como una fuente de seguridad o como fuente de atadura; 2- Para darle una mejor comprensión de los temas económicos relacionados con bancos, deudas, moneda y tasas de interés. Los principios financieros contenidos en este capítulo las finanzas, forman el corazón de cómo manejar en forma bíblica sus propias finanzas, las finanzas de su negocio y aun las finanzas que mueven la economía de una nación.


Los "problemas de dinero" usualmente son un síntoma,
no el problema raíz

Oye, pueblo mío, y hablaré; escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el Dios tuyo … No tomaré de tu casa becerros, ni machos cabríos de tus apriscos. Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados. Salmo 50:7,9-10.

Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho. Salmo 115:3

Cuando usted posee no solo miles de cabezas de ganado en los collados, sino los collados mismos, no tiene problemas de dinero. Dios, quien es dueño de todo, no tiene necesidad de recursos. Eso no significa que Dios no sea un administrador creativo, diligente y experto. El si lo es, y utiliza todas esas habilidades en Su trabajo. Pero de algo puede usted estar seguro, "si Dios desea que se haga algo, El pagará por ello". Usted debe comprender esto: Dios paga por lo que Él ordena.


Entendiendo por que Dios evita que el dinero llegue a nosotros


Dios nos guía a través de muy diversas formas. Muy cerca de la parte más alta de la lista de temas que captan nuestra atención están los problemas de dinero. Como todos ustedes saben, el dinero no solo habla, ¡a veces grita! Dios utiliza el dinero no solo para revelar hasta que grado lo consideramos a Él como nuestro principal solucionador de problemas y nuestra fuente primordial, sino también lo utiliza para enseñarnos más acerca de Él mismo y de cómo espera que utilicemos mejores habilidades administrativas. Como lo he dicho repetidamente, la meta de 'EL TODOPODEROSO e HIJOS' es ayudar a las personas a ser fructíferas a medida que aprenden a administrar "a la manera del Padre". Me tomo años poder decir que creía esta verdad en forma completa: "Dios paga por lo que El ordena". Ya no creo en problemas de dinero. Lo que si creo es que uno puede tener problemas con el dinero, pero desde que empecé a darme cuenta como Dios usa el dinero en nuestras vidas, mi vida cambió. Todos los futuros gerentes en el negocio del Todopoderoso pueden llegar a esta misma realidad, y van a hacerlo; así es de importante. Cuando parece que el dinero es el problema, debo recordar el Principio Maestro Numero Seis: "Dios paga por lo que El ordena". El tiene literalmente todos los recursos a Su disposición, así que si El no libera tantos recursos como yo creo que necesito, entonces debo hacerme una serie de preguntas. Antes de comenzar con la lista, también debo recordar dos verdades importantes más: (1) Debo dar gracias a Dios por los límites que Él me ha puesto (retener los recursos para que no me lleguen es una forma de evitar que yo me destruya a mi mismo y a otros, cuando obviamente aun no he entendido la voluntad de Dios), y (2) el poder está reservado para quienes resuelven problemas (el "problema de dinero" que ahora podría estar experimentando está diseñado para revelar la verdadera naturaleza de los problemas que aun no entiendo). Habiendo dicho esto, estamos listos para proceder.

Repasemos juntos una corta lista de ocho preguntas básicas que debemos formularnos cuando la falta de recursos parezca estar limitando nuestra libertad, opciones o metas:

1. ¿Está Dios evitando que yo me expanda, o aun que pague mis deudas actuales, debido a un pecado moral particular en mi vida?

2. ¿Es la avaricia o el materialismo lo que impulsa mi deseo por expandirme? Aunque Dios no se opone a cierta comodidad personal, conveniencia o a cosas que hagan eficiente el uso de nuestro tiempo y energía, si se opone tanto a la avaricia como al materialismo.

3. ¿Está este nuevo proyecto (o el proyecto en que he estado participando desde la última vez que creo haber oído de Dios) dentro de Su perfecta voluntad para mi o para quienes están asociados con Él? ¿Me importa lo suficiente como para ayunar y orar acerca de este proyecto, hasta que obtenga una respuesta?

