NO HAY MAYOR AMOR (Cap. 10 - Las Hijas de Sara), Joseph Herrin




Nadie tiene mayor amor que este,
que uno ponga su vida por sus amigos.
Juan 15:13

10- NO HAY MAYOR AMOR
Yo escuché recientemente cuando mi hija tocaba una canción de una joven dama cristiana que dice: "A veces pienso que sería más fácil morir por ti que vivir por ti". Hay una verdad profunda en esto, porque morir por Cristo requiere que muramos una vez, pero vivir para Él requiere que muramos todos los días. Es una gran paradoja en el Reino de Dios que todos los que quieren vivir deben morir, mientras que todos los que buscan proteger su vida la perderán.

Le animo a orar y pedir al Padre sabiduría y comprensión antes de leer este capítulo, porque su mensaje es más difícil que el de los capítulos escritos hasta ahora. La carne despreciará lo que está escrito aquí, pero espero que muchas mujeres sentirán el sello del Espíritu Santo sobre estas palabras.

Todo miembro del Reino de Dios está llamado a morir al yo, a sí mismo. Están llamados a perder su vida para que puedan encontrarla. Son llamados a no tener voluntad o agenda o iniciativa propia. Deben encontrar su propósito y razón para vivir en Otro.

Se nos dice que "la cabeza del hombre es Cristo". Esto implica que el hombre no debe tener cabeza propia. El hombre debe vivir para hacer la voluntad de Yahshua. El hombre no debe tener iniciativa propia. El hombre ha sido comprado con la sangre de Cristo y ahora pertenece totalmente a otro.

I Corintios 6:20
Porque habéis sido comprados por precio, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu.
I Corintios 7:23
Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres.
Romanos 14:7-8
Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo; porque si nosotros vivimos, vivimos para el Señor, o si morimos, morimos para el Señor; por lo tanto vivamos o muramos, somos del Señor.

Esto está muy claro, ¿no es así? Nuestra vida no es nuestra. Hemos sido comprados a un costo extremadamente alto. Sin embargo, a pesar de que el significado es claro e inconfundible encontramos que hay pocos que caminan en conformidad con la verdad de estas palabras.

Yahshua nos dio el ejemplo puro de alguien que caminó de esta manera desinteresada. Él nunca hizo nada por Su propia iniciativa. Él siempre hizo la voluntad del Padre. Él declaró que nunca habló una sola palabra de su propia iniciativa. Él entró en el completo y total descanso sabático. Su voluntad fue entregada a la voluntad del Padre. En su prueba más extrema, declaró: "Sin embargo, no se haga mi voluntad, sino tu voluntad".

Este es el ejemplo establecido ante todos los hombres. Para ser un discípulo de Cristo uno debe entregar su vida y todos los días tomar su cruz; se deben morir a toda ambición personal; debe morir a todos los planes y metas que se ha imaginado para su vida; debe vivir con un solo propósito, conocer la voluntad de Cristo y hacerla.

Aunque esto es abundantemente claro en las Escrituras, la Iglesia como grupo no camina de esta manera. La Iglesia tiene muchos objetivos y ambiciones que surgen del alma del hombre. La Iglesia está llena de iniciativas del hombre. Incluso las aparentemente buenas cosas que la Iglesia hace son en gran medida el producto de hacer una ofrenda a Dios que surge del alma del hombre. Todas estas ofrendas son detestables para Yahweh y serán quemadas con fuego hasta que no quede nada. Yahshua reveló que muchos vendrían a Él en el día del juicio con orgullo con sus buenas obras en las manos buscando Su bendición. Estas buenas obras son identificadas como profetizar en Su nombre, echar demonios en Su nombre, e incluso hacer milagros en Su nombre. Sin embargo, la respuesta de Yahshua será, "Apartaos de Mí, hacedores de iniquidad (vosotros sin ley), porque nunca los conocí". Yahshua revela en este mismo pasaje de la Escritura (Mateo 7:21-23) que lo único que recibirá la bendición del Padre es hacer su voluntad. Debemos recibir la orden y luego obedecer. No debemos hacer ofrendas que surgen de nuestras propias almas determinando por nosotros mismos lo que es bueno y malo.

