JUICIOS MISERICORDIOSOS DE DIOS (Más sobre la ceguera), God's Kingdom Ministries




Jul 14, 2018

He escrito a menudo acerca de que la misericordia de Dios es evidente en Sus juicios. De hecho, la misericordia en sí misma implica alguna forma de juicio merecido que está siendo manejado misericordiosamente.
Realmente se resume en Romanos 8:28, donde Pablo dice que "Dios hace que todas las cosas obren juntas para bien". Tal afirmación tiene poco impacto en nosotros cuando la aplicamos a todas las cosas buenas de la vida. Lo bueno siempre es bueno. Pero cuando vemos que esto se refería a todas las cosas que consideramos malas, entonces tiene un significado real.
En el pasado, hemos estudiado cómo los juicios de Dios son limitados y nunca "eternos". Para los delitos menores, el juicio se limitaba a 40 latigazos (Deuteronomio 25: 2,3). La razón de esta limitación -a pesar de que el hombre es presumiblemente culpable- es para que él no sea "degradado ante tus ojos". Ahora, ¿por qué le importaría a Dios que algunos pudieran faltarle al respeto a los criminales? El amor de Dios se muestra claramente a través de esta ley con su motivo de misericordia.
Del mismo modo, la Ley del Jubileo pone fin a toda esclavitud debida a la deuda y el pecado. Cada 50º año todo el mundo se supone que debe volver a su herencia perdida (Levítico 25:13) y se pulsa el botón “reset” (restablecer). El mismo principio de misericordia otra vez es verdadero. Es solo debido a la falta de misericordia del hombre que la Ley del Jubileo nunca se hizo cumplir. Los juicios de los hombres son mucho menos misericordiosos que los juicios de Dios. ¡El hombre incluso inventó el castigo eterno y logró traducir mal las Escrituras para probarlo!

Juicio a largo plazo
Cuarenta azotes es un castigo severo, pero es limitado. Cincuenta años de esclavitud es un castigo severo, pero también es limitado. Del mismo modo, "siete tiempos" puede ser un juicio largo para una nación o para el mundo, pero es limitado. Algunas veces son solo siete días o siete años, pero como hemos demostrado muchas veces, también es un período de 7 x 360 años (2.520 años).
Tal es el tiempo que Dios juzgó a Jerusalén y al mundo en general después de que los reyes de Judá continuaron apartando la Ley de Dios y rebelándose contra Su derecho a gobernar. Durante 2.520 años Dios sometió a la ciudad y al mundo al gobierno de las "bestias" (Babilonia, el león; Persia, el oso; Grecia, el leopardo y Roma, la bestia con dientes y pies de hierro).
A primera vista, eso no parece tan misericordioso, pero es mejor que el castigo eterno. Este no fue un juicio sobre los individuos per se, sino sobre las naciones. No solo Judá y Jerusalén sino también todas las demás naciones fueron sometidas al gobierno de las bestias (Jeremías 27:7,8). Este juicio pospuso el Reino de Dios mismo, el único que podría poner a las naciones en libertad bajo un gobierno justo.
Dios vio que en el contexto general de la sentencia de Adán de trabajar durante seis días, como manda la Ley en Éxodo 21:2, Dios vio que la casa de carne de Adán no estaba siendo rehabilitada con su trabajo. Las naciones estaban degenerando moral y espiritualmente. Incluso aquellos llamados a supervisar a las naciones, aquellos reyes de Judá a quienes se les había dado el Mandato del Dominio en Génesis 49:10, se habían rebelado contra Su Amo. En otras palabras, los reyes de Judá demostraron que eran incapaces de gobernar responsablemente como administradores del Trono de Dios. Entonces Dios quitó el Mandato del Dominio de Judá y se lo dio a Babilonia. Después de 70 años, el Mandato se transmitió a Persia, luego a Grecia, Roma y las extensiones de Roma ("cuernos"). Eso continuó hasta nuestros días.
Esencialmente, Dios dijo: "¡Ya basta de esto! Si Judá quiere ser gobernado por hombres impíos y sin Ley, entonces les daré el deseo de su corazón. Les mostraré el fruto de la anarquía. Les azotaré por mano de hombres malvados hasta que se arrepientan y se den cuenta de que Mis buenas y misericordiosas Leyes son mucho mejores que las leyes de los hombres".
Entonces Él quitó el gobierno piadoso y pospuso el justo Reino de Dios hasta que los seis días del trabajo de Adán se completaran. Resultó que los seis días de trabajo coincidieron con el final de los siete tiempos (2,520 años) asignados a las bestias para gobernar la Tierra.
Durante este largo tiempo de juicio, los reyes impíos fueron comparados proféticamente con las "bestias", porque los leones, osos y leopardos eran principalmente su propio bienestar. La supervivencia es su motivo más fuerte. Cazan presas. Así es como funcionan los reyes carnales de la Tierra, y sus sistemas de gobierno reflejan la opinión de que cualquier curso de acción es "correcto" cuando enfrentan una amenaza existencial. Pueden ir a la guerra, asesinar a quien quieran, torturar sin piedad a cualquiera y eliminar todas las libertades del pueblo para sobrevivir como gobiernos.
Compare eso con Jesús, nuestro Rey, que estaba dispuesto a morir por el mundo. El amor de Jesús lo califica como Rey de la Tierra, y cuando los hombres finalmente lo entiendan, ¿qué nación no le servirá? (Apocalipsis 15:4). Todos deseamos tener gobernantes que nos amen, porque son los únicos a quienes se pueden confiar las riendas del gobierno.

