Capítulo
5
Vemos
a través de las páginas de la Escritura un personaje que es
impresionante y terrible. Esta figura amenazante es misteriosa; él
es nebuloso y es enigmático. A veces, él es el
carácter oscuro de un hombre.
De nuevo, él es una
mala influencia.
Por otra parte, él es como un
ángel de luz.
En realidad, no hay, presentación clara de él. Se mueve en el
límite de lo natural y lo sobrenatural. Juan
lo llama por el nombre de "anticristo".
Esto no significa, por supuesto, que sólo Juan se refiere a él. Él
tiene muchos nombres en la Escritura y como la mayoría de los
ladrones tienen un alias, el Anticristo tiene más alias que
cualquier persona que conozca. También muchas figuras de expresión
se usan en la Escritura para hablar de él y ponerlo delante de
nosotros, y ocurren una y otra vez. Una de ellas se encuentra en II
Tes. 2:1-10, donde se le llama "el
hombre de pecado".
El
hombre de pecado
"Que
nadie os engañe en ninguna manera, porque no vendrá sin que primero
venga la apostasía y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de
perdición, el cual se opone y se exalta sobre todo lo que se llama
dios o es objeto de culto, de manera que se sienta en el templo de
Dios, presentándose como si fuera Dios.
Porque
el misterio de la iniquidad ya está en acción, sólo que aquel que
por ahora lo detiene, lo hará hasta que él mismo sea quitado de en
medio. Y entonces será revelado ese inicuo, a quien el Señor matará
con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su
venida”
(II Tes. 2:3-4,7-8).
¡En
estos versículos, es interesante observar que la caída
("apostasía") y el "hombre de pecado" deberían
estar VINCULADOS JUNTOS! De hecho, estas dos realidades han estado
con nosotros por mucho, mucho tiempo. La primera persona en la
historia registrada en "apostatar" de un lugar en Dios fue
Adán, todos hemos oído hablar de la "caída" de Adán. De
él está escrito: “Por
tanto, tal como el PECADO entró en el mundo por un HOMBRE, y la
muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos
los hombres, porque todos pecaron;
... porque,
así como por la desobediencia de UN HOMBRE los MUCHOS FUERON
CONSTITUIDOS PECADORES"
...
(Rom. 5: 12,19). ¿No podemos ver con esto que Adán
era en sí mismo un HOMBRE DE PECADO? La
mente natural es muy oscura y sin entendimiento; sólo el Espíritu
Santo puede dar a los hombres luz. Mi ferviente oración es que el
espíritu de sabiduría y revelación de Dios brille como un faro de
luz para guiar nuestros pasos e ilumine nuestro camino, mientras que
volvamos a las nieblas oscuras del comienzo del hombre en la Tierra y
localicemos el dilema misterioso y siniestro, que ha atormentado el
camino desde la deslumbrante gloria del Edén hasta el tiempo actual.
¡Cómo
has caído del cielo, oh lucero de la mañana, hijo de la aurora! Has
sido derribado por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Pero
tú dijiste en tu corazón: "Subiré al cielo, por encima de las
estrellas de Dios levantaré mi trono, y me sentaré en el monte de
la asamblea, en el extremo norte. Subiré sobre las alturas de las
nubes, me haré semejante al Altísimo". Sin embargo, has sido
derribado al Seol, a lo más remoto del abismo. Los que te ven te
observan, te contemplan, y
dicen:
"¿Es éste aquel hombre que hacía temblar la tierra, que
sacudía los reinos, que puso al mundo como un desierto, que derribó
sus ciudades, que a sus prisioneros no abrió la cárcel?"
(Is. 14:12-17).
Debería
ser obvio a cada estudiante sincero de la Palabra de Dios que toda
verdad tiene aplicaciones en diferentes niveles.
Es mi convicción de que las declaraciones inspiradas en los
versículos arriba citados tienen aplicaciones en el ámbito
espiritual
y en los planos histórico
y profético
también. Las aplicaciones espirituales se encuentran en la caída
del hombre de su posición original de gloria y eminencia y
personalmente en nuestras propias vidas al repetir el mismo pecado
que Adán cometió. La aplicación histórica se refiere al rey
literal de Babilonia en los días de Isaías, que, aunque poderoso en
el poder político y un gobernante exaltado entre las naciones
-caería como otros reyes del pasado. La
aplicación profética apunta al rey de MISTERIO BABILONIA, el
jefe anticristo de los sistemas de iglesia apóstatas
del mundo que no es reconocido como lo que es, sino que es alabado
como el más grande líder religioso de nuestros días, por el cual
incluso ahora incalculables millones de cristianos están siendo
engañados.
No vamos a perseguir en este momento los aspectos históricos y
proféticos de la profecía de Isaías, pero queremos compartir
brevemente acerca de las aplicaciones espirituales.
Soy
muy consciente de que la
gran mayoría de los cristianos, repitiendo como loros las doctrinas
de los sistemas religiosos, creen y enseñan que estos versículos se
refieren a la caída de Satanás del cielo antes de que comenzara la
historia humana.
¡No debe parecer extraño para el hombre que camina en el Espíritu
descubrir que la verdad está siempre tan alejada de la tradición
como los Cielos son más altos que la Tierra! ¡El
tema de la profecía de Isaías es "UN HOMBRE" - ¡no un
ser espiritual angelical!
"Es
este el
hombre que hizo temblar la tierra
..."
Al
principio, el Padre dijo: "Hagamos
al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza"
(Génesis 1:26). Al comparar la Escritura con la Escritura vemos que
hay dos Adanes, el primero fue hecho "a
imagen y semejanza de Dios"
y del segundo está escrito: "Él
es la imagen del Dios invisible ... Él
es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su
naturaleza"
(Col.
1:15; Heb. 1:3). Kenneth Wuest nos da el significado de la palabra
griega de esta palabra "resplandor" como
"brillando-radiando-resplandeciendo". El sentido del griego
aquí, escribe él, es que hay "rayos de luz que salen del
cuerpo original y forman un cuerpo de luz similar ellos mismos".
Lo que significa, literalmente, es que "el Hijo es el brillo de
la gloria divina, exhibiendo EN SÍ MISMO la gloria y la majestad del
ser divino". La Biblia Amplificada lo traduce elocuentemente
así: "Él
es la única expresión de la gloria de Dios -el ser luminoso, lo
irradiante de lo divino - y él es la perfecta impresión y la imagen
misma de la naturaleza de Dios ... ".
Cuando
el autor de hebreos, por lo tanto, declara que el Hijo es el
"resplandor
de la gloria del Padre"
quiso decir que el Hijo es tan habitado por el Padre que la gloria de
la naturaleza del Padre BRILLA dentro de Él hasta el punto que el
Hijo es la imagen misma de su sustancia.