Aquellos que aún no han discernido el gobierno de Dios no pueden recibir estas palabras. Una vez que uno discierne gobierno, todo comienza a ser claro. Hay una voluntad legítima en el universo y esa es la voluntad de Yahweh. Todo lo demás es estar en sujeción a Su voluntad. Él es la fuente de toda autoridad y la fuente de todo dominio. Él delega Su autoridad a los demás como Él determina, y entonces debemos ser perfectos en sujeción a esas autoridades como si estuviéramos obedeciendo a Yahweh mismo.

Yahweh ha establecido a Yahshua como la cabeza del hombre, por lo tanto, los hombres deben obedecer Yahshua como ellos obedecerían a Yahweh. Yahshua es la cabeza del hombre. El hombre no tiene cabeza propia. El hombre debe estar sujeto a Cristo en todas las cosas. El hombre no debe querer cosas por su propia iniciativa. Él no debe determinar su propio curso en la vida. Si un hombre es un discípulo de Cristo, entonces no puede determinar dónde trabajará, o cuál será su ocupación. Él debe permitir que Cristo, Su cabeza, revele Su voluntad y deseo en estas cosas. Un hombre no puede decidir con quién se casará, o dónde habrá de vivir. Estas decisiones también deben ser entregadas a la voluntad de Cristo. Si un hombre quiere ser discípulo de Cristo, no puede decidir cómo gastará su dinero, cómo educará a sus hijos, donde irá a la iglesia, o una miríada de otras cosas, porque si un hombre vive debe vivir para el Señor, y si muere debe morir para el Señor.

Este es el significado completo del descanso sabático. En Hebreos capítulos 3 y 4, el apóstol Pablo dice que todavía queda un descanso para los hijos de Dios. Él revela que hay un gran peligro de que los santos no entren en este reposo, así como los hijos de Israel quienes dejaron Egipto y no pudieron entrar. Luego revela cómo uno entra al reposo sabático de Dios.

Hebreos 4:10
Porque el que ha entrado en su reposo, también ha descansado de sus obras, como Dios lo hizo de las suyas.

El hombre no puede tener sus propias obras. En el séptimo día, Yahweh descansó de Su obra de Creación. Él dejó de iniciar nuevas obras. Así también, el hombre no debe iniciar nada propio. Él debe encontrar su propósito más elevado y llamado a discernir la voluntad del Padre y hacer lo que le complace. ¿Esto hace que el hombre sea el felpudo de Dios? ¿Esta sujeción total a la voluntad de Yahweh es menospreciar o humillar al hombre en algún sentido? ¿Es un hombre, que vive de esa manera, de alguna forma debilitado y disminuido en su ser y carácter? ¡No! Este es el propósito para el cual el hombre fue creado. El hombre fue creado para expresar el carácter de Dios y ser una extensión de Su voluntad divina. Yahshua no fue disminuido dejando de lado Su iniciativa y negándose a ser autodirigido. Se hizo perfecto en obediencia, y debido a esto, el Padre lo exaltó mucho y le dio un nombre más alto que todos los otros nombres.

Es evidente que la Iglesia en general hoy es muy miope. Allí buscan disfrutar la vida al máximo y obtener todas las cosas de este mundo que puedan. La Iglesia busca cumplir con todas las ambiciones humanas y perseguir cada iniciativa personal ahora, durante esta vida física. Sin embargo, este no es el propósito de esta vida. El propósito de esta vida es conformarnos a la imagen de Cristo, que nunca buscó Su propia voluntad o camino. Por el gozo delante de Él, soportó la Cruz.

Hay un gozo establecido delante de todos aquellos que se niegan a sí mismos ahora en esta vida y vivan para cumplir el propósito de Yahweh para sus vidas. Si estamos enfocados en ganar las cosas de este mundo y cumplir nuestros objetivos personales y metas en esta vida, entonces podemos encontrar alguna satisfacción por un tiempo, pero en la eternidad encontraremos que hemos negociado con lo que no tiene valor, porque los tesoros de un mundo caído se desvanecen. Habrá mucho lloro, y lamento, y crujir de dientes.

