17 de agosto de 2018
Vivimos hoy al final de una Era, en realidad, al final de varias Eras, cada una variando en duración, pero terminando juntas. La breve Era Final es la que se describe en Apocalipsis 13:11-18. Es la época en que la "Bestia" de la Tierra entra en escena para influir en las filosofías de los hombres y dominar a través de la creación y el uso del dinero.
El Sistema Feudal (esclavitud)
La bestia anterior, que se decía que surgía del mar (Apocalipsis 13:1), era el Sistema Religioso de la Iglesia, principalmente la Iglesia Romana que reinaba suprema en Occidente. Basada en el Corpus Juris Civilis de Justiniano, la civilización occidental había producido un sistema de casi esclavitud conocido como el Sistema Feudal. Floreció desde el siglo IX al XV.
El Sistema Feudal estructuraba las sociedades en torno a tres clases de personas: la nobleza, el clero y los campesinos. En este arreglo, la nobleza la constituían los terratenientes y los militares, el clero establecía la práctica religiosa, y los campesinos trabajaban las tierras para producir alimentos y bienes.
La ley de Justiniano en 529 d. C. revisó las leyes romanas originales y estableció la Ley de la Iglesia en su lugar. Por lo tanto, es la base del derecho canónico de la Iglesia Romana, así como del derecho civil en los países europeos. Desafortunadamente, la Iglesia estaba cumpliendo el reino profético del rey Saúl, en lugar de David, y por lo tanto era fatalmente defectuoso y no podía durar para siempre (1 Samuel 15:23).
El Sistema Feudal contradecía directamente el modelo bíblico del Reino. Mientras que Josué dividió la tierra entre las familias de Israel para que todos pudieran administrar su propia porción de tierra, los reyes y nobles en el sistema feudal reclamaron la totalidad o la mayor parte de la tierra, dejando a los campesinos dependientes de amos de esclavos nobles para su sustento y defensa.
Este arreglo social fue interrumpido masivamente por un evento clave en la historia mundial: la caída de Constantinopla en 1453. Miles de refugiados, muchos de ellos con copias griegas del Nuevo Testamento, inundaron Europa. Asimismo, muchos trajeron literatura clásica de la antigua era griega. Los hombres comenzaron a aprender griego para leer el Nuevo Testamento de los textos griegos más antiguos, en lugar de tener que depender de la traducción latina de Jerónimo.
Al mismo tiempo, la imprenta se desarrolló a partir de la tecnología china que había sido llevada al oeste por la invasión mongola dos siglos antes. La primera Biblia que se imprimió fue la Biblia de Gutenberg en 1452. Fue una traducción al alemán, y de ahí que la Reforma Protestante primero echó raíces en Alemania. En el siglo siguiente, la Biblia fue traducida al inglés, y no pasó mucho tiempo antes de que Inglaterra tomara la delantera.
La imprenta trajo educación de todo tipo a la gente común, porque de repente los libros estaban disponibles a precios mucho más bajos. La educación tomó dos formas: religiosa y secular. Los que estudiaron las Escrituras buscaron la manera bíblica de establecer el gobierno del Reino. Aquellos que estudiaron literatura griega clásica y su concepto de democracia comenzaron a trabajar en contra del Sistema Feudal y su ley canónica.
Para el año 1500, el Sistema Feudal no era más que un caparazón vacío, desplazado por nuevas teorías del gobierno. El mundo estaba cambiando. Pero el final más dramático del Sistema Feudal ocurrió el 4 de agosto de 1789, cuando la Asamblea Nacional en Francia anunció: "La Asamblea Nacional abolió por completo el Sistema Feudal".
Esto coincidió con el comienzo de la Revolución Francesa, fomentada por los revolucionarios seculares. También marcó el final de la Era dominada por la Bestia del Mar (Apocalipsis 13:1-10). Francia fue la nación más poderosa dominada por la Iglesia Romana hasta la Revolución Francesa (1789-1794).
Las dos bestias
La Bestia del Mar recibió "cuarenta y dos meses" para dominar (Apocalipsis 13:5). Eso es el equivalente de 1.260 días, que, en la profecía a largo plazo son 1.260 años. El Corpus Juris Civilis de Justiniano, que cambió las leyes (Daniel 7:25), provocó la Era del "Cuerno Pequeño" que recibió 3½ "tiempos" de dominio. Juan citó a Daniel e interpretó los 3 ½ tiempos en el sentido de "cuarenta y dos meses", que en realidad eran 1.260 años.