La evidencia de esta "luz brillante" se manifestó en el
Monte de la Transfiguración, donde Jesús se transformó ante Sus
discípulos, era
literalmente el Padre que brillaba desde dentro de Él.
Saulo de Tarso se encontró con este mismo Glorioso, en el camino de
Damasco y fue testigo, "al mediodía, oh rey, yendo de camino,
vi una luz procedente del Cielo más brillante que el sol, que
resplandecía en torno mío y de los que viajaban conmigo. Y después
de que todos caímos al suelo, oí una voz que me decía en el idioma
hebreo: "Saulo,
Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el
aguijón".
Yo entonces dije: "¿Quién
eres, Señor?" Y el Señor dijo: "Yo soy Jesús a quien tú
persigues" (Hechos
26: 13-15). El amado Juan lo vio en espíritu en Patmos y declaró
que Su aspecto era "como
el sol cuando resplandece en toda su fuerza".
Daniel en la corroboración de esta declaración, dijo, "Su
rostro era como el aspecto del relámpago".
El profeta Ezequiel dijo: "y
la tierra resplandecía a causa de su gloria"
(Eze. 43: 2).
¿Si
esta es la gloria del segundo Adán que no cayó, cual, oh hombre,
fue la gloria de aquel primer Adán, creado a imagen y semejanza de
Dios, ANTES DE CAER? De él está escrito: "¿Cómo has caído
del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! (¡Cómo has caído del
reino celestial, Adán!) ¡Has
sido derribado por tierra, tú que debilitabas a las naciones!
(¿Cómo has sido rebajado al reino de la carne, vendiste a todos los
hombres a la esclavitud del pecado, de la corrupción y de la
muerte!)".
La
Biblia no dice en ninguna parte que Lucifer (Lucero) era un nombre de
Satanás.
¡Esto es cierto, por Isa. 14:12 que es el único lugar donde aparece
la palabra en toda la Biblia! Todo ese argumento se basa enteramente
en suposiciones y especulaciones infundadas. La
palabra hebrea para Lucifer en Isa. 14:12 es "HEILEL", una
palabra que lleva la idea de BRILLO, Portador de de la Luz, Mensajero
de Luz, que Brilla, ó Estrella de La Mañana. Es dudoso que
cualquier estudioso insista en que la palabra "Lucifer" es
una traducción exacta de la palabra hebrea "HEILEL".
De hecho, observe la forma en que se ha traducido en las siguientes
versiones: "Lucero del Alba" (Moffat), "Resplandeciente"
(Nuevo Mundo), "Estrella de la Mañana" (AMP), "Estrella
de la Mañana" (American Standard), "Lucero de la Mañana"
(Biblia de Jerusalén), "Estrella de la Mañana" (RV), etc.
¿Cómo,
entonces, el nombre Lucifer vino a estar asociado con un término que
significa una estrella, específicamente la estrella del día, es
decir, por la mañana?
(Para
más información sobre el origen de Satanás, consulte:
LA
SERPIENTE - ¿De dónde viene el diablo)?
"Lucifer",
en vez de ser el nombre de un ángel que se convirtió en el diablo,
era el nombre que los antiguos dieron a la Estrella de la Mañana.
Plinio, un notable historiador de la antigüedad, dice, "Antes
de que el sol gire, una estrella muy grande ... de antemano se
levanta al amanecer, recibe el nombre de Lucero, siendo otro sol y
trayendo el amanecer ..." Lucifer, portador de luz, es el
equivalente latino de la palabra griega "PHOSPHOROS", que
se utiliza como un título de Cristo en 2 Pedro 1:19. Pedro había
estado discutiendo la gloriosa experiencia que él, junto con
Santiago y Juan, habían tenido con Jesús en el Monte de la
Transfiguración. Hablando de la voz que les habló allí, él dijo,
"también tenemos la palabra profética más segura, a la cual
hacéis bien en estar atentos ... hasta que el día despunte y la
Estrella de la Mañana (griego: phosphoros; hebreo: lucifer)
salga en vuestros corazones".
Yo
no tengo la capacidad de hacer que esta verdad sea más clara de lo
que el mismo Jesús dijo cuando Él se llamó a Sí mismo el
"Fósforo" o el "Lucifer" en Rev. 22:16,
diciendo: "YO SOY la ESTRELLA RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA".
Malaquías habla de la salida de esta ESTRELLA DE LA MAÑANA, cuando
dice: "EL SOL de justicia se LEVANTARÁ con sanidad en sus alas"
(Mal. 4: 2). En los mensajes de Cristo a las iglesias en el libro de
Apocalipsis una promesa especial siempre le fue dada AL QUE VENCIERE,
pero a la Iglesia de Tiatira, Él dio la promesa, que es digna de
llenar cada página de este artículo: Que
el Señor nos dé el espíritu de revelación para entender lo que Él
dijo: "Y
al que venciere ...yo le daré EL LUCERO DE LA MAÑANA"
(Ap. 2: 26,28). ¡Solo piense en eso! Amado lector, considérelo si
lo desea – sin importar si lo llamamos "Estrella del Día",
"Estrella de la Mañana", "Sol", o "Lucifer"
- es todo lo mismo. ¡Este “levantamiento de la Estrella del Día”
en nuestros corazones es el brillo del Cristo adentro, porque como
ves, ÉL es la estrella de la mañana!
Si
aquel que se llama "la Estrella de la Mañana" es Satanás,
bien podemos preguntarnos por qué Pedro mostró tanto entusiasmo por
su levantamiento en nuestros corazones. No queridos, La Estrella de
la Mañana no puede ser Satanás en absoluto, sino que es, más bien,
"Cristo
EN NOSOTROS, la esperanza de gloria"
(Col. 1:27);
como Pablo afirma en otro lugar, "pues
Dios, que dijo que de las tinieblas resplandeciera la luz, es el que
ha resplandecido EN NUESTROS CORAZONES, para iluminación del
conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo. Pero tenemos
este tesoro en vasos de barro ... "
(II Cor. 4: 6-7).
Debería
ser obvio para cualquier mente espiritual que lo
que se RECUPERA a través de la obra redentora de nuestro Señor
Jesucristo es LO QUE ADÁN TENÍA EN EL PRINCIPIO CON DIOS. Adán en
la imagen y semejanza de Dios fue tan habitado por la vida, luz y
presencia de Dios, tan participante de la vida de Cristo, que él
mismo era una "Estrella de la Mañana",
porque él fue un miembro del hombre perfecto, el cual ES CRISTO.
"Lucifer"
significa "el que brilla" y Daniel escribió estas palabras
brillantes de la promesa: "Los
entendidos BRILLARÁN COMO EL RESPLANDOR DEL FIRMAMENTO, y los que
guiaron a muchos a la justicia, COMO LAS ESTRELLAS, POR SIEMPRE
JAMÁS"
(Dan. 12:3). No es posible explicar estas verdades para la
satisfacción humana. Las cosas que ojo no vio ni oído oyó, ni han
subido en corazón de hombre DEBEN SER REVELADAS a nosotros por el
Espíritu. Usted
ve, Dios
es luz y cuando la luz de Dios se abre camino hacia nuestro hombre
exterior, comenzamos a brillar como el firmamento.