Hubo un hombre que vivió hace una generación, que se esperaba que sobresaliera en las cosas de este mundo. Era brillante, atractivo y atlético. Se destacó en la universidad y muchos esperaban que siguiera el rumbo del mundo hacia la fama y el progreso. Sin embargo, algo ocurrió en el corazón de este hombre, que le hizo ver las cosas de este mundo como mero estiércol en comparación con la gloria por venir. Le dio la espalda a la búsqueda de las cosas del mundo y se convirtió en misionero a las tribus remotas. Ni el mundo ni la mayoría de la iglesia entendieron su decisión. Ellos le preguntaron por qué iba por este camino. Jim Elliot respondió: "No es tonto quién da lo que no puede seguir ganando por lo que no se puede perder".

Esta vida en la Tierra es fugaz y momentánea. El camino de los justos está lleno de dificultades y dolor y sufrimiento, sin embargo, el apóstol Pablo describió estas cosas de esta manera.

2ª Corintios 4:17-18
Porque esta leve tribulación momentánea nos produce, en una medida que sobrepasa toda medida, un eterno peso de gloria; 18 no poniendo nosotros la mira en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Cuando consideramos la vida de Pablo, parece increíble que describiera estas cosas como una aflicción momentánea y leve. ¿Cuánto más deberíamos rendir nuestra voluntad, metas, sueños y aspiraciones a Yahweh y recibir en cambio el conocimiento de Su deseo para nosotros?

Si Cristo es la cabeza del hombre, entonces el hombre no tiene cabeza propia; debe vivir para lograr el deseo de Cristo. Del mismo modo, el hombre es la cabeza de la mujer, y la mujer casada tiene a su esposo como su cabeza. Ella no debe tener cabeza propia, sino que debe vivir para hacer la voluntad de su esposo. Ella debe rendir sus aspiraciones, metas, y deseos y buscar satisfacer el deseo de su esposo.

Si solo hay unos pocos hombres que verdaderamente caminan entregados a Cristo, entonces no deberíamos de sorprendernos de que haya solo un muy pequeño remanente de mujeres que vivan vidas entregadas delante de sus maridos. Parece irrazonable que una mujer ponga de lado sus aspiraciones, sueños, deseos, esperanzas y planes para su vida, para poder vivir para ayudar a su esposo a alcanzar la plenitud de su llamado. ¡Qué raro es para una mujer llamar a su marido señor, y aún más raro que una mujer obedezca a su marido
como lo haría con el Señor!

Efesios 5:22-24
Las casadas estén sometidas a sus propios maridos, como al Señor; 23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24 Así que, como la iglesia está sometida a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.

Así como un hombre debe tener una visión celestial para entregar su propia voluntad para su vida a Cristo, también la mujer piadosa debe tener una visión celestial para que ella entregue su vida a su esposo. Si la mujer está buscando encontrar toda su satisfacción en esta vida, nunca elegirá este curso. Solo aquellos que miran al Cielo para su recompensa, pueden darle la espalda con alegría a este mundo y sus atractivas ofertas de auto-satisfacción y placer. Solo entendiendo que su recompensa está en otra parte, puede la mujer elegir aceptar al hombre como su cabeza y negarse a tener una cabeza propia.

He encontrado tantos ejemplos de mujeres que no están caminando en estas cosas, así como he encontrado a muchos hombres que no están buscando la voluntad de Cristo para sus vidas. ¿Cuántas veces un hombre le ha dicho a su esposa que siente que Cristo le dirige en alguna dirección y la esposa se opone a él porque su voluntad no está de acuerdo? Sé de hombres que se sintieron llamados a ser misioneros y sus esposas se negaron rotundamente a a seguirles adelante. Las esposas querías estar cerca de casa, cerca de los familiares y amigos. Es posible que la esposa haya tenido sus propios planes con respecto a su carrera y educación, y la voluntad de su esposo entraba en conflicto con esas cosas. Ella puede haber querido simplemente tener una vida "normal" donde pudiera criar a sus hijos en la comodidad de un entorno familiar para ella. La esposa finalmente no estaba dispuesta a ceder. Ella no estaba dispuesta a someter su voluntad a la de su marido. Podría dar ejemplo tras ejemplo de tales cosas, porque esta es la norma en la Iglesia hoy, pero sigamos con otros asuntos.

A menudo vendrán tiempos cuando una esposa o hija deba someterse y renunciar a su propia voluntad y deseo por la de un esposo o padre. En tan grande y difícil obstáculo como este, hay mucho más que implica perder la propia vida y dejarla para otro. Hay mucho más para una esposa que está sujeta a su marido como al Señor.

