LA ACEPTACIÓN DE LA DISCIPLINA DEL ESPÍRITU SANTO, Parte 3: POSICIÓN, CARACTERÍSTICAS Y ALCANCE, La Experiencia de Vida-Witness Lee




III. LA POSICIÓN DE LA DISCIPLINA DEL ESPÍRITU SANTO

La posición de la disciplina del Espíritu Santo en la obra completa de Dios es primeramente exterior, no es interior. A pesar de que la disciplina del Espíritu Santo trata con cosas que hay dentro de nosotros, la disciplina misma está en nuestro ambiente exterior. El Espíritu Santo usa todo tipo de ambiente fuera de nosotros para disciplinarnos y quebrantarnos.

Segundo, la disciplina del Espíritu Santo es negativa, no es positiva. Hemos dicho que la obra positiva de Dios por medio del Espíritu Santo es ungir, guiar, iluminar, fortalecer interiormente, etc. La Biblia habla mucho de estos aspectos, todos los cuales son gloriosos, dulces y de capital importancia a los ojos de Dios. No obstante, dentro de nosotros hay muchos elementos naturales que deben ser quitados; en consecuencia, en la obra de Dios hay una parte adicional, la cual es el trato o disciplina ambiental. Según nuestra experiencia, estos tratos y disciplinas son extremadamente vitales; sin embargo, son dolorosos y avergonzantes, y a los ojos de Dios no son de primordial importancia, así que son negativos.

Además, la obra positiva del Espíritu Santo dentro de nosotros es siempre llevada a cabo por medio del Espíritu de Dios, mientras que la disciplina negativa del Espíritu Santo en nuestro medio ambiente es efectuada por obra de Satanás. Todas las personas, cosas y sucesos usados en la disciplina del Espíritu Santo son manipulados por Satanás. Por ejemplo, si alguien se nos opone y nos causa problemas, esta oposición o problema indiscutiblemente no viene directamente de Dios, sino directamente de Satanás. Además, un ladrón que roba nuestra ropa, o un fuego que quema nuestra casa, sin duda no es enviado directamente por Dios, sino por Satanás. Si alguien es obstinado y rebelde y peca contra Dios, y como resultado cae enfermo de cuidado, esta enfermedad no es enviada directamente por Dios, sino por Satanás. Por eso, todas las personas, las cosas y los sucesos envueltos en la disciplina del Espíritu Santo son medidas para nosotros por Dios según nuestra necesidad. Pero aquel que actúa tras la gente, las cosas y los sucesos para hacernos daño, es Satanás. Por consiguiente, ésta es otra razón importante por la cual decimos que la disciplina del Espíritu Santo no es dulce.

Ya que la posición de la disciplina del Espíritu Santo es externa y negativa, no debemos considerarla más importante que la unción positiva interna del Espíritu Santo. El propósito de que nosotros experimentemos la disciplina del Espíritu Santo es que podamos experimentar la unción del Espíritu Santo. Si sólo tuviésemos la disciplina del Espíritu Santo, pero no Su unción, ésta no tendría significado.

IV. LAS CARACTERÍSTICAS DE LA DISCIPLINA DEL ESPÍRITU SANTO

Hay dos características de la disciplina del Espíritu Santo: una es temporal, la otra de larga duración. La disciplina temporal es sólo por un corto período de tiempo, y usualmente viene repentinamente y pasa rápidamente. Tome como ejemplo uno que es golpeado por un automóvil y gravemente herido, pero que no muere. Luego de dos semanas en el hospital él se recuperará, y la disciplina terminará. Eso es disciplina temporal.

La disciplina de larga duración es de un período de tiempo más largo, bien sea varios años, o puede requerir toda nuestra vida. Así, el dolor es grande, y el quebrantamiento es severo. Suponga, por ejemplo, que Dios le da a un hermano una esposa que le gusta pelear, o que Él le da a una hermana un esposo poco razonable, causándole un sufrimiento diario, quizás difícil de sobrellevar. Puesto que, como cristianos, no se pueden divorciar, la esposa viene a ser una disciplina de toda la vida para el esposo, y de igual manera, el esposo para la esposa.

Las disciplinas de larga duración son mayormente en un ambiente en el que vivimos regularmente, tal como nuestra familia, el trabajo, la iglesia o los parientes. Entre éstos, la disciplina de la familia es la de mayor duración y es la más severa. Muchos en China dicen que una familia es un cepo*[*Un collar cuadrado de madera como de 1 metro de lado, usado en países orientales para aprisionar el cuello y a veces también las manos de alguien para castigarlo.] Esto es muy significativo. La gente de este mundo toma el matrimonio como un disfrute; pero en la práctica, cuando nos casamos, recibimos un trato doloroso, y debemos prepararnos para ponernos el cepo y llevar un candado. No hay nada que ate más a la gente que la familia. Aquel que tiene una familia recibe un yugo y una disciplina de Dios. El esposo es una disciplina de toda la vida para la esposa, y la esposa para el esposo.