4. ¿Está Dios tratando de protegerme de algo o alguien en este proyecto? ¿Qué es o quién es, y por qué? Uno de los significados de la raíz de la palabra hebrea "sha- lom", que traducimos como "paz", es la capacidad para entrar en pactos sabios con personas que los honrarán. La falta de dinero es a menudo una luz roja que no solo dice "alto", sino también "identifica el peligro" a tu alrededor

5. ¿Está usted procediendo en este proyecto a la manera de Dios? ¿Hay alguna verdad bíblica que usted esté en peligro de transgredir? ¿Cuán diligente ha sido usted en escudriñar la Palabra de Dios en busca de principios económicos o administrativos que pudieran aplicarse a este problema actual?

6. Si Dios no provee el dinero cuando usted lo necesita, y en la forma en que usted lo desea, ¿está usted dispuesto a tomar el asunto en sus propias manos? ¿Obtendría usted el dinero a través de préstamos no bíblicos a largo plazo, o haciendo tratos con personas en quienes por instinto usted no confía? ¿Es su ambición más fuerte que su reconocimiento de los límites de seguridad de Dios? Si Dios ordenó el proyecto, ¿podría usted verdaderamente creer que Él lo pagaría según principios bíblicos? ¿Está usted intentando jugar a ser Dios y escapar de Sus límites?

7. ¿Tiene usted claro el hecho de que a Dios no le importa su "problema de dinero" y que, en lugar de ello, a Dios le interesa su "problema de madurez"? ¿Se han vuelto las ganancias su meta, en lugar de un fruto para usted? Si las meras utilidades son su meta, Dios bien podría resistirlo, ya que se supone que usted entendería eso. Como ya hemos visto, una empresa cristiana busca primero desarrollar personas y recursos, las utilidades vienen después.

8. ¿Tiene usted suficiente conocimiento y habilidades administrativas como para administrar esta nueva expansión en forma apropiada? Si no las tiene, ¿qué habilidades o personas necesitará usted que actual mente no tiene? Recuerde, las riquezas que exceden nuestras habilidades administrativas casi siempre nos dañan en forma severa.


El dinero es tiempo en forma de billetes


Como maestro de Biblia por mas de treinta años y alguien que lleva la responsabilidad pastoral de otros hombres, me ha sorprendido ver cuanto ha cambiado mi perspectiva a medida que Cristo empezó a llevarme hacia el ámbito de la economía bíblica y EL TODOPODEROSO E HIJOS. La Palabra se hizo viva y profunda en nuevas maneras. ¿Quién hubiera pensado que estudiar el dinero, la banca y las políticas fiscales, o aun los principios administrativos, habría llevado a un predicador hasta aquí? Pero así ha sido, ¡gloria a Dios! En los inicios de este viaje, el Salmo 90 empezó a cobrar vida para mi conforme empecé a reflexionar sobre estas verdades acerca del dinero. Veamos algunos versículos relevantes:

Salmo 90:3-6- Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, y dices convertíos, hijos de los hombres. Porque mil años delante de tus ojos son como el día de ayer, que pasó, y como una de las vigilias de la noche. Los arrebatas como con torrente de aguas; son como sueño,como la hierba que crece en la mañana. En la mañana florece y crece; a la tarde es cortada, y se seca.

Salmo 90:12- Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.

Salmo 90:16-17- Aparezca en tus siervos tu obra, y tu gloria sobre sus hijos. Sea la luz de Yahweh nuestro Dios sobre nosotros, y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; si, la obra de nuestras manos confirma.


… Primeramente, Moisés ve lo fugaz del tiempo y por lo tanto la absoluta necesidad de aprender a medirlo en forma sabia y a "contar nuestros días". En segundo lugar, en los versículos 16 y 17 él le pide a Dios que permita a sus siervos discernir la verdadera obra de Dios y lo que Él esta buscando, y también comunicar el alcance de su majestuosa naturaleza a sus descendientes. Moisés termina el Salmo con un clamor, "la obra de nuestras manos confirma", o dicho de otro modo, "asegúrate que no estamos perdiendo nuestro tiempo en asuntos o proyectos que realmente no son muy importantes". El dinero nos puede engañar, pero si nosotros vemos el verdadero valor de nuestro tiempo, no lo hará.

Discernir la verdadera naturaleza del dinero es comenzar a entrar en contacto con una vida significativa y con los asuntos verdadera y particularmente importantes dentro de la obra de Dios para su vida. Después de todo, ¿que podría ser mas desalentador que morir y descubrir que usted desperdicio mucho de su tiempo aquí en la Tierra? Saber esto, con la comprensión que ahora tengo del dinero, me hace recordar las unidades de tiempo que hay detrás del dinero y el llamado a administrarlo con sabiduría. Gastar dinero significa gastar tiempo y establecer prioridades.