Escuché a un ministro hablar sobre el tema de la sumisión hace muchos años. Él dio un ejemplo de una experiencia muy práctica en su propia vida. Este ministro tenía algunas tierras y procedió a construir una cerca sobre ella. Tenía un joven al que contrató para ayudarle con la valla. Durante todo el día, el ministro notó algunas cosas profundas mientras trabajaba con este joven. El ministro comenzó a construir la valla y le pedía al joven una tabla, o algunos clavos y el joven los traía. Construir una cerca es una tarea muy repetitiva y uno esperaría que este joven se daría cuenta rápidamente y anticiparía lo que su empleador necesitaría a continuación, pero nunca actuó como si ya se lo hubiera pedido. Después de un tiempo, debería haber sido obvio que el ministro iba a necesitar una tabla a continuación, o más clavos, o alguna otra cosa, pero el joven nunca se anticipó a sus deseos. Siempre se le debía pedir que trajera otra tabla. Él siempre tuvo que pedirle que hiciera todo. Huelga decir que la experiencia del ministro con este joven no fue satisfactoria para él. El trabajo fue mucho más lento de lo que podría haberlo hecho si el joven hubiera sido más útil.

Al relatar esta historia, el ministro estaba hablando de la vocación de aquellos bajo autoridad para hacer que aquellos que están sobre ellos tengan éxito. Si la autoridad está en el trabajo, en el hogar, o en alguna otra esfera de la vida, aquellos bajo autoridad deberían tener el objetivo de hacer que aquellos en autoridad sean lo más exitosos posible.

Si este hubiera sido el objetivo del joven, habría intentado anticipar lo que podría hacer para que la construcción de la cerca procediera con la mayor eficiencia. Él podría haber anticipado las necesidades de su empleador y pudo haber estado listo para entregarle una tabla sin necesidad de que se le pidiera. Podía anticipar cuándo los clavos se estaban agotando y traer algunos más, sin que se le indicara que lo hiciera. Él podría haber traído de muchas maneras un mayor éxito a quien le contrató. ¿Por qué el joven no lo hizo? Lo más probable es porque el joven estaba enfocado en sí mismo; no estaba trabajando para que su empleador tuviera éxito, estaba trabajando para ganar algo de dinero para sí mismo. Él era ajeno a todo excepto a sus propios deseos y objetivos. Simplemente quería pasar el día y recoger su dinero.

De la misma manera, muchas esposas están ensimismadas. Se consumen con pensamientos de lo que desean sacar de la vida y lo que pueden hacer para llegar allí. A veces sus maridos les pedirán que hagan algo que les ayude en sus propios planes, y entonces se establece el escenario para que decidan si vivirán para sus propios deseos, o si estarán sujetas a sus maridos como al Señor.

Es rara la esposa que somete su voluntad a la de su esposo, libremente y sin murmurar o quejarse. Hay un remanente de esposas que buscan ser obedientes, pero si una esposa simplemente obedece cuando se le pide que lo haga, no lo ha hecho mejor que el joven hombre que ayudó a este ministro a construir su valla. Ella realmente no se ha aplicado a sí misma a hacer que su marido tenga éxito. La esposa que busca hacer que su marido tenga éxito, convertirá en su objetivo y aspiración en la vida saber a dónde va y buscar ayudarle a llegar allí de la mejor manera. Ella se dedicará a aprender cuáles son sus deseos para ella y ella buscará satisfacer esos deseos sin necesidad de pautas constantes.

Nuevamente, siento que es necesario hacer una distinción entre los deseos divinos y los deseos impíos de un hombre. Una esposa o hija no debe hacer que su objetivo sea ayudar a su esposo o padre lograr los deseos impíos de la mejor manera posible. No es de la esposa o de la hija el llamado a corregir a una autoridad equivocada, pero tampoco necesitan acelerar su camino hacia un objetivo impío. Una esposa o hija debería tener cierto discernimiento sobre la voluntad de Yahweh, y en la mayoría de los casos encontrarán que su esposo o padre tiene muchos deseos piadosos que pueden ayudarle a cumplir. Si una mujer tiene un esposo o padre cuyo corazón está decidido a seguir a Cristo como discípulo, entonces debería haber muchas oportunidades para ayudarles a tener éxito. Permítanme darles un par de ejemplos sobre cómo una esposa puede ayudar a su esposo a ser exitoso en el cumplimiento de sus deseos.