El factor de misericordia en la ceguera
¿No sería misericordioso, en cualquier período largo de juicio, poner a la gente a dormir? Eso es lo que Dios ha hecho con el mundo. Él derramó "un espíritu de sueño profundo" sobre la gente (Isaías 29:10).
Dios también había cegado a la gente, de acuerdo con el juicio de la Ley en Deuteronomio 28:28, diciendo: "Yahweh te herirá con ceguera". Así también Isaías 43:8 dice: "Sacad al pueblo ciego, aunque tenga ojos". De nuevo, dice en Isaías 42:19: "¿Quién es tan ciego, sino mi siervo?"
Cegar a la gente suena "mal" hasta que nos damos cuenta del propósito de Dios para esto, de acuerdo con las Leyes de la CegueraEn primer lugar, la ceguera reduce la responsabilidad por las acciones de uno, como dijo Jesús en Juan 9:41, diciendo: "Si fuerais ciegos, no tendríais pecado". La ceguera significa que las personas tienen solo una idea tenue de lo que están haciendo, entonces su responsabilidad por el pecado se reduce a los ojos de la Ley.
Dios vio que Israel y Judá estaban creciendo en la ilegalidad a tal punto que el juicio de la Ley pronto sería bastante severo. Entonces los cegó por el resto de la historia hasta que se acercara el tiempo del Reino. Su ceguera podría terminar alrededor del tiempo en que el Espíritu de Dios sería derramado. Por lo tanto, su responsabilidad limitada en la Era de la Ceguera serviría como un factor de misericordia hasta que pudieran arrepentirse justo cuando se estabuviera estableciendo la gran Era de Tabernáculos.
Mientras tanto, Dios estuvo levantando vencedores durante esta Era de CegueraA ellos se les eliminaría su ceguera (incrementalmente) mediante la revelación directa de Dios, para que pudieran vivir vidas sin ceguera, mientras se les daban varios niveles y formas de autoridad espiritual. El apóstol Pablo reconoció este factor, cuando habló del Remanente de Gracia, llamándolos "elegidos" o "escogidos" (griego: ekloge). Romanos 11: 7 dice de estos vencedores, "los que fueron escogidos lo alcanzaron [la promesa, o la gracia], y los demás fueron endurecidos" [o cegados]. Él dice claramente que solo los elegidos pueden ver. El público en general ha sido cegado.
El hecho de que esta ceguera se extendió mucho más allá del pueblo de Israel y Judá se ve en Romanos 11:32, donde Pablo dijo:
32 Porque Dios encerró a todos en desobediencia para mostrar misericordia a todos.
Hablando de ceguera (falta de revelación), Pablo estaba hablando del concepto de la gracia, que está ligado a las promesas del Nuevo Pacto de Dios. No muchos entienden realmente las promesas de Dios, y por esta razón no creen que Dios pueda salvar a todos. Tampoco entienden la Ley del Jubileo, que exige la Restauración de Todas las Cosas al limitar el juicio a un cierto período de tiempo.

El tema del sirviente ciego
Isaías 42:19 habla del siervo ciego de DiosLa Ley de la Tribulación en Deuteronomio 28:28 profetizó que Dios los "heriría" con ceguera como juicio por su anarquía. El Salmo 69:23, citado en Romanos 11:10, dice: "oscurezcanse sus ojos para que no puedan ver". Y así fue. Por lo tanto, está claro que Dios mismo cegó sus ojos como parte de Su juicio sobre ellos.
No obstante, hay una ley que se ocupa de tales situaciones. Se encuentra en Éxodo 21:26,
26 Si un hombre golpea el ojo de su esclavo o esclava y lo destruye, lo dejará ir libre a causa de su ojo.
Según esta ley, Sansón apeló a Dios por misericordia en Jueces 16:28,
28 Entonces Sansón llamó a Yahweh y le dijo: «Oh Yahweh Dios, acuérdate de mí y por favor, fortaléceme ahora mismo, oh Dios, para que de inmediato sea vengado de los filisteos por mis dos ojos.
Dios ciertamente fortaleció a Sansón y lo liberó (a través de la muerte) a causa de sus ojos, porque los filisteos habían sacado sus ojos.
El hecho de que Dios se haya atribuido el mérito de haber cegado los ojos de Sus siervos muestra que desde un principio tenía la intención de liberarlos por el bien de sus ojos. Él escribió esta ley para revelar Sus caminos y Su naturaleza, para que supiéramos cómo sus juicios seguramente terminarían en misericordia.
Como aspirantes a vencedores, debemos aprender estas Leyes, para que conozcamos la naturaleza de Dios y podamos conformar nuestras propias vidas en consecuencia. Si sabemos cómo Dios tiene la intención de juzgar al mundo y gobernarlo en rectitud, entonces estaremos calificados para administrar la Ley como sus mayordomos fieles. Sabremos cómo juzgar rectamente por la mente de un Dios de gracia y misericordioso. Conoceremos el equilibrio correcto entre justicia y misericordia y no se nos atrapará asignando personas al castigo eterno, que nunca fue ordenado por la Ley de Dios.
Así que hoy anticipamos el Reino venidero, ya que el Mandato del Dominio ahora ha sido transferido a los Santos del Altísimo, como fue profetizado en Daniel 7:22,25 y 27El juicio largo está terminando ahora, la autoridad de las bestias se está colapsando, y los vencedores se están preparando para una mayor responsabilidad en la Era venidera. Creo que el próximo Derramamiento del Espíritu Santo vendrá a través de los vencedores, y que su mensaje de gracia (las promesas de Dios) será la gran revelación que cambiará el corazón de las naciones.

Categoría: Enseñanzas

Dr. Stephen Jones

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