La Estrella de la Mañana es el BRILLO del Padre, el RESPLANDOR del
Hijo; es ser "lleno
de toda la plenitud de Dios",
es "Cristo
formado en vosotros",
y es "el
nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la
verdad".
No,
Lucifer no es Satanás.
Lucifer
es el hombre perfecto,
en verdad la imagen misma de Dios, el brillo de Su vida y naturaleza.
Lucifer es Cristo en Su plenitud, el Alfa y la Omega juntas, el
primero y el último en uno, Jesús de Nazaret, el jefe, un solo
cuerpo con una gran familia de hijos en una gloriosa manifestación
de filiación.
¡Mi espíritu canta, Amén! Jesús declaró: "¡Ustedes
son LA LUZ del mundo!"
A la luz de esta gloriosa revelación de la Estrella de la Mañana,
no me sorprende que, cuando Juan vio la gloria de la ciudad santa, la
nueva Jerusalén, especialmente señaló que la ciudad tenía "la
gloria de Dios: y su luz era semejante a la de una piedra
preciosísima ... y la ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna
que brillara en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el
Cordero es su lumbrera. Las naciones que hayan sido salvas andarán a
la luz de ella y los reyes de la tierra traerán su gloria y su honor
a ella. Y ... no habrá noche allí"
(Rev. 21:11, 23-25).
¡Se
acerca el día cuando la Estrella de la Mañana habrá surgido en
nuestros corazones, cuando el Hijo resplandecerá en todos sus
muchos Hijos que han sido plenamente llevados a SU GLORIA, para
que todo lo que veamos sea inundado de luz celestial! ¡Es de tal
reino de gloria, eminencia y bendición que Adán cayo! Desde la
transgresión en Edén hace mucho tiempo, los espíritus de los
hombres han caído. No tienen ningún poder, sino para recibir luz y
reflexiones desde el exterior, pero en el principio el espíritu del
hombre estaba destinado, no sólo para RECIBIR la luz, sino para SER
luz y para DAR luz. Esto es aún ahora una realidad maravillosa en
Cristo, porque dice: “porque antes erais tinieblas, pero ahora
sois luz en el Señor; andad como hijos de luz" (Efesios 5:
8). Ah, ahora somos luz en el Señor, pero la medida de la luz que
ahora somos es ciertamente pequeña, en comparación con la luz que
será revelada en la Manifestación de los Hijos de Dios. Para la
vista de esta gloriosa revelación, la creación entera está de
puntillas, y acontecerá que todo lo que sea visto por los Hijos de
Dios será INUNDADO CON LA LUZ DE LA VIDA, porque la Creación será
entonces liberada de la esclavitud de la corrupción (Rom. 8: 19-21).
Sí,
el mundo está lleno de oscuridad -la oscuridad del pecado y de la
muerte; pero oye, oh hijo de Dios, lo que el Señor ha hablado de
esta gran y terrible oscuridad en la que los hombres ahora andan a
tientas: “Levántate,
resplandece, porque ha llegado tu luz y la gloria del SEÑOR ha
amanecido sobre ti. Porque he aquí, tinieblas cubrirán la tierra y
densa oscuridad los pueblos; pero sobre ti amanecerá Yahweh, y sobre
ti aparecerá su gloria. Y acudirán las naciones a tu luz, y los
reyes al resplandor de tu amanecer"
(Is. 60: 1-3).
Entonces,
cuán grande es la tragedia que vemos en estas palabras: “¡Cómo
has caído del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!" Adán,
caminando en perfección, reflejando la gloria de Dios, la imagen
misma del Padre, llenando la tierra de luz, gloria y dominio justo,
cayó desde ese lugar en los cielos a causa del pecado del YO, y la
Estrella de la Mañana dejó de brillar desde dentro.
Adán
ya no podía ser llamado “el resplandeciente” porque la luz de
Dios se había apartado de él, y él sabía "que
estaba desnudo"
(Génesis 3: 7).
He
dicho que fue el pecado del YO lo que provocó la caída de Adán
(que, debido
a la caída ya no podría llamarse Lucero)
y vemos esta evidencia del "YO" en Isa. 13-14: "SUBIRÉ
al cielo, LEVANTARÉ MI trono POR ENCIMA DE las estrellas de Dios ...
SUBIRÉ SOBRE las altas nubes; Y SERÉ SEMEJANTE AL ALTÍSIMO".
Cuando,
tú preguntas: ¿Adán dijo estas cosas? Estas fueron sus respuestas,
al comer del árbol del conocimiento del bien y el mal, la tentación
de la serpiente: "¡SERÉIS como dioses!"
Ves, Adán no estaba contento de tener a Dios manifestado A TRAVÉS
de él; él deseaba ser un dios por derecho propio. ¡No estaba
contento con ser el resplandor del Padre, él quería SER el Padre!
No estaba contento en permitir que la autoridad de Dios gobernara y
operara a TRAVÉS de él. Él quiso tomar el dominio de sí mismo. La
tentación que la serpiente ofreció no era más que la articulación
de los deseos secretos de LA NATURALEZA PROPIA de Adán: "seré
semejante al Altísimo".
Y el castigo retratado en Isa. 14:15 es simplemente otra forma de
decir: "En
el día que de él comieres, ciertamente morirás".
Escucha: "Serás derribado al infierno (todo el reino temible de
tristeza y muerte), a los lados del abismo (oscuridad, limitación)".
Al
meditar sobre estas palabras aleccionadoras de juicio, no podemos
imaginar las palabras que describan con mayor exactitud el cuadro
trágico de la caída del hombre de su posición exaltada en Dios.
Expulsado del jardín, Adán no podría más escuchar la voz de Dios
que se paseaba en el fresco del día -ya no poseía oídos
espirituales. Adán no podría más comer del fruto bendito del Árbol
de la Vida -ya no poseía una mente espiritual. Adán no podría más
contemplar las glorias de ese reino celestial -ya no poseía ojos
espirituales. El que nunca había conocido nada más que el descanso
de Dios, trabajó y trabajó en la Tierra. Los cielos se cerraron, la
comunión con el Espíritu estaba rota, y Adán se encontró
despojado de la vida, luz y dominio que había sido suyo -ya no
poseía una naturaleza espiritual. ¡Qué pérdida! ¡Fue una pérdida
indescriptible!