Desde que mi esposa y yo nos casamos por primera vez, tenía el deseo de que ella se vistiera de una manera modesta y femenina. Siempre he pensado que las mujeres se ven muy modestas y atractivas en vestidos largos, e hice conocer mi deseo a mi esposa. Sin embargo mi esposa tenía muchas otras influencias en la iglesia, y por muchos años ella no caminó en los principios hablados aquí. Ella hizo cosas de acuerdo a su deseo y voluntad. Tenía una tendencia a hacer amistades fuertes con otras mujeres, y la encontré conformándose en imagen a esas mujeres, más que con los deseos del marido de ella. Mi esposa pasó por varias fases. Ella tenía una amiga a la que le gustaban los pantalones con estribos (tachuelas, puntillas) y una variedad de blusas, a menudo con hombreras acolchadas, para combinar con ellos. Mi esposa fue de compras con ella y su guardarropa completo cambió a esa moda. Luego ella tuvo otra amiga que le gustaba una moda diferente que era conocida por sus patrones salvajes y colores brillantes, así como pantalones y pantalones cortos. Otra vez el guardarropa de mi esposa cambió. En todo esto, mis deseos no se cumplieron y el efecto se sintió en nuestro hogar. Yo también deseaba que nuestra hija se vistiera modestamente y con indumentaria femenina. Sin embargo, mi hija descubrió que tenía sus propias preferencias, las llamaré “estilo marimacho”, y ella se vestía de esta manera. Mi esposa no pudo guiar a nuestra hija en conformidad con mi deseo de su vestido porque mi esposa misma no estaba conformándose. Por lo tanto, tuve dificultades para hacer que mi familia se vistiera con modestia, y con lo que consideraba vestido apropiado y piadoso.

El año pasado (nuestro decimosexto año de matrimonio), el Padre dio a luz a muchos cambios fundamentales en nuestro matrimonio, y mi esposa comenzó a vestirse de una manera que yo había deseado mucho. Ella comenzó a practicar cubrirse la cabeza y comenzó a usar vestidos largos. Nunca he considerado a mi esposa tan atractiva como lo es ahora. Su apariencia física es muy agradable para mí. No fue una coincidencia que nuestra hija comenzó a usar un velo poco después de mi esposa, y no mucho después de esto también comenzó a usar vestidos. Mi hija es la imagen de una joven piadosa, y esto es muy agradable para mí. Ella vino a la convicción de usar vestidos y velo por sí misma, pero el camino había sido preparado por el ejemplo de obediencia de su madre en esta área.

Una mujer tiene un poder increíble en su familia y entre otras cosas influye en ellos hacia la piedad. Su esposo necesita su apoyo y participación activa en producir esas cosas que él siente que están de acuerdo con la piedad.

Otra área que daré como ejemplo de cómo una esposa puede ayudar a que su esposo sea más exitoso en la vida, es en el área de preparación de alimentos para la familia. He estado mucho tiempo comiendo comida chatarra. A mi carne le gustan todos los tipos equivocados de comida y he sufrido los efectos de tener sobrepeso la mayor parte de mi vida. Los efectos del sobrepeso pueden hacer que uno se sienta cansado y carezca de energía y este cansancio puede hacer que uno sea más susceptible a los pensamientos melancólicos y depresivos. Como ministro que a menudo ha tratado con gran oposición, el desaliento puede ser una batalla constante. Tener sobrepeso y sentirse cansado también puede hacer que uno sea menos productivo en el trabajo, y tenga menos probabilidades de querer pasar tiempo en actividades físicas con la familia.