Dios paga por lo que ÉI ordena

El administrador cristiano maduro, al igual que el gerente financiero sabio, no cae en la trampa de tratar al dinero como la solución para todos los problemas. El lo ve únicamente como una herramienta, y siempre entiende que
a la obra de Dios, hecha a la manera de Dios, nunca le faltarán los fondos provistos por Dios, porque Dios paga por lo que Él ordena. De allí que, el creyente maduro puede respetar y utilizar el dinero, pero nunca lo amará; nunca lo verá como un fin en sí mismo. Tampoco estará tan hambriento de dinero como para vender voluntariamente su futuro y su libertad por él (como el que constantemente pide prestado, que se convierte en esclavo del que presta, Prov. 22:7). Tampoco tendrá tanto miedo de usar el dinero como para evitarlo totalmente (como el siervo inútil, haragán e improductivo de las parábolas de los talentos y las minas. Mat. 25:24-30; Luc. 19:20-27). En vez de eso, al igual que los siervos sabios de las parábolas, invertirá el dinero sabiamente para producir ganancias para EL TODOPODEROSO e HIJOS. Consecuentemente, el recibirá responsabilidades y honor en el Reino.


Ir más allá de los límites de Dios es rebelarse contra Él

Pero nosotros no nos gloriaremos desmedidamente, sino conforme a la regla que Dios nos ha dado por medida, para llegar también hasta vosotros. Porque no nos hemos extralimitado, como si no llegásemos hasta vosotros, pues fuimos los primeros en llegar hasta vosotros con el evangelio de Cristo. No nos gloriamos desmedidamente en trabajos ajenos, sino que esperamos que conforme crezca vuestra fe seremos muy engrandecidos entre vosotros, conforme a nuestra regla. 
2 Corintios 10:13-15

Salirnos de nuestra esfera o límites designados es rebelión contra Dios. Es, en efecto, una declaración de que usted es Dios y se reserva el derecho de encontrar fallas en los planes de Dios, sustituyendo los planes de Él por sus propios planes. Por todas las razones que hemos visto, los problemas de dinero sacan a la luz la rebelión, si ya existe en nuestro corazón. Traspasar los límites de Dios es Simple rebelión, ya sea que lo reconozcamos o no, y Dios tiene una manera para "ayudarnos" a que la reconozcamos.


La inflación es un robo


Una gran tentación para quienes idolatran el dinero es rebelarse contra los límites e ignorar a Dios al pensar que más dinero es la solución a todos los problemas, lo hacen creando mas dinero de la nada. Los gobiernos idólatras aumentan el dinero circulante sin aumentar el suministro de otros elementos de la economía. Consecuentemente, las leyes de la oferta y la desmanda hacen disminuir el valor de todo el dinero, tanto del nuevo como del viejo. En otras palabras, los precios de todos los demás bienes y servicios (medidos en dinero), se elevan, en tanto que el valor del dinero (medido en todos los demás bienes y servicios), cae. Tal aumento artificial del dinero circulante es la inflación, y la elevación de precios causada par ella la llamamos inflación de precios.

Recuerde, el dinero es el valor del tiempo asociado con el uso y desarrollo de terrenos, mano de obra, capital y productos (bienes y servicios), en forma de billetes. Si usted aumenta el dinero circulante sin un aumento equivalente en el suministro de lo que el dinero representa, el nuevo dinero no representa nada, y por lo tanto no tiene valor. Para que adquiera valor, debe robar valor del dinero viejo. Como resultado, tanto el dinero viejo como el nuevo tendrán un valor mas bajo con relación a los terrenos, mano de obra, capital y los bienes y servicios que representan. La inflación planificada es, de hecho, un robo. Pretender evadir las disposiciones de Dios y crear independientemente de Dios, no solo viola las leyes de Dios, sino que le quita algo a alguien más en forma ilegal.

Aunque estudiar mas profundamente el tema de las deudas y lo que la Biblia dice de ellas va mas allá de nuestros propósitos en este libro, es obvio que están íntimamente relacionadas con los temas de límites, presunción y obediencia.