Cuando
Adán cayó todos caímos en él. Porque un hombre pecó, todos hemos
pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios. ¿No podemos ver
con esto que en la naturaleza de Adán se encuentra la raíz misma
del HOMBRE de PECADO? En verdad, ADÁN es el hombre que hizo temblar
la Tierra, que sacudía los reinos, y convirtió la Tierra en un
desierto, porque fue a él y sólo a él que estas terribles palabras
fueron pronunciadas: "Maldita será la Tierra (reino de
la Tierra) por tu causa" (Génesis 3:17). Cuando Dios
formó al hombre, lo coloco en el Edén, un reino de paz, de justicia
y de poder; pero cuando Adán pecó, él y todos sus descendientes
fueron arrojados a un desierto de pecado, sufrimiento y muerte. Ahora
la pobre humanidad, cargada de pecado, a oscuras en la mente y
empobrecida en espíritu, gasta siempre dinero en lo que no es pan, y
trabaja en lo que no satisface. En vano se imaginan que su sed puede
ser satisfecha por participar de las aguas estancadas de cisternas
carnales de la Tierra. Como ovejas perdidas vagan por el desierto de
la vida buscando la satisfacción y no encuentran ninguna. Lugar tras
lugar, deambulan en su búsqueda lamentable de la fuente que
satisface, pero resulta que nunca podrán, hasta que por fin vengan a
Cristo. Se llenan los bares y discotecas para comprar vino y sidra
que no pueden hacer más que embotar sus sentidos, desatando sus
pasiones y rabia. Ellos aglomeran los lugares de placer, en su deseo
sin fin de satisfacer la sed que hay en ellos. Llenan sus vidas con
la vanidad de las cosas y más cosas, sólo para encontrar que todo
lo que han logrado se eleva para burlarse de ellos al final. En los
últimos años (desde 1982) hemos visto el espectro del Sha de Irán
-un hombre en posesión de miles de millones de las riquezas de este
mundo, pero enfermo de muerte, sin hogar, sin país y odiado por
todos, excepto los pocos que pensaban que su presencia podría añadir
algo a su propio almacén -ahora muerto y enterrado en una tierra
extraña. Esta es la forma del mundo. Ninguna satisfacción se puede
obtener de sus fuentes, para todos, sus pociones son libaciones de
muerte.
Sí
amados, dentro de la naturaleza de Adán está la raíz del "hombre
de pecado" que trajo esta condición de temor y todos somos
demasiado conscientes del poder del pecado innato. "Estoy
VENDIDO al pecado",
lamentó Pablo, "porque
por un HOMBRE vino el pecado",
dijo de nuevo. Sabemos el significado de esta servidumbre y
esclavitud, y nuestros corazones gritan con Pablo: "¡Miserable
de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?"
(Rom 7:24). Como se ha dicho, “¡Literalmente,
lloramos estas palabras con corazones que están cansados del
pecado!"
El
espíritu de Adán, el hombre de pecado, está dentro de cada hombre.
La pura verdad es que él habita en el hombre salvo, así como en los
no convertidos. No es esto lo que Pablo quiso decir cuando escribió:
"Que
nadie os engañe en ninguna manera, porque no vendrá sin que primero
venga la apostasía y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de
perdición, el cual se opone y se exalta sobre todo lo que se llama
dios o es objeto de culto, de manera que se sienta en el templo de
Dios, presentándose como si fuera Dios"
(II Tes. 2: 3-4). Esta es precisamente la razón por la cual después
de los primeros años santos de la Iglesia Primitiva, surgió una
apostasía, una APOSTASÍA de tal naturaleza oscura y terrible que
esa Iglesia, una vez gloriosa, en realidad SE CONVIRTIÓ en una
jactanciosa y asquerosa ramera, rica y aumentada en bienes, que no
tenía necesidad de nada, ebria de la sangre de los santos, montada
en pompa y arrogancia en la espalda del sistema bestial de este mundo
malo.
¡El
principio nunca cambia! Adán "cayó" de su caminar puro en
el Espíritu para convertirse en el "hombre de pecado" en
aquel día naciente. Los corazones del pueblo de Dios en la Iglesia
Primitiva "se apartaron" del amor de la verdad y la
simplicidad que es en Cristo, de modo que el "hombre de pecado"
se reveló en el templo de Dios. Este ha sido el curso en tratos tras
tratos, avivamientos tras avivamientos, mover de Dios tras mover de
Dios. Suena extraño, pero es cierto ... y es verdad en nuestros
días. Dios saca a un pueblo de la Babilonia religiosa, que desean la
libertad del Espíritu en medio de ellos, profesan que ellos quieren
que Cristo tenga Su señorío en sus vidas, y por un tiempo caminan,
pero yerran, el no santificado HOMBRE DE PECADO surge en los
corazones, y entonces la búsqueda de la visión de Dios, el seguir
al Cordero dondequiera que Él va se convierte en una carga para la
carne, y alguien grita: "¡Danos un líder, alguien que nos diga
lo que debemos hacer, alguien que pueda organizar esto, y hacer que
cada uno se involucre en algún tipo de actividad, y haga que la
iglesia "crezca", alguien que nos pueda hacer igual que las
otras iglesias que nos rodean! "y después de cada nuevo
movimiento del Espíritu de Dios en la Tierra, a medida que la
soberana presencia del Espíritu comienza a alejarse, tarde o
temprano nos AUTO exaltamos A NOSOTROS MISMOS en el templo de Dios,
los hombres establecen un patrón de vida y ritual de la Iglesia muy
parecido a las viejas formas a las que estaban acostumbrados en su
antigua servidumbre, ¡y hay una repetición de la CAÍDA una vez
más!
El
HOMBRE DE PECADO del cual Pablo habló no es otro que la vieja
naturaleza adámica, la vida egocéntrica de esta vieja creación que
se sienta en el trono de la vida de un hombre, usurpando el trono de
SU SEÑORÍO en nuestro propio templo, alzándose en su propia
voluntad contra la voluntad del Padre, haciéndose ellos mismos, en
lugar del Espíritu, los dueños, señores y capitanes de sus vidas.
Somos todos y cada uno, participantes de la misma MENTE ADÁMICA que
causó que el primer hombre cayera en poder del pecado y la muerte, y
es por eso, también, que incluso para el santo de Dios, No le ha
“sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres"
(I Cor. 10:13).
EN
EL TEMPLO DE DIOS
Los
cuentos de ficción y las imaginaciones más absurdas de la infancia
no son paralelas a las nociones extremas de algunos de los queridos
hijos de Dios que han tragado ingenuamente las interpretaciones
carnales de los teólogos de mentalidad natural de los sistemas
religiosos.
Muchos
millones de cristianos han vivido en gran temor, a la aparición del
terrible HOMBRE DE PECADO. Se supone que debe ser un líder mundial
político, siniestro y tiránico, la encarnación del Mal, el
descendiente del diablo, y el enemigo implacable de los judíos. Él
ha de ser revelado después de lo que ellos llaman el "rapto",
y hará su cuartel general en Jerusalén. Su manifestación marca el
comienzo de la semana 70 de Daniel, de acuerdo con sus enseñanzas.