En mi propia familia también hay una historia de problemas cardíacos que en gran parte se deben a una dieta inadecuada. He sabido que comer el tipo equivocado de alimentos ha sido un problema durante algún tiempo, y he expresado mi preocupación a mi esposa, comunicándole un deseo de que comamos alimentos más saludables. Hago algo de cocina en la casa, y solo yo tengo la culpa de tener exceso de peso. Podría pasar el tiempo investigando qué constituiría una dieta saludable y aprender a preparar alimentos que promuevan la buena salud, pero tengo muchos otros deberes que el Padre me ha dado. Si tuviera que pasar mucho tiempo en esta área, estudiando la alimentación saludable, entonces tendría que dejar a un lado algo más que es también muy importante. Esta es una situación ideal en la que mi esposa podría ayudarme tremendamente. Cambiar nuestros hábitos alimentarios ha sido un desafío para mi esposa porque se ha criado en la dieta tradicional del sur que es rica en grasas y que acentúa los platos de carne, con menos énfasis en las frutas y verduras frescas, las legumbres y los cereales integrales. Para comenzar a cocinar de forma saludable, es necesario aprender muchas cosas nuevas y vencer viejos hábitos. Mi esposa ahora está empezando a estudiar esta cuestión de una cocina más sana, y estoy muy agradecido por ello. Deseo ser más saludable y sentirme más saludable. Ahora que estoy viendo su deseo de preparar comidas saludables para que nuestra familia coma, mi mente se libera de la carga en esa área. Sé que como mi esposa se aplica en esta área, que nuestro conjunto familiar se beneficiará, y personalmente comenzaré a experimentar mejoras muy reales con respecto a la resistencia física, el bienestar emocional y la salud corporal.

Un esposo puede expresar un deseo similar al que he mencionado aquí, pero es posible que la esposa no tome medidas reales por sí misma para satisfacer los requerimientos o deseos de su esposo. Puede que se parezcan más al joven al que se le debía ordenar todo. Pero una mujer piadosa que quiere que su esposo sea exitoso se aplicará ella misma, y tratará de hacer todo lo que pueda para anticipar y cumplir sus deseos.

Hay una infinidad de cosas que una esposa puede hacer para ayudar a su esposo a ser más exitoso en la vida. Para hacerlo, sin embargo, ella debe dejar de lado su propio enfoque y estar atenta a su vida, buscando ayudarle a lograr el llamado para su vida. De nuevo, ella solo hará esto si busca una recompensa celestial y muere a los deseos de su propia alma, con su anhelo de encontrar la plenitud en este cuerpo terrenal.

Estoy seguro de que algunos estarán pensando que la mujer que vive para ayudar a su marido a cumplir con su llamado, será obstaculizada o despojada de seguir el llamado de su propia vida. Aquellos que hacen esta objeción no entienden que este es el llamado para la vida de la mujer. Así como un hombre debe vivir para cumplir el deseo de su Cabeza, la mujer fue creada para ser una ayudante para el hombre.

Otra cosa que no se entiende es que el llamado de cada hombre y mujer es ser conformados a la imagen de Cristo. Esta conformidad no se trata tanto de una actividad externa, como de una transformación interna. Yahshua era manso, humilde y desinteresado. El éxito en la vida se logra conformándose a esa misma imagen. El éxito no es ser un gran músico para que pueda guiar a otros en la alabanza a Yahweh. No se trata de escribir libros que otros leerán y notarán. No se trata de ser el más instruido, o elocuente, o bien conocido, o que tiene la mayor cantidad de logros para jactarse acerca de ellos. El éxito es la conformidad con Cristo, y tenemos estas palabras con respecto a ello de Yahshua:

Filipenses 2:5-8
Haya, pues, entre vosotros los mismos sentimientos que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y hallado en su porte exterior como hombre, se humilló a sí mismo, al hacerse obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

También tendremos éxito cuando podamos dejar todo en nuestras vidas, cuando no reclamemos propiedad personal o voluntad propia, cuando podamos vaciarnos de nosotros mismos y humillamos como sirvientes de otros, entonces tendremos éxito. Esta es la voluntad del Padre para nosotros.