Una mirada rápida a las deudas

Nuestras deudas como consumidores pueden satisfacer nuestros deseos a corto plazo, pero son destructivas a largo plazo. La Biblia no prohíbe todas las deudas, Levítico 25, pero si llama "atadura" a la deuda por consumismo. Usted puede pedir prestado para satisfacer necesidades inmediatas, pero al hacerlo, se esclaviza. Adquirir una deuda no lo libera de su necesidad; le esclaviza ante su acreedor (Pr. 22:7).


El papel-moneda proclamado como moneda de curso legal por decreto del Estado, que no está respaldado por ningún metal precioso, es también anti-bíblico. Viola las leyes bíblicas contra los pesos y medidas injustas debido a la devaluación del dinero inflación. También es blasfemia, porque el estado actúa como si por mero decreto de gobierno pudiera crear prosperidad, algo que solo Dios puede hacer, como ya hemos mencionado antes.

El punto que quiero comunicar es este: si realmente necesito esta cosa ahora, y estoy dispuesto a endeudarme por ello, ¿donde está Yahweh-Jireh, "el Dios que provee"? No es fácil salir de deudas cuando ya estoy metido en ellas. Sin embargo, a través de los años he observado a muchos, muchos creyentes, reconocer su necesidad de ser libres de deudas. Por otra parte, también he visto a Dios satisfacer sus necesidades en forma maravillosa una vez que ellos se han comprometido a salir de deudas.


Fortaleciéndonos a través del sacrificio y el trabajo duro


Obviamente, en términos de hacer sacrificios personales, es mejor que nosotros mismos paguemos el precio por lo que creemos que necesitamos, que encontrar defectos en Dios y satisfacer nuestras necesidades a nuestro modo, independientemente de Él. Esto es precisamente lo que Satanás usó para tentar a Jesús en el desierto. Jesús estaba muy delgado hasta los huesos, y hambriento después de Su ayuno de cuarenta días. Sus opciones eran las siguientes: 1- Proveer para Sí mismo obedeciendo la sugerencia de Satanás de "convertir las piedras en pan" (Mat. 4:3-4,11). 2- Creer que Dios proveería, que fue lo que Jesús hizo, y Dios envió ángeles que le alimentaran. En Juan 5:30 Jesús dijo, "No puedo yo hacer nada por mí mismo". Que ejemplo tan maravilloso nos da el Maestro sobre esta verdad: "Dios paga por lo que El ordena".

¿Significa esto que debemos permanecer pasivos y solo "esperar a que Dios" nos traiga todas las cosas que necesitamos para sobrevivir y prosperar? Jesús no vivió así, ¿por qué habríamos de hacerlo nosotros? El vivió una vida increíblemente activa, y a través del apóstol Pablo nos dijo que "si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma" (2ª Tes. 3:10). Recuerde, Dios provee tanto sobrenaturalmente como a través del sudor de nuestra frente. El siguiente sencillo pero épico versículo bíblico nos recuerda este hecho. Vemos a Dios cambiando de un modo a otro en sus tratos con Israel, cuando Él les dice que supliría sus necesidades, pero que ellos también deben trabajar:

Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca mas tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año. Josué 5:12


Podemos fortalecer nuestro futuro a través de deudas, o podemos fortalecer nuestro camino hacia el futuro a través de la creatividad, compromisos comunitarios y el trabajo duro. La manera de Dios es obvia. Él paga por lo que Él ordena, y ya lo ha ordenado en la buena administración, creatividad, mano de obra y cooperación en la hermandad, como ya lo hemos visto antes.

… Esta es la diferencia entre el que busca solo las ganancias y el que tiene un espíritu de servicio. La diferencia entre la economía del Reino y la del socialismo o capitalismo es ésta: en tanto que la meta suprema del socialismo es eliminar el riesgo haciendo que todos dependan del Estado, y la meta suprema del capitalismo es obtener utilidades, la economía del Reino se enfoca en investir de poder a las personas para que lleguen a ser aquello para lo cual Dios las creó. El uso de nuestros recursos es lo que hace que esto suceda. Cuando usamos nuestro dinero, tiempo o habilidades para extendernos hacia la vida de otros, podemos ayudarlos a cumplir con su destino. ¿Quiere usted tener la bendición de Dios? Permita que Él le muestre que Él paga por lo que Él ordena, principalmente fortaleciendo en forma creativa, a través del trabajo duro, algún recurso que esta en usted o en quienes le rodean.

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