La Biblia de referencia Scofield, Blackstone y otras autoridades (?),
en general, se suscriben a este punto de vista, aunque especulan casi
ilimitadamente en los detalles.
Hay
muchas falacias básicas en la interpretación popular de esta
Escritura. En primer lugar, Pablo se dirige a los "hermanos"
más que a los judíos. Los "hermanos" no se verían
afectados ya que han de ser "raptados", y
no se advierte nada a los judíos que se supone que son víctimas del
hombre de pecado.
En
II Tes. 2: 7, Pablo dice que el misterio de la iniquidad "YA
ESTÁ EN ACCIÓN".
Esta declaración no puede encajar con algo que empezaría unos dos
mil años más tarde, después de el "rapto".
Después de que Pablo advirtió a los hermanos sobre el hombre de
pecado, exhortó a estar firmes y que guardaren las enseñanzas que
habían recibido (vs. 15). ¡Estos serían consejos sin sentido, si
estaba destinado a ser postergado por dos mil años!
¡Oh!
Que Dios nos dé la mente espiritual para discernir EL SIGNIFICADO
ESPIRITUAL que Pablo quiere transmitir, cuando él identifica las
raíces de este hombre de pecado y declara, "Porque
el misterio de la iniquidad ya está en acción"
(II Tes. 2:7). Iniquidad
-la palabra griega aquí significa MALDAD,
sin Ley.
Y
si bien es cierto que ya no estamos limitados por las antiguas leyes
ceremoniales, el acta de los decretos que había contra nosotros, que
ha sido quitada de en medio, clavándola en la Cruz (Col. 2:14), no
somos ahora sin Ley, porque en el reino celestial se nos ha puesto en
relación con LA LEY DEL ESPÍRITU DE VIDA EN JESUCRISTO (Rom. 8: 2).
Las Leyes de Moisés eran leyes
naturales
diseñadas para los hombres
naturales,
pero Dios ahora traería a Sus elegidos, en completa armonía con SUS
LEYES ESPIRITUALES,
de modo que como hombres
celestiales
se nos ordena correctamente en Sus
caminos.
Jesús se refirió a estas Leyes
más elevadas del Reino
cuando dijo: "No
todo el que me dice: 'Señor, Señor', entrará en el reino de los
cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los
cielos. Muchos me dirán en aquel día: 'Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y
en tu nombre hicimos muchos milagros?' Y entonces les declararé:
'Jamás os conocí; APARTAOS DE MI, LOS QUE PRACTICÁIS LA INIQUIDAD'
"
(Mat. 7: 21-23).
Hay
dos clases de personas que se destacan de inmediato en este pasaje de
la Escritura, LOS QUE HACEN LA VOLUNTAD DEL PADRE, y LOS QUE HACEN
INIQUIDAD. Creo que sabemos, al menos en cierta medida, lo que quiere
decir Jesús cuando habla de aquellos que hacen la voluntad del
Padre, porque son éstos los que han sido tratados por la mano de
Dios y que han renunciado a su propia voluntad por SU VOLUNTAD. El
Espíritu les ha enseñado Sus leyes, mandamientos, preceptos,
formas, etc. Y se deleitan en hacerlas. Éstos dicen juntamente con
Cristo, "No soy capaz de hacer nada de mí mismo,
independientemente de mi propia voluntad; solo a medida que soy
enseñado por Dios y recibo sus órdenes -porque yo no busco ni
consulto mi propia voluntad, no tengo ganas de hacer lo que es
agradable para mí mismo, o para mi propio propósito, sino sólo la
voluntad y el placer DEL PADRE" (Jn. 5:30, Biblia Amplificada).
Es
el otro grupo, los "HACEDORES DE INIQUIDAD", que
consideraremos brevemente. Estos no son los impíos que ni
siquiera son conscientes de que hay un Reino para ser recibido, pues
tales, estando muertos en delitos y pecados, primero deben ser
despertados a la vida espiritual, y luego pueden escuchar el
Evangelio del Reino, y ser conducidos allí. Estos, son personas
religiosas que claman, "Señor, Señor, ..." Ellos
saben que ÉL se supone es SEÑOR en su vida, el mensaje de SU
SEÑORÍO les ha llegado, pero todavía continúan tomando su propio
camino, en lugar de el de Dios, y tratan de operar en el Reino en sus
propios términos.
"Hacedores de Iniquidad", sin Ley. Estos trabajaran de
acuerdo con sus propios diseños y programas, sus propios planes y
objetivos, y olvidan, abandonan, desechan las Leyes de Dios, los
caminos de Su espíritu, los principios de Su Reino. Ellos se glorían
en sus obras, porque han profetizado, echado fuera demonios,
celebrado grandes reuniones, tocado muchas vidas, y han hecho cosas
poderosas - PERO NO DE ACUERDO CON LAS LEYES DE DIOS.
En
lugar de ministrar por la Ley del Espíritu de vida, la mayor parte
de su ministerio, enseñanza, profecías, oraciones, curaciones, etc.
no son más que un manto para ocultar una servidumbre a la misma
vieja carne y ego de la naturaleza carnal, que buscan construir un
nombre y un reino para sí mismos, y usurpar el control sobre la
vida de otros hombres, y despojar a la gente de su dinero ganado
duramente, para apoyar sus muchos planes para salvar la nación o
convertir el mundo entero. Ellos profetizan o ponen sus manos sobre
aquellos que piensan que los van a seguir a ellos o llenarán sus
arcas con dinero, y olvidan la advertencia de "no poner las
manos sobre ninguno con ligereza" (I Tim. 5:22). El punto es
claro, todas nuestras llamadas obras espirituales, si se hacen
fuera de la Ley de Dios, si se hacen por nuestro propio celo e
iniciativa, y no bajo la dirección y control de SU ESPÍRITU, se
convierten en una manifestación de INIQUIDAD-MALDAD-SIN LEY.
Tales nunca pueden ser partícipes del Reino que Dios ha reservado
para aquellos que se convierten EN UNO CON SU VOLUNTAD.
¿Ha
notado, precioso santo de Dios, que Pablo no dice que el hombre de
pecado, o el hombre de maldad NACIÓ, sino que es REVELADO?
No dice que de pronto emerge en la escena mundial, ni que toma el
poder político, ni que reúne recursos vastos de ejércitos, sino
simplemente que él es ¡REVELADO! El mundo entero ha estado
esperando que el hombre de pecado sea revelado, y ahora
por la gracia del Espíritu Santo, ESTA SIENDO REVELADO, cuando el
Señor da a conocer a Sus aprehendidos la espantosa profundidad de
nuestras propias mentes carnales, la voluntad propia, y el
pecado inherente, y somos
fielmente e incansablemente purgados, refinados, triturados y
despojados de todo lo que pertenece al ego mismo de la naturaleza de
Adán.