Si una esposa no puede tomar a su esposo como su señor, ¿cómo puede ella tomar a Cristo como su Señor? Si no puede humillarse ante el marido que ve, entonces cómo se humillará ante Cristo a quien no ve? No hay diferencia ante Dios entre someterse a la autoridad directa de Yahweh, o a la autoridad que Él ha concedido a Cristo y al hombre. Hay un patrón muy consistente exhibido en el gobierno de Yahweh. Yahweh es la cabeza de Cristo, y Cristo vive para hacer la voluntad de Yahweh. Cristo es el jefe del hombre y el hombre vive para hacer la voluntad de Cristo. El hombre es la cabeza de la mujer y la mujer vive para hacer la voluntad del hombre. Así como Cristo da Su vida, así el hombre da su vida y la mujer da la suya. Así como Cristo no eligió Su voluntad cuando estaba en conflicto con la del Padre, así el hombre no debe elegir su voluntad sobre la de Cristo, ni la mujer elegir su voluntad sobre la del hombre. Como hombre que soy, es necesario que constantemente busque conocer la voluntad de Cristo para que yo pueda cumplir Su deseo. Del mismo modo, las esposas deben buscar conocer la voluntad de sus esposos para que puedan cumplir su deseo.

Si la mujer está buscando cumplir el deseo de su esposo, y su esposo está buscando cumplir el deseo de Cristo, y Cristo está buscando cumplir el deseo del Padre, entonces todo está en armonía y la voluntad del Padre se está cumpliendo en todo el Reino de Dios. Esta búsqueda debe ser una búsqueda activa en todos los niveles. El hombre no necesita esperar hasta que Cristo le golpee en la cabeza con alguna orden. El hombre debería aplicarse a buscar la mente de Cristo. El hombre debe aprender a discernir la voz quieta y pequeña de Cristo. Así también la mujer debe buscar activamente conocer la voluntad de su esposo. Si está casada, no espere a que su esposo verbalice sus deseos. Búsquelos. Él no puede decirte siempre lo que realmente está en su corazón. Aprenda a leer entre líneas y a captar las sutiles pistas que él le da. Tenga presente (preste atención) las cosas que le ha hablado. Vuélvase atenta a él con el deseo de hacerle exitoso.

Si has sido como aquel joven al que se le debía decir todo, entonces necesitará esfuerzo para entrenarse a sí misma para hacer lo contrario. En primer lugar, debe morir a estar centrada en su propia voluntad, deseos y metas. ¿Ha estado pensando en lo que desea en la vida? ¿Se has centrado en su propia realización? Si continúa en eso, por supuesto, no logrará que su esposo tenga éxito.

El Reino de Dios está construido sobre el principio de la servidumbre. Puede parecer que yo estoy proclamando algo que daría a los hombres la licencia para ser tiranos dominantes. Esto no es así. El hombre está llamado a dar su vida para hacer la voluntad de Cristo. Cristo conducirá al hombre a ser un servidor de los demás. Siempre hay casos en que un hombre no esté caminando como debiera, en sumisión a Cristo, y una mujer siente que está en un lugar peligroso y que sus necesidades no serán consideradas si ella da su vida por su marido. Tal mujer debe considerar que su propio ejemplo de piedad y humildad puede afectar a su esposo para siempre, pero si ella elige el camino de la rebelión, entonces seguramente dejará de influir en él para que camine en obediencia y humildad. La rebelión no produce obediencia. Simplemente conduce a contienda y más conflictos. Solo cuando una mujer soporta cuando sufre injustamente, su comportamiento encuentra el favor de Dios. Es solo cuando ella está caminando sometida a su marido, que el Padre actuará rápidamente para traer corrección a la autoridad en desobediencia.


Concluiré este capítulo con estas palabras. Una mujer que establece sus propias metas y deseos puede hacer que se los devuelvan en algún momento. Hay un patrón revelado en las Escrituras donde el Padre le da a alguien una visión, pero la visión muere completamente solo para renacer y realizarse por el poder del Espíritu. De esta manera el Padre quita la carne de nuestras acciones y búsquedas. Puede tener un gran talento, o puede sentir un gran llamado en su vida. Así fue para Moisés y José cuando eran jóvenes, pero sus esperanzas y sueños murieron, y toda posibilidad de que sus sueños resucitaran por su propio esfuerzo era remota. Solo cuando murieron para buscar cumplir sus sueños en su propia fuerza, podría el Padre cumplir Sus propósitos en ellos. La muerte precede a la vida. La humildad precede a la honra. Yahweh le pedirá que ponga eso que es lo más querido para usted en el altar. Su Isaac debe ser sacrificado. Solo cuando deja partir lo que tiene un asidero en su corazón, será verdaderamente libre.

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