Los niños en la familia son también un medio de disciplina. Aquellos que no tienen niños siempre desean tener niños, pero a pesar de sus deseos, algunos permanecen sin niños. Otros, que tienen muchos niños, no quieren ni uno más, sin embargo mientras menos los desean, más tienen. Cierta hermana puede desear tener un hijo dócil como Jacob, pero desafortunadamente su niño es tan salvaje como Esaú y crea muchos problemas en la casa todos los días. Ella llega a sentir que su casa es como un horno. Los sirvientes se pueden despedir, pero los niños se tienen que conservar ya sea que a ella le guste o no. Ellos la siguen por toda la vida y sirven como una disciplina de larga duración para ella.

La iglesia es también un lugar donde el hombre es disciplinado severamente. Dios ordena que no podemos ser cristianos aislados; debemos estar en la iglesia y en el Cuerpo, sirviendo al Señor y coordinando con los hermanos y hermanas. Sin embargo, Dios también dispone que algunos hermanos y hermanas peculiares estén con nosotros. Ellos aman al Señor y están consagrados, pero tienen una disposición peculiar. Ellos siempre están en conflicto con nosotros y nos hacen sufrir. Esto también es la disciplina del Espíritu Santo a largo plazo.

A través de nuestra vida encontramos muchos casos de este tipo de disciplina. Algunos, como Pablo, viven continuamente con un aguijón en el cuerpo, que puede ser una debilidad de su cuerpo físico o alguna incapacidad. Esta es una disciplina de larga duración. La disciplina temporal dura un corto período de tiempo, así que tenemos esperanza de ser librados; pero la disciplina de larga duración requiere un período largo y no deja ni cambia su sabor; siempre permanece igual. Por lo tanto, cuando la disciplina de larga duración venga sobre nosotros, no debemos esperar que ésta pase; más bien, debemos abandonar toda esperanza y estar dispuestos a aceptarla a lo largo de nuestra vidaEn realidad, la disciplina de larga duración es la más preciosa; ella sola nos puede dar un quebrantamiento largo y severo. Las buenas lecciones son aprendidas por medio de pasar por la disciplina de larga duración. Por lo tanto, debemos prestar atención no sólo a la disciplina temporal, sino, aún más, a la disciplina de larga duración.

V. EL ALCANCE DE LA DISCIPLINA DEL ESPÍRITU SANTO

El alcance de la disciplina del Espíritu Santo es universal. Sus dimensiones son iguales a las del universo. Todo lo que está en el universo está incluido en este alcance. Por eso, todo lo que viene a nosotros, incluyendo personas, cosas y sucesos, grandes o pequeños, es la disciplina del Espíritu Santo. Debemos creer que nada de aquello con lo que los cristianos se topan es lo que la gente del mundo llama coincidencia o suerte, sino que es el arreglo y la disciplina del Espíritu Santo. No es que ciertos aspectos, cierto tipo de cosas, o ciertos asuntos sean la disciplina y arreglo del Espíritu Santo, y todo lo demás no lo sea. Debemos admitir que en todo nuestro vivir, todo asunto es la disciplina del Espíritu Santo. La razón por la cual usted tiene cierta oportunidad de empleo es la disciplina del Espíritu Santo. La razón por la cual usted conoce a ciertos hermanos y hermanas es también la disciplina del Espíritu Santo. Usted desearía ser saludable, pero desafortunadamente usted es débil; ésta es la disciplina del Espíritu Santo. Usted espera que su trabajo se ensanche para poder rendir un buen servicio al Señor, pero desafortunadamente usted encuentra tantos problemas que no es capaz de moverse, ésta también es la disciplina del Espíritu Santo. Que usted tenga una esposa virtuosa y prudente o que se haya casado con el esposo que usted deseaba, depende de la disciplina del Espíritu Santo. Que tenga o no la vida de hogar perfecta depende también de la disciplina del Espíritu Santo. Usted no desea tener muchos hijos, sin embargo desafortunadamente sus hijos son especialmente numerosos; ésta es la disciplina del Espíritu Santo. O usted deseaba tener hijos pero desafortunadamente usted no tiene ninguno; ésta es la disciplina del Espíritu Santo. Aun la pérdida de una propiedad, la mala administración de los negocios, o la carencia en asuntos espirituales son la disciplina del Espíritu Santo. Debemos aplicar la disciplina del Espíritu Santo a todo nuestro vivir, a todo nuestro ambiente. Debemos admitir especialmente que todas aquellas circunstancias que no son ni placenteras ni agradables están dentro del rango de la disciplina del Espíritu Santo. De este modo aprenderemos la lección en una forma completa.

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