En
el momento en que entienda esta verdad, también será capaz de
comprender el hecho de que la
destrucción del hombre de pecado se produce EN EL MOMENTO EN QUE SE
REVELA.
"Y
ENTONCES se MANIFESTARÁ aquel inicuo, a quien el Señor MATARÁ con
el espíritu de su boca, y DESTRUIRÁ con el resplandor de su venida"
(II Tes. 2:8). ¡Este
hombre de pecado en su interior hará todo lo posible para ocultar su
identidad, porque su descubrimiento es su ruina! Él está oculto, no
a Dios ni a Cristo, sino al hombre que no anda en el Espíritu.
A medida que nuestras vidas se vuelven expuestas a la vida y la luz
de Cristo, el hombre de pecado es REVELADO, descubierto, expuesto;
para luego ser tratado, destruido, consumido por la brillante quema
del surgimiento de la Estrella de la Mañana dentro de nuestros
corazones. Si se está descubriendo la astucia, sagacidad, sutileza,
el engaño, la traición y la maldad de su propia mente carnal y está
siendo descubierta, revelada, expuesta por los tratos del Espíritu,
entonces sepan, amados, ¡QUE LA HORA DE SU DESTRUCCIÓN ESTÁ A LA
MANO! El orden es: ¡REVELADO ... DESTRUIDO! ¡Gloria a Dios!
El
salmista se refirió a este proceso cuando escribió estas palabras
inspiradas, "EL DEBILITÓ MI FUERZA EN EL CAMINO; ACORTÓ MIS
DÍAS" (Sal. 102: 23). Es en llevarnos al final de
nosotros mismos, para que estemos dispuestos a levantarnos únicamente
en SU FUERZA. Es el sometimiento de nuestra voluntad , lo que
nos lleva al lugar donde oramos fervientemente, "no se
haga mi voluntad, sino la tuya". En maneras que ÉL
conoce mejor, Él quita a Sus hijos todo apoyo de la carne, elimina
las reputaciones de sí mismos, demuele sus reinos personales, seca
las fuentes de sus propias actividades almáticas, y con ternura y
cuidado nos atrae a un sendero separado, donde Él desarrolla la
verdad y la profundiza en nuestro propio ser. Dios ha soportado
con mucha paciencia todo el egoísmo de los hombres carnales, que han
presumido hablar y obrar en su nombre y mientras ellos han usurpado
sus posiciones y han hecho sus demandas, ¡ÉL a preparado en secreto
y silenciosamente SU PROPIO PEQUEÑO REBAÑO de disciplinados a
quienes ÉL ENTREGARÁ el Reino!
Traed
a la memoria aquí que el hombre de pecado "se exalta sobre
todo ... de manera que se sienta EN EL TEMPLO DE DIOS, presentándose
COMO SI FUERA DIOS" (II Tes. 2: 4). Es muy importante que
entendamos exactamente lo que Pablo quiso decir por el uso del
término "templo de Dios". La
enseñanza popular es que Pablo estaba hablando de un futuro TEMPLO
JUDÍO reconstruido en Jerusalén. Sin embargo, un estudio cuidadoso
de cada referencia que Pablo hace al "templo de dios"
revela que él NUNCA aplicó este término al templo judío. Cuando
la Biblia habla del templo completo, literalmente, se utiliza la
palabra "Hieron". Esta palabra se usa
71 veces en el Nuevo Testamento en referencia al templo de Jerusalén.
Por otro lado, la palabra que Pablo utiliza para el templo es "naos",
que no se refiere al templo completo y literal, sino al Lugar
Santísimo, la morada de Dios. Y la morada de Dios es ahora LA
IGLESIA QUE ES SU CUERPO.
Dios
quiere que todos los santos puedan ver que el propósito de Dios
desde el principio del mundo ha sido la construcción de una casa
espiritual, un templo santo, una morada eterna en la que Él pueda
estar en casa, y un lugar donde Él y Su Creación puedan reunirse.
Es un templo hecho de piedras vivas. Cada piedra es una persona
redimida y cada piedra es una persona en la que la poderosa mano de
Dios ha establecido en los tratos. Hace más de tres mil años
Salomón construyó un magnífico templo de piedra y materiales
preciosos, y lo cubrió de oro y adornó con plata. Tan maravilloso
era, que la reina de Sabá quedó paralizada al verlo. Pero el templo
construido por Salomón no era más que un presagio efímero del
templo vivo que Cristo iba a construir por el Espíritu -un templo no
hecho de manos.
El
hermoso templo en Jerusalén era un tipo y sombra de las buenas cosas
por venir (Heb. 10:1; Col. 2:16-17). Alabado sea Dios, estamos
viviendo en los días de estos bienes venideros, una realización
plena la cual nos hace bajar la cabeza con asombro y maravilla. Estos
cumplimientos son tan asombrosos que a muchas personas les parecerán
fantásticos. Al igual que con el Tabernáculo en el desierto, el
templo antiguo, fue hecho de acuerdo con el modelo del verdadero
tabernáculo que Moisés vio en el monte, y a pesar de todas las
enseñanzas de lo contrario, nunca habrá otro templo construido para
tomar el lugar de, o para servir a los mismos fines del templo que
terminó con la destrucción de Jerusalén. Ese templo era sólo la
sombra de mejores cosas por venir: simplemente el tipo natural de la
realidad espiritual que vio Moisés en el monte y del que después
modeló esa sombra. Así que donde quiera que vemos referencia a un
templo presente o futuro, DEBERÁ referirse a "el verdadero
santuario, y a aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y
no el hombre" (Heb. 8: 2).
Además,
sólo hay un tal tabernáculo o templo. La Palabra no nos habla en
ninguna parte de dos, o tres, o cien, o uno a distancia en algún
lugar en el espacio donde Jesús está ministrando, y otro en
Jerusalén construido por los judíos, y otro espiritual, compuesto
de piedras vivas. No hay sino UN templo, UN gran Sumo Sacerdote, y UN
sacerdocio real. Así que los sacerdotes de la antigüedad
servían "como ejemplo y sombra de las cosas celestiales"
(Heb. 8: 5), esas cosas celestes eran las mismas que vio Moisés en
el monte, y son las mismas cosas celestiales a la que hemos llegado.
Nosotros "nos hemos acercado al monte de Sión, a la ciudad
del Dios vivo, a la Jerusalén celestial" (Heb. 12:22). ¡No
olvidemos nunca ese hecho!
