En la crisis, a menudo olvidamos que "la batalla ya está ganada". A menudo corremos hacia Dios cansados de la batalla; Él nos recuerda que "la victoria ya está ganada". Cuando aceptamos esto en lo más profundo, surge el gozo ... nos damos cuenta de que la batalla ya está ganada ... la alabanza y la acción de gracias fluyen de nuestros labios, y Su Reposo reemplaza nuestro cansancio, esto es a menudo un simple acto de fe.
Esta es nuestra elección hoy: sacar conclusiones de terribles circunstancias o elevar nuestros espíritus con alabanza y agradecimiento por la victoria que pronto llegará. El verdadero reposo (el de Dios) se manifiesta por una completa falta de ansiedad. El reposo es la mejor arma, herramienta y espada que Dios puede poner en tus manos. Cuando "comienzo" a esforzarme (preocuparme), mi fe que mueve montañas "cesa". Cuando dejo de esforzarme (preocuparme), mi fe se activa y Él comienza (a mover montañas) nuevamente. He pasado por este proceso muchas veces en la vida. ¿Por qué me esfuerzo (me preocupo) por lograr lo que Él desea darme en su Reposo? El reino al que sirves determina cómo vives: hay dos maneras que compiten por nuestros afectos a diario (la manera del hombre-mundo; la manera de Dios-Reino). La dependencia de Dios es tu mayor evidencia del Reino; la dependencia del hombre (a menudo el yo) es tu mayor enemigo. La dependencia del hombre crea preocupación. La dependencia de Dios crea reposo.
Incluso las circunstancias negativas se pueden usar para nuestro bien. Como decía con frecuencia el profeta de Welch, Arthur Burt, "Dios permite en su sabiduría lo que pudo haber prevenido en su poder; las circunstancias están diseñadas para revelarnos (exponernos) a nosotros mismos". En lugar de ser vencidos, podemos recibir una experiencia que nos empodera para la victoria. Todo es útil en el Reino. Toda situación es útil para nuestro desarrollo. Las circunstancias que crean preocupación están diseñadas para contrarrestarlas con el reposo.
Sin embargo, incluso con este entendimiento, nunca debemos permitir que el enemigo nos obstruya o invalide. No hay frustración en el Cielo, por lo tanto, no se puede permitir en nuestra vida del Reino en la Tierra. Hay ocasiones en que debemos trazar una línea en la arena y oponernos a lo que la oscuridad pretende darnos. Jesús dijo: “El ladrón viene a matar, robar y destruir; pero yo vine para que tengáis vida y la tengáis en abundancia”- Juan 10:10.
La frustración y la desesperación no son de Dios; la preocupación, la enfermedad, la escasez y el miedo tampoco lo son. La mejor manera de lidiar con la negatividad es ignorarla y pensar en lo contrario; lo contrario es lo que Dios está haciendo en tu vida. Perseguir tus problemas en lugar de perseguir al Señor es como tener el carro delante del caballo. Si no entiendes algo, ve directo a un lugar de reposo y espera a Dios. Ahí es donde aprendemos a librar la guerra con la paz: infligir "reposo" al enemigo porque el reposo es el arma elegida por Dios. Cuando el "gozo" surge misteriosamente en medio de una circunstancia infernal, el PODER (exosia -derecho jurisdiccional a gobernar como un juez gobierna su corte) se envía para "cambiar esa circunstancia".
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