Mientras que Daniel vio solo una Bestia que dominaba el fin de la Era, una bestia a la que llamó el "Cuerno Pequeño", Juan vio dos Bestias. Por lo tanto, la revelación de Daniel fue incompleta, y Dios levantó a Juan para complementar la profecía, para que pudiéramos entender las condiciones al Final de la Era. Juan dice que la Primera Bestia sale del Mar, y la Segunda de la Tierra.
La Primera Bestia (del Mar) está marcada por el "Cuerno Pequeño" que "intentará hacer modificaciones en los tiempos y en la ley" (Daniel 7:25). Esto fue cumplido por el emperador Justiniano, quien primero cambió el calendario para marcarlo según el año del nacimiento de Jesús, en lugar del de la fundación de Roma. Luego se dispuso a cambiar todo el sistema legal, cambiándolo de la ley romana por la ley de la Iglesia.
La ley de Justiniano, que establece el derecho canónico y el sistema feudal, fue escrita por primera vez en el 529, revisada en el 530 y entró en vigor a fines del año 534 d. C.. La Era de la Bestia del Mar terminó 1.260 años después con la Revolución Francesa (1789-1794).
De la Revolución Francesa surgió el ascenso de Napoleón, el derrocamiento del Papa en Roma, la "herida mortal" de la Bestia de la Iglesia (Apocalipsis 13:3) y la posterior curación de esa herida cuando Napoleón reincorporó al Papa en el 1804 con el fin de hacer que un hombre digno lo coronase como emperador.
En el mismo año en que Napoleón tomó cautivo al papa (1798), Nathan Rothschild dejó su hogar en Frankfurt, Alemania, y estableció su imperio bancario en Londres. Esto marcó el surgimiento de la Bestia Financiera de la Tierra (Apocalipsis 13:11), que recibiría el dominio hasta que llegara el momento en que los santos poseyeran el Reino (Daniel 7:22).
Por lo tanto, la larga Era de la Tribulación que comenzó con la caída de Jerusalén en el 604 a. C. ahora está llegando a su fin. La parte final de esa larga tribulación es la Era en que la Bestia de la Tierra ha reinado suprema, controlando el mundo a través de su poder para crear dinero.
El ascenso del Socialismo
El Socialismo surgió de la Revolución Francesa. Por lo tanto, desde un punto de vista bíblico, el Socialismo es la filosofía política de la Bestia de la Tierra. Declara que el robo es un principio justo.
El Socialismo comenzó como una forma de lidiar con las inequidades del Sistema Feudal. El lema, "Libertad, Fraternidad, Igualdad", fue su forma secular de liberar al pueblo de la opresión religiosa durante la Era de la Bestia del Mar. El movimiento, sin embargo, fue rápidamente asumido por hombres ricos y poderosos que actuaban en secreto, que vieron en esta revolución una oportunidad para derrocar a su mayor rival por el poder: la Iglesia Romana.
Para ellos, el Socialismo era una forma de igualar a todos los hombres y toda la riqueza, excepto la suya, por supuesto. Los filósofos socialistas fueron engañados (o sobornados) y pensaron que podrían crear un mundo mejor robando a los ricos y dándoles a los pobres. Ciertamente, había grandes desigualdades en la sociedad "cristiana" que debían abordarse, pero los revolucionarios asumieron que la Biblia era el problema y que la solución era derrocar al cristianismo.
No entendieron que la Iglesia no reflejaba la enseñanza bíblica, ni el Sistema Feudal podía ser remotamente comparado con la libertad establecida por la ley de Dios (Santiago 2:12). Los socialistas defendían la "fraternidad", mientras que la Biblia establece la "comunión" en la familia de Dios (1 Juan 1:3). Los socialistas defendieron la "igualdad", mientras que la Ley de Dios define y protege todos los derechos por igual y exige "imparcialidad" en la administración de la justicia (Deuteronomio 1:17).