Escucha
las palabras de Pedro mientras él presiona esta verdad dorada en la
compresión de los corazones de los santos. "Si
es que habéis probado la benignidad del Señor. Y viniendo a Él
como a una piedra viva, desechada por los hombres, pero escogida y
preciosa delante de Dios, también vosotros, como piedras vivas, sed
edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para
ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de
Jesucristo"
(I Ped. 2:3-5). Esta
magnífica joya de la revelación revela claramente lo que el templo
de Dios realmente es. No es un templo de piedras muertas, sino de
piedras vivas, cada piedra es una persona que vive espiritualmente.
No cubiertos con oro brillante, sino eclipsados por Dios, no
adornados con plata, sino fundados en la redención. ¡No formados
con brillantes, piedras preciosas, pero si con las joyas eternas de
su propia naturaleza, gloria y poder!
No
puede ser temporal o transitorio como fueron los templos de Israel,
los cuales fueron destruidos a su vez. El templo, que es el cuerpo de
Cristo es eterno en los cielos. No es terrenal ni pertenece al reino
terrenal, sino al celestial. No es de corrupción, sino de
incorrupción. Pablo lo escribió de esta manera: "porque
el templo de Dios es santo, y eso es lo que vosotros sois"
(I Cor 3,17). "¿O
no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está
en vosotros?”
(I Cor. 6:19). "Porque
nosotros somos el templo del Dios vivo, como Dios dijo: HABITARÉ EN
ELLOS, Y ANDARÉ ENTRE ELLOS"
(II Cor. 6:16).
A
veces he tratado de aclarar en mi alma que Dios está en mí. He
meditado sobre la influencia que mora en mí y el poder de ese puro y
dulce Espíritu viviente del Dios eterno. He venido a vivir
continuamente en la consciencia de su presencia en mi
espíritu, en mi alma, en mis manos, en mi cuerpo, en mi persona, en
mi ser -la morada de Dios, Dios preparándome para ministrar al
mundo, equipando mi espíritu, alma y cuerpo para vivir para
siempre en armonía con la mente de Dios. Todas las cualidades de
Dios en nuestra vida se deben al hecho de que Dios por Su Espíritu
mora en nosotros. ¡Tú eres el templo de Dios! Esa es la maravilla
del Espíritu que mora en nosotros. No es una obra de gracia; es
Dios poseyéndote. Oh, tu corazón puede haber sido tan
pecaminoso, ya que el corazón del hombre siempre ha sido pecaminoso,
pero Cristo viene a tu espíritu. Ese espíritu de oscuridad que te
poseyó se va y en su lugar, un nuevo Espíritu viene a tu espíritu,
tu espíritu es acelerado por SU ESPÍRITU, y Cristo VIVE EN TI. El
conocimiento de esta sublime verdad te hará santo. Nadie puede ver
así su lugar en Dios y sin embargo permanecer en la carnalidad. Si
alguien reclama ver estas verdades y sigue siendo como antes,
entonces él no ha visto por el Espíritu, sino por la mente natural
solamente. ¡Fuera con todo pecado y orgullo! ¡Fuera con todo el
egoísmo, y auto-indulgencia y auto-promoción! ¡Fuera con EL HOMBRE
DE PECADO que usurpa el lugar de Cristo en su templo!
Si
usted es uno de los muchos que creen que el templo de Dios es la
Iglesia Ramera donde el Papa reina, o un futuro templo judío en
Jerusalén, tengo que decir que ni siquiera califica como EL TEMPLO
DE DIOS. Esa arrogante, ramera, borracha e idólatra llamada MISTERIO
BABILONIA no es el templo de Dios, más bien, es el gran sistema del
anticristo que suplanta al verdadero templo. En el libro de
Apocalipsis es claro en que el templo de Dios no es Misterio
Babilonia, tampoco es el templo judío, sino la santa morada eterna
que nuestro Dios se está construyendo para Sí mismo. Y no olvidemos
que Dios nunca dejará vacante este templo. Dios nunca dejará
vacante este templo celestial para volver a un templo hecho con las
manos. Porque ello sería poner a un lado y negar al Cristo del
Calvario, y hacer el sacrificio del Calvario impotente y sin
resultados. Nunca habrá otro sacrificio por el pecado ofrecido (He.
10:10-14). ¡Nunca más habrá un templo para la ofrenda de este tipo
de sacrificios!
Hace
más de 1900 años Jesús habló a los judíos, diciendo: "He
aquí vuestra casa os es dejada desierta"
(Mat. 23:38). Esto, si se puede recibir, fue un pronunciamiento de
condena a una ciudad que no recibió a Su Rey. Él está diciendo que
la PRESENCIA y la GLORIA DE DIOS se había apartado de Judá. Dios
quitó Su presencia, incluso del Lugar Santísimo en el templo,
dejándoles su casa desolada. Me
parece que cuando Jesús el Cristo nació la PRESENCIA de Dios salió
de la morada en el Lugar Santísimo y vino sobre el niño Jesús,
tomando su lugar permanente en la carne.
Todos esos años los sacerdotes habían estado ofreciendo sacrificios
a Dios que ya no estaba en su lugar de morada acostumbrada, aunque
ellos no lo sabían. Había dejado Su antigua morada de siglos y se
había trasladado a un cuerpo de carne, el cuerpo de Su Hijo. Todo el
mundo era ignorante de esto porque leemos en Juan 1:10: "Él
estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por él, y el mundo no le
conoció".
En
la crucifixión de Jesús, Dios trazó una cortina de oscuridad sobre
la Tierra y borró todo de la vista. Bajo la cubierta de densa
oscuridad Dios rasgó el velo del templo de arriba a abajo de manera
que cualquier hombre o mujer mortal pudieran entrar en el Lugar
Santísimo, la antigua morada de Dios, y claramente pudieran ver y
saber que él NO ESTABA ALLÍ. Ese Lugar Santísimo estaba vacío.
Dios estaba creando algo totalmente nuevo y diferente. Debajo de
la cubierta de la oscuridad Dios rasgó el velo y dejo que todo el
mundo viera que Él había partido, dejando esa habitación vacía.
Fue desolada, y ahora esto era el principio del fin de Jerusalén. Y
quiero decir una vez más, a pesar de lo que muchos nos dicen, NUNCA
VEREMOS OTRO TEMPLO EN JERUSALÉN.
¿Somos tan tontos como para siquiera considerar la idea blasfema que
Dios permitiría que los judíos incrédulos volvieran a Jerusalén
para construir otro templo? Para instituir de nuevo sacrificios de
animales DESPUÉS DE QUE CRISTO HA SIDO OFRECIDO DE UNA VEZ POR
TODAS. ¡Eso sería el colmo de la burla! Pensar que Dios volvería a
ordenar a Israel derramar la sangre de toros y cabras, después de
haber matado al SANTO DE ISRAEL, no puede haber nada más ridículo.
¡Ah,
cuales debieron haber sido los pensamientos del sacerdocio cuando
regresaron al templo! ¡Cuales debieron ser los sentimientos de los
sacerdotes que habían permanecido en el templo! ¡Cuando se levantó
la oscuridad y la desolación fue vista y descubrieron que podían
entrar en el Lugar santísimo y no sufrir la muerte! Entonces,
debieron haber sabido que algo catastrófico había tenido lugar. Sin
duda, un profundo miedo se apoderó de ellos en el interior. ¡Ellos
no se atreverían a dar un indicio de esto a la gente! Ellos debieron
ocultar los hechos y continuar con la forma de los sacrificios, como
si nada hubiera sucedido.
Leemos
en Mat. 24: 1-2, "Cuando
salió Jesús del templo, y se iba, se le acercaron sus discípulos
para mostrarle los edificios del templo. Mas respondiendo el, les
dijo: ¿Veis todo esto? En verdad os digo: no quedará aquí piedra
sobre piedra que no sea derribada".
En el año 70 D.C Tito destruyó Jerusalén y el templo tal como dijo
el Señor Jesús, y no se dejó piedra sobre piedra. Registros de
historia dicen (ver Talmud judío y Maimónides) que Terencio Rufus,
que se quedó al mando del ejército en Jerusalén, con una reja de
arado rompió los cimientos del templo. Josefo, el historiador judío,
afirma que todo el resto de la ciudad fue tan demolido y nivelado con
el suelo que los que vinieron a verlo, no podían creer que alguna
vez estuviera habitada. Si usted duda de esto, mire el muro donde se
lamenta Jerusalén hoy. Un hermano que ha realizado numerosos viajes
a Jerusalén afirma que lo que más le sorprende del muro de
lamentaciones ES EL TIPO DE PIEDRAS QUE SE ENCUENTRAN EN ELLA. Hay
piedras del templo de Salomón, del templo de los días de Esdras y
Hageo y de cualquier otro período. La pared existente hoy en día no
son los restos de UN mismo templo, sólo una re-colocación de
escombros de todos ellos. ¡Una piedra, literalmente, no fue dejada
sobre otra, y se cumplió la profecía de Jesús!
Hace
varios años leí un relato sobre los planes que estaban en curso
para reconstruir el templo en Jerusalén, ¡que las piedras ya habían
sido cortadas en Indiana y ¡enviadas a Israel! Aquí está la
historia, como apareció en una revista en agosto de 1967:
"Los
representantes del gobierno israelí han ordenado 60.000 toneladas de
la mejor piedra Bedford de Bedford, Indiana, para ser utilizadas en
la construcción del templo de Jerusalén. Quinientos cargamentos de
piedra de Bedford, consideradas entre las mejores piedras de
construcción en el mundo, están siendo transportadas pre-cortadas
con las especificaciones exactas, y un envío ya ha sido enviado a
Israel. Los envíos están a cargo del muelle Pier 26 en Nueva York.
Este informe, recibido de fuentes autorizadas en Sellersburg,
Indiana, dijo que las piedras angulares para el Tercer Templo ya
están en Israel. Los materiales para este templo han estado en
preparación secreta durante siete años, y se cree que los judíos
americanos son los principales responsables de financiar todo el
proyecto ... "
¡Los
que sostenían la teoría del rapto y los siete años de tribulación
se entusiasmaron mucho! La historia fue llevada a periódicos y
revistas religiosas. Unas semanas más tarde, sin embargo, se
descubrió que la historia no tenía ninguna base en realidad! ¡Fue
una broma! Un ministro en Nueva York consultó en el puerto de Nueva
York respecto al asunto. Se encontró que no había muelle con tal
nombre, ni tal cargamento de piedra, y que no había una palabra de
verdad en todo el montaje. El editorial del cual se tomó lo anterior
fue lo suficientemente honesto para admitir el error e incluyó la
siguiente carta del Embajador judío en Londres: "Permítanme
referirme a una historia en un número reciente de su publicación,
en relación con el envío de piedras de los Estados Unidos con el
supuesto objetivo de reconstruir el Tercer Templo en Jerusalén. Me
gustaría señalar que esta historia es una invención absoluta y
completa en todos sus aspectos. No hay tales planes para la
reconstrucción del templo, no hay envíos para tal propósito desde
los EE.UU. o de otros lugares, y el asunto no ha sido considerado ni
en secreto (como el informe alega) o abiertamente. En vista del hecho
de que la zona del templo está ocupada ahora por santuarios de otras
religiones, tanto cristianas como musulmanes, nunca los tocaríamos,
toda la historia debe ser considerada una invención".
Dios
no está buscando un templo de piedra en el cual habitar. ¡DIOS
TIENE UN TEMPLO! Un templo que las manos de los hombres no
construyeron o planearon. Él no sólo habitará en este templo, SINO
QUE ÉL ESTA AHORA EN ÉL. Cada piedra de este templo está viviendo.
Cada piedra está hablando. Cada piedra está respirando el aliento
de la vida eterna, incorruptible. Las piedras que viven en este
templo son los miembros del cuerpo de Cristo. Ellos son hijos de Dios
y miembros de SU FAMILIA. Añadiéndolos a Sí mismo, Dios está
expandiéndose a Sí mismo, como un hombre por ser padre de muchos
hijos expande a su familia y a él mismo. Por la familia de los Hijos
de Dios, el santo templo del Señor llenará el universo CONSIGO
MISMO, porque los santos son la plenitud de aquel que lo llena todo
en todo. Por este templo de Hijos, nuestro Dios reconciliará todas
las cosas a Sí mismo y gobernará el universo con justicia, para
siempre.
Desde
hace dos mil años ha ido creciendo sobre el fundamento de los
apóstoles y profetas y las palabras de fuego del profeta Malaquías
están, incluso, siendo cumplidas: "el
Señor a quien vosotros buscáis; vendrá de repente a su templo, he
aquí, viene, dice Yahweh de los ejércitos. ¿Pero quién podrá
soportar el día de su venida? ¿Y quién podrá mantenerse en pie
cuando El aparezca? Porque él es como fuego de fundidor y como jabón
de lavanderos. Y Él se sentará como fundidor y purificador de
plata, y purificará a los hijos de Leví (EL
SACERDOCIO REAL)
y los acrisolará como a oro y como a plata, y serán los que
presenten ofrendas en justicia a Yahweh"
(Mal. 3:1-3).
¡Alabado
sea el Señor! Él está reinando dentro de los Suyos, para destronar
al hombre de pecado (Yo-Ego, la mente adámica) que se sienta en el
mismo templo de Dios como Dios, proclamándose A SI MISMO como Dios,
y esforzándose en su propia voluntad y camino. Esa naturaleza está
siendo destronada y es evidente a medida que más y más de los
elegidos de Dios llegan a ese lugar de la experiencia en la que
oramos, en espíritu y en verdad "no
se haga mi voluntad, sino la tuya".
Traducción: Byron E. Mansilla
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