Sin embargo, según la profecía, sabemos que cuando la Bestia del Mar cayó, todavía no era el momento para que los santos poseyeran el Reino. Por lo tanto, los socialistas crecieron en poder durante todo el 1800, cuando los hombres cayeron bajo el hechizo de la Bestia de la Tierra. El Socialismo pronto se dividió en dos facciones: nacionalista y comunista. El Nacionalismo era la forma secular de "Fraternidad". El Comunismo era la forma secular de "Igualdad". Ambos tenían sus raíces en el Ateísmo, que es la religión secular. (Esto ahora se ha convertido en la religión ocultista, es decir, el reemplazo del verdadero Dios con falsos dioses / espíritus).
La división principal en el Movimiento Socialista se produjo en la década de 1840 entre Marx y Proudhon. Marx escribió El Manifesto Communista, que defendía la destrucción del Capitalismo. Sus puntos de vista chocaron con Proudhon, el padre de los anarquistas, y su guerra contra el estado centralizado y burocrático. Las enseñanzas de Marx fueron más fuertes en Alemania y Rusia; Las enseñanzas de Proudhon fueron más fuertes en los países latinos y eslavos.
La principal máxima de Proudhon era que "la propiedad es un robo". Con esto, quiso decir que "la propiedad es el derecho a usar y abusar" [Pierre-Joseph Prudhon, What is Property ?]. Debido a que la propiedad generalmente es reclamada por los ladrones, especialmente los monarcas, "la propiedad engendra el despotismo". Argumentó que si la propiedad es un derecho natural, entonces este derecho natural es antisocial.
Sus teorías se aplicaron en el Socialismo de la Unión Soviética en el siglo pasado, probablemente a través de la manera precisamente opuesta a la que Proudhon había imaginado. Proudhon quería que la gente viviera en igualdad sin la burocracia del gobierno, porque este era el ideal del Comunismo. El problema con el Comunismo es que primero requiere del Socialismo, donde se afirma que todos los bienes pertenecen a las personas (colectivamente), pero en la práctica, es usado y controlado por una burocracia gubernamental privilegiada.
En efecto, el Socialismo roba todas las propiedades territoriales sigilosamente al reclamar poder de decisión sobre su uso. En segundo lugar, roba el trabajo de los hombres, que también es propiedad, al reclamar el derecho a decidir cómo debe gastarse lo que producen. En el Socialismo, un hombre ya no es dueño de su propio trabajo, porque es un esclavo del Estado.
En un Sistema Bíblico, el trabajo propio es un derecho natural de propiedad que está protegido por el gobierno. En el Socialismo, no hay derechos naturales, porque el Estado no reconoce a Dios por encima de sí mismo. El Estado asume la propiedad de todos los hombres y su trabajo. Ya sea que los hombres trabajen duro o muy poco, reciben la misma recompensa. Esta es la definición de igualdad del Socialismo.
La Biblia les otorga a todos el mismo derecho a trabajar o a no trabajar y los recompensa según su trabajo. Todos tienen la oportunidad de trabajar, al menos en un nivel básico, porque todos tienen una herencia de tierra con la cual pueden aumentar su riqueza.
En el siglo pasado, el Socialismo se ha arraigado en las leyes y políticas de la mayoría de las naciones. Fue más frecuente en la Unión Soviética hasta que colapsó sobre sí misma, pero los principios del Socialismo son evidentes en todas partes. Fue implementado lentamente a través de un aumento gradual en los impuestos, junto con el aumento del "bienestar" patrocinado por el gobierno. La Biblia respeta el trabajo de todos como un derecho natural. El bienestar también está incorporado en el sistema en la Ley de los Espigueos. Más allá de eso, se les dice a los hombres que amen a sus vecinos como a ellos mismos y que ayuden a las personas de cualquier manera que puedan. Sin embargo, el gobierno del Reino no tiene el derecho de robarle a alguien que tiene propiedad solo para dárselo a otro que es pobre. El Socialismo es un sistema secular que trata de lograr la igualdad a través de un amor falso que no tiene ley y viola el octavo mandamiento.
El dominio de la Bestia de la Tierra ha concluido, y el tiempo del gobierno impío está por terminar. Es importante para nosotros saber cómo los imperios "bestias" del pasado han oprimido a la gente para que podamos enseñar a las naciones los principios del Reino en cumplimiento de Isaías 2:2,3.
Etiquetas: Enseñanza de la serie
Categoría: Enseñanzas
Dr. Stephen Jones
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